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Fecha: 25 de agosto de 2019

Título del Sermón: El don de hablar

Versículo Bíblico: Salmos 8:1~9

Sal 8:1~9 ¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la

tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos; 2 De la boca de los niños y de los que

maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al

enemigo y al vengativo. 3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las

estrellas que tú formaste, 4 Digo: ¿ Qué es el hombre, para que tengas de él

memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? 5 Le has hecho poco menor

que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. 6 Le hiciste señorear sobre

las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 7 Ovejas y bueyes,

todo ello, Y asimismo las bestias del campo, 8 Las aves de los cielos y los peces

del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar. 9 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Los humanos podemos hablar porque somos imagen y semejanza de Dios. Los

animales no pueden hablar, solo los humanos podemos hacerlo. No obstante, la

mayoría de las personas no saben lo importante que es hablar. En el habla hay

un gran poder creativo. Por medio del habla, se manifiestan los milagros de

creación y se experimentan grandes cambios.

Si vemos en la Biblia, Dios creó los cielos y la tierra por medio del hablar. El

primer día, Dios dijo: “Sea la luz”, y fue así. El segundo día: “Haya expansión en

medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. Y llamó Dios a la expansión

Cielos”, y fue así. El tercer día, dijo: “Júntense las aguas que están debajo de los

cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la


reunión de las aguas llamó Mares. Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé

semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él,

sobre la tierra”, y fue así. El cuarto día, Dios dijo: “Sea el sol, la luna y las

estrellas”, y fue así. El quinto día, dijo: “Produzcan las aguas seres vivientes, y

aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos”, y fue así.

El sexto día: “Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y

serpientes y animales de la tierra según su especie”, y fue así. Y creó Dios al

hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”, y fue

así. De esta manera, vemos que lo que Dios dice tiene poder de creación.

1. El poder perdido del hablar

Dios dio poder creativo y autoridad en el habla humana. En Génesis vemos que

el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, es decir, que el hombre

fue creado como un representante de Dios. El propósito de la creación del

hombre es para cuidar y gobernar, en nombre de Dios, sobre su creación.

Por lo tanto, los seres humanos fuimos creados como seres sobre toda la

creación, y las palabras humanas, es decir, el habla, tiene poder creativo y

autoridad. Por ejemplo, cuando los animales creados por Dios pasaban junto a

Adán y Eva, Adán les ponía nombres, y esos nombres se convirtieron en los

nombres de los animales. Del mismo modo, antes de que el hombre cayera en

pecado, podía ejercer el poder de autoridad de Dios, y las palabras de su boca,

su hablar, tenían poder.

Adán y Eva estaban viviendo una vida agradable y feliz con Dios, conversando

directamente con él, en el Jardín del Edén. Un día, una serpiente se le acercó a

Eva y habló con ella. Eva habló con el diablo en forma de serpiente, fue
persuadida por la tentación del diablo, y tanto Adán como Eva comieron el fruto

del árbol de la ciencia del bien y del mal. Ellos fueron juzgados por Dios, sus

almas murieron, y fueron expulsados del Edén. El hombre murió a causa del

pecado, y las hermosas palabras del alma murieron con la muerte interior de

Adán y Eva.

Cuando fueron expulsados del Edén, la gran “autoridad de hablar” de Dios murió

en ellos. Como resultado, los humanos perdimos el habla de la cuarta dimensión,

y solo podemos hablar palabras de la 1era, 2da, y 3ra dimensión. Hemos perdido

todas las palabras del mundo de la cuarta dimensión. Inclusive, las palabras de

los humanos fueron confundidos haciéndonos incapaces de entenderlos.

Si vemos en Génesis 11, originalmente la tierra tenía una sola lengua y unas

mismas palabras. Las personas dijeron: “Edifiquemos una torre cuya cúspide

llegue al cielo”, querían ser más que Dios, pero Dios dispersó el lenguaje humano.

Es por eso que los seres humanos empezaron a juntarse de acuerdo a su habla,

se formaron etnias, y hasta aparecieron diferentes culturas. El lenguaje entre los

seres humanos también ha cambiado, hiriéndose mutuamente con palabras

negativas llenas de resentimientos, quejas y culpa.

En Génesis 3:12, dice:

Ge 3:12 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio

del árbol, y yo comí.

Adán y Eva empezaron a culparse mutuamente. El lenguaje dado por Dios ya no

era un lenguaje positivo sino se convirtió en un lenguaje de condenación,

resentimiento, queja, crítica y muerte.

2. Una nueva criatura y un nuevo lenguaje


En Efesios 2:1, dice:

Ef 2:1 1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos

y pecados.

Jesús vino a salvarnos, abriendo el camino de la comunión con la cuarta

dimensión, para todos los que hemos muerto en nuestros delitos y pecados. En

2Corintios 5:17, dice:

2Co 5:17 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas

viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Jesús murió en la cruz y resucitó en nuestro nombre, convirtiéndonos en nuevas

criaturas en Cristo.

Por lo tanto, ahora tenemos que usar un nuevo lenguaje, un nuevo habla, como

una nueva creación que somos. No es de extrañar que las nuevas creaciones

usen nuevas palabras. Las nuevas palabras que usamos es la apertura de un

mundo de la cuarta dimensión. Dado que el Espíritu Santo es la fuente de la

cuarta dimensión, cuando creemos en Jesús y recibimos al Espíritu Santo, el

Espíritu Santo se convierte en la principal autoridad de nuestras vidas.

Hermano/a, cuando el Espíritu Santo está con nosotros, se crea un “poder” en

nuestras palabras, en nuestro hablar.

Si una persona va por un camino y ve una montaña y dice: “Sería bueno que se

quitara esta montaña y se abra una ruta”, al decir eso, la montaña no se mueve

y ni tampoco se hace un camino, porque sus palabras no tienen poder. En

cambio, si un rey o presidente pasara y dijera: “Sería genial sacar esta montaña

y abrir un camino”, automáticamente empieza la obra, y la montaña es removida

y se abre un camino en ese lugar. Por lo tanto, cuando una persona con autoridad
habla, el entorno cambia y empieza la obra de la creación.

De igual forma, las palabras de nuestros labios tienen ese poder y autoridad. Si

tenemos sueños en nuestros corazones, creemos que Dios nos hará realidad, y

proclamamos por nuestros labios, el Espíritu Santo obrará para que se haga

realidad. Jesús dijo en San Marcos 11:23, así:

Mr 11:23 23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte:

Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será

hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

Hay momentos en que nos encontramos con muchos y grandes problemas en la

vida. En esas circunstancias, nosotros debemos reprender con autoridad y poder

todos los problemas. Asuntos personales, familiares, de la vida cotidiana, todo

tipo de asuntos, digamos: “En el nombre de Jesús, te reprendo”. Si ordenamos

de esta manera y oramos intensamente, los problemas se desvanecerán.

Si no lo ha hecho hasta ahora, pruébelo. Si Ud. reprende, ordena y ora

fuertemente, los problemas tantos pequeños como grandes, serán totalmente

removidos.

Ud. debe saber que hay un gran poder en sus palabras, en su hablar. Por lo tanto,

no deje sus sueños solo en sus pensamientos, sino dígalo, expréselo en palabras.

Si los sueños solo están en el pensamiento, desaparecerán. No obstante, si se

expresa y proclama por los labios, sale una confesión y se convierte en una

energía que cambia la vida.

La diferencia entre nosotros y los inconversos es que nosotros tenemos una

identidad de la cuarta dimensión. Nosotros recibimos a Jesús como nuestro

Salvador, por lo que nuestro hombre interior es transformado y convertido en una


persona espiritual de la cuarta dimensión. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia

está en el poder de las palabras, en el habla. Si Ud. no es una persona espiritual

no tiene poder en su habla, pero si es espiritual hay poder creativo en sus

palabras.

Ud. y yo, antes de creer en Jesús, eramos personas espiritualmente muertas.

Sin embargo, cuando creímos en Jesús, el Espíritu Santo nos dio vida, y nos

convertimos en una persona espiritual de la cuarta dimensión, teniendo poder

creativo en cada uno de nosotros. No obstante, muchos creyentes no lo saben.

Aunque tenemos poder creativo, nosotros tenemos miedo y temblamos.

Necesitamos saber que el poder de Dios está en nosotros, por lo tanto, no nos

debemos menospreciar a nosotros mismos. Ya no debemos vivir atados al

mundo material de la tercera dimensión, sino vivir como personas espirituales de

la cuarta dimensión.

Padres, bendigan la vida de sus hijos, díganles elogios: “Has hecho muy bien.

Eres fenomenal. Eres genial. Buen trabajo”. Si bendecimos y elogiamos de esta

manera, como nuestras palabras tienen autoridad, será como decimos. Si

estamos con dolores, reprendámoslo en el nombre de Jesús. El mundo

tridimensional cambia de acuerdo a lo que nosotros decimos en la cuarta

dimensión.

3. Autoridad y palabras dadas por el Espíritu Santo

En la Palabra de hoy vemos que Dios gobierna las cosas que él ha hecho. En el

libro de Salmos 8:4~6, dice:

Sal 8:4~6 4 Digo: ¿ Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo

del hombre, para que lo visites? 5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y
lo coronaste de gloria y de honra. 6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus

manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies

El Salmos 8 describe al hombre como “un rey sobre todas las cosas”. Pero

debido a que Jesús vino a cumplir las palabras como el último Adán, nosotros en

él tenemos un gran poder para gobernar el mundo material de la tercera

dimensión. Dios dijo: “Gobernaré y reinaré sobre toda vida de la tierra”. Los cielos

y la tierra han sido creados por Dios, y debe ser gobernado bajo su voluntad. No

dejemos que nuestra vidas sean hojas marchitas, sino hagamos que sea un

hermoso jardín.

¿ Cómo podemos gobernar el entorno y generar cambios? Esto no se puede

lograr con el poder humano. Para obtener cambios y nueva creación en nuestras

vidas, debemos usar las palabras, es decir, el habla y el poder del Espíritu Santo.

Una vez fui a Malasia, un estado islámico, a dirigir una campaña de

evangelización. Nuestro equipo estaba preparando y ultimando detalles, pero

nadie había pronosticado lluvia. Cuando empieza la temporada de lluvia en

Malasia, llueve todo y todos los días. Llegamos a Penang, Malasia, y seguía

lloviendo.

La lluvia era tan fuerte que no se veía el camino del aeropuerto al hotel, y el

pastor que iba manejando estaba muy preocupado, y me dijo: “Pastor Cho, aquí

estamos en temporada de monzón, por lo que ha estado lloviendo todos los días

durante los últimos dos meses. El problema es que la campaña de

evangelización se hará en un estadio abierto y sin techo, y será la primera en

toda la historia de Penang. Además, nosotros hicimos mucha propaganda

diciendo que es ´Campaña de Milagros´, y los musulmanes están esperando


para ver si realmente ocurren milagros”.

Llegamos al hotel, yo empecé a desempacar, y oré durante toda la noche.

También estaba preocupado por la lluvia, pues había estado lloviendo durante

dos meses, todos los días, y no había forma que parara. Tan pronto como

desperté, abrí las ventanas y vi un cielo azul claro. Los turistas se quedaron con

nosotros disfrutando del buen clima. Sin embargo, cuando llegó el momento de

la campaña se volvió a nublarse. Nos dirigimos todos al estadio, para empezar

con la Campaña de Milagros, empezaron a caer grandes gotas de lluvia

nuevamente, y luego se convirtió en una lluvia torrencial. Para el colmo, cuando

el auto llegó al estadio, traté de bajarme rápidamente y me golpeé la cabeza

contra la puerta del auto. Más de 7.000 personas se reunieron bajo el techo para

no mojarse, pero aún así se mojaron porque la lluvia era intensa. Yo estaba muy

preocupado porque sabía que todas esas personas se irían, y volverían a adorar

a sus dioses porque no vieron ningún milagro.

Yo le dije al pastor Houston, quien estaba a mi lado: “Pastor, yo siempre hablé y

prediqué sobre nuestro buen Dios, pero hoy, la verdad no sé si es tan bueno”. Ni

bien dije eso, el Espíritu Santo me habló fuertemente y me dijo: “Pastor Cho, esta

lluvia no es enviada por Dios, sino lo está haciendo el diablo, por lo que es

momento que lo reprendas”. En ese mismo instante y lugar, empecé a reprender

al diablo y sus huestes malignas diciendo: “¡En el nombre de Jesús de Nazaret,

en este mismo momento, te ato diablo inmundo y a todos tus demonios, y te

ordeno que te vayas de este lugar!”. Sin embargo, la lluvia seguía. Yo me sujeté

y aferré en la Palabra de Dios y volví a orar, y comencé a reprender unos 30

minutos sujeto en San Mateo 16:19, que dice:


Mt 16:19 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en

la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será

desatado en los cielos.

Y sorprendentemente, en ese instante, así como el viento se detuvo en el mar

de Galilea, esa lluvia torrencial paró, y el estadio mojado se secó.

En esa campaña de evangelización, la gracia de Dios se manifestó grandemente,

y el 1er día, alrededor de 1.000 personas se arrepintieron y se entregaron al

Señor.

Hermano/a, si usamos el poder del Espíritu Santo, los milagros se manifestarán

también hoy. Cuando el Espíritu Santo obra, hay nuevos cambios y nueva

creación.

Dios creó los cielos y la tierra por medio de su palabra. Jesús sanó enfermos y

perdonó a los pecadores, transformó maldiciones en bendiciones, y resucitó a

los muertos por su palabra.

Hace mucho tiempo, cuando fui a Bangkok y Singapur, había estado con un

misionero y su testimonio fue increíble. El misionero había ido hasta Bangkok

para una cruzada y mientras estaba durmiendo por la noche, el lado izquierdo

de su cuerpo se paralizó repentinamente. Durante toda la noche oramos, y le

masajeamos, pero aún así no pudo recuperarse, por lo que tuvo muchos

inconvenientes durante toda la cruzada. Luego de terminar todo, fue a su país y

tuvo que someterse a un examen. El resultado fue que uno de sus nervios

estaban mal, y le ocasionó la parálisis, pero el gran problema era que no había

cura.

Este misionero completamente decepcionado tuvo que regresar a su casa, pero


durante el trayecto en su auto, tocó accidentalmente un cassette. Antes no había

como hoy discos compactos, por lo que los sermones estaban grabados en

cintas de cassette. Un cassette de mi sermón estaba allí. El misionero, puso el

cassette y escuchó mi sermón y oración por los enfermos. Justamente ese día

había orado por las personas con problemas en los nervios y parálisis en el

cuerpo de esta forma: “Hoy, en este lugar, hay una persona que tiene problemas

en la parte de los nervios, y está con parálisis corporal”.

Sin embargo, tan pronto como escuchó eso, el corazón del misionero se le

calentó y le corrió una corriente eléctrica por su cuello, y la parte paralizada

empezó a ser normal.

Yo me sorprendí al escuchar el testimonio del misionero, pues el poder de la

Palabra de Dios es poderosa. Ese sermón estaba grabado en un cassette, pero

estaba cargado del poder de Dios.

Por lo tanto, creamos el poder de la Palabra de Dios y proclamemos por medio

de nuestros labios, de esa forma, el Espíritu Santo obrará de acuerdo a nuestra

confesión, haciendo grandes cambios y nueva creación en nuestras vidas.

De ahora en adelante, al hablar, hablemos con poder, y que sea el poder del

Espíritu Santo. Cuando usamos la autoridad que el Señor nos dio, todos los

problemas serán resueltos, pues el poder de Jesús se manifiesta.

Cuando las olas del mar de Galilea estaban a punto de hundir la barca, Jesús

reprendió con autoridad y poder a los vientos y a las olas diciendo: “Calla,

enmudece”, e inmediatamente cesaron, y se hizo grande bonanza.

También vemos que Jesús se puso frente a la tumba de Lázaro y dijo con

autoridad: “¡Sal fuera, Lázaro! Luego de estar 4 días muerto, Lázaro se levantó
y salió.

Si nosotros no conocemos la autoridad que Dios nos ha dado, no la vamos a

poder utilizar y menos tener una vida victoriosa. No obstante, ahora que sabemos,

tenemos que reprender y ordenar de manera justa. Si conocemos el poder que

Dios nos ha dado, podemos reprender con valentía al diablo diciendo: “En el

nombre de Jesús de Nazaret, te ato y te echo fuera”. Incluso, cuando estamos

enfermos tenemos que decir: “En el nombre de Jesús de Nazaret, todo espíritu

inmundo de enfermedad, ato y echo fuera”.

Desde hoy en adelante, cada día, vivamos proclamando el quíntuple evangelio.

Nuestros pecados ya son perdonados, y están borrados. Nuestras

enfermedades, ya son sanadas. Somos libres de toda maldición y muerte. De

esa forma, el Espíritu Santo obrará a través de nuestras palabras y habrán

cambios sorprendentes y victoria en nosotros.

Oremos: Amado Padre Celestial, ayúdanos a creer y confiar en ti y en tu

poderosa Palabra. Todas las cargas pesadas sean retiradas hoy de nuestras

vidas. Que nuestros problemas desaparezcan, y que tus grandes

bendiciones sean derramadas en nosotros, en nuestro país y en el mundo.

Creemos que la confesión y proclamación de nuestros labios se harán

realidad. Ayúdanos a vivir una vida positiva y creativa. Todo esto te lo

pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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