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Ciento veinte estaban

allá en Jerusalén
unánimes oraban por el consolador

bajó el gran poder


sobre el grupo aquel
hablaron nuevas lenguas
que hasta el pueblo se asombró

Ahora son millones


por nuestras peticiones
pidiendo que nos guarde
porque viene el Señor

Oremos y velemos
por la preparación
que ahora la promesa
es la venida del Señor

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