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TENCIÓN Y CONCENTRACIÓN

PSICOLOGÍA DE LA ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN

Al igual que la conciencia, la inteligencia, la memoria y la orientación, la atención es un


instrumento del vivenciar. Por lo tanto, es condición necesaria para un vivenciar normal. Sin
atención la existencia se convierte en un devenir difícil de imaginar, ya que es consustancial al ser
viviente el sacar partido de su medio ambiente, aunque sólo sea para satisfacer sus necesidades
básicas. Esto sólo lo logra si está atento a lo que sucede en su entorno.

La atención es la orientación de nuestra actividad psíquica hacia algo que se experimenta,


permitiendo así el vivenciar. Acá el estímulo se acepta indiscriminadamente, en forma pasiva y sin
esfuerzos.

Este algo que se experimenta puede provenir de situaciones externas (sensaciones, percepciones,
etc.) o de situaciones internas (pensamientos, sentimientos, etc.). A través de la atención nos
informamos de las modificaciones fisiológicas y patológicas de nuestro medio interno, ya sea físico
o mental, que nos permite la elaboración intelectual.

La atención puede ser espontánea o voluntaria. En el primer caso, la atención está a merced de los
estímulos cambiantes que la impresionan. Hay ciertas características de los estímulos que atraen
con más facilidad la atención; entre éstas, la mayor intensidad, la repetición, la desaparición del
estímulo, la novedad, la variedad y la rareza de éste. En la atención voluntaria, la dirección de la
atención es gobernada activamente por el sujeto, que voluntariamente dirige la atención.

Cuando la atención permanece orientada en forma persistente hacia una situación determinada,
se está llevando a cabo la función de concentración. A través de la concentración, la atención crea
las condiciones para que una determinada situación pase a ser la más destacada en el campo de la
conciencia, otorgando la psique una mayor energía y dedicación a tal asunto, con lo cual el sujeto
adquiere mayor noción, exactitud y claridad, con rendimientos más eficientes en el manejo de sí
mismo, y del mundo que lo rodea.

La atención y concentración son requisitos indispensables para un buen rendimiento intelectual,


siendo una condición necesaria para que se lleven a cabo los procesos de asimilación y
razonamiento lógico, propios de la inteligencia. En el capítulo sobre inteligencia, veremos que el
test de Wechsler incluye tres pruebas que, a juicio de Rapaport, evalúan fundamentalmente
capacidad de atención y ~, )ncentración. Estas pruebas son retención de dígitos, pruebas
aritméticas y completamiento de figuras. Las describiremos acá porque consideramos que ilustran
los conceptos de atención y concentración, y son a menudo usadas por los clínicos en sus
entrevistas.

La retención de dígitos consiste en mencionar al paciente una secuencia de dígitos de dificultad


creciente, secuencias que el paciente debe retener y repetir. Por ej.: 2 - 9 - 3 - 1 - 8.

Esta prueba mide atención, ya que para poder rendir bien en ella se requiere ser capaz de asimilar
sin esfuerzo la serie de dígitos. "De hecho aquellos pacientes que tienen que hacer un gran
esfuerzo para escucharlos y para retenerlos, no tardan en empezar a equivocarse; el esfuerzo
voluntario no puede reemplazar la condición -óptima para este test- de la atención pasiva
automática" (Rapaport, 1959). El mismo autor señala, destacando el carácter pasivo de la
atención, que en la vida cotidiana, la atención funciona cuando, por ejemplo, podemos seguir el
desarrollo de una conferencia o la lectura de un libro sin un esfuerzo especial. Cuando
reiteradamente perdemos el hilo, es porque nuestra atención está perturbada.

En las pruebas de aritmética al paciente se le solicita resuelva algunos problemas matemáticos


sencillos, usando las cuatro operaciones básicas de suma, resta, multiplicación y división.

Es una prueba fundamentalmente de concentración, ya que el sujeto se concentra en el continuo


de números, y en el patrón de los cuatro cálculos aritméticos básicos. "El continuo abstracto de
números, y los patrones abstractos de los cuatro cálculos están a disposición de la conciencia de
cualquier persona media; la tarea de la concentración consiste en volver los pasos hacia estos
patrones interiorizados" (Rapaport, 1959). El mismo autor señala que el proceso de concentración
se observa en la vida diaria cuando el material que ha de percibirse se torna demasiado complejo,
haciéndose necesario el esfuerzo voluntario para su selección y organización, de modo tal que se
vuelva significativo y perdurable; o bien allí donde la atención se halla disminuida y el esfuerzo
voluntario es necesario para ocuparse de la entrada o salida del estímulo.

El subtest de completamiento de figuras consiste en una secuencia de láminas, a cada una de las
cuales le falta un detalle que debe ser descubierto por el examinado. Por ejemplo: al dibujo de un
cerdo le falta la cola. Es también un test de concentración, pero a diferencia del test de aritmética,
en el cual la concentración se realiza sobre los patrones interiorizados, en éste el sujeto debe
considerar, además de los patrones interiorizados, los modelos externos que se le colocan ante su
vista. De los modelos externos que son los dibujos, debe captar lo que falta en ellos, o sea, en qué
se desvían de los patrones internos. El esfuerzo de concentración es voluntario y selectivo,
requisito para el éxito de esta prueba.
PSICOPATOLOGÍA DE LA ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN

1) Aproxesia: término derivado del griego (prosexis: volver la mente a la atención, dedicarse,
consagrarse, estar involucrado en), que denota el trastorno psicopatológico de la atención que
consiste en falta absoluta de atención.

2) Hipoproxesia: trastorno psicopatológico de la atención que consiste en la reducción de la


capacidad atentiva. La atención es superficial y pobre, hay tendencia a la distraibilidad y un
registro pobre de los eventos.

3) Hiperproxesia: trastorno psicopatológico de la atención, en el cual el sujeto presenta un notable


aumento en la capacidad de atención espontánea, pero a expensas de una notoria disminución de
su forma voluntaria. El paciente se ve solicitado por una excesiva gama de estímulos, lo que
dispersa su actividad psíquica.

Ejemplo:

Un enfermo maníaco, presentado en reunión clínica, parece coger todos los estímulos
ambientales, no filtra nada, sin perder el hilo del diálogo que sostiene con su entrevistador. Al
entrar a la sala un médico calvo sacando un cigarrillo de la cajetilla, el paciente se para
rápidamente, y le solicita un cigarrillo diciéndole "la ocasión la pintan calva", luego vuelve a su
asiento y continúa el diálogo.

4) Hipermetamorfosis: se denomina hipermetamorfosis a la exaltación de la atención espontánea


en detrimento de la atención provocada. Cualquier estímulo ambiental inmediato orienta el
psiquismo en tanto que el paciente se desconecta de la situación anterior que captaba su
atención.

Ejemplo:

Un estado amencial ya descrito a propósito de este compromiso de conciencia. La paciente era


solicitada por cualquier estímulo ambiental. Un ligero ruido de llaves, un golpeteo de manos o un
chasquido de dedos o el ruido de movimientos de una silla, le interrumpían el curso de su vida
psíquica de por sí calidoscópica. Quedaba como imantada por el estímulo accesorio, e incapaz de
retomar al círculo vivencia] anterior. La atención provocada era nula, a diferencia de la
hiperprosexia maniacal.
5) Concentración disminuida: trastorno psicopatológico de la concentración, en el cual el sujeto no
es capaz de dirigir voluntaria y selectivamente la atención, localizándola en un determinado
asunto, de tal manera que le permita operar sobre éste, según sean sus deseos, intereses y
objetivos.

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