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La restauración nacionalista:
GUTIERREZ, Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica:
La 2º década del siglo XX se abrirá para América con los aires de renovación y cambio
manifestados en la revolución mexicana de 1910, que vino a catalizar la crisis definitiva del
liberalismo . Allí confluyeron la marginación campesina y el descontento de las clases medias
urbanas para enfrentarse a los intereses de la oligarquía gobernante y sus sostenes del capital
norteamericano y británico. La tendencia reformista de la revolución mexicana otorgó
reivindicaciones al campesino y aseguró la participación de las clases medias en el poder, a la
vez que levantó las banderas de la defensa del indígena.
Los cambios sociales e ideológicos, la necesidad vital del modelo alternativo, el vacío
histórico, la actitud contestataria frente a la falsedad del europeísmo académico, confluyeron
para generar una modificación profunda en la manera de ver la arquitectura.
El neocolonial en Argentina:
WAISMAN (comp.), Documentos para una historia de la arquitectura argentina:
El Art-Déco:
GUTIERREZ, Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica:
Este movimiento arquitectónico, aunque sus propuestas se entroncaban con
realizaciones anteriores, debe su efímero éxito y su nombre a la exposición internacional del
Arte Decorativo e Industrial Moderno de París. Los antecedentes pueden buscarse, sin
embargo, en obras de Perret, Hoffman (Palacio Stoclet) y otras realizaciones de la Bahauas.
La adopción del art déco expresa una realidad contradictoria en cuanto significa, por
una parte, la incorporación de las nuevas tecnologías del cemento armado, hierro, superficies
acristaladas, estructuras visibles, y un geometrismo ordenador que a veces se diluye en lo
ornamental. Pero a la vez, implica una inserción como ‘nuevo estilo’, como moda de la cual nos
apropiamos acríticamente, como un eslabón más del repertorio ecléctico.
La unidad de lenguaje art déco, desde México al Cono Sur, su apogeo en algunas
temáticas como las del cine ,señalan las características de un movimiento que en nuestro
criterio tiene la virtus de abrir las puertas a la arquitectura moderna.
La unidad que tiene la exposición de París es curiosa. Una de las obras de la expo que
mas impactó fue el ‘hotel de un coleccionista’ (arq. Patout), donde la superposición de
volúmenes geométricos, la yuxtaposición y encuadre de los mismos, constituye un lei-motiv de
la arquitectura art déco.
Como el objetivo era poner en relieve los adelantos de la industria y artistas en materia
de las artes decorativas, el movimiento alcanzó justamente impulso en el campo ornamental.
La distancia que va del libre art Nouveau y el floreale naturalista de dos décadas atrás al
metódico art déco geometrizado es realmente singular, sobre todo cuando las antípodas
(contrapuestas: art Nouveau y art decó) son vanguardias sucesivas y tienen comunes
protagonistas.
El art déco no es vanguardia ni arquitectura moderna, es modernidad: La idea de
pirámide por yuxtaposción, el recurso en el plano de la decoración lineal de círculos, espirales,
zig-zags, grecas, y la obstrucción de elementos naturalistas aproximaron al art déco a formas
simples de expresión hispánica. Por otra parte, la incorporación de nueva tecnología en la
iluminación, de los materiales como el acero inoxidable, los metales cromados y brillantes
superficies, el linóleo y otros revestimientos, el cristal esmerilado, biselado y martelinado,
señalan los rasgos de modernidad suficientes para culturas que no pretendían estar a la
‘vanguardia’, sino meramente al día. Su internacionalismo y se preferencia por nuevos temas
arquitectónicos, como los cines, confterías, bancos, hoteles, salones de belleza y cafés, le
confirió un aire adicional de modernidad.
El art déco a la vez muy claramente una alternativa para una clase media cosmopolita
que no se sentía identificada con la vertiente neocolonial, pero que deseaba tomar distancias
con el academicismo.
Su simplicidad formal popularizó, a la vez, su uso, que fue adoptado por constructores
para cientos de casas de las periferias urbanas de nuestras capitales. A la vez, expresó la
arquitectura oficial de las ciudades de rápido crecimiento a comienzos del sXX, como Córdoba,
Rosario, Bahía Blanca, San Pablo y Porto Alegre. Sin embargo, las obras de mayor
envergadura fueron realizadas en la capital argentina por Alejandro Virasolo y en Rosario por
De Lorenzi, Otaola y Roca.
Virasolo señala que el arte nuevo era solo posible a partir de dos elementos claves:
temas y materiales, enfatizando ‘hoy hay una estética a priori’. Sin duda obras suyas en
Buenos Aires (banco El Hogar Argentino de 1926, su famosa Casa del Teatro de 1927, su
propia casa de Agüero 2039), si no son tributarios, acompañan perfectamente el desarrollo del
art déco a escala universal.
WAISMAN (comp.), Documentos para una historia de la arquitectura argentina:
El movimiento art decó en la Argentina, en cuanto es una resultante en el diseño de las
pautas culturales de su tiempo, requiere a nuestro juicio el aporte de un enfoque histórico.
De la Exposición Internacional de las Artes Decorativas e Industriales realizada en
París en 1925 surgió el nombre de art decó con el cual hoy se lo identifica internacionalmente.
Su carácter evoca los años 20 y 30, pero sus orígenes llegan a un período anterior y se
superponen cronológicamente con las últimas expresiones del art Nouveau.
Se advierte que los orígenes del art decó se remontan a corrientes diversas tales como
la sezession vienesa, el neoplasticismo, el expresionismo y el neorromanticismo americanista
de Wright. El contexto en el cual se gestara el art decó estaba dominado por el eclecticismo
monumentalista de la preguerra de 1914, por el antiacademicismo del art Nouveau y por la
tradición funcional de la construcción industrial y la ingeniería.
Significación del art decó:
El art decó fue inminentemente decorativista y su criterio compositivo se basó en
equilibrios (estáticos o dinámicos) en el plano; busca generar impresión al máximo en el
manejo de volúmenes y espacios. Basó su temática ornamental en elementos de diseño
tomados de la geometría y de geometrizaciones de motivos naturales, de estilos académicos y
de arquitecturas de pueblos primitivos ,no abordadas por el eclecticismo oficial.
Si los estilos del academicismo ecléctico connotaban significados de ‘prestigio’, el art
decó expresaba valores de ‘confort’ ligados a la mecanización de instalaciones y de artefactos
domésticos; curiosamente, en el Hotel Nogaró en Buenos Aires (1930, Ángel Pascual) se
unieron la expresión arquitectónica externa del eclecticismo tardío y los interiores art decó,
como un virtual intento de sumar signos de prestigio y de confort, o bien de tradición
aristocrática y modernidad radical.
Temas y programas del art decó:
La temática ornamental del art decó consistió en producir nuevos elementos de diseño,
prototípicos en muchos casos.
Contrapuso al cubismo de los primas y a la ortogonalidad de rincones y vanos el
empleo de volúmenes piramidales, juegos de entrantes y salientes, ángulos obtusos en los
encuentros de los muros, de jambas y de dinteles, etc. La volumetría apiramidada, que fue una
de sus características notorias, pareciera estar relacionada con las configuraciones
evolucionadas del rascacielos que derivaron de estudios hechos en EEUU, para mejorar la
iluminación y asoleamiento de las calles; en tal sentido, las formas piramidales del art decó
connotarían modernidad e higiene.
En el plano, fueron características las decoraciones hechas con paralelas, con rectas y
circunferencias, espirales planas, líneas en zig-zag y grecas, motivos radiales o solares, líneas
curvas en formas de nubes, quebradas en forma de juegos de agua y de reflejos, estilizaciones
de plumas, cabelleras y guirnaldas, así como las mencionadas geometrizaciones de la
naturaleza, del arte de las culturas primitivas y de los estilos académicos.
El art decó incorporó a su temática avances técnicos como el tubo fluorescente y las
gargantas de iluminación, y materiales novedosos, como acero inoxidable, metales cromados,
etc.; se mostró predilección por las texturas homogéneas, superficies brillantes, enchapados
lustrosos, vidrios esmerilados y biselados, y tejidos con motivos geométricos. Se apuntó a
obtener efectos ópticos multiplicando líneas paralelas, círculos concéntricos, retículas, etc. Y
recursos escenográficos.
Los edificios de confort y esparcimiento, especialmente en sus más novedosas
manifestaciones, fueron los programas de mayor lucimiento para el art decó: cinematógrafos,
confiterías, hoteles, peluquerías, salones de belleza, pabellones de exposición y de publicidad.
Su mayor consumo se dio en el programa de viviendas para clase media, tanto en casas
individuales como en edificios de renta y quintas suburbanas.