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Literatura 5° año

Entrega: 25/03

Luego de la lectura responde en forma completa las siguientes preguntas.

1.- ¿Cuáles fueron los factores que determinaron el período denominado Renacimiento?
¿Qué aspectos abarcó?

2.- ¿Cómo se modificaron los aspectos religiosos y políticos con respecto a la Edad Media?

3.- Explica las características del Renacimiento en la cultura.

4.- ¿Qué era un mecenas?

5.- Investiga cuáles son las obras más conocidas de Miguel Angel, Da Vinci, Boticelli y
Rafael.

El Renacimiento

El término de “Renacimiento” designa el período de renovación artística e intelectual, que


se desarrolló en Europa entre los siglos XV y XVI. En realidad, hay que entenderlo como
un conjunto histórico que abarca no sólo las artes, sino también, la política, la ciencia, la
religión. En síntesis, todas las manifestaciones de la vida del hombre. El nombre
“Renacimiento” corresponde a una denominación hecha tiempo después y está ligado con
el deseo de esta época de recuperar la cultura grecolatina de la Antigüedad.

Los cambios sociales.

Como sucede con todos los períodos históricos, los cambios de esta etapa no surgieron de
la nada, sino que constituyeron, sobre todo, el fin de un proceso que había empezado en la
Baja Edad Media (desde la mitad del siglo XIII hasta el comienzo del Renacimiento) y que
se relacionaba con un espíritu de libertad, ligado al florecimiento de las ciudades.

Los habitantes de los núcleos urbanos medievales habían luchado por obtener cierta
independencia respecto de los señores feudales, especialmente, en lo relativo a la
supervisión de sus mercados y a la elección de sus magistrados. Así, las ciudades fueron
logrando capacidad de acción política independiente.

Además de la organización municipal, existieron factores económicos que fueron


determinantes para este proceso de transformación: la quiebra del régimen feudal generó el
despegue del capitalismo, con el consiguiente enriquecimiento del artesanado y de la
actividad mercantil. Esto permitió la aparición de un nuevo agente social, el burgués, un
hombre distinto, a la vez, banquero, comerciante e industrial.
Esta creciente independencia produjo un cambio de mentalidad: los hombres de esta época
eran dueños de una experiencia diferente que les permitía pensar una nueva relación con el
mundo. De este modo, se fue haciendo sólida la idea del individuo como centro del
universo, concepto fundamental del pensamiento renacentista.

La vida política y la religión.

En esta época, apareció un nuevo modelo de Estado con el poder concentrado en las
grandes monarquías. Esto generó la aparición de una nueva figura real: el soberano
renacentista, cabeza absoluta del gobierno, distinto del rey de la época feudal, dependiente
del apoyo y del sostén de la nobleza. En 1513, Nicolás Maquiavelo escribió

El Príncipe, obra en la que se creó la idea del estadista moderno, impensable para la
mentalidad medieval.

El pensamiento religioso también se renovó. Como las ideas del Renacimiento permitieron
un mayor desarrollo de la individualidad, el hombre comenzó a vivir de un modo diferente
su relación con la naturaleza y con Dios. Se inició así un proceso de transformación
religiosa que causó serias crisis y enfrentamientos. El monje agustino alemán Martín Lutero
inició la Reforma, movimiento que rompió la unidad religiosa de Europa y que originó las
iglesias protestantes, independientes del poder del Papa. Como reacción, los católicos
comenzaron, más tarde con la Contrarreforma, un movimiento destinado a combatir los
efectos de la Reforma protestante.

El renacimiento en la cultura.

Sin duda, uno de los aspectos de la renovación renacentista que más ha perdurado en la
historia es el relacionado con la cultura en cualquiera de sus manifestaciones las artes
plásticas, la música, la literatura y la filosofía.

El interés por la Antigüedad clásica (de allí, el nombre de “Renacimiento”, que alude
justamente a la gloria de aquella etapa que “renace”) definió la temática de las artes
plásticas renacentistas. La historia y los mitos de Grecia y de Roma se establecieron como
una de las fuentes más importante de motivos para las pinturas de la época-junto con los
temas religiosos y los retratos de familias-.

Respecto de sus premisas estéticas, tanto la pintura como la escultura y la arquitectura


perseguían con interés las formas proporcionadas, armoniosas y ordenadas. La
representación naturalista de la figura humana constituyó otra de las búsquedas del
momento; en las obras, es notable la permanente presencia de imágenes masculinas y
femeninas en variedades de expresiones, gestos y posturas.

En Italia, especialmente en Florencia, trabajaron pintores, como Rafael Sanzio, Sandro


Borticelli y Leonardo de Vinci; también escultores, como Miguel Ángel Buonaroti y
Benvenuto Cellini; y arquitectos, como Filippo Brunelleschi, León Bautista Alberti y el
propio Miguel Ángel. Las artes musicales también experimentaron cambios, los cuales se
observan en el gran desarrollo de las formas polifónicas.

Por otra parte, en la vida cultural de este período. Cobró gran importancia la figura del
mecenas, un individuo de la alta burguesía bajo cuya protección económica trabajaban los
artistas. Aunque, muchas veces, producían por encargo, pintores, escultores, músicos y
poetas dedicaron espontáneamente una gran cantidad de obras a sus protectores.

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