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Nunca voy a llegar a saberlo todo. Sin embargo, no me puedo dar por vencido.

Es como con la
muerte; ¿voy a dejar de vivir mi vida al saber que tarde o temprano me voy a morir? “Obvio que
no” diría siguiendo el optimismo del status quo. Pero aun así me pregunto…

Y no sé si esa pregunta no me conmueve más que el optimismo vital. No sé. Me gusta creerme
capaz de cualquier cosa. Incluso de atrocidades. Para así sentir que puedo elegir ser más fuerte
que esos bajos impulsos. Me gusta preguntarme. Pero a veces la paso tan mal.

No soy aun todo lo que puedo llegar a ser. Algo es algo. Un paso es un paso. Es difícil mover
montañas. Dicen que hace falta fe para eso, pero no está claro en qué. Para mi, al menos, la fe es
toda una montaña por si sola. Quizás por eso me pesa tanto.

Quisiera poder acostarme sonriendo todos los días. Hacer el amor sin importarme el mañana. El
mañana es un fantasma aterrador que ronda por mi cráneo.

Quizás deba ser solo esa mi meta. Poder acostarme sonriendo todos los días, hasta que me
acueste para siempre. Me gustaría irme de este mundo sonriendo. Escuchar un “Te amo” de
despedida. ¿O quizás de bienvenida? No sé de qué dependen ambas, ni si acaso sea algo que está
bajo mi control.

Quizás el único “Te amo” que en verdad necesito es el que yo le podría dar a mi reflejo. Pero es
tan difícil.

Se me anuda la garganta. Quiero llorar cuando muera. O no. Mentira. No quiero llorar. Quiero
llorar ahora. Que se caiga esta bola de lamentos atravesada en mi garganta. Ya no siento que sea
yo quien habla. Quizás es porque nunca hablé. Pocas veces me encontré. Necesito o quiero un
abrazo. O las dos. Carajo. No quiero que muera nadie en este mundo salvo yo. Alguien me
recordará. Alguien, seguro. No puede ser de otro modo. Pero por alguna razón me preocupa
quién.

Dios, si estás ahí, chúpame un huevo. Ya no sé ni lo que quiero. Lo que quiero decir, lo que quiero
escribir, lo que quiero hacer

Siento que todo es muy difícil. Es muy difícil de hacer verdaderamente. Pero la dificultad es
tiempo.

Ya maduraré. Mentira. No. Sí. Ya maduraré. No moriré en el intento. La paz se puede encontrar. Ya
está aquí. Solo tengo que cerrar la boca. Apagar un toque la mente. Los cálculos se caen a pedazos
más fácilmente que nada en el mundo. Yo no caeré con ellos. Me esperan en el cielo del “ya-fue”.
El amor absoluto de la decisión. Que no quede nada más que eso. Amor y Danza. El Caos que
guarda y conserva todo en perfecta armonía fuera de tono. Desentenderse. Desembarazarse. No
puedo parar de escribir. Bien. El reloj con 5 minutos era muy condicionante. Paracaídas. Con
paracaídas puesto y todo puede que unx no salte, que no se atreva.

Yo deseo atreverme. Vamos por todo. Apuestas del arte contemporáneo. Ah re, arte
contemporáneo. Darlo todo y n guardarme nada. Que haya amor por lo que hago hasta que ya no
haya nada. Ese es mi “Te amo”definitivo, por ahora.

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