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EL BARCO PIE TON} e-You| EM st-lel ria Amadeo no esta sol Ilustraciones de Andrés Jullian EL BARCO DE VAPOR Amadeo no esta solo Cecilia Beuchat Ilustraciones de Andrés Jullian ‘Amadeo no ext slo Cecilia Beuchat Amis nitos Mastraciones: Anes Jt Dirccdn de Pubicaclones Generales: Selo Tanhnus Direc de rte: Carmen Go Diagramaciom: Kevin Gorslee Produccbn: Gonzo Gonslex Primera eicn: octubre de 2014 ‘Segunda ecin: mayo ée 2017 (© ceca Beuenat ‘© Ediciones SM Chie S.A. Coyancura 2283 oficina 203. Proidenca, Sartago de Che remeron a utente ‘lfono: 600381 1312 \winwediclonessm.ct Ehlepedicanessmct, Aegistro de propiedad intelectual 246.372 Registra de eto: 246.374 SON: 978:956:309:702-2 Impresin:SalesanosImpresores General Gana 1486, Santiago, Chil, mpreso on Chile | Printed in Ce [ ets pertin iareprducn tao pac eet ira su {rtm ern, sane gun forms por “laiqur medi ys spa, tecrenea, mela pr eoep, forrest w evs metas sel peri prepares se {Sr tnetres econyit ssenar Era una hermosa tarde a fines de febrero. Amadeo, el perro de los Martinez, estaba echado junto ala familia, que compartia una rica sandia debajo del parrén. 6 Martin sacaba las pepas de la fruta y le tiraba algunas al perro, a quien no le gustaba para nada ese juego y las esquivaba con la cabeza. Pronto, el suelo quedé eno de pepas. 7 La mama dijo entonces: ! —Ya, ya, ya... después tienen que limpiar todo... Alguien podria caerse... Ximena reclam6: —iYo no he tirado ninguna pepa! Amadeo la miré con dulzura. Luego se alejé y seeché bajo el arbol que daba sombra ¢ esa hora de la tarde. El salchicha observé a la familia y pensé que era bueno haber llegado a esa casa. Y aunque a veces Martin le hacia alguna broma, él los queria mucho a todos. Y Amadeo se habria puesto a dormir, si no hubiese sido porque, de pronto, oy algo que lo sobresalt6: —El lunes empieza el colegio... —dijo Ximena, con voz desanimada. —Si, y yo comienzo a trabajar —repuso la mama. 12 —Se acabaron las vacaciones... —dijo el papa. —iQué pena! —exclam6 Martin—. ‘Todo comienza de nuevo... Las clases, las tareas, el otofio... —iAy, pero no exageres! En el fondo te encanta ir al colegio —lo molest6 el pap4, sonriendo. Fue entonces cuando Amadeo se enteré de que, a partir del lunes, é1 estaria gran parte del dia solo en casa. En afios anteriores, se quedaba con el abuelo que vivia con ellos, pero él ya no estaba. 14 El coraz6n le empezé a palpitar con fuerza. Qué haria en todo ese tiempo que iba a estar solo, muy solo? En qué se podria entretener sino era con los nifios? Y si la mama no estaba, gquién le daria de comer? Y si temblaba? zY si entraban ladrones? Amadeo se quedé preocupado. Y siguio preocupado toda la tarde. Andaba cabizbajo y ya casi no comia. —Este perro estd raro —not6 la mamaé—. No quiere comer y anda como desganado. —Qué te pasa, Amadeo? —le pregunt6 Ximena, alz4ndolo en brazos. 17 Amadeo se acurrucé, y permaneci6 quieto, mientras la nifia le acariciaba el lomo. Eso era lo que queria: que siempre estuvieran todos ahf, y que no lo dejaran solo en la casa durante tanto tiempo. Que lo regalonearan y que todos estuvieran pendientes de él. Pero el sabado, la vida de Amadeo dio un vuelco importante. Se encontraban todos reunidos en la salita. Martin estaba leyendo, en el computador, una pagina sobre mascotas y, de pronto, exclam6: —iYa sé lo que vamos a hacer! Escuchen.... Mi nombre es Tamina, y quiero conocer 4 alguien que desee mi compaiila. Busco perro salchich@ que que 7 formar a fami. “

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