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Libro Bioindicadores Cap26sinindice
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net/publication/273775057
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Daniel Robledo
Center for Research and Advanced Studies of the National Polytechnic Institute
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Biodegradable composites and films from phycocolloids of red algae View project
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Adriana Vallarino
ra temprana las señales que nos permitan impedir que dichos daños sean gua r di a n es de n u estro f u t u ro am bi en tal
(editores)
irremediables, ya que las consecuencias que implica la destrucción de los
ecosistemas son incalculables. Por otro lado, su restauración o rehabilitación
implica altos costos y es poco probable que se alcance el mismo estado ini-
cial de los ecosistemas.
La sensibilidad mostrada por las especies indicadoras ante disturbios
ambientales, cuantificados a través de las modificaciones de sus patrones
conductuales, de distribución y abundancia, así como en sus alteraciones
genéticas, bioquímicas, fisiológicas y morfológicas, han probado ser una he-
rramienta confiable en la detección de disturbios ambientales de tan baja
intensidad que no pueden ser detectados por otros medios.. Además, la in-
formación que pueden proveer los organismos bioindicadores es de suma
utilidad para orientar las políticas públicas en materia de conservación y
protección de los ecosistemas.
Te invitamos a conocer las ventajas y en algunos casos desventajas del uso
Bioindicadores:
gua r di a n e s de n u e st ro f u t u ro am bi en tal
de los organismos bioindicadores para evaluar distintos tipos de perturba-
ciones ambientales y las técnicas necesarias para hacerlo con éxito. En un
futuro cercano, estas especies jugarán un papel primordial en la preserva-
ción de nuestros recursos naturales y dada nuestra íntima interdependencia,
también determinarán en buena medida, nuestra propia existencia.
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Las algas marinas como bioindicadores de calidad
ambiental y su uso en estudios ecotoxicológicos
Marine algae as bioindicators of environmental quality and their use
in ecotoxicological studies
535
536 Plantas acuáticas
Abst ract. Algae are on the base of the food chain and are responsible for most of
the primary productivity in the oceans, therefore its usefulness to evaluate and/
or monitor pollution has been based on the fact that some species may reflect the
effects of such contaminants in seawater through their presence, absence or due
to algae physiological state. Although marine algae are one of the most commonly
used organisms as bioindicators of heavy metal pollution on marine ecosystems,
these can exhibit much higher concentrations than those found in other marine
organisms. The lack of information on absorption patterns for the different spe-
cies of macroalgae is one of the disadvantages that suggest more experimental and
field studies to identify which species could be efficiently used as bioindicators.
Moreover, toxicity tests using algae have examined the response of a single species
in a given time, and in general does not consider the interactions within the algal
community, which may have important implications for assessing the productivi-
ty of marine ecosystems. In most of the tests or assays described in the literature
the main effects are evaluated in terms of growth rate, photosynthesis and repro-
duction. This chapter will initially discuss the use of macroalgae as pollution bio-
indicators from the point of view of their response to eutrophication and metal
accumulation, as these two approaches where studied in the first place. Their use
in eco-toxicological tests will be addressed emphasizing the most important phy-
siological responses in the experimental tests reported by the literature. Finally,
we suggest that in these organisms methodological standards should be establis-
hed and baselines studies are required for biomonitoring the different contami-
nants impacting the marine environment.
Las algas han sido utilizadas por el hombre directamente como alimento du-
rante cientos de años (Chapman y Chapman 1980) y los polisacáridos matri-
ciales de algas rojas (agar y carragenatos) y pardas (alginatos), son básicos en
la industria alimenticia, química y farmacéutica (McHugh 1987). Más reciente-
mente al alcance de infinidad de investigaciones sus usos se han diversificado
incluyendo el tratamiento de aguas residuales, el aprovechamiento de su bio-
masa para obtener compuestos bioactivos y/o biocombustibles, así como a su
uso en pruebas eco-toxicológicas (Barsanti y Gualtieri 2006).
Los primeros estudios sobre el uso de algas como bioindicadores son los de
Burrows (1971). En general para Latinoamérica, y en particular para México,
son pocos los estudios realizados usando algas directamente en el monitoreo
de la contaminación, a diferencia de lo que ocurre con la legislación europea y
con lo estipulado en Norteamérica por la Agencia de Protección al Ambiente
(EPA por sus siglas en inglés). No obstante lo anterior, en una reciente revisión
sobre el tema desarrollada por Godínez-Ortega (2000) señala algunas de las
especies de algas bénticas utilizadas como bioindicadores de contaminación
en estudios realizados en México, tanto en ambientes acuáticos continenta-
les como en ambientes estuarinos y marinos. Algunos estudios posteriores a
Las algas marinas como bioindicadores de calidad ambiental 539
Las algas marinas son uno de los grupos más utilizados como bioindicadores de
contaminación en los ecosistemas marinos para metales pesados (Markham et
al. 1980). La marcada tendencia a acumular metales pesados parece estar rela-
cionada por la afinidad de estos hacia los polisacáridos cargados negativamente
de la pared celular, mediante el intercambio iónico favorecido por la presencia
de polisacáridos sulfatados (Eide et al. 1980). En este sentido, mediante el mi-
croanálisis de rayos X, Lignell et al. (1982) localizaron metales a nivel celular en
540 Plantas acuáticas
† Tóxico pero muy raro o insoluble, exceptuando Tungsteno; ‡ Muy tóxico y relativamente
disponible, exceptuando Bismuto; * Efecto no crítico.
542 Plantas acuáticas
Tabla 2. Continúa
1 Macronutriente esencial requerido por todas las algas, 2 Micronutriente esencial re-
querido por todas las algas; 3 Elemento requerido como traza sólo por algunas especies;
4 Elemento no esencial presente en algas; 5 Elemento no esencial muy tóxico y relativa-
mente accesible en el agua de mar; * Concentración muy variable en el agua de mar; – no
disponible o detectado.
544 Plantas acuáticas
Las mareas verdes son un tipo de floración algal que ocurre en muchos estuarios
y mares de algunas partes del mundo, y es causada por el excesivo crecimiento y
proliferación de macroalgas verdes de libre flotación. Si bien son muchos los fac-
tores bióticos y abióticos que intervienen en el proceso, al igual que como ocurre
con los florecimientos algales nocivos de fitoplancton (HABs del inglés Harmful
Algal Blooms), estas mareas verdes se producen generalmente por el exceso de
nutrientes (eutrofización), principalmente nitrógeno y elevado contenido de fós-
foro favorecido en aguas poco profundas o bajo condiciones hidrológicas esta-
bles. A escala global va siendo común ver los efectos de este tipo de fenómenos a
gran escala favorecidos por remolinos ciclónicos que redistribuyen los nutrien-
tes en amplias regiones. Un ejemplo muy reciente de este fenómeno ocurrió en
el 2008 en el Mar Amarillo, mar marginal del Océano Pacífico que se encuentra
entre China continental y la península coreana, y cuyas características hidroló-
gicas están influidas por la Corriente de Kuroshio y el agua proveniente del río
Yangtsé (Chang-Jiang) cargado de nutrientes provenientes de aguas residuales
agrícolas y urbanas, cuando se reportó una floración masiva del alga verde Ulva
prolifera al sur de Qingdao que persistió dos meses en la zona costera (Lin et al.
2011). Este mismo fenómeno se ha repetido durante el año 2013 y su frecuencia
y magnitud va en aumento por el incremento de las descargas agrícolas al río
Yangtsé. La presencia masiva de algas, aunque de distinta división también se
evidencia en otras partes del mundo. En latitudes medias del Atlántico, como en
el Mar de los Sargazos, donde se han estimado valores de biomasa de algas entre
4 y 11 millones de toneladas de peso húmedo se presenta mayoritariamente el
alga parda Sargassum fluitans; mientras que en giros ciclónicos subtropicales
del Pacífico Norte, se evidencian altas concentraciones de nutrientes, clorofila
a, y altas tasas de fotosíntesis, lo que sugiere que estos hábitats de gran tamaño
puede ser lugares idóneos para el rápido crecimiento y la proliferación de algas
durante condiciones hidrológicas temporales en estos ecosistemas. Lo anterior
no es sólo un fenómeno biológico, de presencia ausencia de especies de algas,
sino un problema dinámico relacionado con las variables físicas y químicas del
océano (corrientes y nutrientes, principalmente), por lo que su estudio implica el
monitoreo de estas variables y su evaluación dentro de los grandes ecosistemas
marinos. No obstante las variaciones de otros parámetros como la temperatura
también deberán ser considerados a la luz del cambio climático y sus efectos
sobre los ecosistemas.
Las algas marinas como bioindicadores de calidad ambiental 545
Para microalgas marinas existen algunos métodos para evaluar toxicidad, sin
embargo no hay una prueba o ensayo similar al empleado para microalgas como
la descrita en el ISO8692. No obstante, en la literatura científica existen infini-
dad de reportes en donde se han evaluado los efectos de algunos contaminantes
sobre parámetros como su crecimiento. Sin embargo, solamente algunas prue-
bas de inhibición han sido estandarizadas utilizando algas marinas como para
ser parte fundamental de los métodos requeridos en la toxicología acuática
(Hall y Golding 1998).
El efecto de una sustancia química en un organismo depende en gran me-
dida de los factores abióticos (p.e. temperatura, calidad del agua y salinidad)
de forma tal que el desarrollo de los ensayos de toxicidad bajo condiciones
controladas de laboratorio, permite estandarizar y adecuar dichas pruebas
para evaluar la toxicidad de un contaminante. Los efectos y la respuesta a
los contaminantes en ensayos de laboratorio se determinan muchas ocasiones
por la dosis letal media (LD50 por sus siglas en inglés) que es la concentración
que causa un 50% de mortalidad del organismo durante un tiempo de ex-
posición y que es usado por algunas agencias regulatorias para establecer la
concentración máxima de contaminante admisible en efluentes de descarga
y/o para determinar la sensibilidad de un organismo a un contaminante en
particular (OECD 2011). En muchos casos para cuantificar la respuesta de las
algas a determinados contaminantes a menudo se han empleado las curvas
de concentración efectiva (EC) a partir de series de dilución, utilizando como
parámetro la EC50, que es la concentración de muestra que produce una inhi-
bición del efecto máximo.
En general, las pruebas de toxicidad con algas examinan la respuesta de
una sola especie, en un tiempo determinado y no considera las interacciones
dentro de la comunidad algal, lo que puede tener repercusiones importantes
durante la evaluación de la productividad de los ecosistemas marinos. En la
mayor parte de las pruebas o ensayos descritos en la literatura los principales
efectos que se evalúan son los siguientes: tasa de crecimiento, la fotosíntesis y la
reproducción.
546 Plantas acuáticas
(1995) para las algas pardas Laminaria saccharina y Fucus sp. que utilizaron la
frecuencia de fertilización de gametos femeninos por gametos masculinos en
la determinación de la toxicidad de productos derivados del petróleo. A pesar
de lo anterior, es importante señalar que la utilización de la reproducción de
algas como parámetro a evaluar durante una prueba o bioensayo requiere de
conocimientos sobre la biología reproductiva y fenología de las especies a es-
tudiar para que se evalúen correctamente los efectos del contaminante.
Perspectivas futuras
Conclusiones
nismos marinos: en este sentido en particular las algas pardas tienen una alta
capacidad para la acumulación de estos elementos del agua, al ser incapaces
de regular fisiológicamente la absorción en el tejido de algunos elementos tra-
za lo que las hace un buen indicador de la contaminación por los elementos
circundantes (Ostapczuk et al. 1997). No obstante, los componentes quími-
cos en las algas pueden variar considerablemente entre el tejido, tipo de alga,
edad, y también en función de la estación del año, por lo tanto, es importante
desarrollar metodología de muestreo y preparación de muestras con el fin de
estandarizar lo más posible dichos análisis.
Por lo tanto no solamente se necesitan estándares metodológicos sino tam-
bién establecer las condiciones de línea de base para el biomonitoreo de los
diferentes contaminantes que puedan estar impactando el medio ambiente.
Dado que los ecosistemas tienen decenas, cientos o miles de especies de orga-
nismos, es imposible evaluar la salud de todos ellos por lo tanto, es esencial
desarrollar un conjunto de bioindicadores que se puedan utilizar para evaluar
el estado y las tendencias dentro de los ecosistemas. En particular, para la eva-
luación de los ecosistemas marinos algunos de los desafíos para desarrollar
bioindicadores biológicos son la estratificación vertical de los organismos y la
dificultad de colectar organismos bentónicos a grandes profundidades.
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