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Actividad filosofía

1-. ¿Cuáles son los sentidos de la palabra sentido?


Se puede inferir que los sentidos de la palabra sentido pueden ser de dirección, sentido del
pensamiento, sentido de lo contradictorio, de la orientación o simplemente el sentido de no tener
sentido pues es un término muy amplio que al buscar su real significado nos revelara un montón
de preguntas paradójicas.

2- ¿Cuál es para ti el verdadero sentido de la vida?


El sentido de la vida para mí es mucho más simple. Porque pienso que a lo mejor la vida
ya tiene todo el sentido, lo que no tiene sentido es nuestra forma de vivirla, o, mejor dicho,
que no la vivimos en absoluto. Vivimos tan aferrados e identificados a un sistema de
creencias que nos hace sufrir, que no nos damos cuenta que lo que pensamos es tan solo
una opción. Estamos encerrados en nuestra propia perspectiva de la vida y por defender
nuestra perspectiva, no nos abrimos a ver más allá. Una invitación a abrir los ojos y
despertar. A lo mejor el sentido de la vida es ponerse de pie, hacerse responsable de
nuestra propia vida y descubrir quiénes somos realmente. Aunque nuestro razonamiento
no quiera admitirlo vivimos con tanta prisa, que no solemos pararnos a reflexionar sobre
este tipo de pregunta que al reflexionarla nos lleva a un momento tan abstracto y
paradójico que ni siquiera nosotros mismos entendemos y hace que crezca en nosotros el
más grande de los enemigos “el miedo” que nos frena a ver más de lo “real”, de lo que
realmente “importa, pero podremos asegurar ¿qué es lo real y que no lo es? o solo
consideramos real lo que nos sirve para resolver nuestras necesidades?. Existen
infinidades de repercusiones a causa de “mi verdad” es la de todos porque la ambigüedad
y el individualismo componen cierta parte de nuestro carácter.

Es curioso como gran parte de las personas viven huyendo de su propia vida.
Rechazando constantemente lo que están viviendo porque consideran que “no es
correcto”. A lo mejor el sentido de la vida es vivirla plenamente, abrirte a experimentarla.
Tan simple como vivir lo que estás viviendo en este preciso momento. Abrirnos a vivir sin
condiciones. Simplemente abrazar cada momento y dejar que esta vaya dibujando
nuestro camino, el propósito de nuestra existencia. En otras palabras: pensar menos y
vivir más, sentir más. Agradecer más. Reír más. Amar más. Confiar más
3-. Elabora un escrito libre sobre el sentido

El sentido-no sentido de las cosas


¿Si colocásemos un ejemplo del significado de la palabra sentido todos seríamos
capaces de opinar lo mismo? ¿Mantendríamos la originalidad de la palabra o
distorsionaremos un poco de su concepto? Pues todo lo que es real tiene una parte de
fantástico, pues ambas palabras están fusionadas de alguna manera que al interpretar
se unen y su significado es maravilloso. A que me refiero con esto el sentido de todo no
tiene sentido en sí pues lo que yo veo tú no lo veras de la misma forma… al igual de
resolver las problemáticas que se presenten

Es decir, sí el sentido de las cosas estuviera totalmente libre de problemas, la


consciencia que nos formaríamos de ellas, de las cosas, tendría que ser de manera
natural algo unívoco, como ocurre con las matemáticas o con la geometría clásicas,
esto es, aquellas ciencias exactas donde siempre, 2 + 2 = 4. O donde 360º conforman,
siempre, un giro completo, una circunferencia. Pero en la vida humana real el sentido
de las cosas es, por su propia naturaleza, algo problemático, porque nos proponen con
harta frecuencia la necesidad de analizar y evaluar la obligación, diría ahora, de
resolver esos mil y un problemas que la propia existencia nos va poniendo a cada paso
del viaje este en que consiste vivir.

El convencimiento de que esto es así no me viene sólo de personales pensamientos,


sino que algunas reflexiones hechas a la par de razonamientos que han fortalecido en
mí esta creencia: no hay vida humana “total” que no tenga en sí misma una especie de
abanico de problemas, unas como problemáticas necesariamente solapadas con el vivir
mismo de todo ser consciente. Y recalcaba ahí arriba lo de “total” junto al adjetivo
“humana”, ya que creo acertado entender que la vida de un demente o de un necio, es
totalmente compleja y a la vez disuelta de ideas que nuestro propio sentido se coloca
en duda, aunque no dejen de ser vidas humanas, no son vida humana “total” pues
nuestra visión nos recalca que falta en ellas algo de alma, un no sé qué de consciencia.
Más bien son vidas que están como encerradas en “burbujas aislantes” dónde sus
barreras son intangibles a lo real

Entornándonos en un contexto de psicoanálisis toda persona a lo largo de su vida se


encuentra con frecuencia con situaciones que le suponen un dilema, momentos en los
que ha de tomar una decisión. Cuando llegamos a este punto, solemos confiar en
nuestras experiencias, sabiduría y, por supuesto, nuestro sentido común… pero
¿sabemos utilizar este “sentido” correctamente? Pues la verdad es que muchas más
veces de lo que creemos la respuesta es NO. Tomar una decisión a la hora de elegir un
objeto material puede ser una tarea más o menos sencilla, pero hacerlo con personas y
situaciones, no siempre es tan simple y nos vemos supeditados a la presencia de
nuestros sentimientos y emociones, aparte de a nuestro estado personal del momento.

Es por ello que la palabra sentido nos deja ese vacío sin respuesta que vista al revés y
al derecho no tiene una explicación que ejerza jerarquía sobre otras suposiciones y
nuestro sentido de las cosas es totalmente diferente a las de otras personas.

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