En la brevedad de los días, mi distracción me disponía a la casualidad de
encontrar el contenido compartido por una persona ajena a mi… Alguien que en realidad no tenía yo idea de quien fuera, ni mucho menos pensaba yo en conocerle cuando escuchaba sobre aquella, por demás me hubiese sido muy difícil darme cuenta de quien estaba detrás de esa pantalla, aquel perfil social de internet tan inocente aparentemente pero con un misterio que no me inspiraba ni interesaba. Dicen algunas personas que las casualidades no existen, se basarán en el por qué de un todo; mas debo decir yo, que parece ser una verdadera casualidad el haber conocido una persona que más que agradable, resulta mostrar una calidad de ser que no vas encontrando por ahí, (todo por yo ser fiel amigo de su ex pareja), sino que es de lo que menos esperas encontrar en medio de las tinieblas mundanas. Se trata de una persona, una chica que me ha ocupado un gran lugar dentro de mis pensamientos al despertar y antes de dormir, un encanto es transmitido por su calor humano y su maravillosa educación me dejan una sonrisa al conocerle y tener el gran privilegio de poder abrazarle, mirar a sus ojos y pensar en una posibilidad de acompañarnos por la vida fabricando un fuerte lazo entre nuestras almas, los mundos oceánicos dentro de cada uno de nosotros que nos hacen como somos y tanto dudar como ignorar de nuestro alrededor. La relatividad, decía el científico judío Einstein, se encuentra en lo absoluto, es decir, en todo, y ante alguien de análisis banal, ese es el caso de las decisiones en pro de su bienestar y goce personal con la amistad contrastando con su educación y nubloso código moral… Pero para mí se trata de la expresión de la necesidad de cariño en medio de la confianza, la concepción diferente a lo común de lo que es una amistad distinguible, donde los lazos no se tratan de solo confiar, querer, compartir, acompañar y apoyar, sino que más que eso, es el compartir el placer, los caprichos dentro de la necesidad del calor que podemos saber que obtendremos de alguien que no nos juzgará irracionalmente y sin consideración, y aparte de disfrutar de nuestra mano, nos mostrará lealtad y apoyo sincero. Si, realmente siento que me he aferrado a esta maravillosa chica, aunque a veces me lleguen los celos hasta el corazón, sé que esta fantástica persona no me fallaría o por lo menos no intencionalmente… Aunque apenas pasamos por una curiosa y confiada amistad, debo decir que me ha hecho sentir no solo mucho mejor conmigo mismo, sino el cariño que nunca había recibido yo de alguien que se, en algún día podría llegar a amar; más no la quiero yo solo por como me hace sentir, sino por el ser que es… Es una bella chica, un bello ser humano… Una luz en medio de toda la muchedumbre. Cuando estamos juntos quiero acariciar sus mejillas, deseo tomar su mano y besarla; cuanto daría yo por poder compartir en efecto, el calor muy casual que ha de llegar, cuando se presenta un abrazo o cuando las manos alcanzan lo que es lejano e imposible para muchos… Yo he de gozar de su presencia, su voz, su compañía, sus miradas me hacen suspirar y cuando me siento junto a ella, en su regazo deseo descansar. Entre sus senos he alucinado respirar y sobre mis piernas he imaginado a la bella chica abrazar… Deseo ver cada luna llena, cada lluvia de estrellas, contar nuestras historias más curiosas y novedosas hasta las más penosas y guardadas en la catacumba del recuerdo personal. Bajo el ropaje de la naturaleza hasta el de una cálida habitación deseo descansar junto a ella y sin mesura voy a decir que gracias a lo que sea, esta chica no es mi súcubo de lejos, pero por lo menos me hace abrir los ojos ante el cansancio de la fría soledad. “Ah caray”, dice mi bella Payita, una expresión mañosa, pero una maña característicamente encantadora que leo o escucho cuando expreso mis deseos o cuento las anécdotas más penosas… Son dos palabras que recuerdo con su voz cada vez que imagino una conversación sobre lo que siento… Su sensualidad me encanta, pero por si alguien lee esto y sabe de mi pensamiento, pues lo aclararé a continuación. Es claramente diferenciable lo que es atracción respecto al gusto, pero entonces creo que para ti, Payita, ya ha quedado eso claro y pues no veo necesario repetirlo todo en este escrito; pues digo yo que para cualquiera lo óptimo ante todo sería que se provocaran las dos cosas, ojalá fuera mutuo, pero aunque este no es el caso ni se si algún día llegue a ser mutuo tal gusto, debo decir que contigo, tu ser, encuentro la tranquilidad y más que eso, puedo sentirme feliz aunque a veces no parezca estando junto a ti. Mi amigo puertoriqueño no deja de decirme que bueno, hay que disfrutar, pasarlo bien y buscar siempre ante todo el sentirse bien aunque no sea esto pilar del camino de la vida, pero más que todo me dice “ojalá dejes mucha descendencia en Puerto Rico, podría ser padrino de todos y sería más europeo Puerto Rico que Texas y California juntos jaja” Pues de hecho bien es sabido que yo prefiero la pureza racial… Aún así no planeo tener hijos, pero pues si las decisiones mal tomadas como las bien tomadas me hicieran cometer la locura de hacer familia contigo, jamás daría la espalda… Esto no es una propuesta, no te vayas a asustar, pero estoy aclarando que solo… Solo disfruto este bienestar que me haces sentir, pero por otro lado, que disfruto conocerte y estar contigo… Siempre. Te quiero mucho, eres maravillosa y amo muchas cosas de ti… Escuchaba yo las siguientes canciones al terminar de escribir esto: Hey Soul Sister, Lemon Tree, Enter Sandman, Buttercup, Es por ti, Genius y Kangaroo Court… Si, la terminé y me quedé escuchándolas hasta que reaccioné y di por terminado esto.