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¿Cuánto te pagaron por renunciar a tus sueños?

Cada día que pasa todos nos preguntamos, en algún momento de


nuestra vida, sí tenemos algo por lo cual seguir viviendo, por lo cual seguir
luchando, y no siempre encontramos la respuesta a ello. Pocas veces
nos detenemos a observar lo que hemos hecho y ver lo que aún está a
tiempo para remediarse. Intentamos evadir la realidad y así evitarnos de
problemas y conflictos que solo estamos aplazando y agrandando cada
vez más, para cuando nos queramos hacer responsables de nuestros
propios actos, será sumamente difícil enfrentar lo que siempre evadimos
y para lo cual no nos preparamos.

Se dice que nunca es demasiado tarde para intentar, y es verdad ya que


aunque se falle se puede volver a realizar, quizás no siempre las veces
que creemos necesarias, pero si las suficientes para definirnos como
personas. Pienso que atraves de las experiencias, aprendemos la lección,
pero también nos enseña que nunca debemos abandonar nuestras metas
y la invitación que nos hace, es seguir luchando e insistiendo por ese
sueño frustrado que queremos cumplir con tanto anhelo.

Cada caída no marca el final, sino el comienzo de algo más grande. Hoy
podemos optar por dejar que todo nos aplaste y devaste lo que con
trabajo hemos forjado y mantenido en pie hasta este instante o pueda
empezar con un nuevo proyecto que refuerce lo ya vivido y con lo que
con trabajo y esfuerzo hemos aprendido. Las victorias son gratas y
necesarias, pero también lo son las caídas ya que con ellas se ven los
errores, las soluciones y nuevos caminos que en las victorias se
confunden y si es difícil de reconocer.

A veces nos cuenta aceptar las cosas, porque nos duele saber que todo
lo que un día construimos, siempre habrá algo que nos sale mal, pero no
por ese motivo no hay excusa, el cual retirarnos y abandonar ese sueño
que con tanto sacrificio nos costó luchar, al contrario debemos estar
preparados para cualquier alcance que se nos presente en la vida y ser
valientes y verle el lado positivo y corregirlo, para que aun así, podamos
levantarnos y empezar bien las cosas.
Nadie puede hacer lo mismo que los demás, nadie puede imitar mejor a
una persona que uno mismo. La vida es ahora un juego donde el más
fuerte tiene que sobresalir y, aunque a veces el que calló brille más que
el vencedor no se le da la oportunidad de demostrar de lo que es capaz
y nadie se preocupa por eso.

Como también en la vida se cruzan varios obstáculos que tratan de


impedir que podamos seguir avanzando, se podría decir que sería
casualidad del destino o personas la cual no quieren que uno siga
progresando, claro está que la mayoría de las personas, les ofrecen
dinero a cambio de que le vendan sus proyectos, pero a veces caemos
en la ignorancia y no pensamos, que lo que estamos haciendo es
venderle nuestros sueños que tanto nos costó construir con mucha
dedicación a un precio que no vale la pena, porque lo que más vale y
creería yo es ver cumplir ese sueño que tanto hemos esperado.

Por eso debemos, mirarnos hoy en día en el espejo y decirnos a nosotros


mismos ¡Podremos hacerlo! ¡No habrá nadie mejor ni peor que yo!
¡Inténtalo! Y si fracasas ¡Levántate, que aun eres joven y tienes mucho
por delante! y nunca digas “No puedo”, que con solo pensarlo fracasaras
antes de comenzar. Se creativo, se audaz, se analítico, se tú, explota tus
habilidades, se único y nunca permitas que otra persona venga y compre
tus sueños y lo más importante se feliz.

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