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El Impuesto de Sociedades acepta como ​amortización​ todas las cantidades que destinemos a

compensar las depreciaciones de los bienes del inmovilizado (material o inmaterial). No son gastos
de caja, sino que es todo aquello que no sólo no va a bajar su valor, sino que puede hasta subir. No
está afectado por la depreciación sistemática, que no aplica depreciación. Es un gasto invisible,
pero es deducible fiscalmente.
¿Cómo podemos saber qué porcentaje corresponde a cada concepto? Hay una normativa en el
BOE, con una tabla de amortización que se aplica cada año a lo que tenemos en nuestra empresa.
Están pactados, pero a veces son negociables.

Vistos ingresos y gastos (costes), la diferencia entre ambos, determina el beneficio obtenido de
nuestra actividad (antes de pagar impuestos).​ I - G = B.

De este beneficio aún tengo que pagar impuestos, no es definitivo. A la hora de tributar, de la primera
parte de la ecuación me puedo deducir sólo lo relacionado con mi actividad. Incentivar la renovación
no cumple estos requisitos, por lo que necesito ir amortizando unos porcentajes que me permitan
pagar menos. Una buena solución son las amortizaciones, que engordan los gastos, para hacer el
beneficio más pequeño​.

​ B BA

I-G > I - GA

El nivel de beneficio se reduce y el porcentaje a tributar tambiéns. Así, llego al margen de ventas, y
este margen de ventas le resto los gastos de estructura (Limpieza, seguridad, etc). De aquí tengo
que restar también los gastos financieros (préstamos…), y también unos gastos que englobamos en
la categoría de “otros gastos”, por ejemplo, las pérdidas del 1º año. Así llegamos al Bº Disponible.

El Bº disponible es lo que nos queda después de pagar todo. Si lo reparto íntegro entre los socios
de mi empresa, estaré hipotecando el futuro de esta. Hay empresas que amortizan, otras que no, y
otras que tienen en cuenta la inflación y los resultados de esto para el futuro de su negocio.

Hay 3 componentes en amortización: uno económico, otro relacionado con el ahorro y un


componente fiscal Podemos argumentar una amortización desde cualquiera de los 3.

EJEMPLO A:
Ingreso anual = 1.200.000 € ; Gastos = 200.000 € ; Beneficio (Caja) = 1.000.000€
De la caja:
30% pago a Hacienda 70% Reparto a Socios
No amortizo. Pero cuando toque renovar todo lo que tengo voy a tener serios problemas.

EJEMPLO B:
Ingreso anual = 1.200.000 € ; Gastos = 200.000 € ; Beneficio (Caja) = 1.000.000€
De la caja:
Meto en el plan General de Contabilidad un 10% para amortizaciones. Después:
Beneficio = 900.000 € Tesorería = 100.0000.
Y ahora reparto: 30% Hacienda 70% Socios.
No disminuye el gasto de tesorería, porque lo saco antes del beneficio, además.
Pago menos a Hacienda - Reparto entre socios también - A 10 años, 1.000.000€

EJEMPLO C
Meto en el plan General de Contabilidad un 10% para amortizaciones. Después:
Beneficio = 900.000 € Tesorería = 100.0000.
Y ahora reparto: 30% Hacienda 30% Socios. 40% Reserva
Al cabo de 10 años ya no sólo tendría 1.000.000€, sino 4.600.000 €.
He renunciado a una vida de lujos con un beneficio inmediato, por alargar la vida de mi empresa y tener beneficios durante más
años.

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