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REFLEXIONES PARA CADA DÍA DEL MES DE MARÍA

DOS IDEAS PREVIAS

Se trata de que hagas oración cada día. Todos los días puedes empezar el rato de oración con la
"oración inicial para cada día"; después leyendo con atención el "texto de cada día", a
continuación, hablas con Dios y con María; por último, terminas rezando la "oración final".

1. PROHIBIDO CORRER: Es corto; no tengas prisa en acabar. No es leer y ya está. Dale tiempo a
que Ella te hable.

2 LO QUE NO ESTÁ ESCRITO ¿Sabes qué es lo mejor de este texto? Lo que no está escrito y tú le
digas; la conversación que tú, personalmente, tengas con María.

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Santa María, ¡Madre de Dios y Madre mía! Eres más madre que todas las madres juntas:
cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:

"NO TIENEN VINO": presenta siempre a tu Hijo mis necesidades y las de todos tus hijos.

"HACED LO QUE ÉL OS DIGA": dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para
hacerlo fielmente.

"HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR": que yo no tenga otra respuesta ante todo lo que Él me
insinúe.

DÍA 26: ¡GUAPA, GUAPA Y GUAPA!

Me viene a la cabeza el fervor con que tanta gente, en la Semana Santa de Sevilla, gritaba al paso
de la Macarena: ¡guapa, guapa y guapa!

Con lo femenina que es nuestra Madre, podemos estar seguros de que le gustarán los piropos
que le lancemos.

Madre mía, procuraré decirte algo -aunque sólo sea: ¡guapa!- cada vez que vea una imagen tuya.

¡Ah! y qué buena idea la de aquél que siempre que veía una chica guapa decía a María en su
interior: ¡Tú sí que eres guapa!

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído.
Después termina con la oración final.

ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de
hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi
ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya.
Amén
VIGÉSIMO SEXTO DÍA: EXPLICACIÓN DE LAS LETANÍAS

Regina apostolorum

Reina de los apóstoles. El título de reina de los apóstoles, conviene tanto a María que si los
apóstoles instruyeron a los pueblos de toda la tierra ellos lo fueron por María; porque según san
Bernardo, los apóstoles recurrieron a ella en sus dudas y cuando querían estar seguros de las
intenciones de Jesucristo sobre algún punto de su creencia. Por otro lado, si cada uno de ellos
destruyeron el paganismo en la parte del mundo que le correspondió por la partición que
hicieron entre ellos. María disipó y disipa todavía las herejías en todos los países del mundo.
Alégrate Virgen María, tú sola destruyes las herejías en todo el universo.

Regina martyrum

Reina de los mártires. No se podría honrar a María como se debe si no se la reconoce como
Reina de los mártires, porque aunque ella no haya derramado su sangre por la confesión de la
fe, sin embargo sufrió con más confianza y amor que todos los mártires. Y por decirlo todo con
una sola palabra, sufrió en corazón maternal todo lo que el Rey de los mártires, Jesucristo, su
divino hijo, soportó en su carne inocente.
Reina de los mártires ruega por nosotros

Regina confessorum

Reina de los confesores. Pues si se llama confesores a aquellos que confesaron a Jesucristo, ¿se
rehusará el título de Reina de los confesores a la que confesó con una firmeza y una constancia
incomparablemente superior a la suya? Ella lo siguió no sólo en medio de los oprobios y
tomentos de su Pasión, sino que subió generosamente al Calvario con Él, para verlo consumar
el sacrificio de nuestra redención. Los apóstoles habían reconocido a Jesucristo como Hijo del
Dios vivo, pero en el tiempo de la Pasión, infieles a la confesión de su fe, la disimularon y
escaparon. No ocurrió así con María, que siempre constante y fiel, lo reconoció como su Dios en
todo el curso de su Pasión y sobre la Cruz.

Regina Virginum

Reina de las vírgenes. De todos los títulos, honores y alabanzas que se da a María, el de Reina
de la Vírgenes le conviene por excelencia, porque ella es el prototipo de la virginidad, ya que fue
la primera que se comprometió por un voto de virginidad perpetua. La virginidad, antes de su
tiempo, era tan despreciada que la hija de Jefté, estando a punto de ser inmolada por su padre,
antes de haberse casado, fue a llorar su virginidad a los montes. Pero desde que María elevó la
gloria de la pureza virginal, se vio consagrarse a millones de vírgenes, a Jesucristo como a su
único esposo según esas palabras del profeta en el salmo XLIV: Después de ellas, conducirán
vírgenes al Rey.

Regina sanctorum omnium

Reina de todos los santos. Finalmente, el título de Reina de todos los santos que la Iglesia da a
María, encierra las más grandes alabanzas que sea posible darle, porque anuncia que es superior
a los santos de todos los órdenes. En efecto, María conforma un orden separado en el cielo; y
para juzgar el alto punto de su gloria, hay que remarcar que Dios glorificó a su propia Madre.
Por ese motivo se ha representado a los ángeles y a los santos de todo orden ofreciendo a María
sus coronas, para significar que ella reina en el cielo por encima de ellos.
Ejemplo

Una peste terrible despoblaba la ciudad de Roma, el Papa san Gregorio Magno había predicado
la penitencia, ordenado oraciones públicas, hecho votos, pero la peste continuaba sus estragos,
hasta que tomó el partido de volver se directamente hacia la Madre de Dios, y ordenó que el
clero y el pueblo fuesen en procesión general a la Iglesia de Nuestra Señora, llamada Santa María
la Mayor, y que se llevara por toda la ciudad la imagen de la Santísima Virgen, pintada por san
Lucas. Esta procesión detuvo perfectamente el curso de esta calamidad. Fue maravilloso ver que
por todos los lugares donde la imagen pasaba, cesaba la peste cesaba enteramente; y antes del
fin de la procesión se vio sobre la terraza de Adriano, hoy llamada Castillo del Santo Ángel, un
Ángel en forma humana que guardaba una espada ensangrentada en su vaina. Al mismo tiempo
se escuchó a los ángeles cantar este antífona de la Santísima Virgen. Regina Coeli, laetare
alleluia, etc. El Santo Pontífice agregó: ora pro nobis, Deum, ruega a Dios por nosotros; y la Iglesia
ha empleado siempre desde entonces esta oración para saludar a la Santa Virgen en tiempo de
Pascua.

Sirvamos a María, como nuestra reina, ella no se dejará vencer en generosidad.


FLOR DEL 26 DE MAYO: MARÍA, SALUD DE LOS ENFERMOS

Meditación: María ama, María consuela y cubre con su Manto de amor, otorgando la curación
del alma y del cuerpo a sus hijos enfermos. Intercede ante el Señor para nuestra sanación. Sino
siempre se cura el cuerpo, es porque no nos conviene, pero María nos ayuda y conforta aliviando
el dolor y sanándonos el alma con sus bellas lágrimas.

Oración: María salud de los enfermos, no sólo del cuerpo, sino de todos los que no tenemos un
corazón bueno. Madre de todos los dolores, de los más atroces, sánanos en cuerpo y alma para
que prestemos a Dios alabanza. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Orar a María por la salud de un enfermo, pidiendo su poderosa
intercesión para su sanación física y espiritual.

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