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2.

Intervención sobre el contexto

La terapia individual sobre el sujeto con conducta antisocial tiene que combinarse con
tratamientos dirigidos al contexto familiar, escolar y social, porque en todos ellos existen factores
que están implicados en el comportamiento del sujeto como causa y como efecto.

Dentro de estos factores educativos y sociales, ocupa un lugar importante y tiene una función
primordial la familia.

2.1 intervención centrada en la familia

La familia es el primer ámbito social para el individuo y el contexto más primario de socialización,
ya que trasmite valores y visiones del mundo e instaura las primeras normas de conducta. Las
experiencias familiares en la niñez determinan comportamientos adultos, los tipos de
comportamiento que han sido estudiados como consecuencia de las experiencias familiares han
sido los llamados “problemáticos”, tales como psicopatologías, agresión y delincuencia. Se ha
prestado, sin embargo, menos atención a características positivas de los individuos. Así, por
ejemplo, la responsabilidad y el altruismo han sido obviadas en la mayoría de las ocasiones.
Aunque se incida en factores de riesgo para conductas problemáticas, la familia también puede
ejercer de factor protector enseñando o reforzando actitudes pro sociales

Maltrato infantil

En niños maltratados emocionalmente, dentro de los cuales el comportamiento antisocial y/o


delictivo estaba presente, a la vez que otros considerados como factores de riesgo de dichas
conductas, como baja autoestima, ansiedad, bajo rendimiento académico, agresividad e
inasistencia al colegio, entre otros.

Teniendo en cuenta los diferentes recursos terapéuticos que nos aporta la psicología , un
programa que resulte efectivo en este ámbito incluiría las siguientes tareas :

- -Entrenar a los padres como coterapeutas .

- -Enseñarles a establecer una disciplina positiva.

- -Entrenamiento en estrategias adecuadas para interactuar mejor con sus hijos, en


habilidades de comunicación y en estrategias de negociación.

- -Utilización de técnicas cognitivas dirigidas a modificar pensamientos inadecuados


en los padres.

- -Proporcionarles recursos para modificar o eliminar los estilos educativos


inadecuados.
2.2 intervención centrada en la escuela

El colegio es otro órgano de socialización prioritario, entre cuyas funciones no sólo se encuentra la
formación para un funcionamiento socialmente adaptado sino que facilita las primeras
interacciones con los iguales y figuras de autoridad distintas a las familiares y la consecución de
sus primeros logros socialmente reconocidos.

El rendimiento académico, el bajo interés en la educación y la baja calidad de la escuela son


indicadores de diferentes constructos relacionados con la escolarización. Se han postulado
diversos mecanismos a través de los cuales los factores escolares influyen en el comportamiento
antisocial y violento (ISABEL MARTINES MADRID ,2016).

Los factores escolares se han mostrado consistentemente más protectores que los factores
familiares, se señala que encontraron que al apego hacia los profesores, los logros académicos, la
orientación hacia la escuela, la supervisión de los padres, el vínculo con los padres y la
organización familiar, son factores de protección frente al desarrollo de conductas violentas o
antisociales .

Fracaso académico

A pesar de que el fracaso escolar es un factor de riesgo importante de la conducta antisocial, no es


determinante, los niños y jóvenes que acumulan otros factores de riesgo, especialmente los
referidos a problemas familiares, niveles bajos de desarrollo y consumo de drogas. la peligrosidad
del bajo rendimiento escolar tiene que ver con la percepción de futuro y con la pertenencia a un
grupo, por lo que los sujetos con bajo rendimiento tienen problemas para integrarse dentro de las
normas sociales y por lo tanto mostraran bajas aspiraciones que presentan, la posibilidad de que
aparezca el comportamiento agresivo o violento se incrementa.

No obstante la relación encontrada entre el fracaso académico y el riesgo de emitir conductas


antisociales, no queda claro si el riesgo principal se deriva de las bajas capacidades cognitivas o
del propio fracaso escolar (ISABEL MARTINES MADRID ,2016). El fracaso académico es
considerado como un factor de riesgo en numerosos estudios y, el logro académico actuaría como
claro factor de protección (Bandura).

Absentismo y abandono escolar

Abandonar el colegio podrían ser indicadores conductuales que ponen de manifiesto un bajo
nivel de compromiso con la escolarización, pero también podría haber otras razones por las que
los niños faltan al colegio o lo abandonan de forma temprana.

(FARRINGTON ,1989) mostró cómo aquellos jóvenes con mayor índice de faltas a clase entre los
12 y los 14 años y aquellos que abandonaron el colegio antes de los 15 años, eran más propensos
a desarrollar conductas violentas en la adolescencia y la etapa adulta. Los hallazgos de Farrington
constituyen uno de los numerosos estudios que han mostrado como faltar a clase o hacer novillos
constituye un factor de riesgo sustancial para la delincuencia.

Ahora bien, podría considerarse que la falta de asistencia a clase es un factor de riesgo que
contribuye a facilitar el paso a la delincuencia, en tanto en cuanto proporciona oportunidades
adicionales para la conducta desviada.

Bibliografía

 Elena de la Peña Fernández Madrid, 2010 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID


FACULTAD DE PSICOLOGÍA Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento
PsicológicoI (Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica)

 Cristina Blasco Romera Año 2012

 Sociedad Chilena de Psicología Clínica Chile María de los Ángeles Páramo Universidad del
Aconcagua, Argentina (Rec: 03 de Marzo de 2010; acept: 07 de Marzo de 2011)

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