Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Existen diferentes tipos de autoenga�o, siendo algunos m�s frecuentes que otros.
Adem�s, cada uno de ellos tiene efectos psicol�gicos diferentes. A continuaci�n se
explican los cuatro tipos de autoenga�o m�s frecuentes y sus principales efectos a
nivel psicol�gico.
1. Autoenga�o funcional
El autoenga�o funcional se observa en situaciones en la que la persona se miente
buscando convencerse de que su decisi�n es la correcta. El ejemplo m�s conocido de
autoenga�o funcional lo encontramos en la f�bula de la zorra y las uvas.
-Ludwig Wittgenstein-
2. Valorar para creer
El autoenga�o llamado �valorar para creer� surge de la necesidad de terminar con la
disonancia cognitiva. El autoenga�o de �valorar para creer� se caracteriza por el
convencimiento de que si algo cuesta mucho dinero, tiempo o esfuerzo le otorgamos
m�s valor que aquello por lo que no hemos pagado un precio tan alto. De ah�, por
ejemplo, que valoremos m�s la pertenencia a un grupo al que nos ha costado entrar
que a otro al que no.
En situaciones en las que la persona se tiene que esforzar mucho para alcanzar una
meta, tanto si la meta le es atractiva como si no, su atenci�n se dirige de manera
selectiva a todo lo que le confirma que su objetivo es valioso. Se termina creyendo
que la meta es valiosa para justificar la inversi�n realizada. De otra manera,
aparecer�a la disonancia que se�al�bamos al principio.
3. Autoenga�o consolatorio
El autoenga�o consolatorio es la estrella de los autoenga�os y se observa con mucha
frecuencia en las personas con celotipia. El mentir consolatorio se observa en
situaciones en las que la persona se miente para responsabilizar de su situaci�n a
un agente externo y compadecerse de s� misma.
Algunos ejemplos de autoenga�o consolatorio ser�an pensar que se tiene una fobia
porque �mi madre me transmiti� el miedo a los perros� o pensar que �soy muy celoso
porque mi pareja me da motivos�. Se trata de pensamientos que la persona
exterioriza con frecuencia para encontrar consuelo.
�El que dice una mentira no sabe qu� tarea ha asumido, porque estar� obligado a
inventar veinte m�s para sostener la certeza de esta primera�.
-Alexander Pope-