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REFLEXIONES PARA CADA DÍA DEL MES DE MARÍA

DOS IDEAS PREVIAS

Se trata de que hagas oración cada día. Todos los días puedes empezar el rato de oración con la
"oración inicial para cada día"; después leyendo con atención el "texto de cada día", a
continuación, hablas con Dios y con María; por último, terminas rezando la "oración final".

1. PROHIBIDO CORRER: Es corto; no tengas prisa en acabar. No es leer y ya está. Dale tiempo a
que Ella te hable.

2 LO QUE NO ESTÁ ESCRITO ¿Sabes qué es lo mejor de este texto? Lo que no está escrito y tú le
digas; la conversación que tú, personalmente, tengas con María.

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Santa María, ¡Madre de Dios y Madre mía! Eres más madre que todas las madres juntas:
cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:

"NO TIENEN VINO": presenta siempre a tu Hijo mis necesidades y las de todos tus hijos.

"HACED LO QUE ÉL OS DIGA": dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para
hacerlo fielmente.

"HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR": que yo no tenga otra respuesta ante todo lo que Él me
insinúe.

DÍA 28: REZAR TODOS LOS DÍAS, PASE LO QUE PASE

Te copio una noticia del periódico que hace referencia a la operación que Juan Pablo II sufrió en
octubre de 1996.

El Papa pasará más días en el hospital de los inicialmente previstos. Una circunstancia que, según
el cirujano Francesco Crucitti, se debe a que Juan Pablo II "es un paciente rebelde" y en el
Vaticano podría estar más ansioso por retomar sus actividades normales. Ello podría dificultar
su recuperación.

Crucitti recordó que el Papa impidió que se adelantara su operación, a pesar que le fue
diagnosticada en las Navidades pasadas, porque tenía numerosos compromisos. Ha preferido
esperar a un "hueco" en su agenda para acceder a la intervención, aunque esto le haya supuesto
más malestares.

Por otra parte, el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, comentó que el Pontífice se había
levantado el día de la operación a las tres de la mañana, que rezó sólo en su capilla particular,
contigua a su habitación en el décimo piso del Políclínico, donde leyó el Breviario y rezó parte
del rosario.

A las cinco de la mañana concelebró la Misa con su secretario, monseñor Stanislao Dziwisz.

Ayúdame, Madre mía, a rezar todos los días. Que no acepte excusas. Que no deje de dedicarte
un rato aunque esté cansado. Quiero que me resulte necesario rezar. Gracias.
Comenta ahora estas cosas con Ella.

ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de
hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi
ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya.
Amén
VIGÉSIMO OCTAVO DÍA: EXPLICACIÓN DE LAS LETANÍAS

Regina Sacratissimi Rosarii

Reina del Santo Rosario. El Rosario es una cierta fórmula de oraciones en la cual distinguimos
quince decenas de salutaciones angélicas, entremezcladas con oraciones dominicales. En cada
una de esas decenas meditamos sobre los misterios. Estos misterios son en total quince,
conformados en tres series: cinco misterios gozosos que son: 1) La Encarnación, la Visitación de
la Santísima Virgen, la Natividad de Nuestro señor, La Presentación en el Templo y el Encuentro
de Jesús en medio de los Doctores 2) Cinco misterios dolorosos que son, el sudor de sangre en
el Huerto de los Olivos, al Flagelación, la Coronación de espinas, Jesús cargado con la cruz y la
Crucifixión. 3) Cinco misterios gloriosos que son: La Resurrección, la Ascensión, La venida del
espíritu santo Paráclito, La Asunción de la Santísimima Virgen y su Coronación como reina de
cielos y tierra. Se puede dividir el rosario en tres series de quince decenas cada uno, y en ese
caso, se tiene cuidado de tomar alternativamente por asunto de meditación las tres series de
misterios.

El Termino rosario significa corona de rosas. Era costumbre en oriente ofrecer coronas de rosas
a las personas que se proponía honrar, y los cristianos de complacían en ofrecer estos presentes
a la Santísima Virgen y a los Santos. San Gregorio Nacianceno sustituyó la corona material de
rosas por una corona espiritual. Santa Brígida, en el siglo siguiente, tuvo la idea de poner esta
corona al alcance de todos, haciéndola componer de las oraciones más ordinarias de la Iglesia.
Pero el uso de recitar quince Pater y quince Ave María, se remonta a Santo Domingo.

Ejemplo.

San Carlo Borromeo tenía la más viva y la más tierna devoción por la Santísima Virgen, que
recitaba todos los días, de rodillas el rosario y el oficio de esta Gloriosa Virgen; ayunaba, además,
con pan y agua, en las vísperas de Nuestra Señora. Nadie fue más exacto que él en saludarla a la
indicación de la campana; porque si se encontraba en la calle, aunque estuviese cubierta de
barro, no dejaba de ponerse de rodillas cuando la campana advertía que era hora de recitar el
Ángelus. Quiso tener en su catedral una capilla y una cofradía del Rosario. Mandaba hacer,
además, todos los primeros domingos del mes una procesión solemne, en la que se trasladaba
con mucha pompa una pintura de la Santísima Virgen; quiso que fuese la protectora de todas
las fundaciones que hizo; ordenó que en toda su diócesis se honrara, con gestos de respeto, el
sagrado nombre de María, ni bien se le escuchara pronunciar; hizo colocar en todas las portadas
de todas las Iglesias parroquiales de su jurisdicción una imagen de la Madre de Dios, para hacer
comprender al pueblo que no se puede entrar al templo de la gloria eterna sin el favor de aquella
a la que la Iglesia llama puerta del cielo.

Rezando el Rosario, pensamos en los misterios del Rosario


FLOR DEL 28 DE MAYO: MARÍA, REINA DE LOS APÓSTOLES

Meditación: “Pondré enemistad entre ti (satanás) y la Mujer (María), entre tu linaje y el suyo; y
Ella te aplastará la cabeza” (Génesis 13,15). El apostolado ha de hacerse en lucha contra el diablo
y los suyos, lo que origina persecuciones a toda la Iglesia, tanto en su cuerpo como en cada
familia o individualmente. Somos los apóstoles que San Luis de Montfort señaló para este
tiempo, que sólo dispone el Eterno. Sin embargo, la Reina y Capitana del pueblo de Dios dará la
victoria a sus seguidores leales que la obedezcan y perseveren en el combate.

Oración: ¡Oh María Reina de los apóstoles! Tú que has enseñado, protegido y alentado a los
apóstoles de todos los siglos, haz que seamos soldados leales y valientes de tu ejército, siendo
apóstoles de tu Divino Hijo y propagando los mensajes del Reino, para que todos lleguemos al
Cielo, con el Triunfo de tu Corazón Inmaculado y la vuelta de Cristo Resucitado. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Comprometerse a ser un fiel soldado de María, Capitana del ejército de
Jesús. Colocar los deseos de Dios por encima de las necesidades propias, con María como puente
seguro y firme frente a las preocupaciones de cada día.

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