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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES


NOVENO SEMESTRE
CLÍNICA PROCESAL CIVIL I
LIC. DIEGO CAJ

“Juicio Sumario”
INTERDICTOS

INTEGRANTES:
SHEILA GABRIELA GONZÁLEZ JIMÉNEZ
CARNÉ: 5018-15-13849
WANDA WALESKA CHUTÁ ÁVILA
CARNÉ: 5018-15-12686
HUGO ESTUARDO RIVERA HERNÁNDEZ
CARNÉ: 5018-15-

LA ANTIGUA GUATEMALA, VIERNES 31 DE MAYO DE 2019.

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ÍNDICE
Juicio
Sumario…………………………………………………………………………………….4
Interdicto…………………………………………………………………………………...4
Interdicto de Amparo, de Posesión o de Tenencia……………………………………5
Interdicto de Despojo……………………………………………………………………..5
Interdicto de Apeo o Deslinde…………………………………………………………...6
Interdicto de Obra Nueva o Peligrosa…………………………………………………..7
Fundamentos legales…………………………………………………………………….8
Conclusiones……………………………………………………………………………..13
Recomendaciones……………………………………………………………………….14
Bibliografía………………………………………………………………………………..15

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INTRODUCCIÓN

Al Indagar en el estudio de los interdictos, encontramos en nuestro código


procesal civil y mercantil, los elementos de la posesión, en sí hablamos del
"Corpus" o sea la potestad, el poder físico, que el individuo ejerce sobre la cosa,
es decir la apropiación jurídica que permite no solo la apropiación, sino disponer
de ella, y el "Animus" que no es otra cosa que la voluntad especial de poseerla
con ánimo de dueño. Además del Corpus y el Animus como los elementos de la
posesión, nos detalla los requisitos que debe reunir el poseedor de la cosa, para
que pueda hacer valer el derecho que le confiere la ley o sea la acción posesoria
en la vía judicial, siendo estos: a) Probar el hecho de ser poseedor por más de un
año continuo a título personal o sumado el de sus antecesores.

Los interdictos en la actualidad se constituyen como una eficaz garantía que se


debe a la posesión, se trata pues de la tenencia de la cosa es decir, una
presunción del derecho a la propiedad. Para que se exista la paz pública es
necesario que converjan elementos que protejan la propiedad de los abusos de
la fuerza, actuando sin el consentimiento y contra la voluntad del poseedor. El fin
que persigue esta institución es el de restablecer todas las condiciones que
existían antes del inicio de la perturbación.

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JUICIO SUMARIO
Para el tratadista guatemalteco Mario Gordillo, el juicio sumario es el
procedimiento de tramitación abreviada, con rapidez superior y simplificación de
formas con respecto al juicio ordinario, con los trámites de éste, pero con plazos
más cortos.

INTERDICTO
Un interdicto es un procedimiento judicial sumario y de tramitación sencilla, cuyo
objetivo es atribuir la posesión de una cosa a una determinada persona física o
jurídica frente a otra, de manera provisional.

ANTECEDENTES
Los interdictos se rigen por una serie de principios que les da un carácter bastante
especial y tienen algunas diligencias peculiares, que se apartan un poco de las
disposiciones generales aplicables al juicio sumario.

Todo lo relativo a los interdictos fue regulado por los romanos, aun cuando en la
actualidad no se siga la misma concepción y estructura del interdicto romano. Uno
de los orígenes etimológicos más aceptados al respecto, constituye el vocablo
"interdicere", que significa "prohibir".

La verdad es que los interdictos han pasado a los diferentes regímenes jurídicos
como formas de protección de la posesión.

Al respecto, el artículo 249 del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que los
interdictos proceden respecto de los bienes inmuebles y de ninguna manera
afectan cuestiones relativas a la propiedad y posesión definitiva.

Al hacer un análisis, podemos deducir que la posesión es de hecho y la propiedad


es de derecho, lo cual significa que la posesión constituye solamente un poder
físico, material, mientras que la propiedad implica un poder jurídico, legal; el
propietario tiene el derecho de poseer, mientras tanto, el poseedor ejercita de
hecho aquel derecho del propietario.

El artículo 250 del mismo cuerpo legal citado, establece que el que ha sido
vencido en el juicio de propiedad o en el plenario (ordinario) de posesión, no
puede hacer uso de los interdictos, respecto de la misma cosa. La persona
vencida en cualquier interdicto puede después hacer uso del juicio ordinario de
posesión, y una vez adquirida ésta, no se interrumpirá, aunque se interponga
demanda de propiedad, sino hasta la sentencia definitiva. Esta norma nos traslada
al artículo 335 del mismo cuerpo legal, donde se regula el juicio ordinario posterior.

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Esto quiere decir que primero debe agotarse el interdicto y luego agotar el juicio
ordinario cuando haya necesidad; de lo contrario, si se agota primero el juicio
ordinario, no se puede regresar al interdicto.

Por su parte el artículo 251 de la ley en mención, regula la caducidad,


estableciendo que las acciones interdictales solo pueden interponerse dentro del
año siguiente a la fecha en que ocurrió el hecho que las motiva, caso contrario,
debe acudirse a la vía ordinaria. El segundo párrafo del mismo artículo establece
que si el demandante no es el propietario, debe citarse a éste, dándole audiencia
por tres días. Esta norma se justifica, puesto que en alguna forma el demandante
tendrá que hacer valer sus derechos de propietario, aunque sea en vía procesal
distinta

Es importante señalar que el artículo 249 del cuerpo legal citado, establece que no
puede rechazarse la demanda por la circunstancia de haberse denominado
equivocadamente el interdicto que legalmente procede, siempre que de los hechos
alegados y probados aparezca que se ha violado un derecho de posesión; en tal
caso el juez resolverá de conformidad con la reglas del interdicto que proceda. Si
nos damos cuenta, esta norma constituye una excepción al principio de
congruencia entre la petición y el fallo que se consagra en el artículo 26 del
Código Procesal Civil y Mercantil.

El artículo 249 del cuerpo legal citado establece que los interdictos son:

1) INTERDICTO DE AMPARO, DE POSESIÓN O DE TENENCIA

Este interdicto procede cuando el que se halla en posesión o tenencia de un bien


inmueble es perturbado de ella, por actos que pongan de manifiesto la intención
de despojarlo (ver artículo 253, primer párrafo del CPCyM). Al respecto el juez
debe ordenar que se mantenga al demandante en la posesión o tenencia del bien
inmueble, condenado al perturbador en las costas judiciales y en daños y
perjuicios causados, sin perjuicio también de las responsabilidades penales.

2) INTERDICTO DE DESPOJO

Este interdicto procede con respecto a aquellos que teniendo la posesión o la


tenencia de un bien inmueble o derecho real, fueren desposeídos, con fuerza o sin
ella, siempre y cuando sin haber sido citados, oídos y vencidos en juicio. En tales
supuestos, las personas afectadas pueden pedir la restitución ante el juez,
exponiendo el hecho del despojo, su posesión y el nombre de despojador,
ofreciendo la prueba de haber poseído el bien inmueble y dejado de poseer el
mismo.

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Si tramitado el juicio resultan probados los extremos de la demanda con la
información que se recabe, debe ordenarse la restitución, obviamente del bien
inmueble. En ambos casos debe condenarse al despojador en las costas y a la
devolución de frutos; y si hubiese existido violencia, debe condenársele además,
al pago de daños y perjuicios, que el juez debe fijar prudencialmente, quedando el
demandado sujeto a las demás responsabilidades a que hubiese dado lugar (la
penal por ejemplo).

El Código Procesal Civil y Mercantil en su artículo 257, regula lo referente al


DESPOJO JUDICIAL, que procede cuando el juez haya privado a alguna persona
de su posesión, sin previa citación y audiencia. Esta norma hace que en la
práctica, los jueces sean muy cautelosos, especialmente en aquellos casos en que
hayan de entregar la posesión de inmuebles como consecuencia de un litigio que
ordenó tal entrega.

Si las providencias que causaron el despojo judicial, hubiesen sido dictadas por un
juez que conoce en primera instancia, se pedirá la restitución ante el tribunal
superior. Ahora, si no se interpone el recurso de apelación en contra de la
providencia que causó el despojo, puede el despojado solicitar la restitución ante
el tribunal superior, dentro del año siguiente al despojo.

3) INTERDICTO DE APEO O DESLINDE

En este interdicto solo se discute una cuestión posesoria de hecho, que se refiere
a la alteración de límites entre heredades vecinas, cuando se han removido las
cercas o mojones y se han puesto en lugar distinto del que tenían y se ha hecho
un nuevo lindero en lugar que no corresponde. Esto sucede mucho en la realidad
y nos damos cuenta que solo es aplicable a terrenos.

El objeto de este interdicto es regresar los linderos a donde corresponde, ya que el


apeo o deslinde, significa "alteración de linderos". Es importante hacer hincapié,
que es recomendable agotar primero la vía civil, para que con la sentencia
(favorable) obtenida en ella se acuda a la vía penal por el delito de alteración de
linderos, tipificado en el artículo 258 del Código Penal. Por su parte, el artículo 260
del Código Procesal Civil y Mercantil, hace referencia a los requisitos específicos
que debe contener la demanda del juicio sumario de interdicto de apeo o deslinde.

En cuanto a las pruebas, la que se practica comúnmente es el reconocimiento


judicial, pero no es necesario remedir el terreno, porque ello implicaría incluso
costos muy elevados. Esta prueba, se aplica de acuerdo a las reglas establecidas
en los artículos 261 segundo párrafo y 174 del Código Procesal Civil y Mercantil.
En caso de que la alteración fuese comprobada, se ordenará la restitución a cargo

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del que la hizo o hubiese ordenado quien será responsable de las costas del juicio
y de los daños y perjuicios, fijados prudencialmente por el juez, sin perjuicio
obviamente de las responsabilidades penales en que hubiese incurrido.

4) INTERDICTO DE OBRA NUEVA O PELIGROSA

Es interesante observar que al respecto se regulan dos clases de situaciones que


pueden dar origen al planteamiento de este interdicto. La obra puede ser nueva,
aunque no peligrosa pero susceptible de causar un daño; o bien puede ser no
necesariamente nueva, pero sí peligrosa. Por ello se diferencian ambos
supuestos, aun cuando en los dos se persigue fundamentalmente la suspensión
de la obra, primero de forma provisional y luego definitivamente.

4.1) OBRA NUEVA

La obra nueva que cause un daño público, produce acción popular que puede
ejercitarse judicialmente o bien ante la autoridad administrativa. Cuando la obra
nueva perjudica a un particular, sólo a él compete el derecho de proponer el
interdicto. El artículo 264 de la ley citada, contiene una norma equitativa, toda vez
que permite al juez, cuando lo estime justo, que ordene la suspensión inmediata
de la obra; pero también, no se perjudica al dueño, porque también se le faculta
para que la continúe si da garantía por las resultas del juicio y por los daños y
perjuicios que la obra pueda ocasionar. Contra lo resuelto por el juez en este caso,
no cabe recurso alguno. Un ejemplo de una obra nueva puede ser la construcción
de una carretera que ha falseado la tierra y que amenaza con ello la caída de una
vivienda que se ubica cerca de la misma.

Los efectos de la sentencia dictada en esta clase de interdicto, son los mismos
que para el caso de que la obra fuese peligrosa; es decir, el juez resuelve en ella
sobre la suspensión definitiva o la demolición de la obra y la condena en costas al
vencido. Si procede la suspensión definitiva, el juez debe ordenar la ejecución
inmediata del fallo; y si procede la demolición, debe fijarse un plazo para llevarse a
cabo a costa del demandado.

4.2) OBRA PELIGROSA

En esta situación, las consecuencias riesgosas de la obra hacen que el juez deba
actuar con prontitud. Al respecto el artículo 265 del cuerpo legal citado, establece
que si la obra es peligrosa, o la construcción por un mal estado pudiera causar
daño, o si existiesen árboles de donde pueda éste provenir, el juez debe dictar en
el acto las medidas de seguridad que juzgue necesarias o el derribo de la obra,
construcción o árbol, sin ulterior recurso.

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En este caso, el juez no debe esperar que se le solicite la diligencia de
reconocimiento judicial, debido a la situación especial de peligrosidad de la obra.
El artículo 267 del mismo cuerpo legal citado, establece que si es decretada la
suspensión y el propietario de la obra no concurre al reconocimiento judicial, el
juez hará la prevención al director o encargado de la obra y a falta de él, a los
operarios, para que en el acto suspendan los trabajos, so pena (bajo pena) de
castigarlos como desobedientes. En cualquier momento y a petición de parte, el
juez puede ordenar la demolición de lo construido en contra de la orden de
suspensión, a costa el infractor.

Como ejemplo de una obra peligrosa puede citarse una obra ya existente pero que
representa un peligro; por ejemplo, un muro que está inclinado y amenazando con
caer encima de una vivienda.

Para finalizar este análisis, debemos recordar que los efectos de la sentencia, en
la que el juez se pronuncia sobre la suspensión definitiva o la demolición de la
obra, son los mismos que para el caso de obra nueva.

TITULO III JUICIO SUMARIO CAPITULO I DISPOSICIONES GENERALES

ARTICULO 229. Materia del juicio sumario Se tramitarán en juicio sumario:

1º. Los asuntos de arrendamiento y de desocupación.

2º. La entrega de bienes muebles, que no sean dinero.

3º. La rescisión de contratos.

4º. La deducción de responsabilidad civil contra funcionarios y empleados


públicos. 5º. Los interdictos.

6º. Los que por disposición de la Ley o por convenio de las partes, deban seguirse

ARTICULO 233. Contestación de la demanda El término para contestar la


demanda es de tres días, en cuya oportunidad debe el demandado interponer las
excepciones perentorias que tuviere contra la pretensión del actor. Las
excepciones nacidas después de la contestación de la demanda, así como las
relativas a pago y compensación, se pueden proponer en cualquier instancia y
serán resueltas en sentencia.

ARTICULO 234. Prueba 15 Días, vista no más de 10 días, sentencia 5 días

ARTICULO 235. Recursos Cualquiera de las partes que interponga apelación


de una resolución que no sea la sentencia, incurrirá en el pago de las costas y
en una multa de veinticinco quetzales que le impondrá el Tribunal de Segunda
Instancia, si se confirma la resolución o se declara improcedente el recurso.

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CAPITULO VI INTERDICTOS SECCION PRIMERA DISPOSICIONES
GENERALES

ARTICULO 249. Naturaleza de los interdictos Los interdictos sólo proceden


respecto de bienes inmuebles y de ninguna manera afectan las cuestiones de
propiedad ni de posesión definitiva. En ellos no se resolverá cosa alguna sobre la
propiedad. Los interdictos son:

1º. De amparo de posesión o de tenencia;

2º. De despojo.

3º. De apeo y deslinde.

4º. De obra nueva o peligrosa.

No podrá rechazarse la demanda por la circunstancia de haberse denominado


equivocadamente el interdicto que legalmente procede, siempre que de los hechos
alegados y probados aparezca que se ha violado un derecho de posesión. En tal
caso, el juez resolverá de acuerdo con las normas del interdicto que proceda, para
restituir las cosas al estado anterior al hecho que motivó la demanda.

ARTICULO 250. Juicio posterior El que ha sido vencido en el juicio de propiedad o


en el plenario de posesión, no puede hacer uso de los interdictos, respecto de la
misma cosa. El vencido en cualquier interdicto puede, después, hacer uso del
juicio plenario de posesión, y una vez adquirida ésta, no se interrumpirá, aunque
se interponga demanda de propiedad, sino hasta la sentencia definitiva.

ARTICULO 251. Caducidad Las acciones interdictales solo podrán interponerse


dentro del año siguiente a la fecha en que ocurrió el hecho que las motiva. Si el
demandante no fuere el propietario, deberá citarse a éste, dándole audiencia. El
depositario, el administrador o cualquier persona que poseyere a nombre de otro,
puede pedir también que se le ampare en la tenencia o posesión.

ARTICULO 252. Medidas precautorias El juez podrá adoptar todas las medidas
precautorias que considere necesarias en vista de las circunstancias. SECCION
SEGUNDA AMPARO DE POSESION O DE TENENCIA

ARTICULO 253. Legitimación para demandar Procede este interdicto cuando el


que se halla en posesión o tenencia de un bien inmueble es perturbado en ella,
por actos que pongan de manifiesto la intención de despojarlo. El depositario, el
administrador o cualquier persona que poseyere a nombre de otro, puede pedir
también que se le ampare en la tenencia o posesión.

ARTICULO 254. Prueba y sentencia La prueba de la posesión o tenencia ha de


contraerse al hecho de la posesión actual. Si procediere la demanda, el juez
ordenará que se mantenga al demandante en la posesión o tenencia; condenará

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en las costas al perturbador y en daños y perjuicios, que fijará prudencialmente si
se hubiere ejercido violencia, sin perjuicio de las responsabilidades penales.

ARTICULO 254. Prueba y sentencia La prueba de la posesión o tenencia ha de


contraerse al hecho de la posesión actual. Si procediere la demanda, el juez
ordenará que se mantenga al demandante en la posesión o tenencia; condenará
en las costas al perturbador y en daños y perjuicios, que fijará prudencialmente si
se hubiere ejercido violencia, sin perjuicio de las responsabilidades penales.

SECCION TERCERA DESPOJO

ARTICULO 255. Procedencia del interdicto de despojo El que tenga la posesión o


la tenencia de un bien inmueble o de derecho real, que fuere desposeído, con
fuerza o sin ella, sin haber sido citado, oído y vencido en juicio, puede pedir la
restitución ante el juez respectivo, exponiendo el hecho del despojo, su posesión y
el nombre del despojador; y ofrecerá la prueba de los extremos de haber poseído
y dejado de poseer.

ARTICULO 256. Sentencia Si el demandado no se opusiere, o de la información


resultaren probados los extremos de la demanda, el juez ordenará la restitución,
condenando al despojador en las costas y a la devolución de frutos; y si hubiere
habido violencia se le condenará, además, al pago de daños y perjuicios, que el
juez fijará prudencialmente, quedando el demandado sujeto a las demás
responsabilidades a que hubiere dado lugar.

ARTICULO 257. Despojo judicial Procede también el interdicto de despojo cuando


el juez haya privado a alguno de su posesión, sin previa citación y audiencia. Si
las providencias que causaron el despojo hubieren sido dictadas por un juez que
conoce en Primera Instancia, se pedirá la restitución ante el Tribunal Superior. Si
no se hubiere interpuesto el recurso de apelación contra la providencia que causó
el despojo, puede el despojado solicitar la restitución ante el Tribunal Superior,
dentro del año siguiente al despojo. Al efecto, se pedirán los autos al inferior, para
que los remita con su informe dentro de segundo día; y la demanda se tramitará
como en Primera Instancia, con intervención del Ministerio Público. Si se hubiere
interpuesto el recurso de apelación en contra de las resoluciones que causen el
despojo, no podrá usarse de la reclamación indicada en el párrafo anterior.

ARTICULO 258. Responsabilidades en el despojo judicial El juez despojante será


condenado en las costas y a la reparación de los daños y perjuicios que se
hubiesen causado, estimados prudencialmente por el Tribunal; siendo, además,
responsables en el orden penal. Si no se probare el despojo judicial, el que
interpuso la reclamación pagará las costas y sufrirá una multa de cincuenta
quetzales que se le impondrán en la sentencia respectiva.

SECCION CUARTA APEO O DESLINDE

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ARTICULO 259. Procedencia Procede este interdicto cuando haya habido
alteración de limites entre heredades, removiendo las cercas o mojones y
poniéndolos en lugar distinto del que tenían, haciéndose nuevo lindero en lugar
que no le corresponde.

ARTICULO 260. Contenido de la demanda En la demanda debe expresarse:

1º. El nombre, jurisdicción, linderos y situación de la finca.

2º. La parte o partes en que ha sido alterado el lindero.

3º. El nombre de quien o quienes han hecho la alteración, si se supiere; y los


nombres de los colindantes que puedan tener interés en el apeo.

4º. El lugar en que se pretenda que deban colocarse los mojones, vallas o cercas,
debiéndose acompañar los títulos y demás documentos que sirvan para la
diligencia.

ARTICULO 261. Pruebas Las pruebas se limitarán a establecer si ha habido


alteración de limites o mojones y quién la hizo o mandó se hiciera. El juez
practicará reconocimiento judicial, conforme a las normas del articulo 174.
Discernido que sea el cargo a los peritos, se señalará día para practicar la
diligencia, previniendo a los interesados y a los colindantes que presenten en ella
sus respectivas pruebas. De la diligencia se levantará acta en la que se describirá
todo lo practicado, incluyendo el dictamen de los peritos, la cual será firmada por
todos los que hubieren estado presentes, si pudieren hacerlo.

ARTICULO 262. Sentencia Si la alteración fuere comprobada, se ordenará la


restitución a cargo del que la hizo o la hubiere ordenado, quien será responsable
de las costas del juicio y de los daños y perjuicios, fijados prudencialmente por el
juez, y quedará sujeto además a las responsabilidades penales consiguientes.

SECCION QUINTA OBRA NUEVA Y OBRA PELIGROSA

ARTICULO 263. Obra nueva La obra nueva que causa un daño público, produce
acción popular, que puede ejercitarse judicialmente o ante la autoridad
administrativa. Cuando la obra nueva perjudica a un particular, sólo a este
compete el derecho de proponer el interdicto. La persona que tenga derecho al
agua como fuerza motriz, puede denunciar la obra nueva, cuando por ella se
embarace el curso o se disminuya el volumen o la fuerza del agua cuyo disfrute le
corresponda.

ARTICULO 264. Suspensión de la obra Si el juez lo estimare justo, podrá acordar


la suspensión inmediata de la obra, pero el dueño de ella quedará facultado para
continuarla si diere garantía por las resultas del juicio y por los daños y perjuicios.
El juez, sin embargo, le permitirá las obras que sean absolutamente

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indispensables para la conservación de lo edificado. Contra esta resolución no
cabrá recurso alguno.

ARTICULO 265. Obra peligrosa Si la obra fuere peligrosa, o la construcción por su


mal estado pudiera causar daño, o si existieren árboles de donde puede éste
provenir, el juez dictará en el acto las medidas de seguridad que juzgare
necesarias o el derribo de la obra, construcción o árbol, sin ulterior recurso.

ARTICULO 266. Reconocimiento judicial Al darle trámite a la demanda, el juez


ordenará el reconocimiento judicial de la obra, señalando día y hora para el efecto.
El juez podrá practicar inmediatamente el reconocimiento, según las
circunstancias, sin necesidad de notificación previa a la otra parte.

ARTICULO 267. Efectos de la suspensión Si fuere decretada la suspensión y el


propietario de la obra no concurriere al reconocimiento judicial, el juez hará la
prevención al director o encargado de la obra y, a falta de el, a los operarios, para
que en el acto suspendan los trabajos, so pena de castigarlos como
desobedientes. En el acta respectiva se detallará el estado en que se halle la obra
en el momento de la suspensión. En cualquier momento y a petición de parte, el
juez podrá ordenar la demolición de lo construido en contra de la orden de
suspensión, a costa del infractor.

ARTICULO 268. Sentencia En la sentencia, el juez resolverá sobre la procedencia


de la suspensión definitiva o de la demolición de la obra, condenando en costas al
vencido. Si procediere la suspensión definitiva, se ordenará la ejecución inmediata
del fallo; y si procediere la demolición de la obra se fijará término para llevarla a
cabo a costa del demandado

12
CONCLUSIONES

Fundamentalmente la posesión consiste en una situación o estado de hecho de la


cual derivan consecuencias jurídicas que, de ordinario, vienen a proteger en
mayor o menor medida esa situación. Si se emplea la palabra posesión en su
sentido más amplio, puede decirse que posee aquel que de hecho actúa como
titular de un derecho o atributo en el sentido de que, sea o no sea el verdadero
titular, goza de las ventajas y soporta los deberes que normalmente corresponde
gozar y soportar al titular del respectivo derecho o atributo.
Referente a la propiedad podemos comentar que es el poder directo o inmediato
sobre un objeto o bien, por la que se atribuye a su titular la capacidad de disponer
del mismo, sin más limitaciones que las que imponga la Ley.
En cuanto al Interdicto debemos tener presente que es el procedimiento especial
mediante el cual el poseedor de un bien o de un derecho, solicita al Estado se le
proteja su derecho posesorio ante un despojo, una perturbación o el daño posible
ante una obra nueva o vieja que le perjudique, ya tal fin se tomen las medidas
precautelativas necesarias.

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RECOMENDACIONES

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BIBLIOGRAFÍA
Aguirre Godoy, Mario. Derecho Procesal Civil de Guatemala. Tomo II.
Constitución Política de la República de Guatemala.
Código Procesal Civil y Mercantil de Guatemala. Decreto-Ley Número 107.
Código Civil de Guatemala. Decreto-Ley Número 106.

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