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Poder Judicial de la Nación

Año del Bicentenario

La Plata, 20 de diciembre de 2010.


AUTOS Y VISTOS: Este expediente N° 17.087/10, caratulado
“Esposito, María Eugenia c/ CABLEVISIÓN SA y otro s/ amparo ley
16.986”, proveniente del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 4 de esta
ciudad.
Y CONSIDERANDO QUE:
I. Llega la causa a esta Alzada en virtud del recurso de apelación
deducido a fojas 114/134 vta. por el Estado Nacional – Ministerio de
Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios – Secretaría de
Comunicaciones contra la medida cautelar de no innovar dictada a fojas 44/46
vta. mediante la cual se ordenó a los accionados que suspendan la aplicación y
la ejecución de la Resolución N° 100 de la Secretaría de Comunicaciones y, en
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consecuencia, dispuso que el Estado Nacional se abstenga por sí y/o a través


de sus organismos o terceros, afectar de cualquier forma la efectiva prestación
del servicio de Internet Fibertel que actualmente presta Cablevisión, así como
impedir, obstaculizar y/o dificultar la modificación de las condiciones
contractuales vigentes a la fecha o a la recontratación de dicho servicio. Por
otro lado, respecto de Cablevisión, dispuso además que proceda a dar
cumplimiento acabado a lo estipulado por el artículo 19 de la Ley de Defensa
al Consumidor, respetando los plazos, condiciones, modalidades, reservas y
demás circunstancias conforme a las cuales el servicio de Internet ha sido
ofrecido, publicitado y contratado.
II. Las presentes actuaciones se iniciaron con motivo de la acción
de amparo promovida por la abogada María Eugenia Esposito a fin de que
Cablevisión SA y el Estado Nacional, a través de la Secretaría de
Comunicaciones, garanticen a la amparista y a todos los usuarios de
FIBERTEL el derecho a la libertad de elección y de expresión, el derecho a la
igualdad de los usuarios y consumidores y la defensa de la competencia,
amparados en la Constitución Nacional, Tratados Internacionales y la Ley N°
24.240, con su modificatoria Ley N° 26.361.
Señala que mediante la Resolución N° 100/10 la Secretaría de
Comunicaciones declaró la caducidad de la licencia para la prestación de los
Servicios de Transmisión de Datos en el ámbito nacional, Aviso a Personas,
Videoconferencias, Repetidor Comunitario, Transporte de Enlaces, Telefonía
Local y Telefonía Pública otorgada a la empresa Fibertel SA por Resolución
83/03, y estableció un plazo de noventa (90) días para que se implementen las
medidas necesarias a los fines de migrar los actuales usuarios y clientes de los
servicios de Fibertel a otros proveedores, disponiendo que dicho proceso
migratorio sea instrumentado, controlado y supervisado por la Comisión
Nacional de Comunicaciones.
Frente a ello, sostiene que dicha situación afectó de modo actual y
concreto los derechos de todos los consumidores y usuarios –actuales y
potenciales- del servicio de Internet de Cablevisión, entre los que se encuentra,
toda vez que se pretende que en el sucinto plazo de 90 días el consumidor
deje de lado sus compromisos y relación contractual vigente para migrar a un
nuevo servicio cuando el servicio de Internet que el accionante tiene
contratado con Fibertel es el que -según señala- más se adapta a sus
necesidades y el que ha decidido contratar, producto de su libre valoración y
elección; lesionándose, por ello, sus derechos constitucionales de manera
arbitraria e ilegítima.
Concretamente, sostiene que el cambio repentino del proveedor
del servicio de Internet le acarreará perjuicios económicos y técnicos, ya que
no habría en la zona en la que reside otra empresa que pueda brindarle el
mismo servicio bajo las mismas condiciones comerciales y tecnológicas en
que los brinda Fibertel, por lo que su desaparición generaría un perjuicio
irreparable tanto al actor como al resto de los usuarios y consumidores.
III. Frente a ello, el juzgador sostuvo que mediante la medida
cautelar de no innovar dictada expresaba su deseo prioritario y fundamental de
“…hacer cesar y ponerle coto a las vicisitudes y ese estado de indefensión que
atraviesan todos los abonados del servicio de Internet que provee la firma
Cablevisión bajo la marca Fibertel…”, propagando lo resuelto con efectos
erga omnes.
IV. En sus agravios, la recurrente manifiesta la improcedencia de
la medida cautelar dictada toda vez que -a su entender- no se encontrarían
acreditados los requisitos que exige el artículo 230 del CPCCN.
Concretamente, sostiene que en el caso de medidas precautorias
innovativas decretadas contra actos de la Administración corresponde efectuar
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una interpretación restrictiva de dichos requisitos, atento la presunción de


validez y legalidad con que cuenta la Resolución N° 100/10.
En tal sentido, argumenta que el accionante no acreditó
suficientemente los perjuicios sufridos; tampoco lo detalló el juez de primera
instancia, sino que, por el contrario, el servicio de Internet -continúa diciendo-
está garantizado mediante la Resolución N° 102/10 que el juzgador omitió
tener en cuenta, ya que el traspaso hacia otros proveedores del servicio de
acceso a Internet deberá ser realizado, en un extenso plazo de 90 días, de
manera absolutamente gratuita, y manteniendo los estándares de la prestación
recibida por los usuarios; con lo cual sus derechos se encontrarían protegidos.
Por otro lado, sostiene que la decisión atacada importa una
intromisión en la zona de reserva de otro poder del Estado, en particular del
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Poder Ejecutivo Nacional; de manera que el juez habilitó a la empresa


Cablevisión a proveer un servicio para el cual no cuenta con los requisitos
legales y técnicos necesarios a tal fin, prescindiendo del interés público
comprometido en la cuestión.
Por último, señala que el efecto erga omnes otorgado a la
resolución cautelar afecta gravemente principios republicanos y el de división
de poderes.
V. Ahora bien, a fojas 184/186 el apoderado de Cablevisión SA
denuncia la existencia de conexidad entre las presentes actuaciones y las que
tramitan ante la Sala III de esta Cámara Federal, caratuladas “Sarlo, Rubén c/
EN Secretaría de Comunicaciones de la Nación s/ amparo ley 16.986”.
Frente a ello, el Tribunal requirió dicho expediente y, una vez
recibidos, confirió vista al Fiscal General, de conformidad con lo previsto en
el artículo 52 de la Ley N° 24.240 -modificado por el art. 24 de la Ley N°
26.361- (v. fs. 187 y 191).
VI. En el dictamen obrante a fojas 192 y vta., el Fiscal General
sostuvo que, teniendo a la vista la causa “Sarlo” que tramita en la Sala III, si
bien en ambos procesos los actores en su calidad de abonados de Fibertel
iniciaron acción de amparo contra Cablevisión SA y el Estado Nacional,
solicitando la continuidad del contrato que los une con la empresa Cablevisión
SA a fin de garantizar la provisión del servicio de Internet que presta Fibertel,
en virtud de lo cual impugnaron la Resolución 100/10 de la Secretaría de
Comunicaciones de la Nación, lo ha sido con distinto alcance, ya que mientras
que en las presentes actuaciones se solicitó que todas las resoluciones que se
dicten en autos, incluida la medida cautelar, tengan efectos erga omnes, por
aplicación del fallo “Halabi” -efecto que atribuyó el juez de primera instancia
a la resolución cautelar apelada-, no ha sido la misma pretensión del actor en
la causa “Sarlo”. Esta última se circunscribe a procurar una tutela para sus
propios intereses como usuario a recibir un servicio con los mismos
contenidos técnicos y bajo las mismas condiciones y modalidades del actual,
solicitando asimismo se disponga como medida cautelar, asegurativa de su
derecho de libre elección y de las condiciones de prestación técnica del
servicio de Internet, que la empresa Fibertel no cese de prestar los servicios
que ha contratado legalmente, “…no dándose, en opinión de este Ministerio
Público, los presupuestos exigidos por el código de rito para la acumulación
de procesos (art. 88 del CPCCN)”.
VII. El Tribunal comparte los argumentos y conclusiones
esgrimidos por el Fiscal General, a los que adhiere y hace suyos.
A mayor abundamiento, es dable referirse también a las
Conclusiones del XXIII Congreso Nacional de Derecho Procesal, realizado en
Mendoza 2005. En tal sentido, la conclusión 4 emitida por la Subcomisión 1
“Procesos colectivos y acciones de clase” señala que el Código Modelo de
Procesos Colectivos para Iberoamérica -aprobado por el Instituto
Iberoamericano de Derecho Procesal en Caracas el 28 de octubre de 2004-
constituye una valiosa fuente para tomar en consideración en el sub examine.
En tal sentido, su artículo 31 establece que la acción colectiva no genera
litispendencia respecto de las acciones individuales, sin perjuicio de la
eventual intervención en aquélla por la que pueda optar tener quien ejerció una
acción individual.
La relación de concurrencia entre los legitimados para promover
una acción colectiva que importa el efecto erga omnes de la sentencia
colectiva y la circunstancia de que quien no litigó pueda verse beneficiado con
ésta, concretamente vinculado a los casos de litispendencia, se presenta
cuando otro de los sujetos legitimados ejerce la misma acción colectiva, mas
no cuando quien plantea la acción es el titular del derecho individual
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homogéneo y aquélla es promovida al sólo fin de satisfacer un interés propio.


Entre estas últimas no hay una relación de concurrencia, pues ambas acciones
(la individual y la colectiva) tienen una naturaleza y un objeto distintos. (conf.
Alejandro C. Verdaguer, Litispendencia y cosa juzgada en los procesos
colectivos, en Procesos colectivos, Eduardo Oteiza, Coordinador, Rubinzal –
Culzoni Editores 2006, p. 385/386).
Sentado lo expuesto, corresponde desestimar el pedido de
conexidad formulado por Cablevisión SA a fojas 184/186.
VIII. Con relación a la medida precautoria decretada en las
presentes actuaciones, si bien el dictado de esta clase de diligencias no exige
un examen de certeza sobre la existencia del derecho pretendido, pesa sobre
quien las solicita la carga de acreditar prima facie la existencia de
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verosimilitud en el derecho invocado y el peligro irreparable en la demora, ya


que resulta exigible que se evidencien fehacientemente las razones que las
justifiquen (Fallos: 307:2267, entre otros más).
Asimismo, cuando la medida cautelar se intenta contra la
Administración Pública, es menester que se acredite prima facie y sin que ello
implique prejuzgamiento de la solución de fondo, la manifiesta arbitrariedad
del acto cuestionado, dado el rigor con que debe apreciarse la concurrencia de
los supuestos que la tornan admisible. Y ello es así porque los actos
administrativos gozan de presunción de legitimidad y fuerza ejecutoria, razón
por la cual en principio ni los recursos administrativos ni las acciones
judiciales mediante los cuales se discute su validez, suspenden su ejecución, lo
que determina, en principio, la improcedencia de las medidas cautelares
(Fallos 313:521 y 819, entre muchos otros).
Debe añadirse, por último, que en los litigios dirigidos contra la
Administración Pública o sus entidades descentralizadas, además de los
presupuestos de las medidas cautelares establecidos en general en el artículo
230 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, se requiere, como
requisito específico, que la medida solicitada no afecte un interés público al
que deba darse prevalencia ("La Ley" 2001 D 65) o, expresado con el giro que
emplea la Corte Suprema, resulta imprescindible la consideración del interés
público comprometido (Fallos 314:1202).
IX. Sentado ello, la Resolución de la Secretaría de
Comunicaciones N° 100/10 declaró la caducidad de la licencia otorgada a la
empresa Fibertel SA para la prestación de los servicios de Transmisión de
Datos en el ámbito nacional, Aviso a Personas, Videoconferencia, Repetidor
Comunitario, Transporte de Señales de Radiodifusión, Valor Agregado,
Radioeléctrico de Concentración de Enlaces, Telefonía Local y Telefonía
Pública (conf. art. 1°), con motivo del incumplimiento por parte de dicha
empresa de lo dispuesto por el artículo 13.1 del Reglamento General de
Licencias, aprobado por el Decreto N° 764/00, que establece la necesidad de
obtener la autorización previa de la Autoridad de Aplicación para poder ceder
o transferir la Licencia. En tal sentido, el artículo 16.2 del Reglamento
establece que la Autoridad de Aplicación podrá declarar la caducidad de las
licencias ante la cesión o transferencia a terceros de la licencia o el cambio de
control social, que no hubiera sido autorizada previamente por la Autoridad de
Aplicación, conforme lo previsto por el Inciso m) del Artículo 10.1 y el
Artículo 13.1 (Artículo 16.2.5).
Entre sus considerandos, remarca la Resolución que de manera
unilateral y encontrándose pendiente la autorización previa de la Autoridad de
Aplicación, las empresas Fibertel SA y Cablevisión SA decidieron llevar
adelante el proceso de reorganización societaria por el cual la primera ha sido
absorbida por la segunda, por lo que aquélla se ha disuelto sin liquidarse. El
marco regulatorio de las telecomunicaciones exige de manera inexorable la
previa intervención de la Autoridad de Aplicación a través de la emisión de un
acto administrativo expreso que autorice cualquier modificación de las
participaciones accionarias que implique la pérdida del control social en los
términos del Artículo 33 de la Ley de Sociedades Comerciales Nº 19.550 y/o
la Cesión o Transferencia de la Licencia (Artículos 10.1 l) y 13.1 del Anexo I
Decreto Nº 764/00). Dicha solicitud y su obtención constituye una obligación
de los Prestadores conforme lo prevé el Reglamento General de Licencias,
aprobado por el Decreto Nº 764/00.
Por último, con el fin de resguardar los intereses de usuarios y
clientes de los servicios que se estuvieren prestando, se dispuso otorgar un
plazo de noventa (90) días contados a partir de la notificación de la resolución,
para implementar las medidas necesarias a los fines de migrar los servicios
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que se estuvieran prestando a través de las Licencias cuya declaración de


caducidad se hubo dispuesto (conf. art. 3° de la Resol. N° 100/10).
A tal fin, mediante Resolución 102/10, la Secretaría de
Comunicaciones estableció que los prestadores de Servicio de Valor Agregado
y/o Internet que reciban a aquellos usuarios y clientes que decidan migrar los
servicios que brindaba la ex licenciataria Fibertel SA, no podrán percibir bajo
ningún concepto derechos de conexión, de instalación, alquiler de módem, y/o
cualquier otro cargo de acceso al servicio, independientemente de la
denominación usualmente utilizada por cada prestador. Asimismo, a los
efectos de resguardar los derechos de los usuarios y clientes, éstos prestadores
no podrán percibir en concepto de abono y/o cualquier otra denominación
contractual que utilizaran, un valor mayor a aquel que abonaban por la
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utilización de los servicios de la ex Fibertel SA. Todo ello, bajo el control,


fiscalización y verificación de la Comisión Nacional de Comunicaciones,
organismo descentralizado de la Secretaría de Comunicaciones dependiente
del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
X. El control judicial de los actos denominados tradicionalmente
discrecionales o de pura administración encuentra su ámbito de actuación en
los elementos reglados de la decisión, entre los que cabe encuadrar,
esencialmente, a la competencia, la forma, la causa y la finalidad del acto, se
traduce así en un típico control de legitimidad ajeno a los motivos de
oportunidad, mérito o conveniencia (Fallos: 315:1361).
La potestad del Poder Judicial de revisar los actos administrativos
comprende, como principio, el control de su legitimidad -que no excluye la
ponderación del prudente y razonable ejercicio de las facultades de las que se
hallan investidos los funcionarios competentes- pero no el de oportunidad,
mérito o conveniencia de las medidas adoptadas. Dicho control supone el de la
debida aplicación de las normas estatutarias, de manera que los hechos se
clarifiquen adecuadamente y lo decidido se ajuste al texto legal (Fallos:
311:2128).
Conforme lo expuesto, las razones de oportunidad, mérito o
conveniencia tenidas en cuenta por los otros poderes del Estado para adoptar
decisiones que les son propias no están sujetas al control judicial (Fallos:
98:20; 147:403; 150:89; 160:247; 238:60; 247:121; 251:21; 275:218; 295:814;
301:341; 302:457; 303:1029; 308:2246; 321:1252, entre muchos otros). Todo
lo relativo al ejercicio de las facultades privativas de los órganos de gobierno
queda, en principio, excluido de la revisión judicial; pero ello no obsta a que
se despliegue con todo vigor el ejercicio del control constitucional de la
razonabilidad de las leyes y de los actos administrativos (Fallos: 112:63;
150:89; 181:264; 261:409; 264:416; 318:445), frente a la iniquidad manifiesta
de una norma (Fallos: 171:348; 199:483; 247:121; 312:826) o de un acto de la
administración (Fallos: 292:456; 305:102; 306:126 y 400), situación que
prima facie no se vislumbraría, por el momento, acreditada en autos.
XI. Asimismo, tampoco se concreta un peligro de daño
irreparable a los usuarios, más allá de sus dichos, con la fuerte probabilidad
que requiere este tipo de medidas innovativas, toda vez que mediante la
Resolución N° 102/10 -que el juez a quo omitió referirse en su decisión- se
garantizaría que éstos reciban el mismo servicio, con iguales condiciones
técnicas y de precio, al que prestaba Fibertel SA.
El examen de la concurrencia del peligro irreparable en la
demora, a los fines del dictado de una medida cautelar, exige una apreciación
atenta de la realidad comprometida, con el objeto de establecer cabalmente su
las secuelas que pudieran llegar a producir los hechos que se pretende evitar
puedan restar eficacia al ulterior reconocimiento del derecho en juego,
originado por la sentencia dictada como acto final y extintivo del proceso.
XII. En tales condiciones, no se encuentran acreditados los
requisitos para acceder a la medida cautelar, conforme lo exige el artículo 230
del CPCCN.
Por ello, en orden a las consideraciones que anteceden, el
Tribunal RESUELVE:
1) REVOCAR la resolución apelada en cuanto hizo lugar a la
medida cautelar de no innovar mediante la cual se dispuso la suspensión de la
aplicación y ejecución de la Resolución de la Secretaría de Comunicaciones de
la Nación N° 100/10.
2) Remitir a la Sala III de esta Cámara Federal de Apelaciones el
expediente “Sarlo, Rubén c/ EN Secretaría de Comunicaciones de la Nación s/
amparo ley 16.986”, que fuera requerido oportunamente por este Tribunal.
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Regístrese, notifíquese y devuélvase.


Fdo. Dres. Carlos Román Compaired y Julio Víctor Reboredo. Jueces de
Cámara. Dr. Emilio Santiago Faggi. Secretario de Cámara.
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