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Plan de Negocios
Plan de Negocios
Así descrito, el plan tiene dos finalidades: Servir al promotor de la empresa como herramienta de
análisis para posicionar correctamente su negocio, definir objetivos para la empresa y decidir qué
iniciativas estratégicas concretas para cada área funcional son las adecuadas para conseguir tales
objetivos. Servir al inversor potencial para conocer el proyecto, y a partir de él realizar un
estudio detallado de la oportunidad de inversión con el objeto de decidir si decide aportar fondos
al negocio y, en caso afirmativo, en qué condiciones.
No existe una plantilla tipo para realizar el plan de negocio. La naturaleza de cada empresa hace
que un capítulo concreto pueda llegar a ser más importante que otro. En todo caso, puede
establecerse como modelo tipo el siguiente: Descripción del negocio Estudio de mercado
Estrategia corporativa Plan comercial Plan de procesos, operaciones, logística Plan de
organización y recursos humanos Plan financiero
Es importante que el plan de negocio siga un hilo lógico. A continuación expondremos cada uno de
los apartados anteriores destacando el objetivo de cada apartado de forma que nos ayude a
encontrar esa conexión interna del documento.
El contenido de este capítulo coincide con la descripción de la idea y su propuesta de valor, por lo
cual nos remitimos a lo dicho en la nota técnica correspondiente.
Análisis de Mercado
En el análisis de mercado el emprendedor debe estudiar por un lado la clientela potencial a la que
destinar su oferta, y por otro las alternativas que tal clientela dispone en el mercado para
satisfacer su necesidad.
Como vimos en el capítulo anterior todo parte de una necesidad que la empresa puede satisfacer
aportando algo diferencial respecto al resto de competidores. Por ello, en la primera parte del
análisis de mercado debemos analizar quién “sufre” la necesidad que iremos a satisfacer.
Estudio de la demanda
La segmentación debe también incluir otros aspectos, de manera que nos permita hacer
estimaciones más afinadas. Supongamos que nuestra empresa desarrolla y distribuye un software
de gestión especial, que puede aplicarse a hospitales y farmacias. Convendría entonces distinguir
en el estudio de la demanda ambos casos para posteriormente, si es que es ése el caso, poder
discriminar por precio el tipo de cliente si es que puede cobrarse distinto nuestro producto.
Lógicamente, si la empresa tiene previsto “atacar” varios países o regiones definidas es preciso
incorporarlas en el análisis, distinguiéndolas en el estudio de la demanda mediante una estimación
matricial separando en filas las geografías y en columnas, por ejemplo, el sector de actividad del
cliente.