Está en la página 1de 16

Inmunología clínica

módulo 4 / tema 2
módulo 4 / TEMA 2

Enfermedades autoinmunes organoespecíficas

Marta Sanz García

Inmunología clínica 1
módulo 4 / TEMA 2
módulo 4 / TEMA 2

Enfermedades autoinmunes organoespecíficas


Marta Sanz García

Índice
1. Introducción......................................................................................... 3
2. Inmunopatogénesis de las enfermedades órgano-especificas...... 5
3. Enfermedades pancreaticas. Diabetes mellitus Tipo 1................... 7
4. Enfermedades tiroideas...................................................................... 9
5. Enfermedades digestivas. Gastritis autoinmune y anemia
perniciosa............................................................................................... 10
6. Enfermedades neurológicas............................................................ 11
7. Enfermedades hematológicas autoinmunes.................................. 14
8. Conclusión......................................................................................... 15
9. Resumen............................................................................................ 15
10. Bibliografía....................................................................................... 16

Inmunología clínica 2
módulo 4 / TEMA 2

1. Introducción
En las enfermedades órgano-específicas se identifican autoantígenos que reaccionan
contra las células de un órgano en concreto, lesionando específicamente dicho órgano a
través de diversos mecanismos inmunopatógenos. Por el contrario, en las enfermedades
organoespecíficas los autoantígenos van dirigidos contra estructuras celulares menos
específicas presentes en diversos sistemas del organismo, produciendo característicamente
una enfermedad sistémica. 

Hay unas características clínicas comunes que diferencian a estos dos grupos de
enfermedades: 

1. Las enfermedades autoinmunes tienen tendencia a superponerse. Es decir, una persona


que padece una enfermedad autoimune tiene tendencia a desarrollar otra enfermedad
autoinmunitaria. Característicamente esto sucede dentro del mismo rango del espectro.
Es decir, los pacientes con una enfermedad organoespecífica presentan con mayor
probabilidad otra enfermedad específica de órgano. Por ejemplo, un paciente con
tiroiditis autoinmune tiene un riesgo aumentado de desarrollar anemia perniciosa. Sin
embargo, es infrecuente que desarrolle una enfermedad sistémica autoinmune. Por el
contrario, las enfermedades autoinmunes sistémicas suelen presentar solapamiento
entre ellas (p.e. lupus eritematoso sistémico y síndrome de Sjögren).

2. Los pacientes con enfermedades autoinmunes tienden a presentar otras reacciones


auoinmunes. Asimismo esto sucede en su gama del espectro.

3. Las enfermedades órgano-específicas se caracterizan por el fracaso de la función de


órgano afectado y el tratamiento consiste generalmente en la sustitución de la función.
En el otro ámbito del espectro, la clinica es sistémica o la función del órgano no es
sustituible, por lo que el tratamiento consiste en el control del proceso autoinmunitario y
de la inflamación.

4. En la evolución, las enfermedades órgano-específicas pueden desarrollar cáncer en el


órgano. Por el contrario, en las enfermedades no órgano-específicas suelen desarrollarse
neoplasias linforreticulares.

Los órganos característicamente afectados son el tiroides, estómago, páncreas y glándulas


suprarrenales. Las enfermedades endocrinas pueden asociarse dando lugar al síndrome
poliglandular tipo 1 y 2, que son poco frecuentes en la clínica pero muy importantes para

Inmunología clínica 3
módulo 4 / TEMA 2

comprender los mecanismos de autoinmunidad (ver tabla 1).

Tabla 1. Síndromes autoinmunes poliglandulares (SAP)


Características SPA de tipo 1 SPA de tipo 2 SPA de tipo 3
Prevalencia Poco frecuente Frecuente Frecuente
Primeros meses de
Edad del Primeros meses de
vida hasta la edad Edad adulta
diagnóstico vida
adulta
Herencia autosómica
Herencia autosómico
Principal defecto dominante de
recesiva del defecto Poligénica
genético penetrancia
del gen AIRE
incompleta
Vulnerabilidad a
Inmunodeficiencia las infecciones por No No
Candida
DM tipo 1 asociada a
otra endocrinopatía,

Enfermedad de EXCEPTO
Manifestaciones Candidiasis, insuficiencia
Addison asociada a
frecuentes de la enfermedad de suprrarenal
DM tipo 1, tiroiditis
enfermedad Addison
autoinmune Frecuente asociación
de otras EOE* (vitíligo
o anemia perniciosa)
*EOE: enfermedades autoinumunes órgano-específicas

En el presente tema estudiaremos de forma general la inmunopatogenia, los mecanismos de


lesión generales característicos de las enfermedades órgano-específicas. Posteriormente,
estudiaremos de forma individualizada las enfermedades más importantes, por su
frecuencia o por la relevancia de la compresión de su inmunopatogenia en el tratamiento y
del manejo clínico de la enfermedad.

Inmunología clínica 4
módulo 4 / TEMA 2

2. Inmunopatogénesis de las enfermedades órgano-


específicas
En las enfermedades órgano-específicas se pueden detectar autoanticuerpos en el suero.
Los autoanticuerpos pueden producirse contra receptores de la célula diana o contra
proteínas de membrana de las células del órgano implicado. En algunas ocasiones tienen un
claro significado patogénico (enfermedad de Graves) mientras que en otras enfermedades
son marcadores clínicos de utilidad diagnóstica pero no son los causantes de la lesión
histológica (diabetes mellitus tipo 1) (ver tabla 2).

Tabla 2. Mecanismos de las enfermedades


órgano-específicas y anticuerpos diagnósticos
Mecanismo
Enfermedad Autoanticuerpo
inmunopatogénico
Anemia hemolítica autoinmune Ac antieritrocitarios
Trombocitopenia autoinume Ac antiplaquetarios
Enfermedad de Graves Ac anti receptor de TSH
Tipo II Miastenia gravis Ac anti receptor de acetilcolina
Síndrome de Guillain-Barré Ac antigangliósidos
Síndrome de Lambert Eaton Ac anticanales del calcio
Síndrome de Goodpasture Ac antimembrana basal glomerular
Diabetes mellitus tipo 1 Ac antiislote
Tiroiditis de Hashimoto (¿?) Ac antiperoxidasa
Tipo IV
Anemia perniciosa Ac anti células parietales
Ac anti factor intrínseco

El daño de órgano se produce a través de dos posibles mecanismos.

1) HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO II

En este tipo de reacción inmunológica, los anticuerpos tiene capacidad patogénica y ello
se demuestra porque la trasferencia de anticuerpos de un individuo enfermo a un individuo
sano provoca la enfermedad. Un ejemplo es la producción de hipertiroidismo transitorio
en los niños nacidos de madres con enfermedad de Graves debido a la trasferencia de
anticuerpos IgG a través de la placenta que provocan hiperfunción tiroidea durante el
tiempo de su vida media en la sangre del neonato. Los autoanticuerpos pueden estar
dirigidos contra receptores de la célula diana o contra proteínas de la membrana celular.

La hipersensibilidad tipo II se inicia por la unión del anticuerpo al antígeno tisular formando

Inmunología clínica 5
módulo 4 / TEMA 2

un inmunocomplejo fijado en dicho tejido. Una vez formado el inmunocomplejo, se puede


producir lesión tisular por dos mecanismos:

a) Activación del complemento: se produce la lisis celular, activación de los mastocitos


y el reclutamiento de los neutrófilos.

b) Citotoxicidad dependiente de anticuerpos: el complejo antígeno-anticuerpo, a


través de la interacción con la Fc, atrae células a los linfocitos NK que producen la
destrucción directa de la célula diana.

Además de la destrucción tisular, que causará finalmente la ausencia de función, la unión


del anticuerpo puede desencadenar otros mecanismos que afectan a la función del órgano:

a) Bloqueo: disminución de la función normal del órgano, al impedir que se una la


sustancia activadora fisiológica. P. e. miastenia gravis.

b) Estimulación: la unión de los autoanticuerpos a los receptores de superficie activa la


función celular. P.e.: enfermedad de Graves.

2) HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO IV: LESION TISULAR MEDIADA POR LINFOCITOS TH1

Este tipo de lesión se demuestra porque la trasferencia de sujetos enfermos a sanos se


consigue mediante la transferencia de células, pero no de suero. La lesión característica es
la infiltración celular por linfocitos y macrófagos y es esencial la existencia de un periodo de
latencia para la aparición de la lesión (reacciones de hipersensibilidad retardada). Si el
estímulo es persistente, los macrófagos se unen formando células gigantes y epitelioides,
dando lugar a los cambios histológicos característicos de la cronificación de la lesión.
Este tipo de lesión es el responsable del daño tisular en la diabetes mellitus tipo 1 y en la
tiroiditis autoinmune (enfermedad de Hashimoto).

En este caso, los autoanticuerpos no tienen valor patogénico. Sin embargo, es clínicamente
significativo su valor como marcadores de la enfermedad.

Inmunología clínica 6
módulo 4 / TEMA 2

3. Enfermedades pancreáticas. Diabetes mellitus Tipo 1


La diabetes mellitus (DM) tipo 1 es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por
la inflamación y destrucción de la célula beta pancreática. Las consecuencias de la
enfermedad son debidas a la secreción insuficiente de insulina, que origina hiperglucemia.
Este déficit conlleva graves alteraciones metabólicas, que pueden llevar a la muerte en el
caso de no recibir insulina exógena. El tratamiento sustitutivo con insulina ha conseguido el
control de las complicaciones metabólicas agudas.Sin embargo, la diabetes sigue siendo
una enfermedad con excesiva morbimortalidad.

Por lo tanto, bajo el punto de vista del tratamiento y el pronóstico, la DM se comporta como
una enfermedad sistémica y por tanto sería de gran interés el control de los fenómenos
autoinmunes antes de producirse la destrucción del órgano y en ese sentido trabajan
muchas líneas de investigación. Para conseguir este objetivo, sería necesario un diagnóstico
precoz de la lesión para lo cual es de gran interés el conocimiento de la inmunopatogenia.

Como en todas las enfermedades autoinmunes existe una predisposición genética. Se han
reconocido un mínimo de 18 locci genéticos que contribuyen a la enfermedad:

1. Región del HLA de clase II: favorecen la presentación de los autoantígenos. Hay alelos
protectores y alelos predisponentes.

2. Gen de la insulina: sus variaciones dan lugar a una disminución de la expresión de la


insulina en el timo, lo que da lugar al escape tímico de linfocitos autorreactivos

3. El gen CTLA-4: sus mutaciones dan lugar a la disregulación de la activación del linfocito
T debido a un aumento de la expresión de las formas solubles de CTL-4.

Los pacientes con DM tipo 1 sólo tienen antecedentes familiares en el 10% de los casos.
Por lo tanto, la existencia de factores externos (p.e. una infección viral) desencadenantes
en las personas predispuestas es de especial relevancia en esta enfermedad.

La lesión histológica fundamental de la DM tipo 1 es la insulitis: consiste en una inflamación


de los islotes de Langherhans en los que la célula β está intacta rodeada de linfocitos T
activados (CD4 y CD8), linfocitos B infiltrantes y células presentadoras de antígeno. En
la evolución, las células β y las células inflamatorias desaparecen y aparecen atróficos y
fibróticos.

El modelo patogénico más aceptado propone que un factor desencadenante (como una
infección viral) provoca la lesión de la célula β por mecanismos inflamatorios, activando el
siguiente proceso:

Inmunología clínica 7
módulo 4 / TEMA 2

1) La infección activa las células dendríticas que expresan moléculas coestimuladoras y


adquieren la capacidad de activar a las células T.

2) Las células dendríticas se desplazan hasta el ganglio linfático local, donde procesan y
presentan los antígenos del virus.

3) Los linfocitos T activados pasan a la sangre y retornan al islote pancreático donde


producen una respuesta de hipersensibilidad tipo IV con producción interferón gamma,
IL-1 y TNF-α que atraen a otras células T y macrófagos. Este mecanismos producen la
eliminación del virus por lisis de la célula que lo contiene.

4) La muerte celular produce liberación de antígenos de la célula β, que son la consecuencia


de la lesión celular, no su causa. Estos son los antígenos que detectamos en la sangre
(tabla 3).

Tabla 3. Autoanticuerpos de la DM tipo 1


Proporción de
Específico de pacientes positivos
Ag/anticuerpo Función
células β en el momento del
diagnóstico
No. Cataliza la síntesis de
Antidescarboxilasa del Presente en el SNC GABA. Es probable
62%-75%
ácido glutámico/GADA y en otras células del que regule la
islote secreción de insulina
Regulación de la
Antinsulina (IAA) Sí 50-60%
glucosa
No. Presente en el
Antitirosina fosfatasa
SNC y en otras células Desconocida 50%-60%
de los islotes/IA-2A
del islote
Transportador del cinc
Sí Transporte del cinc 50%-60%
8/ZnT8

5) Estos autoantígenos, en pacientes susceptibles, se pueden unir a la célula presentadora


de antígeno, dando lugar a la activación de los linfocitos T autorreactivos que provocan
la lesión autoinmune del islote.

Inmunología clínica 8
módulo 4 / TEMA 2

Según este modelo, los autoanticuerpos no son responsables de la lesión pancreática,


pero sí indican que existe una reacción autoinmune activada. Como ya sabemos, las
reacciones autoinmunes no siempre evolucionan al estado de enfermedad. Está en estudio
la posibilidad de identificar mediante marcadores serológicos qué pacientes desarrollarán
la lesión pancreática y si se podría encontrar un tratamiento lo suficientemente seguro para
intentar bloquear el proceso inmune antes de que se produzca la destrucción de la célula β.

4. Enfermedades tiroideas
1) Tiroiditis de Hashimoto

La tiroiditis de Hashimoto o tiroiditis autoinmune es una enfermedad que cursa con


hipotiroidismo de instauración insidiosa y bocio, con infiltración de la glándula tiroidea por
células linfocitario, que incluye macrófagos, linfocitos B y células plasmáticas y linfocitos
CD4+ y CD8+, con predominio de los primeros en un ratio de hasta 4:1. Ocasionalmente tiene
una fase inicial hipertiroidea. En el suero de estos pacientes se identifican anticuerpos contra
antígenos de la glándula tiroidea, sobre todo antiperoxidasa y antitiroglobulina. Aunque los
anticuerpos antiperoxidasa pueden activar el complemento y ser citotóxicos, se postula
que el principal mecanismo de lesión es la activación de los linfocitos T autorreactivos,
que reconocen los autoanticuerpos en la membrana de la célula tiroidea e inician la lesión
citotóxica. El tratamiento consiste en el tratamiento sustitutivo con hormona tiroidea.

2) Enfermedad de Graves

Se trata de un cuadro de hipertiroidismo debido a la existencia de autoanticuerpos que


reaccionan con el receptor de TSH, estimulándolo y produciendo la síntesis y liberación de
hormonas tiroideas. Se desconoce la causa de la producción de estos autoanticuerpos,
aunque es evidente la base genética. Con frecuencia se asocia a exoftalmos, por lesión
inmune de los músculos retroorbitarios por la existencia de mimetismo molecular con las
células tiroideas.

El tratamiento de la hiperfunción tiroidea consiste en la inhibición de la síntesis de las


hormonas tiroideas y en caso de fracaso tiroidectomía quirúrgica o con yodo radioactivo.
El exoftalmos puede requerir tratamiento inmunosupresor.

Inmunología clínica 9
módulo 4 / TEMA 2

5. Enfermedades digestivas. Gastritis autoinmune y anemia


perniciosa
La gastritis autoinmune es debida a la lesión de la mucosa gástrica por mecanismos
inmunológicos. Se denomina también gastritis tipo A. Afecta al cuerpo y al fundus gástrico
y produce una imagen de gastritis atrófica con desaparición de las glándulas gástricas e
infiltrado linfoplasmocitario. La fase final de la gastritis atrófica es la anemia perniciosa o
anemia megaloblástica secundaria a la malabsorción de B12. La malabsorción de B12 se
debe a un déficit de secreción de factor intrínseco en el estómago. La vitamina B12 se
absorbe en el íleon tras unirse al factor intrínseco que a su vez permite la unión a un receptor
a la mucosa ileal. La destrucción de la mucosa gástrica produce también aclorhidria.

La anemia perniciosa tiene una elevada agregación familiar y los pacientes presentan con
elevada frecuencia otras enfermedades autoinmunes: tiroiditis autoinmune, enfermedad de
Graves, vitíligo, enfermedad de Addison e hipoparatiroidismo.

El 90% de los pacientes producen anticuerpos frente a las células parietales. Su diana
es la subunidad α de la bomba gástrica de protones (H+K+ATPasa). Es improbable que
sean anticuerpos patogénicos ya que la bomba gástrica de protones no es accesible
a los autoanticuerpos circulantes. Su elevada prevalencia los convierte en marcadores
útiles en el screening de la enfermedad. Sin embargo, dado que pueden estar presentes
en personas sanas y en otras enfermedades autoinmunes el diagnóstico se basa en la
determinación de los anticuerpos anti factor intrínseco y niveles bajos de B12. Se detectan
dos tipos de anticuerpos antifactor intrínseco: los bloqueadores, que impiden la unión
de la vitamina B12 al factor intrínseco, y los de unión, impiden la unión del complejo al
receptor de la mucosa ileal. Los anticuerpos de unión raramente aparecen en ausencia
de los anticuerpos bloqueadores. Los anticuerpos bloqueadores se detecta en suero por
ELISA o radioinmunoensayo, pero cantidades masivas de B12 libre en la circulación (como
ocurren tras la inyección de B12) pueden producir falsos positivos. Los anticuerpos anti
factor intrínseco son específicos y raramente aparecen en ausencia de la enfermedad.

El tratamiento consiste en la sustitución parenteral de la vitamina B12.

Inmunología clínica 10
módulo 4 / TEMA 2

6. Enfermedades neurológicas
1) Miastenia gravis

Se caracteriza por la fatigabilidad o claudicación de la fuerza muscular con la repetición


del movimiento. En la mayoría de los pacientes se detectan anticuerpos contra el receptor
de la acetilcolina de la placa muscular, además de disminución del número de receptores
en la placa motora.

No se conoce la causa de su aparición pero son llamativas 2 circunstancias clínicas:

a) En un grupo de pacientes en los que se detecta predisposición genética determinada


por el haplotipo HLA se detecta hiperplasia tímica, en cuyos tejidos se puede identificar
una fracción del receptor de acetilcolina.

b) Otro grupo de pacientes en los que no se detecta predisposición genética se caracteriza


por presentar tumores del timo.

Por ello, se piensa que el timo juega un papel patogénico central en el origen de la
enfermedad, probablemente por sobreexpresión de antígenos similares al receptor de
acetilcolina.

En esta enfermedad, los anticuerpos tienen un papel patogénico importante:

1) La transferencia de anticuerpos a un sujeto sano provoca la enfermedad.

2) La unión del anticuerpo a los receptores activa el complemento y produce lesión de la


placa motora y pérdida de receptores.

Se postula que el proceso es desencadenado por los linfocitos Th2, que activan a los
linfocitos B; éstos generan IgG de alta afinidad que se unen a los receptores de acetilcolina
y fijan el complemento. Se produce así, por una parte, el bloqueo de los receptores, y por
otra, la destrucción de la placa motora por mecanismos de hipersensibilidad tipo II.

El tratamiento de la enfermedad se basa en estos factores inmunopatógenos:

a) La timectomía realizada precozmente puede conseguir un mejor control de la


enfermedad.

b) La plasmaféresis y las inmunoglobulinas intravenosas, que disminuyen los anticuerpos


circulantes, pueden dar lugar a una mejoría transitoria en las exarcebaciones o cuando
se requiere un control rápido de la enfermedad (por ejemplo, para preparar al paciente
para una timectomía).

Inmunología clínica 11
módulo 4 / TEMA 2

c) El tratamiento inmunosupresor también consigue una disminución del título de


anticuerpos.

d) El tratamiento sustitutivo con inhibidores de la colinesterasa aumenta la acetilcolina


disponible en la placa motora al disminuir su degradación.

2) Síndrome miasteniforme de Lambert-Eaton

El síndrome de Lambert-Eaton se asocia con frecuencia al cáncer de pulmón de células


pequeñas, por lo que siempre hay que descartar este diagnóstico en el momento de debut
y en el seguimiento de la enfermedad. Está producido por la existencia de anticuerpos
contra los canales del calcio que impiden la liberación de las vesículas de acetilcolina en
la placa motora. Este mecanismo explica uno de los hallazgos característicos del EMG
que es la potenciación del potencial de acción con estímulos de alta frecuencia o tras
el ejercicio. Este perfil característico del EMG establece la sospecha que se confirma
con la determinación de los anticuerpos anticanales del calcio. Si existe una enfermedad
tumoral subyacente, el cuadro muscular se resuelve si se consigue remisión del tumor. Los
corticoides e inmunosupresores pueden conseguir controlar la enfermedad en los casos
idiopáticos.

3) Síndrome de Guillain-Barre

Es una polineuropatía periférica inflamatoria aguda de predominio motor, que aparece


típicamente tras una enfermedad viral. La base anatomopatológica es la lesión de la vaina
de mielina. Es interesante bajo el punto de vista patogénico porque nos permite evaluar el
comportamiento del sistema inmune en el caso agudo.

En estos pacientes se puede demostrar aparición de bandas oligoclonales en el LCR (que


son un criterio requerido para el diagnóstico de la enfermedad) e hipergammaglobulinemia.

Los anticuerpos específicos son los anticuerpos antigangliósido que al unirse a la vaina de
mielina activan la vía del complemento desencadenando la destrucción de sus células.
Su importancia patogénica queda reseñada por el hecho de que la plasmaféresis y las
inmunoglobulinas intravenosas son útiles en el control de la enfermedad. Los antígenos
implicados son 2 componentes de la mielina, la proteína P2 y el galactocerebrósido.

Los mecanismos que se postulan son el mimetismo molecular con los antígenos de los

Inmunología clínica 12
módulo 4 / TEMA 2

microorganismos. La infección produce la activación de las células T que por la vía Th2
activan al linfocito B. Este produce anticuerpos que reconocen y reaccionan contra los
componentes de la mielina, activando el complemento y reclutando células mononucleares
que son las causantes de la lesión.

4) Esclerosis múltiple

Es una enfermedad desmielinizante de etiología desconocida. Se reconoce la implicación de


factores genéticos y ambientales, pero no se ha conseguido identificar una causa concreta
para su aparición. Hay datos epidemiológicos que sugieren con mucha probabilidad la
relación con una causa infecciosa, pero no se ha conseguido aislar ningún microorganismo.

El diagnóstico se basa en demostrar el carácter recidivante, la evidencia radiológica de


las placas de desmielinización y la demostración de la existencia de activación de sistema
inmune en el SNC (demostración de bandas oligoclonales, aumento del gradiente IgG/
albúmina de LCR con respecto al suero).

La inmunopatogénesis no está clara. Se han utilizado diversos grupos de fármacos con un


éxito limitado.

Los corticoides pueden ser útiles en la fase aguda, pero no modifican el curso de la
enfermedad. El interferón β parece disminuir las recidivas, pero no disminuye la lesión
radiológica. Los anticuerpos anti CD20 parecen disminuir las tasas de recidiva. Se puede
concluir que en este momento las opciones de tratamiento son limitadas. El tratamiento
de la enfermedad debe ser individualizado según las características clínicas del paciente

Existe una activa investigación en nuevos grupos de fármacos con capacidad de inhibir la
respuesta inmune a otros niveles (como el acetato de glatiramer y el fingolimod) que arrojan
datos esperanzadores,

Inmunología clínica 13
módulo 4 / TEMA 2

7. Enfermedades hematológicas autoinmunes


1) Anemia hemolítica autoinmune

La anemia hemolítica autoinmune se produce por una aceleración de la destrucción de los


glóbulos rojos causada por la producción y unión a la membrana celular de anticuerpos
antieritrocitarios. Los anticuerpos antieritrocitarios se dividen en anticuerpos calientes
(AHAC) (que precipitan a la temperatura corporal) y anticuerpos fríos (AHAF) (que sólo
precipitan cuando baja la temperatura). Por lo tanto, las AHAC producen hemólisis crónica y
su clínica característica es anemia, ictericia y esplenomegalia. La esplenomegalia se explica
porque el mecanismo inmunopatogénico fundamental es el aumento de la fagocitosis en el
bazo. El diagnóstico se basa en la demostración de los anticuerpos unidos a la membrana
de los glóbulos rojos mediante el test de Coombs. En las AHAC, la respuesta a corticoides
es buena y en los casos refractarios, la esplenectomía es eficaz al disminuir la tasa de
eliminación de los eritrocitos.

Por el contrario, las AHAI se comportan como enfermedades crónicas ya que necesitan un
precipitante que desencadene la reacción inmune. En estos casos predomina la hemólisis
endovascular (frente al aumento de eliminación), cursan con crisis hemolíticas y fenómenos
isquémicos y no producen esplenomegalia. Por lo tanto en estos casos es ineficaz la
esplenectomía. En estos casos el tratamiento más eficaz es el rituximab. En los casos
graves y de forma preventiva prequirúrgica es eficaz la plasmaféresis.

2) Trombocitopenia autoinmune

La trombocitopenia autoinmune es un buen ejemplo es un buen ejemplo de la utilidad clínica


del conocimiento de la fisiopatología del sistema inmune. Gracias a ese conocimiento, en
esta patología están muy bien establecidos los procesos diagnósticos y las indicaciones
terapéuticas en función de la gravedad y el curso de la enfermedad, por lo que la
describiremos aquí en detalle.

La trombocitopenia autoinmune se debe a la destrucción de las plaquetas por fijación


de anticuerpos antiplaquetarios específicos de las glicoproteínas de membrana de las
plaquetas. La aparición de los anticuerpos puede ser idiopática o desencadenada por virus,
fármacos o en el contexto de otras enfermedades autoinmunes. La enfermedad idiopática
por lo tanto es crónica al contrario que las secundarias que suelen cursar en brotes
agudos de trombocitopenia profunda y sintomática. El bazo juega un papel central en la
inmunopatogenia de la enfermedad: se ha demostrado que es el lugar de mayor síntesis de

Inmunología clínica 14
módulo 4 / TEMA 2

anticuerpos antiplaquetarios y donde se produce la destrucción plaquetar por secuestro y


fagocitosis, disminuyendo la vida media de las plaquetas a horas. El diagnóstico se basa
la detección de anticuerpos antiplaquetarios mediante un test de ELISA usando antígenos
plaquetarios recombinantes. El objetivo del tratamiento es mantener las plaquetas por
encima del nivel de riesgo de hemorragia y se basa en los mecanismos inmunopatogénicos
de la enfermedad. Sólo está indicado en caso de sangrado activo. Los corticoides son
los fármacos de primera línea porque impiden la persistencia de la destrucción de las
plaquetas, inhibiendo la fagocitosis en el bazo. En el caso de no ser efectivos, será
necesaria una esplenectomía previa elevación de las cifras plaquetarias mediante el uso
de inmunoglobulinas intravenosas. La esplecnectomía es útil porque elimina el principal
lugar de producción de anticuerpos y de destrucción de plaquetas. Las inmunoglobulinas
consigue un aumento transitorio de las cifras plaquetares porque bloquean los receptores
Fc de la superficie plaquetar y bloquean la unión de anticuerpos mediante un bloqueo
antiidiotipo. En los casos de fracaso terapéutico, los anticuerpos monoclonales anti CD-20
(rituximab) que producen depleción de los linfocitos B se han usado con éxito. En casos
refractarios se pueden utilizar fármacos citotóxicos como la azatioprina.

8. Conclusión
Las enfermedades autoinmunes órgano-específicas tienen unas características clínico-
patológicas que se explican por su inmunopatogenia que ayudan a comprender su
diagnóstico y tratamiento. El conocimiento de los mecanismos implicados es esencial para
el desarrollo de nuevas dianas terapéuticas en quellas enfermedades en las que no hemos
conseguido modificar de forma satisfactoria la historia natural de la enfermedad, como en
la diabetes mellitus y la esclerosis múltiple.

9. Resumen
Las enfermedades órganoespecíficas se caracterizan por afectar a un órgano concreto
que ha sido dañado por un mecanismo de hipersensibilidad. Cuando se sospechan estas
enfermedades por la clínica hay que confirmar su presencia con la determinación del
autoanticuerpo adecuado en el suero del paciente.

Inmunología clínica 15
módulo 4 / TEMA 2

El tratamiento debe ajustarse a la situación clínica del paciente abarcando desde la


sustitución de la función hasta la inmunosupresión agresiva en caso de grave compromiso
de órganos vitales.

La plasmaféresis y las inmunoglobulinas pueden ser útiles en los casos graves en los que
el mecanismo inmunopatógeno es la hipersensibilidad de tipo II.

En el seguimiento del paciente hay que estar alerta a la aparición de enfermedades


autoinmunes asociadas y realizar correctamente la interpretación de las serologías no
confundiendo fenómenos autoinmunes con marcadores de enfermedad.

El riesgo de desarrollar cáncer en el órgano también debe ser tenido en cuenta en la


interpretación de los síntomas del paciente, aunque el screening tumoral en general no
está indicado.

10. Bibliografía
1) Regueiro Inmunología Biología y patología del sistema inmunitario. Panamericana 2010.

2) Vega Robledo.Inmunología Básica y su Correlación Clínica. Panamericana 2015

3) Fainboim. Introducción a la Inmunología Humana. Panamericana 2011.

Inmunología clínica 16

También podría gustarte