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PARTICIPANTE

Yadelki Álvarez Santos


FACILITADOR
Esperanza Minervino
CARRERA
Psicología Clínica
CUATRIMESTRE
10mo
MATERIA
Terapia Psicoanalítica
MATRICULA
16-0132
FECHA
17-03-2020
Elabora un resumen donde analices lo siguiente
1. Teoría de la neurosis.
El término neurosis fue propuesto por el médico escocés William Cullen en 1769 en referencia a
los trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso.
En psicología clínica, se usa para designar trastornos mentales que distorsionan el pensamiento
racional y el funcionamiento social, familiar y laboral adecuado de las personas. Existe una
confusión generalizada sobre la utilización del término: por un lado, se aplica, como síntoma, a un
conjunto heterogéneo de trastornos mentales que participan de mecanismos inadaptativos ligados
a la ansiedad. Por otra parte, su uso popular (como sinónimo de obsesión, excentricidad o
nerviosismo) ha provocado su extensión a terrenos no estrictamente ligados a la enfermedad
mental. El término “neurosis” fue abandonado por la psicología científica y la psiquiatría,
sustituyéndose por el de “trastornos”.

2. Teorías y psicoterapia analítica.


En la gestación de las psiconeurosis, en algún momento crítico de su desarrollo, el niño, unidad
biopsicológica y social, sufre un trauma, o mejor, una vivencia traumática o una serie de éstas,
que lo inundan, es decir que la intensidad de lo sufrido desborda la capacidad del Yo infantil para
manejarlo. Esto puede determinar que el contenido ideativo y el afecto que acompañan los
traumas (vividos en la realidad o fantaseados) se expulsen de la conciencia y se confinen a lo
inconsciente, agencia en la cual las ideas, los afectos y los derivados instintivos se ligan a otras
constelaciones reprimidas (organización de fantasía, complejos), e intenten con éxito relativo
abrirse paso hacia la conciencia y en dirección a la acción motora. Lo reprimido ejerce, además,
una atracción de imán sobre otros contenidos conscientes, que se ven arrastrados así hacia el
inconsciente profundo y los dominios del proceso primario.
De esta manera, fuentes de energía, que en otras condiciones se utilizarían para trabajar, amar o
crear, tienen que ser utilizadas por las fuerzas represoras en la manutención de un statu
quo siempre inestable y continuamente tenso.
La vivencia reprimida tiene dos implicaciones: por una parte, carece de tiempo en la medida en
que se ha hecho, al menos parcialmente, parte del proceso primario. Por otra, detiene fija la
historia del ser humano en un momento dado de su transcurso vital. El psicoanálisis o
psicoterapia psicoanalítica es una invitación a reanudar esta historia interrumpida, en el contexto
de una relación bipersonal y en el encuadre del tratamiento.

3. ¿Qué es psicoterapia analítica?

La Psicoterapia Psicoanalítica es un proceso terapéutico basado en las teorías psicoanalíticas y


que nos ayuda a resolver nuestros problemas psicológicos a través de un aumento de la
comprensión de nuestro mundo interno (fantasías, pensamientos, emociones, sentimientos y
sueños). Experiencias dolorosas y difíciles del pasado pueden afectar el modo en que nos
comportamos y nos relacionamos en el presente. Esto ocurre incluso si el vínculo entre el
presente y pasado no es claro. La Psicoterapia Psicoanalítica proporciona un lugar seguro y
confidencial para hablar de nuestras dificultades emocionales y sus causas. La Psicoterapia
Psicoanalítica no ofrece soluciones rápidas; es más un proceso gradual de comprensión de
nuestro mundo interno y del tipo de relaciones que establecemos con los demás.

El pionero de las teorías psicoanalíticas fue Sigmund Freud (1856-1939). Desde sus
descubrimientos sobre la influencia del inconsciente en nuestra vida cotidiana las teorías
psicoanalíticas y la Psicoterapia Psicoanalítica han avanzado notablemente.
Difiere de otras formas de terapia en que persigue un cambio profundo y duradero tanto en
nuestra vida emocional como en la calidad de nuestras relaciones con los demás.

4. Metas e indicaciones de psicoterapia analítica. 


En lo que concierne a las metas terapéuticas de psicoterapia psicoanalítica, se postulan en
términos de hacer consciente lo inconsciente (fórmula topográfica), ampliar el territorio del Yo o
más autonomía del Yo (fórmula estructural) y conseguir la distinción entre Yo y objeto, es decir,
salir de una relación simbiótica o fusional (fórmula objetal).
Estos planteamientos condensados como son, implican fortalecimiento de la complementación
del principio del displacer-placer con el de la realidad, aumento de la genitalidad y de la capacidad
de sublimación, disminución de la represión con la consiguiente liberación de energías que se
destinan a trabajar, crear o amar. La distinción entre Yo y objeto supone la aceptación de los
demás seres humanos dotados de una vida propia (alteridad) e independiente del sí mismo, lo
cual, a su vez, implica el cuidado depresivo por el objeto.
No necesariamente se busca aplastar el narcisismo; más bien se intenta reemplazar el narcisismo
ciegamente egoísta por un enriquecimiento de las estructuras narcisísticas del Yo, ligado a las
fuentes básicas de autoestima, y en el cual el dar a los objetos constituye en sí mismo una
situación de goce sopesado, así implique un cierto grado de renuncia.

5. Las limitaciones de la psicoterapia analítica. 


En terapia analítica, lo que nosotros tratamos no es el problema sino al paciente, como persona
total. No consideramos las fobias, el ritual obsesivo, la vena paranoica, la incapacidad para
establecer relaciones íntimas, como aspectos aislados del paciente; lo que hacemos es encarar
una amplia variedad y gama de aspectos de nuestro paciente. Empero, de allí pretender que
hemos tratado la “persona total” y totalmente es una ficción teórica como son la “neutralidad e
impersonalidad del terapeuta” y el “paciente medio esperable”. 

La psicoterapia psicoanalítica no constituye un método aconsejable para absolutamente todos los


pacientes que solicitan ayuda. Un paciente sumido en un estado de aguda depresión, por
ejemplo, difícilmente puede soportar sus requisitos, y menos aún beneficiarse con el tratamiento,
y otro tanto ocurre en el caso de quienes adolecen de graves defectos de carácter (p.ej., los
denominados psicópatas). Por añadidura, hay pacientes que, más que cualquier otra cosa,
necesitan medicación (como depresión aguda, crisis psicótica, ansiedad extrema) o psicoterapia
de apoyo durante una crisis vital, como casos de pérdida, para facilitar el proceso de duelo. En
estas situaciones no caben interpretaciones, sino un acompañamiento empático y uno u otro
comentario para inducir la persona a que hable de su pena y de su ser querido perdido.

6. Lo que la terapia analítica requiere del paciente.


La motivación del paciente es el factor más importante. Sólo un paciente fuertemente motivado
podrá laborar de todo corazón y con perseverancia en la situación psicoanalítica. La curiosidad y
el deseo de entender han de complementarse con la aflicción neurótica o con el sufrimiento
debido a los rasgos discordantes de su carácter para que el paciente tenga una experiencia
psicoanalítica algo profunda. Tiene que estar dispuesto a soportar la pena de revelar sus
experiencias íntimas cargadas de culpabilidad y angustia; tiene que estar dispuesto a gastar
bastante tiempo y dinero, renunciar a las ventajas secundarias de su padecimiento y además no
pensar en resultados rápidos ni temporales.
Los caracteres orales guiados por sus impulsos, que dominan malamente, y necesitados de
satisfacciones rápidas hallan la situación psicoanalítica en extremo difícil de sostener, y son
propensos a interrumpir el tratamiento por medio de alguna actuación.
 

Se necesitan también ciertas aptitudes. Se pide que el paciente sea capaz para analizarse: a) de
regresionar y progresar, b) de ser pasivo y activo, c) de renunciar al control y de mantenerlo y d)
de renunciar a la prueba de realidad y de conservarla. Para realizar todo esto, el paciente tiene
que tener funciones yoicas elásticas y flexibles. Esto parece estar en contradicción con nuestra
anterior descripción de la neurosis, resultado de una insuficiencia en las funciones yoicas. Pero lo
que caracteriza al neurótico analizable es que el defectuoso funcionamiento de su Yo se limita a
aquellas regiones más o menos directamente ligadas a sus síntomas y rasgos de carácter
patológicos. A pesar de su neurosis, el paciente tratable conserva la facultad de funcionar con
eficacia en las esferas relativamente libres de conflicto. Además, a medida que avanza el
tratamiento esperamos que se produzca un incremento paralelo en el campo de las funciones
yoicas flexibles.
Debe tener cierta capacidad de laborar con el analista y también dejarse regresionar y sentir
diversos tipos e intensidades de amor y odio por él. Para decirlo sucintamente, deberá
acostumbrarse a ir y venir entre la alianza de trabajo y la neurosis de trasferencia.

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