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Esquizofrenia y otras psicosis

La esquizofrenia es un grupo de trastornos psiquiátricos graves que, al contrario

de lo que mucha gente cree, no tienen por qué parecerse entre sí.

Los tipos de esquizofrenia son lo que durante mucho tiempo han servido para

determinar la salud mental de los pacientes que presentan los síntomas, aunque

saber reconocerlos y distinguirlos no es sencillo.

Además, el debate acerca de si es más necesario diferenciar entre tipos de

esquizofrenia o por el contrario hay que abordar el fenómeno de la esquizofrenia

globalmente ha hecho que se haya puesto en duda lo apropiado de utilizar

distintos subtipos basados en criterios diagnósticos separados.

A partir de la discusión acerca de si considerar tipos de esquizofrenia o hablar de

esquizofrenia en general ha tenido una consecuencia importante: recientemente, el

manual diagnóstico DSM-V haya dejado de diferenciar según subtipos de

esquizofrenia, aunque eso no significa que esa decisión haya recibido buenos

niveles de aceptación por los psiquiatras en general.

Resumiendo, no está nada claro si hay que distinguir o no entre tipos de

esquizofrenia, pero muchos especialistas del ámbito médico siguen haciéndolo.

Dependiendo de la categorización de los síntomas y el énfasis que se ponga en

las variaciones y distintas formas en las que puede aparecer la esquizofrenia se

utilizará un solo concepto para explicar todos los casos de esta enfermedad o

bien se utilizarán diversas etiquetas para concretar más: no existe un criterio

objetivo que permita dirimir esta cuestión.

Como conocimiento es poder, aquí puedes encontrar una descripción de las

características de los tipos de esquizofrenia que han sido excluidos de los DSM en

los últimos años.


1. Esquizofrenia catatónica

Este tipo de esquizofrenia se caracteriza por las graves alteraciones psicomotoras

que presenta el paciente. Estas alteraciones patológicas no siempre son las

mismas, aunque las principales son la inmovilidad y la rigidez cérea, en las que la

persona mantiene los músculos tensos de manera que parece una figura de cera

(de ahí el nombre del síntoma), la incapacidad de hablar y la adopción de

posturas extrañas estando de pie o en el suelo.

Durante las fases en las que se presenta catatonia, también aparecen alteraciones

en la consciencia y otras alteraciones como el mutismo, el estupor y la mirada

fija, alternando estos síntomas de tipo negativo con otros como la agitación. Sin

embargo, hay que tener en cuenta que puede darse mucha variabilidad en el

modo en el que se presenta la esquizofrenia catatónica, y la mayoría de los

pacientes no presentan a la vez todos los síntomas asociados a esta.

Finalmente, es necesario señalar que además de la discusión sobre si existen tipos

de esquizofrenia o una sola entidad clínica que se expresa de diferentes maneras,

existe un debate acerca de si la catatonia es de hecho una de las

manifestaciones de la esquizofrenia o si es otro fenómeno independiente.

2. Esquizofrenia paranoide

Uno de los tipos de esquizofrenia más conocidos, en este caso los síntomas

tienden a ser más psíquicos que motores; de hecho, las personas con esta clase

de esquizofrenia no tiene fallos en la capacidad motora o del habla. Entre estas

señales de alteración en las funciones psíquicas se encuentra la manía

persecutoria, es decir, la creencia de que otras personas tienen quieren hacernos

daño en el presente o en un futuro.

También es frecuente que en este tipo de esquizofrenia se den alucinaciones

auditivas y delirios (en estos últimos no se perciben elementos extraños a través


de los sentidos, pero el pensamiento está tan alterado que se construyen

narrativas extrañas sobre la realidad).

Los delirios de grandeza, clásicos de las personas megalómanas, también pueden

hacer su aparición aquí.

3. Esquizofrenia simple

Esta ha sido una categoría para designar un posible tipo de esquizofrenia en el

que no hay tantos síntomas positivos (es decir, aquellos que definen la conducta

proactiva y las iniciativas de la persona) y sí síntomas negativos (es decir,

caracterizados por la ausencia de procesos psicológicos básicos y con la falta de

voluntad y motivación). Dicho de otro modo, este tipo de esquizofrenia se

caracteriza por los procesos mentales que se ven disminuidos, y no tanto por los

excesos inusuales de actividad mental.

Las personas que presentaban este tipo de esquizofrenia presentaban muchas

formas de inhibición, aplanamiento afectivo, poca comunicación verbal y no verbal,

etc.

A diferencia del resto de tipos de esquizofrenia que veremos aquí, este no

aparecía en el DSM-IV, sino que ha sido una categoría propuesta por la OMS.

4. Esquizofrenia residual

Esta categoría era usada como un tipo de esquizofrenia que se da cuando en el

pasado ha habido un brote de esquizofrenia pero en el presente los síntomas

positivos son muy moderados y de baja intensidad, mientras que lo que más llama

la atención son los "restos" de síntomas negativos que han quedado. Así pues,

para entender este tipo de esquizofrenia es muy importante tener en cuenta el

factor tiempo y realizar comparaciones entre el antes y el después.

5. Esquizofrenia desorganizada o hebefrénica


En este tipo de esquizofrenia, más que existir comportamientos que en sí mismos

son signo de patología (como por ejemplo la adopción de una postura totalmente

rígida), la enfermedad se expresa a través del modo en el que se organizan y se

suceden las acciones de la persona. Es decir, que su característica principal es el

modo desordenado en el que van apareciendo las acciones, en comparación con

el resto.

Su conducta es caótica y no está organizada alrededor de temas que se

mantienen en el tiempo, es decir que no se construye una narrativa más o menos

coherente que dé pie a la manía persecutoria o las alucinaciones que se tienen,

por ejemplo. La persona muestra desorganización en sus estados emocionales, en

lo que dice y/o en su forma de moverse.

6. Esquizofrenia indiferenciada

Esta es una categoría "cajón de sastre" para poder clasificar aquellos casos que

no encajan en los criterios diagnósticos del resto de tipos de esquizofrenia. Por

ello, no se puede considerar un tipo de esquizofrenia consistente.

¿Qué tipos de psicosis hay?

La psicosis afecta a cada persona de forma diferente y, además, durante las

etapas iniciales no siempre es posible poner un nombre o una etiqueta a la

enfermedad. Sin embargo, cuando una persona sufre una psicosis, se suele

diagnosticar de una enfermedad psicótica específica, aunque sea de forma

provisional hasta poder afinar más el diagnóstico. «Diagnosticar» significa

determinar la naturaleza de una enfermedad basándose en los síntomas que

presenta, los factores que han provocado su aparición y el tiempo que duran. En

el caso de un primer episodio psicótico, resulta especialmente difícil determinar

con exactitud el tipo de psicosis, esencialmente porque en muchos casos se

desconocen en gran medida los factores que la han provocado. Aún así, conviene

estar familiarizado con algunos de los términos que se suelen utilizar en el

diagnóstico de los diferentes tipos de psicosis.


Psicosis inducida por tóxicos

El consumo de drogas o alcohol, o bien la abstinencia repentina tras un consumo

prolongado, puede provocar la aparición de síntomas psicóticos. En algunos casos,

los síntomas se resuelven rápidamente al desaparecer los efectos de la droga,

mientras que en otros la enfermedad puede persistir a pesar de suspender el

consumo.

Psicosis reactiva breve

En ocasiones, los síntomas psicóticos aparecen de forma súbita en respuesta a

una situación de mucha tensión, como puede ser un cambio importante en las

circunstancias personales o la muerte de un familiar. Aunque los síntomas pueden

ser muy intensos, la recuperación se produce en pocos días.

Trastorno delirante

El síntoma principal son los delirios, es decir, es la firme creencia en cosas que

no son ciertas.

Psicosis orgánica

A veces, los síntomas psicóticos son consecuencia de lesiones o enfermedades

orgánicas como traumatismos, infecciones o tumores. Habitualmente se presentan

junto con otros síntomas específicos de tipo neurológico.

Esquizofrenia

El término esquizofrenia se utiliza para hacer referencia a aquellos trastornos

psicóticos en los que los síntomas persisten durante un período no inferior a seis

meses. La duración y la intensidad de estos varían según el caso y, al contrario

de lo que se suele creer, muchas personas diagnosticadas de esquizofrenia llevan

una vida normal.

Trastorno esquizofreniforme
Únicamente se distingue de la esquizofrenia en que los síntomas persisten menos

de seis meses.

Trastorno bipolar

En estos casos, la psicosis es la punta del iceberg de una alteración del estado

de ánimo más generalizada que se caracteriza por la alternancia de episodios de

euforia y excitación (manía) y otros de desánimo e inhibición (depresión). En caso

de presentar síntomas psicóticos, éstos suelen estar relacionados con el estado de

ánimo. Así, en un episodio depresivo, el enfermo puede escuchar voces que le

dicen que se suicide mientras que, en un episodio maníaco, puede creerse un ser

con cualidades excepcionales capaz de realizar grandes proezas.

Trastorno esquizoafectivo

Este diagnóstico corresponde a la presencia simultánea o consecutiva de síntomas

de un trastorno del estado de ánimo (tales como la depresión o la manía) y de

psicosis. Es decir, el cuadro clínico no es típico de un trastorno afectivo ni de la

esquizofrenia.

Depresión psicótica

Consiste en una depresión aguda combinada con síntomas psicóticos, sin que en

ningún momento de la enfermedad lleguen a aparecer síntomas maníacos.

Actividad: Realiza un cuadro de Esquizofrenias y Psicosis y contesta lo que se te pide:

Trastorno Signos y Síntomas Fármacos Utilizados

Esquizofrenia

catatónica

Esquizofrenia

paranoide
Esquizofrenia simple

Esquizofrenia residual

Esquizofrenia

desorganizada o

hebefrénica

Esquizofrenia

indiferenciada

Psicosis inducida por

tóxicos

Psicosis reactiva

breve

Trastorno delirante

Psicosis orgánica
Trastorno

esquizofreniforme

Trastorno bipolar

Trastorno

esquizoafectivo

Depresión psicótica

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