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Pensar Ganar
Pensar Ganar
¿Para qué vivimos? si no es para hacernos la vida más fácil el uno al otro?
Cada salón estaba integrado por 90 estudiantes y en cada clase, 10%, o nueve personas,
recibirían lo que se llamaba categoría III. La categoría 1 era una firma amable de decir
"¡reprobaste!" En otras palabras, sin importar que tan bien o mal se desempeñaba el salón
en general, nueve personas reprobaban. En vez de aspirar a obtener buenas calificaciones,
como lo había hecho en preparatoria y en la universidad, más bien intentaba no ser una de
las nueve personas que reprobaría. En lugar de jugar para ganar, jugaba para no perder.
Un día, en una clase, no pude evitar el ver a mi alrededor y tratar de contar las nueve
personas que eran más tontas que yo. El problema era que pensaba en Ganar-Perder. Y la
forma de pensar Ganar-Perder siempre llenará tu corazón con sentimientos negativos.
Afortunadamente, existe una forma mucho mejor. Se conoce como el Pensar Ganar-Ganar, y
es el Hábito 4. Pensar Ganar-Ganar es una actitud hacia la vida, un marco de referencia
mental que dice: "Yo puedo ganar, y tú también. No es tú o yo, sino ambos". Pensar Ganar-
Ganar es el fundamento para llevarse bien con los demás. Comienza con la creencia de que
todos somos iguales, de que nadie es inferior o superior a los demás, y que en realidad nadie
necesita serlo.
Ganar-Perder es una actitud hacia la vida que dice que el pastel del éxito sólo tiene este
tamaño, y si obtienes la rebanada grande, hay menos para mí. Así, me aseguraré de obtener
antes que nadie mi rebanada, u obtener una rebanada más grande que la tuya. Ganar-Perder
es competitivo. Yo lo llamo el síndrome del tótem: "No me importa qué tan bueno sea, en
tanto que yo esté encima de ti en el tótem". Las relaciones, amistades y la lealtad son
secundarias para ganar el juego, ser mejor y salirte con la tuya.
Ganar-Perder está lleno de orgullo. Como dijo C. S. Lewis: "El orgullo no obtiene placer por
poseer algo, sino por tener más que el prójimo ... Es la comparación lo que te hace sentirte
orgulloso, el placer de estar por encima de los demás”. No te sientas mal si a veces piensas
en ganar y en perder, porque todos fuimos formados para hacer esto desde muy pequeños,
especialmente quienes fueron criados en Estados Unidos.
A fin de cuentas, Ganar-Perder generalmente será un tiro por la culata. Puedes terminar en
la cúspide del tótem. Pero estarás ahí solo y sin amigos. "El problema con este mundo
salvaje", dijo la actriz Lily Tomlin, "es que aun si ganas, sigues siendo un salvaje".
PERDER-GANAR: EL TAPETE
Un joven escribió: "Yo prefiero irme por la paz. Prefiero aceptar la culpa que meterme en una
discusión. Constantemente me veo a mí mismo diciendo que soy torpe ... " ¿Te ves a ti mismo
identificándote con esto? De ser así, caíste en la trampa de Perder-Ganar. Tras mi estallido, las
cosas fueron muy tensas durante un tiempo. Ambas sentíamos que estábamos comenzando la
relación desde cero. Pero todo está mejorando con el tiempo. Ahora hablamos las cosas, y
siempre le digo lo que siento. Si adoptas Perder-Ganar como tu actitud básica ante la vida,
entonces los demás te pisotearán. Y eso está realmente mal. Tamb1en tendrás que ocultar
siempre lo que sientes. y eso no es saludable. . . Desde luego, siempre hay un momento en que
perdemos. Perder-Ganar está bien si el asunto no es importante para ti, como cuando tú y tu
hermana no pueden estar de acuerdo en el lado del armario que les toca, o si a tu mamá no le
gusta la forma en que tomas el tenedor. Que los demás ganen en las cuestiones pequeñas y
será un depósito en su CBR. Pero siempre defiende las cosas que te sean importantes.
Perder-perder dice: "Si me estoy hundiendo, entonces me hundiré contigo". Después de todo,
a la miseria le gusta estar acompañada. ~ guerra es un buen ejemplo de Perder-Perder.
Piénsalo: quien mata más personas, es quien gana la guerra. Eso no suena a que alguien pueda.
ganar algo. La venganza también es Perder-Perder; al vengarte, tal vez pienses que estás
ganando, pero sólo te estás haciendo daño a ti mismo.
Ganar-Ganar es creer que todos pueden ganar. Es al mismo tiempo agradable y difícil. No te
pisotearé, pero no me pisotearás a mí. Te preocupas por los demás y quieres que tengan éxito.
Pero también te preocupas por ti mismo, y también quieres tener éxito. Ganar-Ganar es
abundante. Es creer que hay suficiente éxito para dar y repartir. No es tuyo o mío. Es de todos.
No es asunto de quién se lleva la rebanada más grande. Hay comida más que suficiente para
todos. Es un buffet de todo lo que puedas comer.
Competir
La competencia puede ser muy saludable. Nos impulsa a mejorar, a dar más de nosotros
mismos. Sin ello, no podríamos saber hasta dónde podemos llegar. En el mundo de los
negocios, hace que nuestra economía prospere. La gloria de las Olimpiadas es la excelencia en
el marco de la competencia.
Cuando la competencia se utiliza como una forma de crear una autoimagen en relación con los
demás, surge lo peor de la persona; entonces, los temores y frustraciones comunes se
exageran en gran medida. Es como si algunos pensaran que sólo siendo el mejor, sólo siendo el
ganador, merecerán el amor y respeto que buscan. A los niños a quienes se enseñó a medirse
de este modo, con frecuencia llegan a ser adultos impulsados por la compulsión a tener éxito y
que ponen lo demás en segundo lugar.
Comparar
Compararte puede convertirse en una adicción tan fuerte como las drogas o el alcohol. No
necesitas vestirte o parecerte a una modelo para ser lo suficientemente buena. Tú sabes lo que
es realmente importante. No te veas atrapada en ese juego, ni te preocupes por ser popular
durante tu juventud, porque la mayor parte de la vida viene después.
Tú sabes lo que es realmente importante. No te veas atrapada en ese juego, ni te preocupes
por ser popular durante tu juventud, porque la mayor parte de la vida viene después.
Créeme: esto de Ganar-Ganar se contagia. Si eres de corazón generoso, ayudas a los demás a
tener éxito y estás dispuesto a compartir el reconocimiento, serás un imán de amigos.
Hay veces en que no importa cuánto se trate, no se puede hallar una solución Ganar-Ganar.
Puede ser que la otra persona se incline tanto por el Ganar-Perder, que ni siquiera tienes ganas
de acercártele. Eso sucede. En tales situaciones, no te rebajes (en Ganar-Perder) ni permitas
que te pisoteen (Perder-Ganar). En vez de ello, opta por Ganar-Ganar o no hay trato. En otras
palabras, si no puedes hallar una solución que funcione para ambos, decide no jugar. No hay
trato. Por ejemplo, si tu amigo y tú no pueden decidir lo que quieren hacer una noche, en vez
de hacer una actividad que no le guste a alguno de ustedes, sepárense esa noche y reúnanse en
otra ocasión. O si tu pareja y tú no pueden desarrollar una relación Ganar-Ganar, lo mejor será
optar no hacer trato y separarse. Es mejor que optar por Ganar-Perder, Perder-Ganar o, lo que
es peor, Perder-Perder.
No es fácil desarrollar una actitud Ganar-Ganar. Pero puedes hacerlo. Si piensas Ganar-Ganar
sólo 10% del tiempo, comienza a pensarlo 20% del tiempo, luego 30%, y así sucesivamente. Al
final, se convertirá en un hábito mental y ni siquiera tendrás que pensarlo. Se convertirá en
parte de lo que tú eres.