Está en la página 1de 1

VIVIR peligrosamente es vivir. Si no vives peligrosamente, no vives.

La vida sólo florece


cuando hay peligro. La vida no florece en la seguridad; sólo florece en la inseguridad.

Cuando te digo vive peligrosamente, no me


refiero al riesgo físico sino al psicológico y,
finalmente, al riesgo espiritual. La religiosidad es un riesgo
espiritual. Nos lleva a tanta altura que tal vez no podamos regresar. Ése es el significado del
término anagamin de Buda: aquel que nunca regresa. Es llegar muy alto, a un lugar sin retorno...
después simplemente te pierdes. No regresas jamás.

También podría gustarte