ENSAYO: EL ESTUDIANTE COMO ACTOR DETERMINANTE EN EL

MODELO DE EDUCACIÓN VIRTUAL.

Presentado por:
MARCELA ANDREA MOGOLLÓN PÉREZ

Presentado a:
ADRIANA MARGARITA LEAL REY

UNIVERSIDAD DE SANTANDER -UDES

ESPECIALIZACIÓN EN APLICACIÓN DE TIC PARA LA ENSEÑANZA
PLANETA RICA - CÓRDOBA
13 DE NOVIEMBRE DE 2019
 EL ESTUDIANTE COMO ACTOR DETERMINANTE EN EL MODELO DE
EDUCACIÓN VIRTUAL.

La educación virtual supuso una transformación en los modelos educativos de

formación de las escuelas o centros de estudios, y aun más, en los de nivel
superior; exigió una reestructuración de las metodologías para enseñar y
aprender, en los recursos educativos, más allá de los analógicos, en la
didáctica, la estructura administrativa y académica, el rol del docente y
principalmente del estudiante, ahora desde la virtualidad, y es que en los
entornos virtuales de aprendizaje el trabajo se centra en el estudiante,
requiriendo entonces que cuenten con un conjunto de características y
cumplan con ciertas condiciones que les permita tener éxito en dicho entorno,
también se hace indispensable que conozcan y utilicen normas de etiqueta
virtual que garanticen un ejercicio de interacción, trato y comunicación
amigable y respetuosa en cualquiera plataforma digital. La educación virtual
establece su propio medio o campo de acción, un modelo virtual totalmente
diferente al modelo de educación presencial, cada uno con componentes,
herramientas, recursos y disposiciones particulares que traen consigo ventajas
y también desventajas para el estudiante que estos se forma.

Citando la experiencia de la Universidad Oberta de Catalunya UOC referida

por Sangrà, A, 2001 coincidimos en que la clave del éxito reside en volver al
estudiante centro del proceso de formación virtual, entender que se debe
ofrecer un producto que responda a las necesidades de quien estudia y
permita manejar el tiempo sin horarios establecidos y ubicación geográfica
determinada, facilitar desde el centro de formación, universidad u otro un
universo virtual que se adapte a la vida de multitareas del adulto que se forma
a distancia y virtualmente. Este estudiante no se puede guiar por un modelo
clásico de la universidad convencional que abre las puertas para recibirlos, en
el modelo virtual este debe estar preparado para recibir en su casa a la
universidad, ser competente en la herramienta dispuesta para permitir el
enlace asincrónico y lograr ser exitoso en el intento.

La educación virtual mediante las nuevas tecnologías permite la

descentralización de un proceso formativo y abre las posibilidades de acceso
al conocimiento desde diversos espacios, lugares y tiempo que se definen a
criterio propio de este actor virtual, también son muy amplias las posibilidades
de consulta y búsqueda de fuentes informativas. (Rosario, J, 2006). Ahora
bien, ¿Cuáles son esas características que debe poseer el estudiante virtual
del que hablamos?

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Primeramente debe tener predisposición, ser capaz de familiarizarse
efectivamente con todos los componentes y actores de la virtualidad, las
herramientas, las fuentes de consulta, los tutores, compañeros de curso y
otros elementos que integran el entorno virtual para aprender, el estudiante
debe ser creativo y recursivo para investigar, estar en constante búsqueda de
la información y perfeccionamiento, es decir, estudiar y aprender la mayor
parte del tiempo por cuenta propia; también se requiere que desarrolle algunos
de los denominados “autos”, la automotivación, que es precisamente la
voluntad con que encaramos el proceso de formarnos virtualmente, el deseo
y la convicción para avanzar y mejorar, el autocontrol para definir y alcanzar
metas trazadas decidiendo por cuenta propia cómo hacerlo, la
autodeterminación desarrollada para saber cómo afrontar y superar las
dificultades o problemáticas que se puedan presentar, aquí la derrota es
sustituida por la persistencia y por último, la autodisciplina, que no es más que
la capacidad para auto aprender en el entorno virtual, consta de ser
organizados en cuanto a tiempo, espacios, recursos, metas, ser líderes, con
un rumbo establecido en el que a diario podamos evaluar nuestro propio
progreso. (Lizcano, R, & Chinchilla, Z, 2013).

La Universidad de Santander, (n.f.) mediante su comunicado a los estudiantes

de la Especialización en Aplicación de TIC para la enseñanza también define
de forma resumida el rol de este estudiante virtual haciendo referencia a todas
las anteriores características, pero complementa haciendo énfasis en la
necesidad de que como estudiantes la participación sea siempre activa, se
recomienda que frecuentemente se ingrese al aula virtual con tiempo suficiente
para responder con todos los compromisos, mensajes de correo y actividades
programadas de forma oportuna, honesta y responsable, que se incentive el
trabajo colaborativo y la retroalimentación entre las partes que coexisten en
ese universo virtual.

El éxito de cualquier actor virtual, no solo del estudiante, también está ligado
con el comportamiento que asumamos en la red donde estamos navegando,
y es justamente lo que orientan los manuales de Netiqueta, su importancia se
justifica en su finalidad, la de incentivar un comportamiento y actitud educada
en la red para lo cual se adoptan una serie de acuerdos, que no son
obligatorios, no son imposiciones, no son ley, pero si son ayuda,
recomendaciones y consejos para disfrutar e interactuar en la virtualidad con
lealtad, respeto y sobre todo tolerancia. Si estas se practican estaríamos
contribuyendo a formar espacios seguros, dignos, donde se resguarda la
integridad y se respeta la privacidad, la intimidad y sobre todo libres de
cualquier tipo de violencia. (Netiquétate, n.f.). Cumplir con las normas de
Netiqueta es una recomendación que se le hace a todos los que tienen acceso
a la virtualidad, desde los más expertos hasta los más novatos, así como

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necesitamos en nuestra vida diaria de las normas de convivencia, principios
morales y valores para movernos como pez en un grupo social o sociedad,
igual sucede con la Netiqueta, múltiples organizaciones que funcionan en
internet construyen sus propios manuales y se rigen por ellos para garantizar
el disfrute de un producto, ambientes sanos y mayor calidad de servicios.
Cumplir esta serie de normas es beneficioso para TODOS. No solo se
deben cumplir porque así el servicio lo requiere, sino porque si cumples
las normas de la netiqueta serás bien visto por los demás usuarios.
Esto es interesante para los usuarios avanzados porque se hace
mucho más fácil y amena la convivencia y comunicación entre distintos
usuarios y para novatos porque sabrán donde están las limitaciones,
que cosas no se deben hacer y están mal vistas, etc... (Manz, 2005,
p.2).

Arriba en este texto se sostenía que el modelo virtual difería bastante del
modelo utilizado en la educación presencial y que solo se aseguraba el éxito
desde cada uno si se utilizaba en el medio indicado, cada tipología educativa
tiene sus particularidades y refiriéndonos a las ventajas de un modelo
inmediatamente se reflejaban en el panorama las desventajas del otro y
viceversa. Mientras en la educación virtual la universidad se adapta al tiempo
y necesidad de cada estudiante, en la educación presencial los horarios son
preestablecidos y no tienen en cuenta posibles imprevistos, en la educación
virtual el estudiante es constantemente motivado en número y calidad por los
recursos dispuestos para estudiar, predominantemente digitales, material de
consulta ilimitada, enlaces e hipertexto que significan mayor profundización de
los temas, interés y sobre todo garantizan permanencia en el programa de
formación, a diferencia de lo que sucede presencialmente donde las fuentes
de consulta son limitadas, hay más control sobre lo que realizas y cuándo
debes realizarlo, los recursos analógicos como libros, textos, que muchas
veces distan de estar actualizados, predominan por encima de los virtuales
que se usan en menor medida, se trabaja enclaustrados en un espacio
dispuesto por una institución y muchas veces hay sobrepoblación en las aulas,
puesto que la demanda suele ser mayor; la educación virtual es más accesible
económicamente, no requiere invertir en desplazamiento y lo que eso implica
como sucede en la presencialidad. (Rosario, J, 2006).

No obstante la educación presencial también tiene aspectos positivos,

comparándola con la educación virtual, en esta el contacto docente –
estudiante es directo en tiempo y espacio, se cuenta con la sabiduría y
experiencia humana en tiempo presente, lo que termina siendo ventajoso en
la resolución de posibles problemas, en la presencialidad no es obligatorio un
equipamiento o infraestructura moderna tecnológicamente hablando como si
lo es en el modelo virtual. (Rosario, J, 2006).

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Finalmente concluyo que la educación virtual es la respuesta o más bien la
salida en un mundo que avanza tecnológicamente sin parar, es una excelente
opción de transformación educativa para hacer frente a la demanda de estudio,
principalmente en el nivel superior, de personas que no pueden congregarse
en un claustro educativo al mismo tiempo o dedicar una jornada
exclusivamente en casa para estudiar, sino que necesitan de herramientas
flexibles que permitan la multitarea con recursos de fácil manejo, dinámicos y
motivantes y por qué no, con facilidad o comodidad de pagos. Todos y cada
uno de los actores virtuales son determinantes dentro de un entorno virtual de
aprendizaje, pero es el estudiante virtual el que tiene la mayor responsabilidad
y el que necesita desarrollar y cosechar múltiples habilidades para dar alcance
a la meta de auto aprender, autorregularse y salir victorioso en el proceso, ser
extremadamente organizado para evitar inconvenientes o frustraciones con el
tiempo al momento de cumplir con los compromisos dentro de un aula virtual,
así como para saber convivir y comportarse en tal universo, siempre
respetuoso y tolerante, concentrado en no desertar. La meta en la formación
virtual no debe ser únicamente la titulación sino las competencias, más que
todo tecnológicas, que adquieras y afiances en el camino y la forma como las
demuestras al mundo.

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 CONCLUSIONES

 El material bibliográfico proporcionado por la tutora - acompañante

dentro del desarrollo del programa virtual fue amplio y muy completo en
cuanto a datos, referencias y profundización de la temática de
educación virtual, el rol del estudiante virtual, las normas de etiqueta en
la red y a suficientes características para comparar ampliamente la
educación virtual y la educación presencial. Sin embargo también se
hizo un ejercicio de consulta personal en material suministrado por otros
docentes e información publicada en internet para aclarar dudas de
manejo de sistemas.

 Hubo claridad y mayor profundización de los conceptos básicos del

programa virtual, tales como educación virtual, entornos virtuales de
aprendizaje, modelo virtual, modelo presencial, recursos educativos
analógicos y digitales, docente y estudiante virtual, Netiqueta, E-
learning, fundamentos básicos de internet y Sistema de Gestión de
Aprendizaje.

 Si se alcanzó la competencia propuesta para esta actividad cuando

pude identificar los recursos educativos virtuales que me permitirán
diseñar y aplicar actividades de aprendizaje en los entornos virtuales

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 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Lizcano, R., & Chinchilla, Z. (2013). Educación Virtual, En CVUDES (Ed.),

Entornos Virtuales de Aprendizaje (pp 18-58). Recuperado de

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eew.cvudes.edu.co/publico/lems/L.000.001.EATE/librov2.html

Lizcano, R., & Chinchilla, Z. (2013). Netiquétate [Web podcast]. Recuperado

de http://www.netiquetate.com/

Manz. (2005). NETIQUETA Normas en la red. Recuperado de

https://aulavirtual-

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Rosario, J. (2006). TIC: Su uso como Herramienta para el Fortalecimiento y el

Desarrollo de la Educación Virtual. En Observatorio para la

Cibersociedad (Ed.), OCS – Cibersociedad (p.5). Recuperado de

https://ddd.uab.cat/pub/dim/16993748n8/16993748n8a6.pdf

7
Sangrà, A. (2001). Enseñar y aprender en la virtualidad. Educar, v. 28, 1, pp.

117-131. Recuperado de https://educar.uab.cat/article/view/394

Universidad de Santander UDES. (n.f.). Comunicado a estudiantes EATICE.

Recuperado de https://aulavirtual-

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