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FACULTAD DE MEDICINA
ANTROPOLOGÍA MÉDICA
“El gran libro de la medicina alternativa” escrito por Karen Sullivan (1997), manifiesta
que “las terapias naturales son la neuropatía, homeopatía, aromaterapia, fitoterapia
occidental, la terapia nutricional y las flores de Bach.” La homeopatía es un método
curativo de algunas enfermedades que se fundamenta en la aplicación de pequeñas
cantidades de sustancias que, si se aplicaran en grandes proporciones a un individuo
sano, producirían los mismos síntomas que se pretenden combatir. (Avello, M. 2009).
Por otro lado, la aromaterapia es una técnica derivada de la herbolaria que utiliza
compuestos vegetales y los aceites esenciales extraídos de las plantas aromáticas
para mejorar la salud y el estado de ánimo mediante la inhalación o aplicación de los
aceites sobre la piel. (Tisserand, R. 2016). La fitoterapia en cambio consiste en el
tratamiento de enfermedades a través de las especies vegetales y sus derivados.
(Cañigueral, S. 2013). Finalmente, las flores de Bach curan enfermedades
reestableciendo el equilibrio emocional gracias a una serie de esencias naturales.
(Blome, G. sf.)
La medicina natural tiene sus orígenes hace varios siglos y lo que llama la atención
para que las personas hoy en día opten por este tipo de tratamiento es que
aparentemente no tiene efectos secundarios; se dice que se utilizan desde hace
mucho tiempo; sin embargo, “la gente se moría de una apendicitis, enfermedades que
son fácilmente evitables en la actualidad, por lo que muy buenas no pueden ser
consideradas.” (Mulet, J. 2015).
El uso de plantas naturales es correcto para afecciones leves, pero para una grave es
considerada un error, un ejemplo de su uso en la antigüedad es la quinina para la
malaria, “sustancia alcaloide vegetal de color blanco y sabor muy amargo, obtenida de
la corteza del quino, que tiene propiedades antipiréticas y se emplea en el tratamiento
de procesos infecciosos y como tonificante muscular” (Fumado, V. 2000), pero fueron
sustituidos por medicamentos sintéticos más eficaces como “quinacrina, cloroquina y
primaquina”. (Carmona, J, 2004); el uso de rosa mosqueta se suponía era un
cicatrizante; sin embargo, estadios científicos no han podido demostrar su efecto;
concluyendo que no todo lo que se utilizó en la antigüedad tenía un efecto positivo o
verdadero.
Ante estas paradojas debemos tomar en cuenta que la disputa que se ha formado
entre estas dos medicinas es larga y abarca varios factores y contradicciones, el uno
con el otro, pero también es válido el argumento que hace el autor al mencionar que
en la antigüedad la tasa de mortalidad por enfermedades que tienen cura era más alta
que en la actualidad al tratarlas con medicinas químicas, y ha salvado la vida de
millones de personas en el mundo.
Se tiene a pasar por alto el pequeño detalle de que cuando “los estudios demuestran
que una planta no ejerce el efecto que se supone ejerce, ésta se sigue vendiendo y no
se dice nada del estudio.” (Mulet, J. 2015). No existen fases preclínicas para
comprobar su efecto principal y los tóxicos en animales, para luego ser utilizados en el
humano, como sucede normalmente y legalmente con los fármacos. Es por ello que no
se conoce la cantidad de principio activo cuando se toma en una infusión; o si la planta
tuvo algún cambio, por ejemplo, si le dio más luz o si un bicho le pico, ya que el “sauce
presenta más salicina si le ataca un patógeno, mientras que, si no lo hace, tendrá
bastante menos cantidad”. (Mulet, J. 2015).
Solo uno o dos compuestos tienen un valor terapéutico mientras que los otros
componentes pueden resultar como agonistas o antagonistas de su efecto. La planta
que funcione como un medicamento puede aparecer los mismos efectos secundarios
que con el fármaco; sin embargo, en el producto natural no se avisarán de estos
efectos por lo que estamos de cierta manera siendo engañados.
La hidroterapia por otra parte es el uso del agua con fines terapéuticos, se aplican en
diversos escenarios como: balnearios, saunas, piscinas termales o baños y duchas
con características específicas; se le atribuye efectos cardiovasculares e incluso
mejora el sistema inmunitario o produce alivio muscular; sin embargo, en el texto se
menciona que es ignorante ya que se basa en la teoría de los humores según
Hipócrates y que sabemos en la actualidad es falso.
Al finalizar se habla sobre la homeopatía como un método terapéutico que se basa en
la ley de similitud o de los semejantes, la cual afirma que una sustancia que provoca
determinados síntomas en una persona sana, en pequeñas cantidades, es capaz de
curar los mismos síntomas o semejantes en una persona enferma. En Medicina sin
engaños se establece que tan solo “son diluciones con moléculas de azúcar.” (Mulet,
J. 2015). Algunos estudios han conseguido demostrar que las sucesivas disoluciones
de la sustancia que provoca síntomas de diversas enfermedades terminan por hacer
desaparecer por completo todo resto de la misma, por lo que el principio en el que se
basa la homeopatía quedaría refutado. Sin embargo, los expertos en esta disciplina
defienden su eficacia apelando al efecto memoria que posee el agua. Según esta
teoría, el agua puede recordar las sustancias con las que ha entrado en contacto y
adquirir, en cierto modo, algunas de sus propiedades, en este caso, curar los síntomas
que la sustancia, en grandes cantidades, provoca. (Paschero, P. 2006)
De este modo al analizar este ejemplo, se puede contrastar y notar a grandes rasgos,
que el principio de la disolución que plantea la homeopatía, no tiene sentido alguno y
por lo tanto es tan solo un mal engaño que realizan ciertos “profesionales” a las
personas, para de este modo ganarse dinero a costilla de un engaño, y las personas
por ahorrarse un poco de dinero, o ser ingenuas ante las falacias de estas personas,
caen y muchas veces empeora su patología.
Ahora incluso las flores de Bach también te ayudan con tus emociones y según Blome
no tienen efectos a largo plazo a diferencia de muchas medicinas que dejan
sustancias en el cuerpo que pueden dañar órganos. Una de las razones más
importantes, según mi punto de vista, es que son mucho más económicos ya que
quienes lo comercializan no pagan por el laboratorio o una patente.
BIBLIOGRAFÍA:
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=s0034-
98872009000100018&script=sci_arttext&tlng=en
https://www.planetadelibros.com/libros_contenido_extra/32/31606_El_arte_de_la_a
romaterapia.pdf
https://www.researchgate.net/profile/Salvador_Canigueral/publication/233967128_Pl
antas_Medicinales_y_FitoterapiaIndicadores_de_Dependencia_o_Factores_de_Desarr
ollo/links/02bfe50d791c40f415000000.pdf
Blome, G. (sf.). El nuevo manual de la curación por las flores de Bach. Robinbook:
Barcelona
MULET, J.M., 2015, Medicina sin engaños, Editorial Planeta, Barcelona
https://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/iatreia/article/view/336841/2
0792156
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1695403300773486
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252012000200007
Paschero, P. (2006). Homeopatía. Kier: Buenos Aires.