Baja, en el cual el señor Cornely ya había encontrado anterior mente varios grupos de sepulturas. En el grupo llamado Q se abrió un hoyo encontrándose uní sepultura de 50 cm. de anchura, señalada por piedras. El contenido era una punta de flecha quebrada, un esqueleto de niño, incompleto, y fragmentos de alfarería. Toda la tierra que se sacó estaba mezclada con conchas quebradas; también se encontró material para puntas de flechas. Todo esto más da la impresión de un conchai donde se habían amontonado des perdicios, que de un cementerio, Al lado de este hoyo se hizo otro. Allí se hallaron, a una profundidad de más o menos 1 metro, dos cráneos y huesos, todos muy blandos por la influencia del agua que filtra al sueT lo desde 60 cms. de profundidad. No era posible sacarlos ente ros. Las piedras que formaban los bordes de la tumba estaban también blandas por la influencia del tiempo. También en esta segunda sepultura había fragmentos de alfarería incompleta, pero era posible reconstruir, en sus partes más importantes un vaso campanuliforme, de hechura fina y con dibujo clásico (chincha-diaguita) (fig. 1). Proceden de la misma sepultura varios fragmentos de alfarería pintada, pun tas de flecha quebradas o poco labradas, un diente de llama, un pedacito de pintura roja como la usada para la decoración de la alfarería, un aro de madre-perla de la forma indicada en el dibujo (fig. 2) con tres perforaciones en un lado. Ade más, se hallaron unos fragmentos de espátulas de hueso. Al día siguiente se continuó la excavación del mismo gru po, pero sin ningún éxito. Dejando este sitio se excavó en otro grupo, ya conocido y-explorado en parte por el señor Cornely, — 108 —
quien lo llam ó P . A llí se en c o n tró u n esqueleto, con u n cá n
ta ro al lado izquierdo de la cabeza, a u n a distancia de m ás o m enos 30 cm. E ste cántaro es de interés particu lar, p o r su f o r ma poco usada en C hile, que es la de u n sapo. E l fo n d o es b la n co, el d ib u jo de tip o clásico, negro con rojo. L os colores h an sido alterados p o r la hum edad y se ven casi u n ifo rm em en te gris negruscos. De la p arte su p erio r del c á n ta ro salen cu atro rayos en relieve, que van hasta el v ientre del vaso, p ero sin unirse. R epresentan las patas del an im alito . E l estado de co n servación es perfecto, con excepción del ya m encionado cam bio de los colores. L a p arte trasera, el c á n ta ro tiene u n a p e queña h u n d id u ra . (fig. 8) E l contenido del vaso eran cuerpos vegetales, p robablem ente granos q u e h a b ía n em pezado a ger m inar. D espués de este últim o hallazg o n o se h alló m ás en es te grupo. P u n ta T ea tin o s. E l día siguiente se h iz o un a e x p lo ra ción en la P u n ta de T eatin o s, distan te a unos 15 km . de La Serena. A llí se h alló a 10 cm. de p ro fu n d id a d u n a capa de con chas de 5 cm. de espesor. H abiendo excavado hasta u n m etro más o menos, se encontró u n m u ro de piedras grandes, lisas, puestas verticalm ente en el suelo y refo rzad as p o r u n a piedra b aja estrecha y p o r piedras chicas para llen ar el espacio entre los grandes. E n esta sepultura se en c o n traro n fragm en to s de u n cráneo de n iñ o y una taza queb rad a (sitio indicado con + en la fig 3 ) . La taza no tenía coloración. E l día siguiente se en co n tró o tra sepultura, pegada a la m u ralla de una casa. Su la rg o era de 165 cm ., su an ch o 72 cm. a lad o de la cabeza y 52 cm. a la d o de los pies. Sus bo rd es es tab an m arcados p o r piedras planas, que fa lta b a n en el ex tre m o m ás ancho. P ro b ab lem en te la se p u ltu ra fué descubierta cuando se edificó la casa, p o rq u e se encuentra solam ente a 30 cm. debajo del nivel del suelo y tiene una h o n d u ra de 60 cm. L os huesos se en contraban en desorden y no h a b ía n in g ú n o tro objeto. A poca distancia de esta tum ba, perteneciendo segura m ente al m ism o grupo, se en contró al día siguiente o tr a sep u l tu ra intacta. N o tenía n in g u n a m u ralla de piedra o de pied ra- laja. T e n ía una p ro fu n d id a d de 80 cm. m ás o m enos. U n c rá neo que se h alló en ella, tenía la deform ación típica de la zo n a, es decir, la parte po sterior aplastada. L os huesos se h a lla b a n en perfecto orden n atu ral, el b raz o derecho doblado, el iz q u ie r
(* ) V éas 2 A m b ro s e tti, N o ta s ¿e a rq u :o lo g ía ca lch iq u i, p ág . 2 3 0 ss, so b re
el s ím b o lo del sapo. — 109 —
do tendido. Al lado derecho del cráneo se encontraron dos va
sos pintados (fig. 13), ambos de estilo clásico, con paredes rectas. En la mano derecha del esqueleto se encontró un peda zo de un vaso doméstico; se trata de una quebradura vieja y fué puesto en la mano del muerto intencionalmente. En el es pacio entre el brazo derecho y la alfarería pintada se encontró
además una piedra-pulidor negra, un harpon de hueso un hu
so para telar de madera labrada, pedazo de espatula de hueso y 'mad-ra una concha de tipo Pecten purpuraras, una punta de lanza Quebrada A la izquierda, encima de los huesos del brazo y d " í í S o " » «.contnron .1 lado d< 1» o t a . do, de n - po doméstico. — 110 —
E n esta sepultu ra (fig. 4 ) sorprende el hecho de que el
esqueleto se encontrara sin pies ni piernas desde las ro d illas p o r abaje?. E l suelo no dem ostró nin g u n a señal de h ab e r sido exca vado en este p u n to y hay que suponer que el m u e rto fué se p u lta d o sin piernas. A dem ás faltan algunos dientes en la m a n d íb u la su perior; dos de éstos se en co n traro n en el p u n to d o n de el m uerto había tenido su estóm ago. A m bos dem uestran una caries avanzadas y se ve que s e rr a ta de dientes de u n in d i v id u o viejo. E l esqueleto m ide 110 cm. de la cabeza hasta las rodillas. Se co n tin u ó la excavación el día siguiente en la terraza de la m ism a casa. Se en contraron tres sepulturas. L a prim era, directam ente al lad o de la encontrada pegada a u n m u ro de la casa. Su p ro fu n d id a d fué poca, estando casi en la superficie. E n ella sé encontró un esqueleto m u y b la n d o y deshecho y d os vasos de tip o dom éstico que tam bién estaban ta n b lan d o s que no se los po d ía llevar. U n v a s o ^ ra de paredes gruesas, r o jo, y el o tro de paredes delgadas, negro con asa. A continuación de esta sepultura h ab ía o tr a de niño, ju n ta a la prim era p o r el lado de los pies. T e n ía 1 m etro de larg o y 32 cm. de ancho. E sta tu m b a e s ta b a 'd e b a jo del piso de la casa. A l lado de la prim era sepultura h ab ía otra, de 130 cm. de largo y 4 7 cm. de ancho a los pies y 60' cm. a la ca beza. E staba vacía (fig. 5 ). C o m p añ ía B aja, (fig. 6) d onde se excavó el día siguiente. E n el g ru p o N se en contraron dos sepulturas. L a prim era (* ) se h alló a 30 cm. más o m enos debajo del suelo. C o n ten ía u n esqueleto en cuclillas, con dos vasos, u no p in ta d o y o tro d o méstico. E l prim ero .(fig. 9) es de estilo clásico con paredes rectas y se encontró al lado de la cabeza. E l o tro , negro, con una asa y tres protuberancias, se encontró al lado de las piernas. C o n tin u a n d o la excavación, al la d o de esta se p u ltu ra se en co ntraron solam ente una cuenta de piedra verde y varios fragm entos de alfarería. P erteneciente al m ism o gru p o N Se h a lló o tra se p u ltu ra ( * * ) con un cacharro negro, tip o dom éstico-pato con u na asa y una protu b eran cia en la p arte saliente y o tro p la to de tip o clásico, pero q u eb rad o (fig. 1 0 ). N o h ab ía huesos, con excep ción de u n hueso de dedo. E n esta m ism a área se en contró al día siguiente u n o b je to de cobre en form a de estrella con cuatro p u n ta s arq u ead as ca-
(* ) V éase ta m b ié n el b o s q u e jo del sdñlor F . L . C o rn e ly en el B o li tin
del M u se o N a c io n a l de H is to r ia -N atural.
i si igual a las campanillas que se hallan en las sepulturas ata- cameñas.
Se abandonó este campo y se hicieron ensayos en otro
fundo, situado también en el camino a la Compañía Baja, pero más cerca de La Serena que el fundo "El Olivar” . Se supo de algunos hallazgos hechos anteriormente ,por vecinos y el dueño del fundo. No se pudo encontrar más que una punta de flecha muy bien labrada de 3 cm. de largo. Todo el suelo, debajo de una delgada capa de tierra, estaba cubierto de una capa de con chas. — 112 —
Regresando al cem enterio d o n d e se h ab ía descubierto el
g ru p o N , se encontró o tro g ru p o que se ha lla m a d o R . L a p r i m era tum ba se h alló vacia. A l lado, a m ás o m enos 80 cm. de p ro fu n d id a d había o tra sepultura. E l esqueleto en ella se en contraba en posición tendida. A l lado derecho de la cabeza había un p la to sub-globular, (fig. 11) de fo n d o ro jo con un a faja blanca en el lado exterior. U n d ib u jo de z ig -z ag en negro cubría el m argen ro jo y la faja blanca del vaso. Cerca de los pies se en co n trab an cu atro vasos más, d o s de ellos con decoración. E l plato, (fig. 12) tiene decoración en el in te rio r y u na faja blanca en el borde exterior. P ertenece a la época de transición, entre el estilo, arcaico y clásico. E l d ib u jo en el in terio r se com pone de fajas anchas com o las que se encu en tran en la alfarería de “ Las A n im as” , p o r ejem plo. P ero los tr iá n gulos que son form ados p o r estas fajas, están rellenados con d ib u jo s del estilo que tra je ro n los chinchas. L a fo rm a del vaso tam poco corresponde al canon clásico, pero se acerca al de !a época arcaica. O tro hecího qu6 parece indicar que esta se p u ltu ra sea de u na época an terio r a la clásica, es la fo rm a de la alfarería d o méstica encontrada en la tum ba. Se h a lló un pequeño vaso sub- glo b u lar (fig. 4 ) con cuello m uy ancho y una decoración se m ejante a un cordel en el b orde superior. E n la p a rte o p u e s ta al asa h ay una protuberancia vertical y dos h o rizo n tales, re p resentando en su arreglo una cara. Se encuentran vasos de este tip o raras veces, generalm ente están deform ados asim étricam en te, representando el tip o p ato . L a vasija tiene u n a p arte h o lli nada, lo que dem uestra que se le usaba para calentar su co n ten id o en el fuego. L a o tra vasija, de tip o dom éstico, representa u n paso m ás cerca al tip o p ato : la curva del cuerpo es m ás gran d e en la parte opuesta a la asa. T a m b ié n dem uestra señales del uso. E n fin, u n p la to (fig., 14) tiene la fo rm a clásica de p a re des rectas. E l d ib u jo en- su borde exterior representa líneas en zig -zag de firm e tra z a d o y q u izás la única cosa qu e hace su p o n er que sea una creación del p rin cip ió de la época clásica o de fines de la época an terio r de transición II, es la sencillez y el ta m añ o grande de los m otivos. A dem ás, h ay solam ente u na conclusión de analogía p a ra clasificar este p la to : no se encuen tra n las diferentes épocas mezclad'as en u n a sola se p u ltu ra. E sta sepultura (fig. 7) fuíé la ú ltim a q u e se alcan zó a descubrir en este viaje arqueológico. O tro s hoyos, hechos en ’•a vecindad, dieron solam ente frag m en to s de alfa re ría p in ta d a. . G. Mostny