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Sarampión
Sarampión
El período de incubación del sarampión suele durar de 4 a 12 días, durante los cuales
no hay síntomas. Las personas infectadas siguen siendo contagiosas desde la
aparición de los primeros síntomas hasta los 3 a 5 días posteriores a la aparición del
sarpullido.
Índice
1 Etiología
2 Patogenia
3 Cuadro clínico
4 Diagnóstico y tratamiento
5 Transmisión
6 Complicaciones
7 Inmunización y salud pública
8 Erradicación mundial y resurgimiento
8.1 Controversia con grupos antivacunas
9 Referencias
Etiología
Symbol question.svg Sarampión
Measles virus.JPG
Virus del sarampión
Clasificación de los virus
Dominio: Acytota
Grupo: V (Virus ARN monocatenario negativo)
Reino: Riboviria
Filo: Negarnaviricota
Subfilo: Haploviricotina
Clase: Monjiviricetes
Orden: Mononegavirales
Familia: Paramyxoviridae
Género: Morbillivirus
Especie: Virus del sarampión
[editar datos en Wikidata]
El ser humano es el único huésped del virus del sarampión, un virus de alrededor de
120-140 nanómetros con un ARN monocatenario, miembro de la familia de los
paramixovirus (género Morbillivirus). En la superficie del virus del sarampión se
encuentran dos glicoproteínas: la hemaglutinina o proteína H y la proteína de fusión
o proteína F, formando una matriz de proteínas superficiales. Las proteínas H y F son
las proteínas responsables de la fusión del virus con la célula huésped y la inclusión
dentro de este. Los receptores de la célula humana son el CD150 o SLAM y en menor
medida el CD46. La vacuna produce en el individuo anticuerpos dirigidos contra las
proteínas de la superficie del virus del sarampión, en particular, contra la proteína
H.2
Patogenia
La transmisión del virus del sarampión ocurre por contacto directo o por gotitas
infectadas provenientes de alguien enfermo, quien permanece infeccioso tres a cinco
días antes de la aparición de las erupciones hasta cuatro días después. El virus
penetra en las células epiteliales de la mucosa de las vías respiratorias altas, como la
orofaringe o, con menos frecuencia en la conjuntiva de los ojos. El virus llega al tejido
linfoide y reticuloendotelial local en menos de 48 horas: amígdalas, adenoides, timo,
bazo, etcétera y al resto de las vías respiratorias altas, donde se reproduce
originando una viremia inicial asintomática durante los primeros 4 días del contagio.
Esto es por lo general acompañada de una breve aparición del virus en la sangre.
Después de unos 5-7 días hay una segunda viremia, con la consiguiente infección de
la piel y las vías respiratorias. Al décimo día del contagio se inicia la respuesta inmune
del huésped y la producción del interferón, que disminuyen progresivamente la
viremia, y aparece la erupción con el exantema característico y otros síntomas, como
tos y bronquitis aguda, que definen el período exantemático de la enfermedad.[cita
requerida]
El organismo se defiende sobre todo con una inmunidad de tipo celular: los linfocitos
T citotóxicos y las células asesinas naturales. Los pacientes con inmunidad reducida,
sobre la base de un debilitamiento de esta parte del sistema inmune, tienen un alto
riesgo de infección por sarampión grave. Sin embargo, se ha demostrado que un
sistema inmune debilitado, que abarca el área del sistema inmune humoral y no el
celular, no conduce a un mayor riesgo de enfermedad. Con el inicio de las
erupciones, aparecen anticuerpos, primero de la clase IgM y posteriormente de la
clase IgG.[cita requerida]
Cuadro clínico
Otro síntoma es el exantema, que aparece tres o cuatro días después de comenzar la
fiebre. Se trata de una erupción cutánea de color rojizo que desaparece al presionar
con el dedo. El característico exantema del sarampión se describe como una erupción
generalizada, maculopapular, que comienza 2-3 días después de la aparición de la
fiebre y de la sintomatología catarral. Aparece primero detrás de las orejas, se
extiende luego progresivamente a la frente, mejillas, cuello, pecho, espalda,
extremidades superiores, abdomen y, por último, a las extremidades inferiores, por
lo que se dice que el brote sigue una dirección de cabeza a pies, con discreto picor. Al
tercer día, el brote palidece; al cuarto, se vuelve de color pardusco, ya no se borra
con la presión y la piel tiende a descamarse; desaparece en el mismo orden que
apareció. Por esa razón, se suele decir que el sarpullido se "mancha", cambiando de
color de rojo a café oscuro, antes de desaparecer.[cita requerida]
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico clínico de sarampión requiere una historia de fiebre de por lo menos
tres días consecutivos con al menos uno de los otros tres síntomas. La observación de
las manchas de Koplik es también diagnóstica de sarampión.[cita requerida]
Alternativamente, el diagnóstico del sarampión por vía de laboratorio se puede hacer
mediante la confirmación de anticuerpos para el sarampión IgM, o el aislamiento del
RNA del virus del sarampión desde especímenes respiratorios. En casos de infección
de sarampión después de una falla de la vacuna secundaria, los anticuerpos IgM
podrían no estar presentes. En esos casos la confirmación serológica puede ser hecha
mostrando aumentos en el anticuerpo IgG por Inmunoensayo enzimático o fijación
de complemento.[cita requerida]
Contacto positivo con otros pacientes que se sabe tienen sarampión aumenta la
evidencia epidemiológica al diagnóstico.[cita requerida]
Transmisión
El sarampión es un virus de transmisión aérea altamente contagioso, el cual se
propaga primordialmente a través del sistema respiratorio. El virus es transmitido en
secreciones respiratorias, y puede ser pasado de persona a persona vía gotitas de
saliva (gotas de Flügge)8 que contienen partículas del virus, como las producidas por
un paciente con tos. Una vez que la transmisión ocurre, el virus infecta las células
epiteliales de su nuevo huésped, y pueden replicarse en el tracto urinario, el sistema
linfático, la conjuntiva, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central.9
Complicaciones
Células infectadas por el virus del sarampión
Las complicaciones con el sarampión son relativamente comunes, que van desde la
habitual y poco grave diarrea, a la neumonía, encefalitis, ulceración córnea que
llevan a abrasión córnea.10 Las complicaciones son generalmente más severas en los
adultos que se contagian por el virus.
En los países desarrollados, la mayor parte de los niños están inmunizados contra el
sarampión a la edad de 12 meses, generalmente como parte de la vacuna triplevírica
SPR (sarampión, paperas y rubéola). La vacunación no se aplica antes ya que los niños
menores de 12 meses retienen inmunoglobulinas anti-sarampiónicas (anticuerpos)
trasmitidos de la madre durante el embarazo. Un refuerzo de la vacuna se debe
recibir entre los cuatro y los cinco años. Las tasas de vacunación han sido
suficientemente altas para hacer al sarampión relativamente poco común. Incluso un
solo caso en un dormitorio universitario, o escenario similar, genera un programa
local de vacunación, en caso de que cualquiera de las personas expuestas no sean
inmunes.[cita requerida]
En agosto del 2018, en Ecuador, tras más de ocho años de haber erradicado el
sarampión vernáculo en el país, reaparecelió con 19 casos, todos ellos importados
por inmigrantes.25
Aunque las organizaciones más pequeñas han propuesto una erradicación global del
sarampión, de las paperas y de la rubéola,26 aún no hay planes serios, al menos,
hasta la erradicación mundial de la poliomielitis.[cita requerida]
Los cinco países con más casos en contra de la vacunación del sarampión entre el
2010 y el 2017 han sido: Estados Unidos, con una cifra de 2 593 000 personas; 608
000, en Francia; Reino Unido, con 527 000 personas; Argentina, con 438 000, e Italia,
con 435 000 personas.[cita requerida]