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INTRODUCCION
Vivir en paz es sin duda, uno de los más dorados anhelos de la humanidad. PAZ es
expresión de revolución espiritual, de conocimiento y comprensión de los hechos, las
cosas y los seres. Es fruto de la sabia armonía con la naturaleza intima, esencial de todo
lo que existe, en virtud del auténtico Respeto y Veneración a lo Divino.
La Paz tiene su asiento en el alma; fluye desde lo profundo del ser, inunda se mundo
personal e impregna todas las manifestaciones externas. La Paz es interna y viene por el
desarrollo interior de la sensibilidad, por el cultivo de la individualidad y la Consciencia
del Culto, todo lo cual permite al individuo ubicarse en un plano muy sutil, y claro esta,
mientas mas sutil pueda ser el hombre, constantemente en su diario vivir, mayor
capacidad de Paz interior y de Luz en la mente para encontrar la Verdad que esta en
todas las cosas.
Todo ser humano esta dotado de un grado de sensibilidad acorde con el nivel de
expansión de su consciencia. La sensibilidad (que no debe confundirse con “sensación”)
es un medio de perfeccionamiento interno que necesitamos alcanzar para que pueda
haber concienciación-un verdadero “vacío interno”, dispuesto para ser llenado con el
exquisito alimento de las Virtudes. De allí que el hombre sensible tiene siempre el
corazón abierto a la piedad, a la Clemencia, a la Gratitud, al Perdón, a todos los
sentimientos que nos mueven a la practica de las Virtudes, que nos acercan a ese
Manantial Divino de frescura espiritual inmarcesible, que son las Virtudes.
Por lo general, el hombre tiende a perder ese “puente” entre la percepción y la
espiritualidad, o cuando menos tiende a ignorarlo, debido a la falta de una ATENCION
CONCENTRADA en todo lo que hace -o bien para mantener los propósitos que se
pretenden realizar-. Siempre se cae en el mecanicismo, por la fuerza del habito, de la
costumbre. Es por este motivo que la Sagrada Tradición Iniciática, bajo la Suprema
Dirección Espiritual del Mundo, ha abierto nuevamente sus Colegios y Escuelas de
Iniciación desde 1948 para ofrecer sus Redentoras Enseñanzas a la humanidad que
anhela superarse. Ella enseña, por ejemplo, que para lograr una verdadera
“transformación” de la vida humana, es decir, para pasar de la vida instintiva inferior a
la vida consciente superior, es indispensable alcanzar una Disciplina Mental un ORDEN
interno y externo mediante la practica de tres aspectos que son:
1. Reducir las necesidades a lo mas esencial, a fin que la mente no se disperse
demasiado en muchas preocupaciones, que nunca se podrán abarcar
completamente, ya que siempre irán en aumento.
2. Estudiar y practicar las Leyes de la Naturaleza, por cuanto ellas permiten ver y
sentir la Omnipresencia y Omnipotencia Divina.
3. Reflexionar antes de hacer cualquier cosa y Meditar especialmente a las horas
cósmicas, es decir a las 6:00 am y a las 6:00 pm (para Perú) ya que son momentos
en que las influencias cósmicas favorecen de modo especial la evolución del
hombre. El Sol naciente impulsa la actividad cerebral, estimula el potencial
inteligencial e impregna de serenidad al ser para fortalecer su vida interior,
poder realizar una positiva jornada de trabajo durante el día. La irradiación solar
de mediodía en cambio, vitaliza integralmente al ser humano, favoreciendo
energéticamente los centros neurales y principales órganos para un optimo
rendimiento físico y psíquico. Al anochecer la benefactora influencia lunar (que
no es sino la refracción de la luz solar a través de este satélite) impulsa al hombre
a cultivar su vida interior, le lleva al luminoso silencio de la meditación, o cuando
menos, le invita a reflexionar, a buscar su propia interioridad y a conectarse con
Dios.