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EL O Í D O D E L A M E N T E
© Silvia Malbrán, 2007
Sector Foresta, 1
Silvia Malbrán
28760 Tres Cantos
M a d r i d - España
www.akal.com
I S B N : 978-84-460-2382-1
Pinto (Madrid)
<ftTR.7 //?P?¿>/
PREFACIO
N O T A EDITORIAL. Todas las traducciones del inglés han sido realizadas por la autora. Esta obra incluye parte de los materiales de consulta creados para los estudiantes
de la cátedra Audioperceptiva I I I - I V (2003, Facultad de Bellas Artes) y de m i tesis
doctoral (2002, Facultad de Humanidades), ambos trabajos desarrollados en el ámbi-
to de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina).
La brecha entre la teoría musical, la percepción de la música en tiempo real y la d i -
dáctica, ha formado parte de las preocupaciones que he tenido como profesora desde
mi temprana juventud. Muchos de los supuestos y estrategias docentes que f u i confi-
gurando se vieron notablemente enriquecidos por haber accedido en los últimos vein-
te años a trabajos provenientes de la Psicología cognitiva de la música. Los progresos
obtenidos en el campo de la ciencia son una poderosa herramienta para fundamentar
nuestras decisiones didácticas.
Hay acuerdo general en el medio científico en que tanto las partituras como la eje-
cución (grabada o en vivo) constituyen parciales representaciones de la transmisión
del mensaje al oyente. E l dilema a responder y que genera gran parte del trabajo em-
pírico, es el relativo a qué es lo que en realidad infiere el oyente a partir de la señal fí-
sica (Lerdahl y Jackendoff, 1983).
En este trabajo intento brindar ciertos indicios relativos a la identificación de es-
tructuras provenientes de la música que resultan generalmente compartidas por los
oyentes. Las relaciones intra- e interestructuras son la base para organizarías en siste-
mas de representación pertinentes.
Los investigadores en cognición musical consideran las jerarquías métrica y tonal
como los grandes organizadores de la comprensión musical. Adscribir la configura-
ción métrica y tonal a un sistema internamente consistente es una herramienta funda-
mental para analizar auditivamente la música tonal.
Seleccionar los organismos más salientes que conforman la estructura de una obra
es lo que permite comparar la música entrante como nueva información y los esque-
mas que hemos acuñado en nuestra memoria cultural. i>i bien estos esquemas están
presentes en los oyentes, es necesario dar cuenta de ellos, proceder a su objetivación
Í5 EL OIDO D E LA M E N T E
y análisis para que resulten susceptibles de ser abstraídos t o m o elementos de una re-
lativa permanencia en el sistema tonal y posibiliten ser transferidos al lenguaje del si-
glo XX. E l desarrollo de habilidades de registro y retención de las relaciones sonoras
en la música tonal facilita el acceso a la complejidad de la música no tonal.
H e enseñado durante más de treinta años la asignatura «Audioperceptiva», deno-
minación creada por la D r a . Emma Garmendia y utilizada en la Argentina para la asig-
natura que trata la cognición musical auditiva. Los fundamentos que la sustentan, la
experiencia aquilatada y el estado del arte alcanzado por la Psicología de la música su-
gieren la publicación del presente trabajo.
Silvia Malbrán
1
ESTRUCTURA MÉTRICA
Y RÍTMICA PROPORCIONAL
rítmica se advierte en una acción frecuente de los auditores: marcan con el pie sobre el
piso manteniendo una unidad regular. Así se acoplan a un batido isócrono que se co-
rresponde con alguno de los patrones de pulso de la obra. Se denomina música pulsada
a la constituida por batidos regulares perceptibles.
Gran parte de la música de Occidente demanda a los auditores inferir las regulari-
dades temporales emergentes ele los fragmentos musicales. ¿De dónde se extraen pis-
tas que permitan seguir la música con palmas o con el pie sobre el piso? Los datos que
se infieren de la música nacen de la misma música: son los patrones de pulso.
Cuando escuchamos música, a menudo seguimos el tiempo con movimientos manifiestos tales
como golpes con los pies o las manos en sincronía con el tiempo (Gabrielsson, 1993, p. 96).
La pulsación regular y perceptible forma parte del concepto de ritmo en Occidente (Delalande,
1995, p. 44).
Escuchar música y representar los patrones temporales que le son propios no es tan sencillo
como parece; se trata de procedimientos para manipular patrones «entrantes» de estimulación
(Dowling, 1993).
1
Isócrono: díccse de lo que se efectúa en tiempos de igual duración (Diccionario Enciclopédico PlgneU
12 EL O Í D O DE LA M E N T E
RELACIONES TEMPORALES 13
Diferentes patrones de pulso se presentan simultáneamente a la percepción del au- musical la métrica ha sido un elemento organizador, la estructura resulta identificable por
ditor; elegir uno de ellos supone filtrar información. Analizar las interrelaciones entre el auditor. Esta identificación se concreta al establecer relaciones divisivas y multiplicati-
patrones es acceder a la estructura jerárquica que los soporta. vas entre los diferentes niveles de pulso extraídos de la música mientras se la escucha.
A l ser posibles diferentes patrones de pulso, ¿cuál es la elección comúnmente com- Como se verá en el desarrollo del capítulo, la identificación pone en juego el estableci-
partida por los auditores? Según Parncutt (1994), el auditor selecciona primariamente miento de categorías perceptuales y conceptuales: 1) recepción y retención en la memo-
aquellos patrones de pulso a intervalos de tiempo n i muy breves ni muy espaciados, ya ria de información temporal, armónica y melódica; 2) traducción a un gesto corporal
que las respuestas tienden a gravitar hacia la media, resultando más prominentes (salien- -manifiesto o encubierto-; 3) establecimiento de relaciones cuantitativas y cualitativas en-
tes) los patrones de pulso cuyos periodos son cercanos a los 100 acontecimientos por mi- tre los diferentes niveles de la estructura, y 4) codificación en un sistema de notación.
nuto. «Adoptando un término del Renacimiento, diríamos a nivel de tactus» (Lerdahl y
Jackendoff, 1983, p. 21).
«El tactus , por ende, es la sensación de pulso con mayor saliencia» (Parncutt,
2
2.2. Subtactus y agrupamiento: el pie La articulación del fraseo, la redundancia temática y el ritmo armónico son indica-
tivos del metro. E n la teoría musical tradicional se ha denominado acento o unidad de
Conjuntamente con el tactus se presentan a la percepción otros patrones de periodo compás.
más breve. Son subunidades del tactus. Diversos modelos teóricos lo denominan subtactus. Según la estructura de la cual se trate, es frecuente que el auditor identifique a par-
E n la rítmica proporcional las posibilidades de agrupamiento son de a dos o de a tir de la escucha hasta cuatro niveles de pulso: dos supraordinados, el ordinal (tactus)
tres. En la teoría musical tradicional a este patrón se lo denomina división (del tiempo) y uno subordinado al tactus.
o subdivisión (del compás), esto es, el modo en que el valor mayor se divide en el me- Los niveles de pulso generalmente se representan gráficamente en un-diagrama de
nor. Por ejemplo, en el compás 2/4 las corcheas son la división de la unidad de tiempo puntos.
(la negra) y la subdivisión de la unidad de comnás (la blanca), denominaciones todas Veamos por ejemplo una copla popular argentina recitada en una distribución si-
ellas vinculadas con la notación. Para la escucha se prefiere usar el concepto de pie, to- lábica a igual intervalo de tiempo en la que al final agudo, como en la versificación, se
mado de los griegos, por considerar que alude a un agrupamiento de sonidos en uni- agrega un ataque más.
dades mínimas de a dos o de a tres (Malbrán 1984 a, 1984b). Aislar el subtactus es i n -
ferir un valor discreto, la figura menor en que se divide; aislar el pie es abstraer u n grupo
temporal de sonidos acentuados métricamente en células de a dos (binario) o de a tres Za pa ti to de cha rol Me die el ta de li cor
(ternario).
Nivel 1
Desde la escucha
Nivel 2
• • • • • • • •
E l pie es el agrupamiento del nivel de pulso inmediato inferior al tactus (sub-ordi-
Nivel 3
• • • •
nal). Determina la distribución interna del tactus en grupos de dos o tres subunidades.
Nivel 4 1
•
Diagrama de puntos 1. Ritmo verbal.
Nota. La tradición investigadora presenta el ordenamiento de los niveles tal como se ve en el diagrama de puntos i .
2.3. M e t r o Sin embargo, resultaría justificado presentarlo en sentido inverso (el nivel supraordinal en el nivel más alto y el su-
bordinal en el más bajo).
O t r o de los niveles de pulso que resulta perceptible es el que se distribuye en lap-
so más amplio y contiene al tactus y al pie. Esta unidad mayor -cuando presenta per- E l nivel 1 de pulso coincide con el ritmo verbal, excepto en el final agudo. Es el
manencia en la o b r a - es una configuración que se apoya en características del discur- subtactus. E l nivel 2 es el tactus y el nivel tres, el metro. El nivel 4 corresponde a lo que
so musical tales como: se ha dado en Llamar hipermetro, articulación mayor relacionada con la segmentación
formal ( L o n d o n , 1995; Temperley, 2001).
- segmentaciones melódicas, correspondientes al fraseo de la melodía, que al auditor Los compases denominados simples y compuestos demandan el análisis de tres n i -
le permiten anticipar pausas, cesuras o respiraciones internas del discurso musical veles de pulso: tactus, subtactus y metro.
y que contienen el mismo número de tiempos; A continuación se muestran los diferentes niveles de pulso en una obra del reperto-
- ritmo armónico, esto es, el grado de estabilidad o cambio de la armonía. rio académico. E l nivel 1 corresponde a la semicorchea, valor de duración más breve de
la obra (tatum?); el nivel 2, al subtactus; el nivel 3, al tactus; el nivel 4, al metro. El núme-
ro de niveles de pulso puede variar de acuerdo a las características de la pieza musical. En esta
obra se ha tomaado como nivel de pulso 1 el que SP corresponde c..: el valor más br^.e articu-
Desde la escucha lado en el discurso musical. Por ello en las gráficas siguientes se consignan cinco. En un traba-
jo previo, Parnatt ( 8 7 ) consigna, además de los que hemos insertado, c*:3S niveles de pulso
,0
E l metro es la unidad de agrupamiento mayor (supraordinal) que, según sean tales como sucesiones en contratiempo (a igual intervalo de ataque).
sus relaciones con el tactus, determina el número fijo de tactus que subsume.
La mayor saliencia del nivel tres (túctus) fue probada experimentalmente por la au-
Diagrama de partitura 1. Niveles de pulso en la notación de pie binario.
tora en una investigación acerca de la saliencia de los niveles de pulso (Malbrán, 1999).
Se presenta a continuación un algoritmo, herramienta considerada de utilidad para
la resolución de problemas. U n algoritmo contiene un número finito de pasos y sigue
v
una estrategia que descompone los procesos mentales a seguir para su consecución.
Como tal debe resultar: 1) exhaustivo, esto es, prever todas las situaciones que se pue-
Nivel 1 den presentar; 2) objetivamente consistente, expresado con claridad en todos, sus pa-
r r ( ( ( ( ' [ ' [ ' f r r r CilCi' sos; 3 ) finito, su ejecución se concreta en un tiempo previsible con un punto de inicio
y uno de finalización o cierre.
Nivel 2 El siguiente algoritmo es susceptible de ser aplicado para la identificación auditiva
* y ¿ >
Nivel 3 J -¿
I" F (' L [ 1
Nivel 4
A,
R R
Nivel 5
N^i i yy
fTñFi ñ!Tñ
y / /
mm y /-/-/ y y y yyyyy y yyy-rrir-
f MM
Nivel 2 R mm
y-——y—y—y—-y—
N M , 0 1 . 0 1
Nivel 3
y-+ y->
I J L J J J
Nivel 4
0-, .—
} J J
Nivel 5 L —
= 0 O
4/4 Mozart, W. A.
F R A S E L A T E R A L SUPERIOR: P U N T O D E PARTIDA Sintonía núm. 25, 1." rr~vimiento 4 pie binario
6/8 Haydn, J . Concierto para violonchelo y orquesta núm. 2, 3 * movimiento 2 pie ternario
6/8 Beethoven, L. van Concierto para piano y orquesta núm. 2, 3 * rrrovimiento 2 pie ternario
Submeta Acción Conceptualización- Conclusión declarativa
abstracción de proceso 6/8 Beethoven, L. van Sinfonía núm. 6, 5.° movimiento 2 pie ternario
FRASE CENTRAL INFERIOR: META, PUNTO DE LLEGADA CENTRAL 6/4 Schumann. R. Carnaval, para piano, op. 9, Chopin, Agitato 2 pie ternario
E l punto de partida del algoritmo se ubica en la frase lateral superior izquierda. E l 9/8 Wagner. R. Caoaigata de las valquirias 3 pie ternario
análisis se inicia con la submeta uno representada con i k i rombo, la cual se correspon- 9/8 Bach, J . S. El clave bien temperado, Libro 2, PreJueSo VII 3 pie ternario
de con la acción descrita en la forma rectángulo. La acción brinda información necesa- 9/8 Bacfi, J . S . Condeno para violin y orquesta en La menor, 3 . " movimiento 3 pie ternario
ria para abstraer los conceptos clave descritos en la forma círculo. Esta abstracción se 9/8 Vaughan Williams, R. Sinfonía Londinense, 3." movimiento, 2." tema 3 pie ternario
vale de datos incluidos en medios círculos. Estos pasos previos permiten llegar a la pri- 9/8 Dukas, P. El aprendiz de brujo, Introducción 3 pie temario
mera conclusión parcial. La lectura del algoritmo continúa con la/s siguiente/s subme- 9/16 Bach, J S. Partía para clave núm. 4, Giga 3 pie ternario
ta/s y con idéntico recorrido.
La última conclusión permite solucionar el algoritmo, cuya formalización declara- 12/8 Bach. J . S. Invención a tres voces núm. 2 en do menor 4 pie ternario
tiva se inserta en la frase central consignada al pie de la hoja. 12/8 Bach, J . S . Invención a dos voces núm. t2 en La Mayor 4 pie ternario
Dada la importancia concedida en esta obra al repertorio como núcleo de análisis, 12/8 Stravinski, 1. PuldneUa, Serenata, Larqhetto 4 pie ternario
se inserta una lista de obras que ejemplifican los conceptos tratados. La siguiente ta-
bla presenta obras del repertorio académico en que las estructuras métricas de la no- Tabla t. Estructuras métricas en la rítmica proporcional.
tación en la partitura coinciden con la estructura métrica percibida.
COMPÁS DE LA
PARTITURA
AUTOR OBRA TIPOLOGÍA
3. Algunas precisiones terminológicas
Beethoven, L. van Sonara para piano núm. 5, 3." movimiento 2 píe binario
2/2
En diversas obras se observa la denominación indistinta de pulso o tiempo, esto es,
Stravinski, 1. Petruschka, 1 " cuadro, 4.° tema 2 pie binario
2/4
se adopta la denominación de la notación y se considera la existencia de un único p u l -
Chaikovski, P Suite -El cascanueces; - D a n z a de los miriitones» 2 pie binario
2/4
so cuya cualidad distintiva es que la sucesión se produce a igual intervalo de tiempo
Bartók. B. Danzas populares rumanas para piano. D a n z a núm. 1 2 pie binario
entre un ataque y el que le sigue. Sin embargo, el compás escrito no siempre es coin-
2/4
a igual intervalo de tiempo entre un ataque, sv. sucesor y su antecesor. Con dicha pos-
3 pie binario
tura se ignora la existencia de diferentes niveles de pulso y se considera la sucesión a
3/4 Haendet. G . F. Música para los reales fuegos de artificio, Minuet II
3 pie binario
3/4 Haendel, G . F. Música acuática, Alia Hornpipe
igual intervalo de ataque u n p H b u t o exclusivo. La denominación tiempos del compás
es necesario restringirla al código de la partitura -nomenclatura indubitable- y es pre-
Brahms, J . Sinfonía núm. 2, 3 . " movimiento 3 pie binario
3/4
ferible adoptar la de niveles de pulso a la percepción auditiva (en tiempo real) de pa-
MOfWt, VY. A Sinfom'p. concertante, 2." movimiento 3 pie binario
3/4
Así, también la denominación acento para aludir al primer tiempo del compás ha ge-
nerado ciertos errores de interpretación. A l considerarse, en general, un acento dinámico,
no resulta posible conceptualizar con claridad el metro como agrupamiento que concilia
la acentuación métrica, el fraseo y la armonía, como tampoco identificar particularidades
de las diferentes estructuras métricas. Por ejemplo, distinguir entre compás de numerador 2
dos y cuatro cuya diferencia es de fraseo y ritmo armónico. El compás de numerador cua-
tro contiene una idea musical de más largo aliento que el de dos y generalmente un ritmo
armónico de cuatro tactus; según Edgar Willems (1971, pp. 41-42), el compás dos es de
ESTRUCTURAS MÉTRICAS PARTICULARES
carácter pendular y el de cuatro narrativo. Tampoco podrían explicarse ejemplos musica-
les acéfalos -una danza popular ecuatoriana presenta dicha característica- o con líneas de
fraseo en las que la articulación discursiva no enfatiza el primer tiempo. Descubrir el me-
tro es una discriminación que integra información no sólo rítmica: es una inferencia rela-
tiva al fraseo de la melodía, los patrones rítmico-melódicos y la armonía. Las denomina-
ciones metro y tactus son las usuales en Psicología cognitiva de la música.
Se ha dado en llamar Unidades de Tiempo Uniforme (UTU) a la segmentación del
continuo temporal a igual intervalo de tiempo: 11111 (Malbrán y Fumó, 1992). Cuan-
do un grupo de personas bate palmas de manera isócrona, no percute elementos de la
estructura métrica, solamente opera con U T U . Toda distribución isócrona no consti- E l capítulo anterior analizó las estructuras métricas más frecuentes en la música de la
tuye un patrón de pulso. Tactus, metro, pie, son patrones sin existencia autónoma. Se práctica usual. Sin embargo, la especulación métrica ha formado parte de las búsquedas
encarnan y derivan de u n discurso musical o rítmico y con diferentes niveles de infor- de nuevas combinaciones por parte de los compositores, emanadas tanto del conoci-
mación (textual, melódica, armónica). miento de los principios de la arquitectura métrica como así también de la intro-
ducción de canciones populares y folclóricas en el repertorio académico. La particu
El análisis de la estructura métrica de una obra a utñizar como motivo de estudio au-
laridad de tratamiento incluye extensiones, cruzamientos y duplicaciones del metro, lo
ditivo necesita considerar dos premisas básicas: 1) la saliencia relativa - q u é elementos re-
que demanda la consideración de cuatro niveles de pulso.
sultan pregnantes a la percepción- y 2) el grado de permanencia de los agrupamientos
temporales. Si en una obra lo que se percibe como subtactus es un agrupamiento esta-
blemente ternario, no corresponde escribirlo como valor irregular (tresillo), ya que el pie
ternario es un elemento estructurante del discurso. E l tresillo debe causar irregularidad 1. Estructuras de metro e x t e n d i d o
rítmica, por ende, constituir un accidente del fluir musical en lugar de la norma.
La tipología presentada sólo puede ser analizada y comprendida si se parte de la La música de Occidente ha «jugado» con extensiones de los metros dos, tres y cua-
idea clave compartida por la comunidad científica, que considera al tactus la unidad tro de diferentes modos. Así, pueden identificarse auditivamente fragmentos de me-
temporal de mayor saliencia, distribuida en una tasa temporal moderada. tro extendido, esto es, sucesiones de dos o más metros diferentes. Son obras escritas
Los desarrollos presentados en el capitulo son el fruto de: 1) la consulta de avan- en compases de amalgama. Presentan las siguientes particularidades:
ces en estudios de investigación, cuyos aportes se consignan al final del capítulo tres
— tactus estable a lo largo de la obra;
como así también las referencias bibliográficas; 2) la amplia experiencia de la autora
en la enseñanza de la cognición musical auditiva; 3) los estudios realizados en la tesis — subtactus estable a lo largo de la obra;
doctoral sobre el tema «La sincronía rítmica como forma particular de la organización — metros en sucesión que contienen una secuencia fija (dos más tres o vicever
temporal», y 4) investigaciones realizadas por la autora y colaboradores en proyectos sa, y tres más cuatro en sus combinaciones);
financiados por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina). — hipermetro estable que agrupa los metros internos.
Análisis
Nivel \ 9
Nivel 2 • • • • • • • •
N^el 3 • •
Nivel 4 • • etc.
Nivel 1
Nivel 2 • • • •
Nivel 3
• • • •
Nivel 4 • c etc.
Nivel 4 •
3.1. Estructuras de metro duplo y hemiola po en la cifra de compás no es la figura que se percibe como tactus; 2) el agrupamien-
to divisivo prevaleciente ha sido anotado como valor irregular; 3) el agrupamiento es-
En diversas obras la estructura de metro duplo se vincula con ciertos ejemplos de tructural mayor, vinculado con el fraseo, no ha sido advertido, y 4) el tratamiento y la
hemiola. La hemiola es una articulación del fraseo en motivos melódicos de dos tac- estructura de versos del texto poético no se corresponden con el metro seleccionado.
tus dentro de una estructura que venía articulándose en tres tactus. Por ejemplo, en
un compás de 3/4 se repite el motivo dos corcheas-una negra tres veces, para luego
retomar la articulación en tres tactus. Se considera que en una estructura de 3/4 se in- 4.1. L a figura que es tiempo no es la figura que se percibe como tactus
terpola una de tres duplo.
Ejemplo 5a. Obra: Suite núm. 3 para orquesta, «Aire» Autor: J. S. Bach
Análisis
Haendel escribió este aire en 3/8. Cada corchea es u n tactus, por ello se dirige
en tres batutas. E n los compases cuatro y cinco de la partitura la articulación meló-
Se transcribe a continuación la partitura en dicha estructura métrica.
dica es cada dos tactus. Es el caso de un compás de tres batutas con una hemiola
que se corresponde con u n duplo. Esto es: tres compases en 3/8 de tres batutas y
un compás en 3/4 con cada batuta dividida en dos tactus; por ende, el tactus y la
distribución espacial de la batuta permanecen idénticos. E l cambio consiste en que
inicialmente la batuta pulsa u n tactus en cada localización espacial, y en el duplo in-
terpolado la batuta pulsa dos tactus en cada localización espacial.
4.2. E l agrupamiento divisivo prevaleciente ha sido anotado como valor irregular cada dos compases. E l antecedente se desarrolla en los compases uno y dos, el
consecuente en los compases tres y cuatro, y continúa del mismo modo. E l com-
pás que discriminará un auditor competente será 2/2.
Ejemplo 6b.
Ejemplo 7a. Obra: danza tradicional de Israel Ejemplo 8a. Obra: Gure Kuttuntxo, folclore vasco
Análisis
Análisis
Se trata de los denominados compases en uno. Scherchen (1981, p. 213) los consi-
dera «la característica de los scheni de Beethoven». Estos ejemplos sin metro presen-
tan las siguientes particularidades: Ejemplo 9. Obra: Sinfonía núm. 7, op. 92, 3." movimiento Autor: L. van Beethoven
Nivel 1 • • • • • • • • • • » • • • • Ejemplo 10. Obra: Antiche Danze ed Arie, Vicenzo Galüei, Cagliarda Autor: O. Respighi
Nivel 2 • • • • •
Análisis
Diagrama de puntos 5. Rítmica en uno.
Respighi escribe esta danza en 3/4 aunque agrega la especificación in "no La
El nivel uno se corresponde con el pie (subtactus) y el nivel dos con el tactus. Carece indicación metronómica alude a la unidad de compás.
de metro, el nivel mayor es el tactus; no es metro porque no contiene (subsume) tactus.
32 EL OIDO DE LA MENTE RELACIONES ¡LMPORALES 33
Análisis
COMPÁS DE LA
AUTOR OBRA TIPOLOGÍA
PARTITURA
Vivaldi escribe la obra en 3/8. Cada corchea es u n tactus. Este ejemplo mues-
3'4 Beethoven, L. van Sintonía núm. 6, 3 . " movimiento 3 en uno
tra que no todo fragmento escrito en 3/8 es en uno.
3/4 Beethoven, L. van Sintonía núm. 7, 3." mevimiento S e n uno
3/8 Mozart, W A. Concierto para violín y orquesta K216, 3." movimiento 3 en uno
3/8 Bach. 1 S Sonata para violín y dave núm. 5, 4." movimiento 3 en uno
Análisis
COMPÁS DE LA
Arensky escribe este vals en 3/4. Se percibe en uno. La figura de menor dura- PARTTTURA
AUTOR OBRA TIPOLOGÍA
ción corresponde a la división del tiempo (corchea), tal como frecuentemente su-
4/4 Arensky. A. Suite para dos pianos núm. 1, op. 15, R o m a n z a 2 duplo
cede en las rítmicas en uno. 2/2 Bach, J . S . Suite para orquesta núm. 4, Gavota 2 duplo
Diagrama de partitura }. Rítmica en uno. 3/2 Albinoni, T. Concieno a 5 en re menor, op. 9, Adagio 3 duplo
3/4 Mozart, W. A. Sonata para piano núm. 8 K310, 2.° movimiento 3 duplo
3/4 Mozart, W. A. Sintonía núm. 41, 2." movimiento
m
J duplo
3/2 Bach. J . S S u . IUIU para violín y dave núm. 5,1." movimiento 3 duplo
Nivel 1 etc. 4/4 Bach, J . S . Suite para orquesta núm. 3, Aire 4 duplo
m
etc.
m m
Nive|2
" í í í
5/4 Bolling, C . Picnic Suite, Fantasque 5 amalgama en rítornellos
Obra: Concierto en sol para violín y orquesta, 3 m o v i m i e n t o Autor: W. A. NÍOTfflt 15/8 j Brahms, J . | Tríopara violín, violonchelo y piano, op. 101, 3." movimiento. 2.° tema | 5 amalgama pie ternario
34 EL OÍDO DE LA MENTÍ
6/8 3/4 Falla, M. de Concierto en ñ a p a r a clave, 3 . " movimiento metro cruzado O t r o elemento a considerar es que las estructuras métricas presentan diferentes n i -
6/8 3/4 Glnastera, A. Ballet Estancia, -Malambo» metro cruzado veles de dificultad. La identificación se torna más compleja cuanto más niveles de pul-
6/8 3/4 Turlna, J . Mujeres españolas. - L a andaluza», 3.™ tema metro cruzado so se ponen en juego. Una excepción -aparente- es la rítmica sin metro en uno (capí-
6/8 3/4 Copland, A. Salón México metro cruzado tulo 3 ) . Si bien es necesario relacionar sólo dos niveles de pulso, su identificación
6/8 3/4 Ramírez, A. Estudio núm 3, -Cueca» metro cruzado requiere la consideración de las variables tempo, línea melódica y segmentos temáti-
6/8 3/4 Bernstein, L America, Temo di Huapango metro cruzado cos de cada tactus.
RITMO EN EL SIGLO XX
Este tipo de rítmica se observa en obras tanto académicas como <4e la música popular.
En algunos trabajos de investigación previos se denominan metros complejos. Se
considera que su reconocimiento perceptivo implica el uso de estrategias para cambiar
de niveles métricos -midiéndolos en tiempo real-, lo que demanda un desarrollo más Ejemplo 14. Obra: Seis danzas en ritmo búlgaro, «Danza núm. 2», en Mikrokosmos VI Autor: B. Bartók
fe
y «TJU LHJ (!
Eicr'iplo /3. Obra: Seis danzas en ritmo búlgaro, «Danza núm. 1», en Mikrokosmos VI Autor: B. Bartók
Ejemplo 15. Obra: Seis danzas en ritmo búlgaro, «Danza núm. 4», en Mikrokosmos VI Autor: B. Bartók
Análisis
E l autor escribe esta danza en 9/8 y consigna la sucesión interna de los su- ,¡ Análisis
mandos: 4+2+3. L a escritura de la cifra de compás indica que la distribución re-
sulta estable a l o largo de toda la obra. Si bien las cuatro corcheas se mantienen Escrita en 8/8. E l autor consigna los sumandos 3+2+3. Es u n compás aditi-
como articulación de cada compás, el perceptor advierte una acentuación interna vo de tres tactus, el p r i m e r o y el tercero en relación T/ST 3:1 y el segundo en
(2+2+2+3). Se trata, por ende, de un compás aditivo de cuatro tactus, los tres p r i - relación 2 : 1 .
meros en relación 2:1 entre tactus y subtactus (T/ST) y el último en relación 3 : 1 . ;
EL O Í D O DE LA M E N T E RELACIONES TEM»O«ALES 41
40
Ejemplo 18. Obra: Seis dañas en rumo búlgaro, «Danza núm. 3», en Mikrokosmos VI Autor: B. Bartók
Análisis
Análisis
Escrita en 9/8. E l autor consigna los sumandos 2+2+2+3. Es un compás aditivo
de cuatro tactus, los tres primeros en relación T/ST 2:1 y el tercero en relación 3:1. Escrita en 5/8. E l autor no consigna los sumandos; sin embargo, mantiene una
distribución fija de 2+3. Se trata de un compás aditivo de dos tactus, el primero
en relación T/ST 2:1 y el segundo en relación 3:1.
Análisis
Escrita en 8/8. E l autor consigna los sumandos 3+3+2. Compás aditivo de tres
tactus, los dos primeros en relación T/ST 3:1 y el tercero en relación 2:1.
Forma parte de la tradición del cancionero vasco la estructura 5/8 con la distri-
Análisis bución 3 + 2 .
Análisis
si
i i T~¿—4
1
i i i i - where.
ki ver b a n - gle on, Brings mu - sic ev - r>
na ya aa . - ro.
Análisis
Análisis
Como puede verse, la distribución interna es 3 + 2 + 2 . La práctica musical grie-
La indicación de carácter es «Aire de merengue». Resulta muy interesante el ga consiste en acompañar con palmas en dos timbres siguiendo la división de la
esquema de acompañamiento: la distribución tres mediante la sucesión negra- estructura, de m o d o que el primer golpe del grupo de tres sea en u n timbre y los
corchea y la distribución dos sin cabeza (acéfalo) con la sucesión silencio de cor- dos restantes en otro; asimismo, en los grupos de dos el primer golpe es en u n
chea-corchea. timbre y el restante en otro.
EL OIDO DE LA M E N T E RELACIONES TEMPORALES 45
E n la música hindú los patrones temporales de este tipo se denominan con el nom-
bre genérico de tala y cada tala lleva su propio nombre. Uno de los talas más frecuen- duce en iguales niveles de pulso, las divisiones del tactus de ambas estructuras
tes es el denominado tisra jati maiya tala, con la distribución 3+2+3. (ocho contra ocho). E l autor escribe estas estructuras con la cifra indicadora 4/4
E n la música española la presencia de este tipo de estructuras ha sido advertida en y resuelve las distribuciones internas con acentos dinámicos.
la música tradicional vasca, catalana y valenciana (Pelinsky, 2000).
2. Estructuras de metro cruzado Otros ejemplos, como el ragtime (EEUU), superponen o suceden una estructura
de metro dos de pie binario (2/4, dos negras/cuatro corcheas/ocho semicorcheas) y
2.1. Rítmicas proporcional y balcánica yuxtapuestas una de metro 3 aditivo 8/8, esto es, ocho semicorcheas distribuidas 3+3+2. En tal caso
la equivalencia se produce entre diferentes niveles de pulso: las subdivisiones del tac-
El uso de cruzamientos entre ejemplos de diferentes rítmicas (tanto verticales como tus en la melodía y las divisiones del tactus en el acompañamiento, resultando así la
horizontales) contrapone estructuras métricas de diferente naturaleza que comparten equivalencia ocho contra ocho.
el número total de unidades de pie. Como se ha visto, estos cruzamientos se denomi- Esta frecuente distribución del ragtime, sin embargo, no se señala en la cifra i n d i -
nan compases equivalentes. cadora: se transcribe en 2/4 en algunos casos o 4/8 en otros.
m - = = = i
Análisis
A ftrtlisis
2.2. Otros tratamientos de la equivalencia Se presenta a continuación u n algoritmo susceptible de ser aplicado para la identi-
ficación de obras con estructura métrica de la rítmica balcánica.
Allegretto cantabile J - n SUBMETAS ACCIONES ABSTRACCIONES CONCLUSIONE
PARCIALES
Análisis
del repertorio académico. A continuación se incluye una tabla con las obras que no
han formado parte de los análisis del capítulo.
ri - a - wa - nna, i - a - wa - nna, po-wa-me - na gu - nta
COMPÁS DE L A
AUTOR OBRA TIPOLOGÍA
PARTITURA
ED 4 4 -ll
5/8
5/8
Bartók, B.
Copland, A.
Danza en ritmo búlgaro, núm. C
aditivo (2 + 3)
Danza pentatónica escrita en 5/8 y de estructura formal aleatoria. La melodía 9/8 | Brubeck, D. | Blue rondo a la turk j aditivo (2+2+2+3) y 3 pie ternario
presenta la distribución 2+3. Entre los esquemas de acompañamiento propues-
tos, la opción L ha sido escrita en 4/4 + 1/4 con barra de repetición. La equiva- 10/8 Shifrin, L Misión: imposible aditivo (3 + 3 + 2 + 2)
lencia se produce entre dos estructuras de la melodía y una del acompañamiento, 10/8 Bolting, C . Hispanic Dance aditivo (3 + 3 + 2 + 2)
compás como «el espacio comprendido entre dos líneas divisorias». Esto es, desde la es-
3. Polimetrías
critura se alude a una distribución estable que en realidad el receptor no puede percibir.
En ciertas obras el tema musical comparte una distribución proporcional, aunque
Obras de diferentes estéticas muestran la superposición de estructuras de metros
su «gesto» no resulta adjudicable a una unidad métrica superior, esto es, a un metro.
diferentes. Atendiendo a que la superposición es estable (no transitoria), la forma co-
Generalmente la escritura se resuelve mediante ligaduras que delimitan las unidades
rrecta de escritura es proponer metros diferentes en lugar de usar valores irregulares.
de fraseo. La distribución de figuras es proporcional aunque sin metro. Estos ejem-
plares se tipifican como pertenecientes a la rítmica proporcional sin metro.
[Allegro]
A continuación se presenta una tabla con las diferentes estructuras métricas estudiadas.
1
jj
u ¡ simple
tu
simóte
aditivo
5
2
6
u m 6
u u ^ simóte
m m e S
m u 8
• aditivo
^ simple
u u u wmw g compuesto
u u m
7
8
7
u m u 8
7
3
m u u 8
8
u m m 8
8
m u m 8
8
m m u 8
aditivo
12
J simple 9
U W L 7 m m g compuesto
m u u u 8
Ejemplo 27. Obra: Tema con variaciones en Si„ Variación 9 Autor: D. Shostakovich 9
u m u u 8
9
u u m u S
Análisis 9
u u u m 8
10
F=r obra escrita para vientos y cuerdas utiliza una estructura en 6/8 para to-
a
4
8
dos los instrumentos excepto para los cornos, que lo hacen en 2/4. E s un claro 10
LTLTLTJLLT 8
ejemplo de superposición de metros diferentes.
10
8
10
m a m 8
11
4. Rítmica sin metro WÍVWÜ 8
trrzrccrccr 11
8
En diferentes estéticas de la tradición occidental es posible encontrar obras musi-
cales de rítmica sin metro. ccrcrccrccr 11
8
En algunos casos, se encuentran anotadas en estructuras de compás convencional. En- 11
m s m 8
tonces resulta pertinente la definición de la teoría musical tradicional, que caracteriza al
RELACIONES TEMPORALES 51
EL OlDO D E L AM E N T E
50
Análisis
1 5
5 amalg. amalg.
crc/crtrcr r r r j M j m i r 8
ctTcrcrcnr e
[rtrírtrcr ii
LTrrcrr;rir 8
Escrita sin cifra de compás y con el fraseo indicado a través de ligaduras. Como
11
crtrcrccrtT 8 puede comprobarse, las unidades de fraseo son de diferente extensión, por ello el
11 autor no consignó u n metro. Esta estrategia de escritura resulta eficaz, ya que la
rjcroTiTcr 8
adjudicación a una cifra de compás destruiría el gesto de la línea melódica l
11
i^LTjrjLTcr 8
12
5
ccrorcrcrcr 8
12
LtJirr/iTLTJ 8
4.2. Rítmica balcánica sin metro
12
LTTLTcrrírrr 8
12 El compositor resuelve la escritura mediante reiterados cambios de compás, no
cffrrcrjLTcr 8
12
perceptibles por el auditor, pero de indudable ayuda para el intérprete.
ccrtrcrtirtT 8
12
LTarartrcr 8
12
crtircrtTrLT 8
12
[TtirtTcrtir 8
12
•marcr 8
12
crtrarcrctT 8 Ejemplo 29. Obra: La consagración de la Primavera, «Danza del sacrificio» Autor: 1. Stravinski
12
8
1
etc.
Análisis
Tabla }. Análisis comparativo de estructuras métricas.
5. Rítmica libre
En obras del repertorio académico de la segunda mitad del siglo X X se presentan nue-
Autor: E. Satie vos modos de distribuir el sonido en el tiempo. En ellos el auditor encuentra una au-
Ejemplo 28. O b r a : Le porte'- 'le grosses pierres
r
52 EL OIDO DE LA M E N T E
RELACIONES TEMPORALES 53
Ejemplo 31. Obra: Sequenza para flauta sola (primera edición) Autor: L. Berio
Análisis
E l autor indica que las notas bajo la llave (parte superior de la partitura) deben
distribuirse en un tempo equivalente a M M = 7 0 ; las figuras con corchete suelto «son
sonidos Separados con una duración real gobernada p o r el modo de ataque; las no-
tas unidas por barra se deben sostener hasta que suene la siguiente nota» (Smith
Brindle, 1987/1996). Después de 30 años de la primera edición, Berio reescribió
esta Sequenza adoptando una notación proporcional sin metro (Olson, 1998).
Análisis
Son obras escritas mediante grafías a elección del autor, y la duración viene deter-
minada por el reloj.
8 Contrabassi
Ejemplo 34. Obra: For 1, 2 or 3 people (tomado de Hamm. Nettl y Byrnside [1995]) Autor: C. Wolff
Análisis
Ejemplo 33. Obra: Threnody for íhe Victims of Hiroshima Autor: K. Penderecki
E l autor indica el significado de cada signo. E n cuanto a la articulación tem-
poral, utiliza las siguientes indicaciones:
Análisis
J? tocar después de un sonido ya comenzado y finalizar con él;
?-? comenzar en cualquier momento, mantener ante el comienzo de otro y fina-
Esta obra fue escrita para 52 instrumentistas de cuerda divididos en diez gru- lizar con él;
pos ('"dicados p o r las líneas horizontales). E l fragmento incluido p i u p o n e tocar
comenzar al mismo tiempo (o l o más inmediato posible) a u n sonido pró-
fortísimo la altura más alta posible. La estimación de la duración es por bloques,
ximo, pero concluir antes de que él lo haga;
de 15 segundos el primero (sonido liso inicial) y 11 el segundo, que comienza con
CLCLO comenzar en cualquier momento mientras otros sonidos comienzan, y con-
un víbralo muy lento en cuartos de tono para violines y violas en entradas sucesi-
tinuar el tiempo deseado después de que los demás han finalizado.
vas. E l director marca el comienzo de cada bloque.
56 EL OIDO DE LA MENTE
L a obra consta de diez partes, de una página cada una. Se ejecuta todo lo ano-
tado en la página en cualquier secuencia u orden y sin repetir ningún evento. Las
notas negras son invariablemente cortas, alrededor de u n segundo. Las notas blan-
cas son largas y requieren coordinación entre los ejecutantes. La línea diagonal ha-
cia la nota indica tocar después de una precedente; la línea diagonal desde la nota
indica que la nota debe ser seguida inmediatamente por otra; la vertical hacia aba- APORTES DE LA INVESTIGACIÓN
jo impone tocar simultáneamente con otro sonido próximo. Similar detalle utiliza
PARA LA ENSEÑANZA DE LAS
el autor para las alturas.
RELACIONES TEMPORALES
La meticulosidad en las indicaciones restringe el concepto de indeterminación fre-
cuentemente considerado el rasgo que caracteriza a este tipo de obras del siglo X X . La
indeterminación es para el auditor, no así para el ejecutante, que debe seguir u n con-
ciso sistema de reglas.
Estos ejemplos de ritmo libre {free time, Byrnside, 1975) muestran algo más que la
En la investigación en cognición contemporánea, la Psicología de la música se si-
libertad en el uso del tiempo: imponen un diferente concepto acerca de su empleo.
túa dentro del marco teórico general de la Psicología cognitiva porque atiende a las re-
La distribución temporal nota a nota es reemplazada por la asignación de un lap-
presentaciones internas (mentales) de las propiedades abstractas y particulares del en-
so a adjudicar a sucesiones de alturas o segmentos formales más que a alturas discre-
torno musical sonoro y a los procesos que dan cuenta de dicha representación. La
tas como en las estéticas anteriores. E l uso de técnicas como las descritas forma parte
Psicología cognitiva auditiva se propone estudiar el «pensar en el sonido» más allá de
de una concepción estética basada en la ruptura con rasgos perceptivos de la música
la palabra (Me Adams y Bigand, 1994).
pulsada: previsibilidad, anticipación e inferencia.
En el caso de las representaciones musicales interesa conocer el tipo de información
Se presenta a continuación u n algoritmo susceptible de ser aplicado para la identi-
de los estímulos que se internalizan, la forma en que se almacenan y el modo en que se
ficación del ritmo libre.
interpretan. Se trata de determinar cómo los diferentes eventos perceptuales distribuidos
en el tiempo son integrados por la mente en una estructura significativa (Madison, 1999).
SUBMETAS ABSTRACCIONES CONCLUSIONES
PARCIALES Las acciones implicadas en la percepción musical suponen la interrelación entre el
conocimiento que el auditor aporta como experiencia personal y lo que realmente su-
cede en la composición musical que está escuchando, habilidad que pone en juego una
ESCUCHAR LA multiplicidad de procesos cognitivos (Dowling, 1993).
OBRA MUSICAL Hay acuerdo general en que la extracción de regularidades perteneciente a uni-
dades temporales subyacentes a la música, es un proceso fundamental para la com-
prensión musical (Toivianen y Snyder, ? 0 0 ; Parncutt, 1994; Clarke, 1987; Handel,
n
bios de estructura. Estos datos son los que ayudan a la comprensión de la música en para ilustrar un contenido o concepto musical demanda al pedagogo analizar la obra
tiempo real. en términos de saliencia. Esta selección emerge de la misma música; los datos de la
Prestar atención a un patrón temporal y aislarlo del resto de los componentes del partitura pueden resultar equívocos para tales decisiones.
contexto musical supone atención selectiva y una suerte de abstracción. La atención se- Un supuesto compartido es que el auditor, ante la presentación de una secuencia
lectiva se describe como una orientación de la conciencia hacia determinado tipo de es- rítmica e instado a palmearla en intervalos igualmente espaciados, lo hará tomando en
tímulos, dejando fuera del campo otros, también presentes, que actúan como distracto- cuenta el percepto de pulso más saliente que evoca la secuencia. Se describe la salien-
res. Funciona como un filtro que permite el paso de determinada información para su cia de patrones de pulso como «la significación perceptual y, por ende, musical basa-
procesamiento (Broadbent, 1957, 1958; Treisman, 1960,1964, citados por Kahnemann, da en la fuerza o prominencia de una sensación de pulso» (Parncutt, 1994, p. 413).
1997). E l prestar atención es considerado como un proceso activo de recepción y selec- Los patrones/niveles de pulso, aunados a las expectativas del auditor, actúan como
ción de información. Elegir una unidad de batido regular a copiar con el pie implica anclajes cognitivos específicamente atencionales. Los diferentes niveles de pulso son ra-
omitir o dejar «fuera del campo» otras informaciones rítmicas y melódicas que forman ramente escuchados como iguales; normalmente un nivel es escuchado como básico y
parte del estímulo musical y que se presentan simultáneamente a la percepción del au- actúa como marco de referencia para la percepción de otros niveles. Los auditores pue-
ditor. Esta «copia» es un claro ejemplo de almacenamiento ecoico, denominado así por- den atender a los diversos niveles de pulso simultáneamente mientras palmean uno,
que funciona como un eco (Snyder, 2000, p. 4). Este tipo de acopio de la información usualmente el de distribución relativamente moderada en el tiempo (Parncutt, 1994).
pone en juego procesos de codificación, representación y organización de datos acústi- Se ha visto que el grado de saliencia de cada nivel de pulso depende del periodo
cos necesarios para la retención. El material foco de atención se inscribe en la memoria de su distribución y de las propiedades superficiales y estructurales de la música.
a corto plazo y desempeña un papel importante en la percepción de la música, ya que Pueden mencionarse como factores asociados a la mayor saliencia de los niveles de
el procesamiento de información temporal requiere mantener por cierto tiempo los es- pulso:
tímulos percibidos en este sistema de la memoria cuya duración es normalmente del or-
den de unos pocos segundos (Neisser, 1967; Glusberg y Cowen, 1970; Crowder, 1970; - ataques del ritmo de la melodía y del acompañamiento que coinciden con al-
citados por Parncutt, 1994). En tal sentido, el agrupamiento de componentes musicales gún nivel de pulso (Palmer, 1992; Krumhansl, 1992);
funciona como un eficiente recurso de almacenamiento de información, al retener pa- - acentos fenomenológicos (Lerdahl y Jackendoff, 1983);
quetes de acontecimientos sonoros en lugar de eventos discretos. - duración de las notas del ritmo (Parncutt, 1994);
Retener características de un fragmento musical impone procesos de codificación, - interacciones entre ritmo y alturas (Deutsch, 1982; Jones y Boltz, 1989; M o -
representación y organización de la información. Las estrategias para el desarrollo de nahan, 1993);
la memoria a corto plazo son imprescindibles para la cognición musical auditiva. Es- - interacciones entre información melódica e información armónica (Dawe,
cuchar el fragmento, repetirlo para sí mismo, adveiiir «lagunas de información» para Platt y Racine, 1994);
prestarles atención focal en la siguiente repetición y, finalmente, integrar el «trazo» - periodo de los pulsos (Fraisse, 1982; Parncutt, 1994; Clarke, 2000; Toiviainen
discursivo después de tres o cuatro repeticiones, son condiciones necesarias para el y Snyder, 2000);
análisis de la música en tiempo real. - velocidad (tempo) del fragmento (Handel, 1986; Handel y Oshinsky, 1981).
Una cuestión de inie.úc en el estudio de la percepción de diferentes sucesos que
entran a nuestro campo perceptiva por vía auditiva es el grado de dominancia que Los factores mencionados indican que ante la audición de un fragmento musical al-
puede presentar u n atributo sobre ios restantes componentes. Este rasgo se denomina gunos componentes resultarán más importantes que otros; ello explicaría lo frecuente que
saliencia. E l análisis de la saliencia como fenómeno perceptivo supone que el organis- resulta que el auditor, en el transcurso de la escucha, vaya centrando su atención y cam-
mo atiende «selectivamente» a algunos datos de los estímulos. biando de u n nivel a otro. De este modo las saliencias perceptivas son inestables,
Según Imberty (2000, p. 19) en la música la organización perceptiva es una jerarquía cambiantes durante su desarrollo simultáneo con la audición de música. N o obstante, hay
de saliencias más que una jerarquía sintáctica funcional. Las audiciones sucesivas de una acuerdo general en que, al escuchar música pulsada, inicialmente el nivel de pulso más sa-
obra musical permiten establecer una jerarquía entre los sucesos que han impactado la liente es el tactus, esto es, el primer nivel de pulso que «dispara» la atención del auditor.
percepción desde la primera audición. En consecuencia, la jerarquía de saliencia? per- Esta percepción se efectúa en tiempo presente, en el «ahora», en el momento en que tie-
ceptivas está basada en los fenómenos temporales. El autor propone definir la macro- ne lugar. Según la teoría de atención dinámica (Jones y Boltz, 1989). los auditores afinan
estructura de una pieza musical como un esquema de estructuración del tiempo, como sus ritmos internos con los del ambiente y prestan atención al nivel de pulso que se de-
una representación mental de la progresión temporal de la obra musical. sarrolla en un periodo intermedio de los niveles jerárquico-métricos. L o denominan pe-
Cada discurso musical pondera ciertos elementos sobre otros. El componente pon- riodo de referencia, que puede identificarse como la tasa en la cual cada acción de la eje-
derado es percibido como más saliente. Seleccionar fragmentos musicales de escucha cución es realizada al tiempo de la música. E l patrón saliente sirve como referencia para
60 EL O ( D O DE LA M E N T E RELACIONES TEMPORALES 61
establecer relaciones con los otros patrones y ha sido denominado tiempo de referencia nitivo. La categorización procesa la información con flexibilidad y parsimonia, y for-
(Jones, 1987; Drake, Penel, Bigand y Stefan, 1997). Según este modelo, una vez que los ma parte tanto de la identificación y reconocimiento de objetos como de la asimilación
auditores se afianzan en un nivel particular de la jerarquía métrica, pueden saltar a otros y organización de nuevos conocimientos (Melen, 2000, p. 1).
niveles a través de procesos de atención focal. En las categorías perceptuales, el procesamiento de la información incluye el al-
Estos cambios de nivel pueden ser: macenamiento organizado en la memoria, la recuperación eficiente y la respuesta a un
número amplio de ejemplos provenientes de múltiples categorías (Melen, 2000, p. 1).
-multiplicaciones del tactus que se caracterizan como una forma de atención La jerarquización categorial reconoce los niveles subordinado, básico y supraordi-
orientada al futuro (en las grillas de puntos sería proceder del nivel 2 a los ni- nado (cfr. de Vega, 1984):
veles 3 ó 4);
- divisiones del tactus, vistos como una forma de atención analítica (en los dia- - el nivel subordinado representa el menor grado de abstracción y contiene la más
gramas de puntos sería proceder del nivel 2 al nivel 1). amplia cantidad de información respecto a los otros niveles;
- el nivel básico representa un estatus intermedio entre los extremos, pero brinda
Operar en tiempo real con el cúmulo de información brindada por la música re- insuficiente información para distinguir eficientemente miembros de las catego-
quiere la puesta en marcha de estrategias cognitivas que permitan cumplir los siguien- rías;
tes pasos: 1) recepción; 2) percepción; 3) puesta en marcha de un gesto motor; 4) cuan- - el nivel supraordinado, el más abstracto, condensa información acerca de los
tificación; 5) conceptualización. Todos estos pasos fueron representados en el algoritmo ejemplos, permitiendo una más clara distinción entre las categorías (Melen, 2000,
de la página 17. Esta secuencia de reflexión sobre el hacer, simultánea con la escucha,
p.D.
requiere ser ordenada por pasos, con parsimonia, meticulosidad y reexamen perma-
nente de las conclusiones parciales que se van obteniendo. Se trata de estrategias cog-
En la percepción y reproducción de ritmos de la música pulsada, el nivel básico per-
nitivas de alto nivel de complejidad musical y conceptual, para lo cual el trazado de al-
mite ordenar los datos conforme a una referencia temporal, el tactus, que actúa como
goritmos constituye una valiosa ayuda.
unidad de medida patrón; el nivel subordinado informa acerca de datos de la superficie
La saliencia de niveles de pulso fue estudiada por R. Parncutt (1994) con secuen- musical (subtactus); el nivel supraordinal se vincula con el agrupamiento temático, la es-
cias artificiales (mecánicas) de ritmos estandarizados (vals, marcha, swing) producidas tructura armónica y formal, y la conformación de la estructura como un todo (metro).
por medios computarizados. Las respuestas obtenidas indican la saliencia de patrones
Hay acuerdo entre los investigadores en considerar que la estructura métrica es je-
en una tasa temporal moderada (alrededor de 100 eventos por minuto).
rárquica: se compone de elementos discretos relacionados de tal forma que el compo-
Estudios realizados en la Argentina por la autora y colaboradores, reemplazaron
nente de un nivel incluye a y es incluido por componentes de otros niveles.
las secuencias artificiales por grabaciones de obras del repertorio universal. Las mues-
Esta estructura genera relaciones de dominancia: un elemento contenido por otro
tras fueron conformadas con adultos (músicos y no músicos) y niños. Los resultados
es subordinado del elemento que lo contiene; por ende, puede considerarse que el ele-
coinciden con los estudios de Parncutt (1994) y permitirían afirmar la saliencia de los
mento continente domina al contenido. En principio, esta relación de subordinación
patrones de pulso de periodos próximos a las 100 pulsaciones por minuto (Malbrán,
1999; Sebastiani y Plancic, 2000). o dominación puede continuar indefinidamente. Por lo tanto, todos los elementos en
una jerarquía, excepto los que están en tos extremos, son dominantes en una dirección
Según Lerdahl y Jackendoff (1983, p . 9), las pruebas experimentales con ejemplos
y subordinados en la otra (Lerdahl y Jackendoff, 1983, p . 14).
sólo artificiales pecan de simplificación en exceso.
E l uso de fragmentos musicales grabados en versiones comerciales corrientes incre- Para que la mente organice e integre las diferentes pulsaciones en u n todo cohe-
menta el valor predictivo y la validez ecológica del examen. Las pruebas realizadas mues- rente, necesita disponer de una «cinta métrica» que, operando en tiempo real y sin de-
tran el valor de los estudios de Parncutt (1987, 1994) en torno al concepto de saliencia jar de escuchar, suministre información acerca de la manera en que un nivel de pulso
como constructo determinante para la extracción en tiempo real de regularidades tem- se subsume en o contiene a otro. Este rol lo cumple el tactus. Analizai las relaciones en-
porales de la música. tre los niveles de pulso es comparar las relaciones entre escalas temporales. Tactus-pie:
La mayor saliencia del tactus es la señal que regula las operaciones con los otios 2:1 6 3:?: 'nctus-metro, 2, 3, 4, 5 . . . n : 1 .
veles de pulso. En general, las respuestas de las personas que eligen como tactus otro Este análisis de relaciones, si bien pareciera cuantitativo, es esencialmente cualita-
nivel de pulso, muestran que optan por el metro. Cuando esto sucede en el aula, u n i n - tivo. Para adoptar u n nivel de pulso como:
dicador de certeza es recuperar la imagen de la batuta del director de orquesta o la de
caminar a paso moderado. -tactus, después de la elección inicial es necesario reexaminar si responde a una
Un modo de organizar las representaciones es a través del pensamiento categorial. tasa de distribución moderada en el tiempo, si se corresponde con la imagen de
Los sistemas de categorías proveen información ordenada reduciendo el esfuerzo cog- la batuta del director o con andar o caminar a tempo «cómodo»;
- subtactus, es necesario aparearlo al discurso rítmico-melódico para identificar si
su agrupamiento mínimo (pie) es de a dos o de a tres;
- metro, es preciso revisar su sostenimiento a lo largo del discurso, así como tam-
bién si se corresponde con las líneas de fraseo y el ritmo armónico.
Con todos estos datos corroborados, aún falta la actuación final que consiste en es- BIBLIOGRAFÍA
tablecer las relaciones entre los mismos.
E n síntesis, los diversos estudios previos analizados señalan que la estructura mé-
trica es:
- Jerárquica, por las relaciones de dependencia e inclusión entre los patrones métri-
cos. U n pulso en un nivel mayor debe serió también en los niveles más pequeños.
- Periódica: los espacios temporales entre los pulsos en un nivel dado deben ser dos
o más veces más amplios que los del nivel inmediato menor. Todos los niveles de
pulso comprometen intervalos de tiempo iguales, variando entre un nivel y otro
el periodo en el que se desarrollan. La estructura métrica depende de una divi-
sión del tiempo en pequeños grupos de intervalos iguales (Johnson-Laird, 1991).
B Y R N S I D E , R., «Introduction: Concepts and Terminology», en Ch. H a m m , B. Nettl y
- Recursiva: se define en sus propios términos y puede ser elaborada indefinida-
R . Byrnside (eds.), Contemporary Music and Music Cultures, Nueva Jersey, Prentice
mente mediante las mismas reglas. Los elementos de la estructura métrica son
esencialmente similares tanto en el nivel subordinal -ataques de menor valor d u - H a l l , 1975.
racional (nivel 1 ) - como en el nivel supraordinal -ataques de mayor valor dura- CLARKE, E., «Categorical Rhythm Perception: A n Ecológica! Perspective», en A .
cional (nivel 3).
Gabrielsson (ed.), Action and Perception in Rhythm and Music, Estocolmo, Royal
- De proporciones integrales: todo nivel de pulso distribuido a breve intervalo de Swedish Academy of Music, 1987.
tiempo es contenido por otros niveles de pulso que son sus múltiplos integrales.
E l valor de tiempo de cada nivel es una multiplicación o división de los restan- CLARKE, E., «Categorical Rhythm Perception and Event Perception», en C. Woods,
tes, esto es, conforma u n integral. Por ende, un ataque en un nivel más dividido G . Luck, R . Prochard, E Seddon y J. A . Sloboda (eds.), Proceeding oftheSixth In-
incluye Valores de los niveles más inclusivos. Los niveles métricos más bajos son ternational Conference on Music Perception and Cognition, Keele University, Reino
divisiones del nivel inmediato superior y subdivisiones de los restantes. En los Unido, C D - R O M , 2000.
diagramas de puntos el nivel 1 es la división del nivel 2 y la subdivisión del nivel
3. E l nivel 3 es múltiplo del nivel 1 . Las más comunes divisiones son las binarias COOPER, G, y MEYER, L. B., The rhythmic structure of music, Chicago, University of
y ternarias en distribuciones alícuotas (Shaffer, Clarke y Todd, 1985; Malbrán, Chicago Press, 1960.
2001; M e Adams, 1996).
DAWE, L., PLATT, J., y R A C I N E , R., «Inference of metrical structure f o r m perception of
- Triárquica. Para que u n sistema de relaciones entre niveles de pulso se considere iterative pulses w i t h i n time spans defined by chord changes», Music Perception 12,
una estructura métrica, es preciso que coexistan por lo menos tres niveles dife- 1 (1994), p p . 57-76.
rentes: un nivel jerárquico ordinal (básico), el tactus; un nivel suborclinado, el sub-
tactus, y un nivel supraordinade, el metro. Retornando al concepto anterior de do- D E L A L A N D E , E , La música es un juego de niños, Buenos Aires, R i c o r d i , 1995.
minante-dominado, el tactus es dominante del subtactus y dominado por el metro.
DEUTSCH, D . , «Grouping mechanism in music», en D . Deutsch (cJ.), The Psycholcgy
of Music, Nueva Y o r k , Academic Press, 1982, p p . 99-134.
Los complejos procesos cognitivos puestos en marcha al analizar la estructura
métrica de la música desde la escucha en tiempo real sugieren su inserción condicio- DE VEGA, M . , Introducción a la Psicología cognitiva, M a d r i d , Alianza, 1984.
nada como contenido de la enseñanza. Esto es, su inclusión requiere que los estu-
diantes puedan tomar en cuenta componentes del discurso (melódicos, armónicos y DRAKE, C, y BERTRAND, D . , «The Quest for Universals in Temporal Processing in M u -
tormales) para fundamentar sus conjeturas acerca de la peculiaridad de las estructu- sic», en R. Zatorre e I . Peretz (eds.), The Biológica! Foundations of Music, Annals
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64 EL O ( D O DE LA M E N T E
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1 . L a jerarquía tonal
6
En este trabajo se utiliza el término «altura» para denominar el atributo perceptivo que se corresponde con
la frecuencia vibratoria de las ondas, y «nota» para la altura anotada en la partitura.
7(1 EL OÍDO DE LA MLSTE RELACIONES DE ALTURAS 71
y K : d d , 1982). Razones contextúales inciden asimismo en la percepción tonal: la parti- ditivo con melodías a «solo». La armonía afecta la memorización de melodías y los j u i -
cular sucesión de alturas de una melodía en cuanto al grado de importancia (peso) con- cios sobre la tonalidad (Buder. 1989).
cedida a cada una de ellas, los roles de cada altura en el conjunto y el número de veces Las alturas de la melodía presentan diferente grado de estabilidad según la función
que se utiliza cada una de ellas (Laden, 1995). Estas incidencias se consideran deter- armónica que las soporta; estudios empíricos muestran que el perceptor basa sus con-
minantes para el anclaje melódico (Bharucha y Krumhansl, 1983). Por ende, el reco- jeturas en razón de esta Jerarquía Tonal (Krumhansl y Shepard, 1979; Krumhansl y
nocimiento de la tonalidad conlleva un análisis del sistema particular de relaciones de Kessler, 1982).
altura de una melodía, lo que implica el procesamiento cognitivo de las relaciones je- Cada tonalidad se denomina de acuerdo con la altura tónica. Las diferentes tona-
rárquicas de alturas, funciones tonales y distribuciones métricas. Según Bharucha y O l - lidades pueden relacionarse de cuatro modos:
ney (1989), la activación de u n esquema tonal basado en los conjuntos de alturas de
una tonalidad es un problema de completamiento: el patrón presentado puede re- a) Cada escala mayor comparte el conjunto de alturas y la armadura de clave con
construirse aun incompleto, es decir, se completa en la mente con ausencia de algunas una escala menor (Do M , la m). Se denominan escalas/tonalidades relativas.
alturas. La enculturación tonal aporta los elementos que faltan. Pueden considerarse construcciones independientes p o r los diferentes rasgos
Se han propuesto diferentes modelos teóricos respecto al problema de la tonalidad que presentan al perceptor. Es una fuente importante de práctica comparar es-
y sus componentes determinantes para la percepción. E l reconocimiento de tono y tas estructuras que comparten las alturas y que, sin embargo, dada las relacio-
modo se basa en los rasgos de altura -orno una forma de procesamiento de la infor- nes interválicas con la tónica, representan entidades musicales muy diferentes.
mación recibida por vía auditiva. U n modelo completo de la cognición musical pone Compartir la armadura de clave es una cuestión vinculada con la teoría de la
en juego el reconocimiento de elementos musicales dependientes de las alturas - i n - música y la escritura; para el perceptor, la configuración de las peculiaridades
tervalos y acordes- como también otros de carácter dinámico relacionados con el con- tonomodales distintivas es el elemento prominente.
texto musical (Laden, 1995). Francés, en 1984, consideró que la sintaxis tonal consis- b) Cada escala mayor comparte la tónica con una escala menor (Do M , do m ) .
te en una doble red de relaciones armónicas entre las funciones tonales y relaciones Se denominan escalas/tonalidades paralelas. Comparten la tónica y, en algu-
melódicas de alturas próximas a los principales grados. nos casos, la función dominante; sin embargo, entrañan realidades psicoló-
Hay acuerdo general en considerar la música como una estructura jerárquica. gicas diferentes. E l modo menor configura un sistema de relaciones entre la
Schenker (1979) propuso para la música clásico-tonal de Occidente una teoría de po- tónica y cada grado de la escala totalmente diferente al del modo mayor. Es
derosa influencia posterior. Sostuvo que los acontecimientos presentes en la superficie una fuente importante de práctica comparar estas estructuras por lo que
musical se relacionan de un modo específico y son la proyección en el tiempo de un comparten (nota tónica y acorde de dominante en el caso del modo armóni-
simple elemento: la tríada de tónica. La propuesta consiste en reducir los trabajos to- co) y p o r lo que las diferencia (cadencia con llegada a una función mayor en
nales, a través de sucesivos niveles intermedios, a la estructura básica subyacente (Dib- un caso y menor en otro, fórmula cadencial en el modo eólico V I I I , relacio-
ben, 1994). nes interválicas de cada altura con la tónica, funciones armónicas, armadura
de clave).
La estructura musical de la música tonal exhibe tres niveles: notas, acordes y tonalidades. c) Cada escala con cinco o más alteraciones en la clave comparte con otra las al-
Existen relaciones estructurales entre los elementos de igual nivel -notas, acordes, tonalida- turas, aunque utilizando diferente nombre (Do# M y Rc„ ívl); se denominan
des- y relaciones entre elementos de diferentes niveles -notas y acordes, notas y tonalidades, tonalidades enarmónicamente equivalentes. Resulta interesante estudiar estas
acordes y tonalidades (Handel, 1991, p. 379). relaciones como léñemenos de escritura vinculados con los instrumentos de
la orquestación de una obra para los cuales ciertas alturas resultan incómo-
La tonalidad provee el escenario para dotar de significación relacional a los diversos das para la lectura (Sol# para una trompeta respecto de Lai,), así como en
componentes; el contexto se integra a las notas y acordes en una gestalt en lugar de in-
7 procesos modulatorios en los que el desarrollo discursivo impone el uso de
terpretarse como elementos aislados. E l significado fundamental de la tonalidad es que tonalidades más próximas a la tonalidad enarmónica elegida como reempla-
provee el marco en el que se comprenden las alturas y acordes (Temperley, 2 0 ü i , p.167). zo de la original.
Acceder a la Jerarquía Tonal compromete una formación auditiva contextual que d) Cada escala a distancia de quinta justa de otra/s, comparte con ella/s seis de
es base del sistema tonal; sorprende que aún persistan modalidades de desarrollo au- 1?" siete alturas diatónicas (Do M/Sol M y la m/mi m se diferencian sola-
mente por el fa#; D o M/Fa M y la m/re m , se diferencian solamente por el
siü. Se denominan tonalidades de máxima cercanía. Esta máxima cercanía es
(MMCXIO punto de vista teórico que considera que la percepción de una señal acústica depende de las : la que posibilita juegos entre las mismas con diferente grado de permanen-
n a l c * p r e c e d e n t e s y siguientes que la envuelven. cia en cada una de ellas. Cuando el modo es común (Do M , Sol M ) , la habi-
RELACIONES DE ALTURAS 7í
72 EL OlDO D E LA M E ' T E
n i ó n ) y bajen la mano en la función tónica (distensión). De este m o d o ejer- los agolpamientos melódicos a tratar en el capítulo siguiente y el cifrado de las f u n -
ciones armónicas, confiere a este nivel de los aprendizajes una cosmovisión de las re-
•14* laciones melodía-armonía en la música tonal.
"nliza tal denominación por considerar que la reunión de tonalidad y modalidad conforma
Estas estrategias ponen en juego desarrollos metacognitivos de fundamental i m -
"•^"WicUd ° ° ; Do y ° Y 1¡» menor, es
portancia para el desarrollo de la cognición musical auditiva.
e m r e D M a y r Y S o 1 M a y 0 r e S d e , o n a l i d a c l e n t r c M a r
|U^L D L F E R E R , C Í A
1
'Malbrán, 1983)
74 EL O Í D O DE LA M E N T E RELACIONES DE A L T U R A S 75
1 . 1 . Ordenes diatónico y cromático Las doce notas que componen la octava contienen doce intervalos iguales -semito-
nos-, los cuales por sí solos no crean una estructura tonal. U n «foco tonal» o marco de
Las alturas presentan dos características: croma y localización (Dowling y Harwood referencia para todas las notas se genera a partir de un subconjunto de alturas e inter-
1986, p p . 107-108). Estos dos tipos de relación de alturas se representan en una hélice valos. En la música occidental se han usado predominantemente las escalas mayor y
(véase Figura 5). Se denomina croma (chroma) a la equivalencia entre notas con idénti- menor. Las escalas son abstracciones, esto es, el resultado de una reflexión acerca de las
ca posición dentro de la escala en cualquiera de las octavas. Por ejemplo, todos los D o notas usadas en una melodía [...] Las escalas mayor y menor natural (modo eólico) re-
tienen la misma croma. Por lo tanto, hay sólo 12 cromas diferentes. Estudios previos presentan versiones alternativas del orden diatónico (Handel, 1991, p p . 332^334). Se
indican la equivalencia perceptiva entre alturas de igual croma, por ello se las conside-
denomina, por ende, contexto diatónico al conjunto de alturas que utilizan únicamen-
ra miembros de la misma categoría.
te el subset propio de ambas escalas.
La localización de las alturas (pitch heightj alude a su ubicación en el contínuum
Las doce cromas desempeñan roles diferentes en la escala. Las siete notas diatóni-
posible del sistema temperado (diferencias entre d o l , do2, do5, etc.). Por ejemplo, en
cas y las otras cinco se diferencian en que algunas son estables y otras resultan débiles
el piano hay 88 alturas diferentes en localización.
e inestables. En la música occidental las alturas más fuertes tonalmente son la tónica,
E l desarrollo de esquemas, gráficos, mapas, etc. para reflejar analogías espaciales
la mediante y la dominante; las restantes se designan en relación a ellas (supertónica,
de fenómenos físicos y psicológicos se considera particularmente útil para el trata-
subdominante) (Meyer, 1956/2001, p . 73). Esta jerarquía de importancia y estabilidad
miento de los conceptos, por constituirse en importantes ayudas para resolver proble-
de las notas de la escala es base de un modelo de las propiedades psicológicas del sis-
mas intelectuales abstractos.
tema tonal (Dowling, 1994, p. 148).
Shepard, en 1982, presentó las alturas en una hélice.
En el sistema tonal cada altura tiene una dirección o balance; establecida la tónica, las
alturas restantes tienden hacia ella. Esto sugiere una tensión, una tendencia a marchar ha-
cia la tónica, tendencia en la cual la quinta de la escala es la altura pivote que desempeña
el rol de polo tensional, la tónica es el centro dinámico de mayor fuerza y la tercera un cen-
tro tensional más débil. Por ello, el movimiento hacia la tónica es visto como un balance.
A continuación se presenta una configuración espacial de las notas de la escala.
Como puede verse, las alturas de igual croma se ubican en cada línea vertical a lo lar-
go de las diferentes octavas. La escala cromática se ubica en la línea curva ascendente.
E n la tonalidad, un componente crucial es la relación de octava. Dos alturas igua-
les separadas por una octava tienen diferente dimensión, comparten la croma, el mis- Figura 6- Cono de Handel M 9 9 1 ) .
Las alturas pueden representarse en la superficie de un barquillo de helado con un corte abierto. Las alturas
mo nombre y forman el único intervalo en que los armónicos coinciden exactamente.
de la tríada mayor son la base; las diatónicas se ubican en el medio; las no diatónicas, en el borde superior. E l
Por ello son consideradas musical y perceptualmente equivalentes. Esta equivalencia
corte simboliza la equivalencia de octava.
de octava explica que los perceptores, ante una melodía en que se ha reemplazado una
nota ubicada en una octava por la misma nota en otra octava, identifican la melodía Las posiciones espaciales de la Figura 6 se han derivado de juicios de similitud exa-
original, es decir, conservan el percepro. Esta equivalencia ha sido comprobada en d i - minados en diversos estudios con músicos y no músicos. Proveen el marco de eviden-
versos estudios empíricos realizados con músicos y no músicos. cia de su realidad cognitiva.
76 EL OIDO DE LA M E N T E RELACIONES DE A L T U R A S 77
1. Las alturas de la tríada mayor do, m i , sol (C, E, G ) conforman un conjunto Deutsch y Feroe (1981) presentaron un sistema de alfabetos, término usado como
de alturas estrechamente relacionadas y se ubican en la base del cono. Las sistema de representación gráfica de los sonidos de un idioma. Los alfabetos propues-
otras diatónicas también forman un conjunto de alturas relacionadas y adya- tos son de tres niveles: escala cromática, escala diatónica y tríadas (mayor y menor).
centes a la tríada diatónica mayor. Las no diatónicas reflejan las débiles inte- En este sentido, es posible considerar la diferente realidad psicológica de la escala cro-
racciones entre alturas diatónicas y no diatónicas. mática respecto a la diatónica. La escala diatónica emerge como resultado de las melodías
2. Las alturas a distancia de octava son juzgadas por músicos y no músicos tonales; la habilidad del perceptor consiste en memorizar la melodía y luego, en primera
como altamente semejantes. instancia, aislar como eventos discretos las alturas que la forman para posteriormente or-
3. Las alturas cercanas en frecuencia son juzgadas como más similares que las denarlas a partir de la tónica. Esto significa que para el perceptor: 1) la escala es conse-
separadas en frecuencia (Handel, 1991, p. 348). cuencia del discurso y no punto de partida (Buder, 1993) -sin embargo, en la enseñanza
tradicional el proceso se ha presentado en dirección inversa-; 2) la reconstrucción de la es-
La configuración espacial muestra que la fuerza de la semejanza entre dos altu- cala tiene como prerrequisito la configuración tonal, esto es, aislar la tónica como centro
ras está determinada p o r la frecuencia que las separa, la equivalencia de octava y la pilar del sistema; 3) la deconstrucción de la escala es una abstracción de alto nivel, ya que
relación de las alturas con el contexto tonal. no es fácil descomponer una «gestalt» como la de la melodía en sus alturas constitutivas.
E l modelo de H a n d e l (1991, p. 348) atiende a la percepción de las alturas y las La escala cromática presenta otras características debido a su carácter subsidiario de
explícita de acuerdo con los juicios de los auditores: la escala diatónica sobre la que ha sido construida y a la diferente realidad musical de las
melodías tonales Las alturas cromáticas se presentan bajo la forma de «embellecimien-
1. La altura es función de la frecuencia; cuanto más se incrementa la frecuencia, tos» de la construcción diatónica, pero es inusual que una melodía tonal presente las
las alturas son percibidas como menos semejantes. doce alturas cromáticas.
2. Dos alturas a distancia de octava son juzgadas como equivalentes. Las alturas cromáticas pueden proceder:
3. Dos alturas a distancia de quinta son juzgadas como particularmente armoniosas.
4. La tercera es percibida como uno de los intervalos más importantes de la es- - por paso, para lo cual su escritura depende de la tendencia de resolución;
cala (Handel, 1991, p. 352). - por salto, para lo cual su escritura depende del contexto armónico.
Las relaciones de altura son intervalos de un espacio virtual. Su distancia se mide E n una sucesión por pasos (grados conjuntos) la tendencia de resolución incide en
en número de grados del recorrido, medición basada en el patrón de la escala. la escritura, para lo cual se hace necesario un análisis del movimiento de las alturas i m -
Los intervalos dentro de la tonalidad se denominan de acuerdo con su relación con plicadas en la sucesión.
la tónica. E l intervalo formado entre la tónica de una escala mayor y cualquier nota de Ante tres alturas sucesivas en el ámbito de un tono en que la primera y la última
la escala diatónica puede ser sólo mayor (segundas, terceras, sextas y séptimas) o jus- son diatónicas, intercalar entre ambas una altura cromática determinará su escritura
to (cuartas, quintas y octavas). E l intervalo entre la tónica de una escala menor y cual- de acuerdo con los siguientes principios:
quier nota de la escala diatónica es menor (terceras, sextas y séptimas) o justo (cuar-
tas, quintas y octavas). Una excepción en la escala menor es la segunda con la tónica, 1. Si la primera es más alta que la tercera, la tendencia de resolución es descen-
que es mayor (Handel, 1991). Como puede verse, la escala, la tonalidad y el sistema dente y descendente la escritura de la altura cromática (re-rew-do)
de alturas son sistemas de relaciones recíprocas.
2. Si la primera es más baja que la tercera, la tendencia de resolución es ascen-
La figura presentada muestra las alturas en un espacio visual virtual; sin embargo, dente y ascendente la escritura de la altura cromática (re-re#-mi).
los psicólogos consideran que dicho espacio físico refleja el grado de cercanía entre las
alturas pilares en el espacio psicológico, io que ha generado la denominación de «es- Temperley (2001) considera que este problema de escritura se basa en los conceptos
pacio tonal» para la configuración de alturas en el sistema tonal. de semitono cromático y diatónico. Se denomina semitono diatónico a aquel cuyo nom-
bre de las notas que lo componen es diferente (do-rq,) y semitono cromático a aquel en
el que los nombres son iguales (do-do#). En una sucesión por pasos en un ámbito de se-
1.2. Alturas cromáticas y normas de escritura gunda mayor, ia sucesión se escribe conforme al semitono cromático formado a partir de
la primera altura.
En una melodía tonal las alturas a utilizar pueden limitarse a aquellas pertenecien- Las normas de escritura señaladas sugieren que la inclusión de las alturas cromáti-
tes a su armadura de clave, es decir, sólo alturas diatónicas. Sin embargo, una forma cas por paso como contenido de la enseñanza imponen ia atención a la corrección en
usual ilc enriquecimiento y embellecimiento es por medio de alturas cromáticas. la escritura, esto es, que la enarmonía no resuelve las fallas en la transcripción escrita.
78 EL OÍDO D L LA M E N T E RELACIONES DE A L T U R A S 79
Las melodías con alturas cromáticas por paso se presentan en dos niveles de dificultad: c) Este intervalo descendente ¿es una tercera mayor o una cuarta disminuida? ¿Es
fa-ret o fa-do#?
- acompañadas por las funciones diatónicas, y - fa-rei, tendrá como soporte un acorde en el que ambas alturas sean notas rea-
- acompañadas por las funciones cromáticas. les del acorde. Por ejemplo, el acorde de Reí,; al trazar cantando el recorrido por
grado conjunto, se hará por las alturas fa-mi|,-re|„ su carácter será estable sin de-
E n una sucesión por salto la escritura se resuelve de acuerdo con la función armó- manda de resolución obligada. Cifrado: 3 M .
nica que soporta la relación melódica. Ante dos alturas sucesivas, una de ellas cromá- - f a d o * tendrá como soporte un acorde en el que una de las alturas sea nota
tica, el intervalo que conforman será considerado de acuerdo con la función armóni- real del acorde. Por ejemplo, el acorde de Lay, en el que do# es la tercera del
ca que las sustenta. E l análisis auditivo de los intervalos aumentados y disminuidos se acorde y fa es la apoyatura de la quinta. A l trazar cantando el recorrido, se hará
por las alturas fa-mi-re-do#, su carácter será tenso e inestable con tendencia de
basa en la consideración de la función armónica que los contiene.
resolución armónica y melódica en re. Cifrado: 4.
L a percepción y tipificación de u n intervalo melódico aumentado o disminuido
Similares situaciones pueden describirse en la inversión de las relaciones inter-
formado por dos alturas diatónicas (cuarta aumentada y quinta disminuida de la esca-
válicas descritas: fa-do# ascendente (5+), fa-ret ascendente (6m).
la diatónica) o por una altura diatónica y una cromática se determina cuantitativa-
d) Este intervalo descendente, ¿es una séptima disminuida o una sexta mayor?
mente p o r el número de alturas recorridas y cualitativamente por la suma de tonos y
¿Es sib-do# o la#-do#?
semitonos comprometidos en el recorrido pos pasos basado en el contexto.
- la#-do# tendrá como soporte u n acorde en el que ambas alturas sean notas
reales del acorde. Por ejemplo, el acorde de Fa#; al trazar cantando el recorri-
do, se hará por las alturas la#-sol#-fa#-mi#-re#-do#. su carácter será estable sin
1.3. Tratamiento de los intervalos aumentados y disminuidos demanda de resolución obligada. Cifrado: 6 M .
- sit-do# en un contexto de dominante tendrá como soporte el acorde de Lay
Ante relaciones interválicas cromáticas el perceptor se pregunta: y, al trazar cantando el recorrido, se hará por las alturas s¡L.-la-sol-fa-mi-re-do#,
su carácter será tenso e inestable con tendencia de resolución armónica y meló-
a) Este intervalo ascendente, ¿es una cuarta aumentada o una quinta disminuida? dica en re. Cifrado: SL
¿Es re-sol# o re-la„? Similares situaciones pueden describirse en la inversión de las relaciones inter-
- re-lat tendrá como soporte un acorde er que ambas alturas sean notas reales válicas descritas: si,-do# (2+), la#-do# (3m).
del acorde. Por ejemplo, el acorde de SÍL; al trazar cantando el recorrido p o r e) Este intervalo descendente, ¿es una segunda mayor o una tercera disminuida?
grado conjunto, se hará por las alturas re-mit-fa-sol-lat con tendencia de reso- ¿Es mit-reb o mii,-do#?
lución en sol. Cifrado: ?(. - miL-rei, tendrá como soporte un acorde en el cual una de las notas sea nota
real. Por ejemplo, los acordes de Reí, o de MÍL,; al trazar cantando el recorrido,
- re-sol# tendrá como soporte u n acorde en que ambas alturas sean notas rea-
se hará por las alturas mit-ret, su carácter será estable sin demanda de resolu-
les del acorde. Por ejemplo el acorde M Í 7 ; al trazar cantando el recorrido por
ción obligada. Cifrado: 2 M .
grado conjunto, se hará por las alturas re-mi-fa#-sol# con tendencia de resolu-
- mÍL-do# tendrá como soporte cualquier acorde en el que la altura de resolu-
ción en la altura la. Cifrado: 4+.
ción (re) sea nota real. La tercera disminuida, por lo tanto, podrá apoyarse en
Similares situaciones pueden describirse en la inversión de las relaciones inter-
los acordes tríadas de Re, de Sol o de Siv, es de carácter inestable e implica ten-
válicas descritas: sol#-re descendente (4+), la¡,-re descendente. Cifrado: (Si.
sión que necesita resolución. Cifrado: %
b) Este intervalo ascendente, ¿es una tercera menor o una segunda aumentada?
Similares situaciones pueden describirse en la inversión de las relaciones inter-
¿Es sit-rei, o s¡L-do#?
válicas descritas: mit-ret ascendente (7m), mi[,-do# ascendente (6+).
- s v r q , tendrá como soporte u n acorde en que ambas alturas sean notas reales
del acorde. Por ejemplo, el acorde de Si i, m ; al trazar cantando el recorrido por Los intervalos, cuando se invierten en dirección, cambian cuantitativa y cualitati-
grado conjunto, t.^ hará p o r las alturas si „-do-rc „, su carácter será estable sin de- vamente. En términos cuantitativos, las segundas se invierten en séptimas y viceversa,
manda de resolución obligada. Cifrado: 3 m . las terceras en sextas y viceversa, las cuartas en quintas y viceversa. Una regla nemo-
- sit,-do# tendrá como soporte u n acorde en el que una de las alturas sea nota técnica es que la inversión de los números de grados suma nueve.
real del acorde o un acorde de dominante con novena en que ambas alturas son En términos cualitativos, los intervalos mayores se invierten en menores y vicever-
reales. Por ejemplo, el acorde de Lao, t; al trazar cantando el recorrido p o r gra- sa, los aumentados en disminuidos y viceversa, los justos en justos.
do conjunto, se hará p o r las alturas la-svdo#, su carácter será inestable con de-
Las estrategias didácticas en el campe de los intervalos atienden a: 1) los recorridos
manda de resolución obligada en re. Cifrado: 2+.
por paso entre las dos alturas del intervalo, itinerario que forma parte del contexto to-
80 F.l OIDO DE LA M F N T E RELACIONES DE A L T U R A S 81
nal en que fuera presentado (do-la sobre el acorde de Fa se recorre do-re-mi-fa-sol-la); lodías (excepto en casos particulares como el canto gregoriano) siempre sean presenta-
2) idem la-do (descendentes); 3) los recorridos por paso entre las dos alturas del inter- das con el acompañamiento armónico, así como que la presentación de los intervalos
valo en las que una de ellas no conforma la función armónica (do-la sobre el acorde de melódicos contemple los diferentes contextos armónicos, ya que el acorde que los con-
D o ) ; 4) ídem descendente la-do (Malbrán, 1984).
7
tiene los «colorea» de tal manera que una relación de alturas en u n contexto resulta
Las sugerencias propuestas muestran que las experiencias con los intervalos de al- consonante y en otro disonante; por ende, para el auditor el percepto de relación de al-
tura se presentan y desarrollan en función de los contextos armónicos. Asimismo, que tura estable/inestable cambia según sea la armonía.
las prescripciones de escritura también dependen del contexto. El estudio de los intervalos fundamenta las experiencias posteriores con melodías
Buder (1993, p. 167) destaca la enarmonía entre los intervalos de segunda aumenta- altamente cromáticas y es requisito previo para el reconocimiento auditivo de series
da y tercera menor, así como entre la cuarta disminuida y la tercera mayor, y señala que atonales.
estos intervalos no pueden ser reconocidos diferencialmente sin el soporte del contexto.
La melodía de la película Cabaret puede resultar u n claro ejemplo de lo tratado.
2. Melodía
653128
algún modo a completar el del contexto armónico, están más familiarizados en prestarle
ximidad, similitud y destino común de la Teoría de la Gestalt, se agrupan en dos gran-
atención.
des conjuntos: reglas de buena conformación y reglas de preferencia.
Una melodía, para ser entendida en sus relaciones constituyentes, requiere ser al-
Atender a ciertos componentes de la trama musical exige dejar fuera del campo
macenada en la memoria de trabajo. Para ello es necesario recurrir a estrategias de re-
otros, es decir, una forma de filtro de la información. Este modo de operar con la men-
tención que permitan atender a los grandes trazos, a las incidencias Ínter- e intrauni-
te ha sido ampliamente desarrollado por el modelo de segregación de la corriente de
dades. U n o de los errores en la pedagogía musical de la transcripción melódica ha sido
eventos -stream segregation- (Bregman, 1990), que ha ejercido una poderosa influencia
el dictado por compases. La melodía es una unidad de pensamiento musical y como
en las investigaciones sobre cognición auditivo-musical.
tal deber ser presentada y recuperada por la memoria.
Estudios de los últimos años consideran que la conformación de unidades o grupos
E n los siguientes apartados se tratarán asuntos vinculados con la construcción me-
tiene raíces biológicas; «el agrupamiento se concibe como la tendencia natural del sis-
lódica y, por ende, con su retención y análisis en tiempo real; para ello los conceptos se
tema nervioso central del hombre a segmentar información acústica proveniente del
ilustran en obras musicales, p o r considerar que la fuente de estudio es el gran reperto-
mundo externo en unidades cuyos componentes son vistos como relacionados y que
rio del cual se dispone tanto en Occidente como en culturas extraeuropeas. Su consul-
forman un todo» (Snyder, 2000: 31).
ta permite degustar, entender y explicitar la música en sus cualidades inmanentes (Nat-
Las categorías de alturas, las estructuras de escalas y las jerarquías armónicas y to-
tiez, 1986).
nales son base de la sintaxis tonal y funcionan como sistemas de relaciones entre cate-
gorías musicales. Implican procesos psicológicos de categorización, abstracción y codi-
ficación de relaciones entre categorías, tanto como la jerarquización funcional de dichas
2.1. Agrupamiento y melodía. Criterios de agrupamiento relaciones. Los procesos de agrupamiento auditivo sirven para organizar, conectar y
fragmentar la superficie acústica en unidades bajo la forma de agrupamiento segmenta-
La melodía puede ser entendida como una forma de discurso conformado por la su- rio (McAdams y Deliege, 1989, p . 259). Según Jones (1987) , otros datos como agru-
9
cesión de sonidos organizados en el tiempo. El auditor occidental, al escuchar la suce- pamiento rítmico, cambios en el contorno melódico y saltos melódicos resultan indica-
sión de sonidos que la conforman, es capaz de entenderla y concederle significado por dores valiosos para la segmentación formal.
la familiaridad con el idioma de la música de su propia cultura. Esta comprensión «al Se ha visto que los auditores agrupan como unidades perceptuales a aquellas rela-
momento» requiere atender a la articulación de las ideas internas que la conforman. ciones sonoras que tienen características físicas similares o que ocurren cercanas en el
Para ello ciertos atributos de la «dicción» musical tonal se asemejan a los usados en la tiempo. Elementos agrupados pueden ser procesados juntos dentro de unidades per-
lengua natural: recursos de puntuación, importancia relativa de las ideas internas, mo- ceptuales simples. Dichas unidades son el resultado de procesos de comparación entre
dalidades de expresión, entre otras. los procesos de entrada de nueva información y sucesos presentes en la memoria a lar-
La tradición investigadora coincide en la importancia del agiupamiento estructu- go plazo. Estos agolpamientos tienen la bondad de superar las limitaciones de la me-
ral para 1) la percepción y retención de información, 2) el establecimiento de las es- moria y del procesamiento de información en tiempo real: si una nueva relación es si-
tructuras métrica y tonal, y 3) la ejecución musical (Gabrielsson, 1987; Repp, 1992). milar a las disponibles alojadas previamente en la memoria, podrá ser asimilada; si
A l escuchar la interpretación de una obra musical, se advierte claramente que el difiere (por sus características acústicas o temporales), la secuencia será segmentada. E l
ejecutante «respira» entre unidades y ..o en cada evento. E l modo particular de reu- agrupamiento es un heurístico clave en la configuración del fraseo. Su análisis constitu-
nir las ideas musicales e inspirar al comienzo de cada idea interna (fraseo) es una de ye una valiosa ayuda para la comprensión de los componentes macro- y microestructu-
las claves de la personalidad interpretativa del ejecutante. rales de una obra.
Para los auditores, «seguir el hilo» y comprender la trama implica advertir esque- Segmentación y agrupamiento pueden considerarse los dos polos de un mismo meca-
mas o módulos propios del fragmento y compararlos en sus relaciones mutuas. Hay nismo que permite conformar «paquetes» con datos de información acústica relevante de
acuerdo general en que «la denominación más acertada para dichas unidades es la de acueido con algún atributo compartido. Estimar las grandes secciones formales de u n
grupo-» y en que «la estructura de agrupamiento es el elemento más elemental de la fragmento musical demanda un proceso de síntesis de la suma de segmentaciones y agru-
comprensión musical» (Lerdahl y Jackendoff, 1983/2003). pamientos percibidos y alojados en la memoria. En cambio, analizar y enunciar las con-
Una teoría del agrupamiento fue desarrollada por Lerdahl y Jackendoff (1983). formaciones internas de fragmentos más cortos implica un análisis con mayor detalle de
Postula que, ante series de elementos o secuencias de hechos, la mente los segmenta las estrategias discursivas en términos de cesuras, reiteraciones, momentos de mayor ten-
y agrupa de acuerdo con principios internos e inconscientes fundados en experiencias sión, resolución de tensiones, entre otras. En ambos casos, se trata de aplicar estrategias
previas. El modelo está conformado p o r una serie de reglas que expresan la intuitiva
organización de la percepción musical en grupos o segmentaciones de componentes
locales y globales de la superficie musical. Las reglas, basadas en los principios de pro- 9
Citado por Dowling (1994).
84 EL O Í D O DE LA M E N T E
RELACIONES DE A L T U R A S
de análisis de la música en tiempo real, abstracción que implica el uso del «oído de la men-
dio, los subsiguientes deberían participar de dicho patrón: «es aconsejable preferir
te» en procesos de avance y retroceso, tomando como única referencia la comprensión de
grupos de igual longitud» (Lerdahl y Jackendoff 2003: 56).
relaciones entre señales acústicas formalizadas en unidades de pensamiento musical.
En el desarrollo de una obra es frecuente la presentación de células motívicas i n -
La estructura de agrupamiento es jerárquica; cada segmento es contenido por el
dependientes que entran en colisión con la extensión segmentaria elegida como pre-
segmento contiguo de mayor nivel, que a su vez lo es por el nivel siguiente más alto
dominante. En tales casos es posible que dos o más células conformen la unidad bajo
(supraordinal), y así sucesivamente. En la denominación tradicional, las frases son
la forma de subsegmentos, o que una célula extienda el segmento precedente o subsi-
subsumidas por las agrupaciones del periodo, que a su vez lo son por la sección.
guiente. E n cambio, si una célula mínima fuera tomada como unidad independiente,
Los grupos de una obra musical se determinan por las construcciones sintácticas es improbable que pueda ser comparada con el resto de los segmentos.
- y contiguas- que lo conforman. E l discurso se segmenta como una función de las ca-
racterísticas de la superficie musical (timbre, altura, intensidad, duración, pausas,
etc.). Irene Deliege en 1987 sometió a prueba empírica las reglas de agrupamiento ela-
2.2. Redundancia
boradas por Lerdahl y Jackendoff (1983). Los resultados le permitieron comprobar las
diferencias en las respuestas según sea el atributo del cambio. En tal sentido observó
2.2.1. Longitud de los grupos
que la saliencia tímbrica posse la mayor claridad perceptiva tanto para músicos como
para no músicos. Y también que parecen de más fácil reconocimiento los cambios de
GRUPO CONFORMADO POR SUBSEGMENTOS. La longitud predominante se presenta
registro y densidad instrumental. Por ello estableció dos clases de factores: a) los que
dividida en paquetes de información menor que son contenidos por un grupo mayor
corresponden a diferencias que denominó acústicas - t i m b r e , intensidad, registro y
coincidente con la extensión más estable de la obra.
densidad-, y b) los que corresponden a diferencias de altura y duración.
E n los siguientes apartados se tratarán los cambios determinados por la altura y la
duración de acuerdo con los avances de investigación en este campo fundados en los
juicios de los auditores al escuchar fragmentos musicales. Se trata de formalizar dichos
criterios en base a soportes fundados en la escucha, es decir, principios de teoría mu- P Pf
sical de base empírica y psicológicamente validados en las percepciones de músicos y 11 1 1 11 i
no músicos enculturados en el sistema tonal. 1 1 1 1 1 i'
DIFERENTE DIMENSIÓN GRUPO/COMPÁS. G r u p o cuya extensión desacuerda con la En esta obra se usarán las siguientes modalidades gráficas:
del compás escrito.
I I I I 1 I 1
Grupo que excede el compás. Grupos independientes Grupos encadenados
I V l
Grupos que se relacionan por elipsis
Análisis
Este primer motivo se repite de diferentes modos en la obra (ver la continua- 1 • i' j
ción del «Vals» en la sección «Segmento que se reitera»). La rítmica en uno de-
tennina que el grupo sea de dos tactus. E l ejemplo es una excepción a la regla
enunciada en el Ejemplo 47, ya que el silencio se adscribe al grupo que comienza Ejemplo 39. Obra: Sinfonía núm. 2, 1 . " movimiento Autor: G. Mahler
Análisis
Grupo menor al compás.
Ejemplo 38. Obra: Sonata para piano núm. 5 en do menor, 3." movimiento Autor: L. van Beethoven
RELACIÓN POR ENCADENAMIENTO. La última altura de un grupo es seguida sin so-
lución de continuidad por la primera del siguiente sin recursos de separación tales
Análisis como valor largo o silencio.
Los grupos se suceden y relacionan entre sí de tres mcdos: por segmentación i n - Ejemplo 40. Obra: Concierto en Sol para violín y orquesta K 216, 3." movimiento Autor: W. A. Mozart
dependiente, por encadenamiento y por elipsis.
Los grupos «independientes» son los que están separados del anterior y el poste-
rior por cesura o valor largo. Análisis
En la relación encadenada los segmentos sucesivos no están separados por cesura
o valor largo, y se eslabonan en el despliegue de la melodía. Los dos grupos se consideran encadenados porque no presentan cesura o
En la relación por elipsis la última altura que cierra un grupo es también la prime- «corte» entre ambos. E l agrupamiento es muy claro, ya que se repite el primer
ra del siguiente. For ejemplo, si un grupo concluye en la nota re (grupo izquierdo) y grupo transpuesto.
ese mismo re es el comienzo del siguiente (grupo derecho), la unión es por elipsis.
RELACIONES DI. ALTUR'.S 89
RELACIÓN POR ELIPSIS. La última altura de un grupo es a su vez la primera del si-
LÍMITE CON CONECTIVOS. G r u p o que en la conclusión agrega información que ope-
guiente.
ra como puente para la continuidad del discurso.
5 ^
f\ 11 3 1
„-> 33 *1
1 t - r
L5 1 •
Ejemplo 41. Obra: Romeo y Julieta, Suite núm. 2, 1." movimiento Autor: S. Prokofiev
Ejemplo 43. Obra: Danzas Polouisianas, núm. 17 Autor: A. Borodin
Análisis
Análisis
U n grupo concluye en la nota si (B) del segundo compás y el siguiente co- Este fragmento muestra grupos conformados por subsegmentos claramente
m i e n z a en esa misma nota. E l comienzo del nuevo grupo se refuerza además por distinguibles. La conclusión transitoria se explica en el compás 34, que desempe-
compartir el ritmo melódico. ña un papel de equilibrio inestable por el último subsegmento que opera como
conectivo para volver a repetir el tema.
LÍMITE SUSPENSIVO. Grupo no conclusivo debido a la marcha de las partes que crean
Es determinado por las modalidades de conclusión de cada grupo. Según sean las
tensión no resuelta que impone la continuidad del discurso.
relaciones armónico-melódicas y métricas, se observan diferentes modos de conclu-
sión. Algunos grupos finalizan con giros que sugieren: a) u n límite de conclusión neta
que puede cerrar la obra o el fragmento, b) un límite con conectivos para desarrollos
posteriores, y c) u n límite suspensivo.
LÍMITE NETAMENTE CONCLUSIVO. G r u p o de carácter fuertemente conclusivo por la
marcha de las partes en términos melódicos, armónicos y métricos.
Ejemplo 44. Obra: Cuarteto op. }} núm. i, 1." movimiento Autor: J. Haydn
" 13 15
Análisis
Análisis El establecimiento de los límites de cada grupo es la cualidad por la cual un grupo
se presenta como autosuficiente y susceptible de ser separado del siguiente (Snyder,
2000). Puede determinarse por recursos tales como: a) repetición, b) valor largo o si-
El grupo de los compases 15 y 16 es de carácter netamente conclusivo. Se logra
lencio, c) resolución de la tensión melódica, y d) incremento de la tensión.
mediante recursos muy efectivos: la cadencia dominante-tónica en el bajo, la an-
ticipación de la tónica en el canto y la nota final en el acento métrico. La REITERACIÓN DEL GRUPO es un indicador que puede considerarse clave en la de-
terminación del límite del segmento, ya que «retornar a un determinado patrón de al-
turas crea un efecto de cierre» (Snyder, 2000, p. 65). En la música tonal de la práctica
RELACIONES DE A L T U R A S 91
usual la reiteración temática es ur\ recurso extensamente utilizado porque dota de co-
herencia a la marcha discursiva.
Límite por reiteración de información. La repetición de elementos temáticos deli-
L
-J » J •
mita el límite del agrupamiento. , . 1 L '
Análisis
Límite por silencio. G r u p o cuya última nota es seguida por silencio, recurso que lo
Ejemplo 45. Obra: El lago de los ásnes, 1 . " movimiento, «Vals» Autor: P. Chaikovski
dota de mayor estabilidad.
Análisis
Análisis
Llegar a un valor largo o silencio crea una situación de reposo transitorio y ayuda E l límite del primer grupo es muy claro: se concreta mediante la figura cor-
al instrumentista o cantante a inspirar aire para el próximo segmento. Las reglas de chea-silencio y silencio de tiempo, delimitando así el comienzo del segundo gru-
preferencia de la teoría de Lerdahl y Jackendoff (1983) lo señalan como u n indica-
po melódico con posición métrica idéntica al primero.
dor crucial. Cuando un silencio separa dos grupos, se considera que el silencio for-
ma parte del grupo que concluye en lugar de adscribirlo al grupo que comienza. Ex-
cepción a esta regia es el caso de grupos acéfalos en que el silencio inicia el g r u p o
E l INCREMENTO/MANTENIMIENTO D E LA TENSIÓN MELÓDICA alude a la llegada a una
(Ejemplo 37). Diversos experimentos han mostrado que las pausas son un elemento
altura de igual o mayor tensión, ya sea la nota dominante u otra con función dominante.
clave en la preferencia de los sujetos al determinar los límites de los grupos
(Deutsch, 1980 ; Deliege, 1987).
10 La RESOLUCIÓN D E LA TENSIÓN MELÓDICA se concreta mediante la llegada a una al-
Límite por valor largo. G r u p o cuyo límite se produce sobre una nota de mayor d u - tura fuertemente tonal (por ejemplo, una nota del acorde de tónie„). La tensión crea
ración, recurso que lo dota de mayor estabilidad. una expectativa -implicación- que se resuelve de acuerdo con lo previsto -realiza-
ción- (Narmour, 1990a).
Límite por incremento de la tensión. El límite del grupo incrementa la tensión, re-
Citado por Temperley (2000). curso generalmente basado en la armonía.
92 EL OÍDO DE LA MENTE RELACIONES DE ALTUKAS 9)
Análisis
248 C m 250 G '
\ fi
E l comienzo de la obra señala el peso de la configuración armónico-melódica
en la creación de tensión-distensión. Ambos grupos presentan idéntico ritmo y
J I 1 contorno de alturas. Sin embargo, el primero cierra en la dominante, imponiendo
resolución. E l segundo cierra en la tónica pero con una resolución no definitiva, ya
que lo suspende en la quinta del acorde, facilitando de este modo la continuidad
Ejemplo 48. Obra: Sinfonía núm. 5. 1 . " movimiento Autor: L. van Beethoven
discursiva.
Análisis La POSICIÓN MÉTRICA se ve afectada por las relaciones de altura, ritmo y ubicación
métrica de las alturas. L a llegada a un acento métrico otorga fuerza acentual a la altura
E l segundo grupo crea tensión por su configuración armónica (función domi- que lo soporta y es percibido como el acceso a un punto de mayor estabilidad.
nante) y melódica (quinta del acorde), tensión que se incrementa notablemente Límite por acentuación métrica. E l grupo concluye en una nota acentuada melódi-
por el mayor valor de duración de la última nota y por el calderón. ca y métricamente.
Análisis
Análisis
Límite con igual posición métrica. E l grupo concluye en la misma posición métrica
L a información de los dos grupos es idéntica; sin embargo, el segundo conclu- que los grupos precedentes.
ye de manera más contundente por la posición métrica y la mayor duración de la
última altura.
.(jfrr
• >
• i . , j
1 1 i
'r
Limite de grupo por a) incremento y b) resolución de la tensión.
Ejemplo 52. Obra: Álbum de la juventud, «El campesino alegre » Autor: R. Schumann
——
ss—-i
^3 -éL Análisis
m
cierre manteniendo cierre resolviendo
ta t e n s i ó n la t e n s i ó n
Los grupos uno, dos y cuatro concluyen en igual ubicación métrica aunque
con ritmo melódico diferente.
Ejemplo 50. Obra: Sinfonía núm. 41, 2." movimiento Autor: W. A. Mozart
94 E L O I D O J E LA M E N T E R E L A C I O N E S DE ALTURAS 95
Límite con diferente posición métrica. El grupo concluye cambiando la posición mé-
trica de los grupos precedentes."
1 1 1 i i — s
V ,
Ejemplo 55. Obra: Sonata para piano núm. 25. 1.'"' movimiento Autor: L. van Beüthoven
Ejemplo 53. Obra: Siciliana para violonchelo y piano, op. 78 Autor: G. Fauré
Análisis
Análisis ' •
El primer grupo del fragmento se inicia en la tesis y el segundo en la anacru-
sa. Refuerza la separación entre ambos el cierre del primero con valor largo. Los
E l límite del segundo grupo está en una posición métrica de fuerza acentual
dos grupos del fragmento son muy diferentes rítmicamente; sin embargo, cierran
intermedia (cabeza del segundo tiempo del compás); el del cuarto, en la ubicación
con idéntica posición métrica.
de mayor fuerza métrica.
2.2.4. Comienzo de los grupos ALTURA M Á S ALTA. L a altura más alta de un grupo tiende a ser percibida como un
elemento acentuado.
Análisis
Análisis
El primer grupo es menor al compás, t i inicio del segundo grupo está deter-
Ambos grupos se diferencian en el r i t m o inicial y comparten la posición mé-
minado por la altura más alta (fa) pese a que se encuentra en posición métrica-
trica inicial.
mente débil. Estaríamos ante un ejemplo de reversión de procesos regístrales des-
crito por Meyer (1989) y N a r m o u r (1990) y citado por Gjerdingen (1993): una
tendencia descendente versus u n salto ascendente o viceversa.
I N I C I O C O N D I F E R E N T E P O S I C I Ó N M É T R I C A . E l nuevo grupo comienza cambiando la
posición métrica de los grupos precedentes.
-
96 FL O I D O nr LA MENTE RELACIONES DE ALTURA' 97
5
E l primer grupo cierra en el primer mi del compás dos. E l siguiente grupo se
I,I B n i JTÍ- 11 ir inicia en la nota la', que resulta acentuada por su aparición post-salto. E l tercer
grupo se inicia asimismo en la nota la' del compás tres por igual causa.
v
Percibii la sucesión de alturas de una melodía como grupos que comparten cierta
condición ha sido constatado como el modo habitual de operar con el pensamiento
L 1 ^^^^*! 1
por parte de los auditores experimentados que comparten una cultura. Este compor-
Ejemplo 57. Obra: Nocturno en F«# tamiento psicológico da cuenta de una construcción mental característica: se trata de
Autor: F. Chopin
advertir qué cosa en común tiene la información presente con la inmediata anterior.
Esclarecer los criterios por los cuales las personas separan cierta información por en-
Análisis tender que conforman un paquete común o adscriben los datos a u n nuevo grupo,
fundamenta las decisiones de análisis cuando se trata de determinar la estructura com-
E l último grupo del fragmento incorpora un elemento novedoso que acentúa ponente de las obras musicales basándose en criterios compartidos.
el inicio del grupo, enfatizado además por ubicarse en la altura más alta.
Ejemplo 58. Obra: Canción de amor, para piano y voz Autor: G. Fauré
Análisis
1 . C o n t o r n o de alturas y melodía
Uno de los atributos más abstractos en la percepción musical de una sucesión me-
lódica es la identificación auditiva del movimiento (metafórico) de las alturas.
Se hace necesaria una consideración respecto a la altura en su tratamiento ordinario.
La relación entre los sonidos graves y agudos es correlacionada con las dimensiones
alto/bajo. En realidad, ésta es una construcción hipotética. Los sonidos no son más bajos
o más altos; al ser diferentes en frecuencia, cambian en su cualidad de altura. La asocia-
ción con niveles espaciales es una convención, una forma de representación de antiquísi-
ma data. U n argumento a favor de la asociación con las dimensiones alto/bajo podría vin-
cularse con la autopercepción - p o r cierto, no fácil- de la ubicación más alta en la laringe
100 EL OIDO DE LA M E N T E üELACIONES DE A L T U R A S 101
de los sonidos agudos respecto a los. graves. En otros casos, como por ejemplo el com- turas: hacia lo agudo, hacia lo grave o repitiendo una misma altura. Esta representación
portamiento de la altura en la ejecución de algunos instrumentos, dicha asociación no re- mental es copiada al cantar, aunque con una característica: la réplica del movimiento sin
sulta posible: en el violonchelo los sonidos más agudos son hacia abajo; en el piano, en un atender a las relaciones interválicas implicadas. Tal comportamiento -una forma de me-
plano horizontal, están hacia la derecha, igual que en la flauta travesera. Estas divergen- moria ecoica- es de diferente naturaleza a dibujar el perfil de una melodía en el plano.
cias muestran que no es lineal n i directa la asociación que las personas pueden realizar en- Representar el contorno en el papel implica un comportamiento diferente: la traducción
tre localización de las alturas sonoras y espacio físico. de una forma de lenguaje a otra. La representación gráfica de un contorno podría en-
Según cita Deutsch (1994, p. 131) Schonberg en 1977 expresaba: tenderse como un bosquejo «a mano alzada» y a «grandes trazos» que facilita la reten-
ción de información temática. Esta estrategia de notación por analogía resulta un inte-
Los elementos de una idea musical son en parte integrados al plano horizontal, en tanto sean resante puente entre la audición y la comprensión de obras musicales en tiempo real.
sonidos sucesivos, y al vertical si son simultáneos. La unidad del espacio musical exige una Podría entenderse como una aproximación al «terreno» susceptible de ser representada
percepción absoluta y unitaria. Sin embargo, en este espacio no hay n i alto n i bajo, n i dere- como un mapa del recorrido temático.
cha/izquierda, n i adelante/atrás como referencia absoluta.
Sin embargo, esta asociación (concepto no natural) resulta imprescindible para el 1 . 1 . Contorno y topografía
aprendizaje de la notación musical en Occidente, aunque implica una analogía de d i -
fícil representación. Intentaremos una aproximación por analogía con el uso del «conocimiento del te-
En cognición musical, un concepto que cuenta con amplia investigación es el de con- rreno» en la geografía, tomando como punto de partida las descripciones utilizadas en
torno melódico, esto es, el trazado del movimiento de las alturas de una melodía ya sea topografía. De esta manera podemos extraer interesantes indicios.
en el espacio gráfico o en nuestra mente cuando escuchamos. Este diseño de la super- L a topografía es una «técnica de representación gráfica sobre el papel de un terre-
ficie melódica conforma «figuras» relativas a cómo se suceden las alturas de la melodía en no o lugar determinado, con todos los accidentes y particularidades de su superficie.
el desarrollo discursivo. Según Cook (1999), contorno es la silueta de una melodía cuyo [...] Por extensión, es la descripción de un lugar en términos de las particularidades
diseño ignora la medida de los intervalos y sólo considera el movimiento de ascenso y des- que presenta en su configuración superficial» . 11
censo de sus natrones. E n este sentido el terreno o la superficie musical remite a la configuración de la me-
Como índice global de la percepción melódica, el contorno conjuga el registro ge- lodía como u n todo en el que los «itinerarios» se trazan de manera global de acuerdo
neral de las alturas, la distribución de ámbitos de intervalos y la proporción de inter- con el movimiento de las alturas. Esta planimetría macro permite en un segundo nivel
valos ascendentes con relación a los descendentes. de análisis atender a los problemas de detalle, tales como las relaciones entre los dife-
rentes «diseños» traducidos al papel. Concretamente, los puntos en el espacio de al-
Existe un índice global que merece una atención considerable: el contorno, que se define como turas que permiten vincular la última altura de u n diseño con la primera del siguien-
la estructura de ascensos y descensos de las alturas sonoras (Deutsch, 1994, p . 129). te. Para trazar el «mapa», en primera instancia es necesario atender a la forma musical
en términos de los agolpamientos internos del fraseo, determinados por componentes
Nosotros podemos reconocer, reproducir o recordar una melodía no necesariamente exacta tales como cadencias intermedias y finales de sección, detenciones o puntos de dis-
o igual a como la hemos escuchado. E n cambio, podemos reconocer, reproducir o recordar tensión intermedios, repeticiones de partes, etc., elementos todos ellos que operan
un contorno melódico que se aproxima a la melodía original (Aiello, 1994, p . 175). como puntos de referencia para segmentar la melodía. Estas configuraciones particu-
lares son los indicadores que facilitan el parcelamiento de las melodías en grupos.
El contorno melódico - e l total de patrones de intervalos que configuran una melodía- es un
Si se retoma la analogía con la topografía, para la música puede resultar de valor
rasgo de la música que para el auditor se destaca distintivamente en la primera audición
indicativo que en los métodos de levantamiento se distinguen niveles de jerarquía:
(Dowling, 1994, p . 176).
«Trazada la red de conjunto, se sitúan y acotan los elementos fundamentales de la pla-
nimetría: carreteras, caminos, aguadas, etc. [...] Se aprovechan los puntos de estación
Las investigaciones acerca de la ontogénesis del canto infantil dan cuenta de que
auxiliares para situar pequeños detalles que deben figurar en el plano o mapa, así
en los primeros años de vida los niños comienzan con «acercamientos» al contorno de
como para jalonar alineaciones» . Las carreteras, de mayor jerarquía que los caminos,
12
respecto a otras sucesiones; los puntos de estación auxiliares serían en música las de- También se incluyen sucesiones de dos o más lomas de igual o diferente altura.
tenciones intermedias de mayor estabilidad y fuerza tonal.
- Loma: ondulación en forma de campana por encima de ia línea de tierra. Las relaciones de estos perfiles con la tónica son un interesante índice visual que
facilita el desarrollo de ciertos conceptos vinculados con la melodía y la tonalidad: p o r
ejemplo, melodías con tónica explícita y con tónica implícita; diferencias entre melo-
días de ámbito auténtico y plagal; melodías en ámbitos mayores a la octava; melodías
con cambio de centro tonal, entre otros.
Snyder ( 2 0 0 0 ) presentó una interesante clasificación de los esquemas de contorno
Ejemplo en u n fragmento en D o M : [do-mi-sol-do'-sol-mi-do]. contextúales. Denomina:
104 P L olLO D E ' A MENTE RELACIONES DE A L T U R A S 103
- Axial a una loma seguida de una cava atravesadas por la tónica. L O M A S C O N PEQUEÑAS IDAS Y VUEU'AS
tónica
tónica
- D e brecha llena al contorno que salta de la tónica a otra altura y luego cubre el Ejemplo 61. Obra: Concierto de Brandemburgo núm. 3, 3. movimiento a
Autor: J. S. Bach
I r j r r r r r P f n i• r r r n r r r r 1
— "
• i • 1 •
tónica
Generalmente el contorno se anota con signos matemáticos. Se utiliza (-:) para una
altura que asciende, (-) cuando desciende y (0) cuando repite. E l contorno de la suce-
sión do-re-do-do se describe como de movimiento ascendente, descendente y lateral.
En su representación mediante signos se anota (do + - 0). Ejemplo 62. Obra: Preludio 22 en Si bemol menor Autor: J. S. Bach
A continuación se presentan melodías con su correspondiente contorno.
PENDIENTES ( C O N TERRAZAS ASCENDENTES Y L I N E A L DESCENDENTE)
r>tj J J • • L
P E N D I E N T E S D E D I F E R E N T E A M P L I T U D SOBRE TERRAZAS E N L A L Í N E A D E TIERRA El contorno es la característica más memorizable de las melodías no tonales (Dowling y Har-
wood, 1986, p. 133).
•//
valos específicos (Snyder, 2000, p p . 149-150). »
/ constructivas del discurso musical. Las partituras de las páginas 104-106 muestran el
contorno dibujado al pie de cada una de ellas. La similitud en los diseños no da cuen-
ta de las diferencias en las distancias interválicas de los mismos.
Estos indicadores resultan poderosos datos para estimar la dificultad de las cancio-
Ejemplo 64. Obra: Concierto para violín y orquesta núm. 1, 2." movimiento nes y los fragmentos de escucha. U n contorno que se repite con pequeños cambios en
Autor: J. S. Bach
la interválica resulta a veces de mayor dificultad para su entonación; sin embargo, como
paquete de información semejante, resulta u n indicio para «seguir» la audición de una
PENDIENTES C O N LÍNEA D E TIERRA Y D E H O R I Z O N T E
obra en tiempo rea!, ya que en la audición de los agrupamientos las diferencias de de-
talle pasan desapercibidas.
E l contorno facilita una aproximación general al diseño de una obra; una vez con-
cluido el «mapa del terreno», los sucesivos perfiles muestran las estrategias utilizadas
por el compositor para otorgar coherencia a la obra. «Los compositores usan este rasgo
en la construcción de piezas de música, haciendo uso de la tensión estética que resulta
de repetir un contorno con intervalos alterados» (Dowling, 1994, p. 176). Comparar las
sucesivas «siluetas» de la composición permite extraer conclusiones respecto de la per-
manencia/cambio de los perfiles y los mecanismos originales utilizados en la composi-
ción de la obra. En tal sentido, las estrategias utilizadas en la creación de una obra son
analizadas en el próximo apartado, referido a los procedimientos compositivos.
de la melodía; cablo «procedimiento», «método, conjunto de operaciones sucesivas con que se pre-
- intermedias, relativas al plan tonal o métrico de obras completas o fragmen- tende conseguir un resultado», «encadenamiento lógico realizado en u n p r o c e s o » . 14
tos de cierta longitud, que permiten aislar grandes «paquetes» de información En el caso de la música, se trata de analizar los agrupamientos y tomar el grupo ini-
relativos a centros tonales o incidencias métricas que se despliegan a lo largo cial o cada grupo diferente a los previos como portador de nueva información, la cual
de la pieza;
- avanzadas, aplicables a melodías atonales en las que el contorno es una i m - 15
Dicáonuiiu Enciclopédico Planeta, Barcelona, 1984.
portante referencia para el monitoreo del comportamiento de las alturas. 14
Ibidem.
108 E L O Í D O DE LA M E N T F RELACIONLS DE A L T U R A : . 109
se toma como motivo de comparación con los desarrollos posteriores. Por ello es ne-
cesario poseer una percepción conipleta del fragmento -ya sea por audición o lectu- Análisis
r a - antes de proceder al análisis de los procedimientos compositivos.
Para analizar los procedimientos compositivos es necesario: La repetición es tomada como elemento preferencial para el agrupamiento. E l
grupo de los compases 5- 6 es material original que se repite en los compases 7-8,
- Escuchar/leer el fragmento. 13-14 y 15-16.
- A i s l a r los grupos de acuerdo con la información melódica.
- Confrontar los grupos para advertir semejanzas y diferencias en el tratamien-
to de los contenidos temáticos. TRANSPOSICIÓN D E OCTAVA
- D e n o m i n a r el procedimiento compositivo utilizado en cada grupo. a) G r u p o que transpone una de las alturas del original a la octava superior o i n -
ferior (sin agregar figuras).
A continuación se describen y ejemplifican procedimientos compositivos que han b) La transposición puede utilizar la reiteración de alturas del original a la oc-
sido agrupados en base a modos de tratamiento comunes: tava superior o inferior.
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E/cmpü- 66. Obra: El lago de los cisnes, 2.° movimiento, «Vals» Autor: P. Chaikovski Ejemplo 68. Obra: Sinjonía núm. 7, 2° movimiento Autor: L. van Beethoven
110 EL olno DE LA MENTE RELACIONES DE ALTURAS 111
Análisis Análisis
El primer grupo es imitado por el segundo con diferente armonía: el primero El grupo conformado por la anacrusa y parte del compás 3 se repite con cam-
cierra la melodía creando tensión sobre la función dominante y el segundo re- bio de cierre en el compás 7 y parte del 8.
suelve con idénticas alturas en la tónica.
CIERRE COMÚN. Grupo con nueva información y que repite el motivo final del original.
2.1.2. Repetición fragmentaria
C A M B I O DE CIERRE. G r u p o que cambia el motivo final del original: a) por cierre to-
nal; b) p o r nueva información.
Análisis
Análisis
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Análisis
CAMBIO DE CABEZA. G r u p o que cambia hasta tres alturas del motivo inicial.
Análisis
Ejemplo 73. Obra: Las cuatro estaciones. Primavera, 1 . " movimiento Autor: A. Vivaldi
2 . 2 . Construcción interválica
Análisis CORRIMIENTO. G r u p o que repite el original a partir de otra altura de manera a) se-
cuencial, esto es, sobre una cadena de dominantes, o b) no secuencia!.
E l grupo conformado por la anacrusa y parte del compás 1 es repetido por el
grupo conformado por la anacrusa y el compás 2 reemplazando la anacrusa ini- Secuencial.
cial por dos alturas.
ALTURA PEDAL INICIAL. G r u p o que comparte igual altura inicial que el original.
r-hn 1 .=
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Ejemplo 76. Obra: Las hojas muertas Autor: J. Preven, J. Kosma
Análisis
Análisis
Los grupos dos, tres y cuatro son fruto del corrimiento del grupo original del
Los tres grupos se inician con u n si grave, que opera como pedal inferior. primer grup -
30 31
• • • • •
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Licmplo 7) Obra: Para Elisa Autor: L. van Beethoven Ejemplo 77. Obra: Sonata para piano núm. 3, 2° movimiento Autor: L . van Beethoven
111 EL OlDO JE LA M E N T E RELACIONES DE A L T U R A S 115
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Ejemplo 79. Obra: Concierto níim. 2 para¡...70y orquesta, 4." movimiento Autor: J. Brahms Ejemplo 81. Obra: Suite para orquesta núm. 2, «Minuet» Autor: J. S. Bach
Análisis Análisis
El tercer grupo imita al primero con supresión de la primera altura. E l cuarto Los grupos conformados por los compases 5 , 6 y 7 contienen dos modos de
grupo es una contracción del segundo al remplazar el salto de cuarta (do, fa) por articulación: ligado y picado. Las notas picadas parecen crear una división iluso-
uno de segunda (do-re). ria de una segunda voz intragrupo.
116 E L O Í D O DE LA M E N T E RELACIONES DE ALJURAS 117
2.4. Mixtura
Análisis
Reunión de dos o más procedimientos.
El primer grupo se repite literalmente tres veces. L a cuarta vez cambia el cie-
1 2 3 4 5 6 7 e
rre mediante el dispositivo de inversión del orden de las alturas: fa-mi-re es reem-
plazado por fa-re-mi, lo que permite llegar a la dominante y favorecer la conti-
nuidad discursiva.
Ejemplo 82. Obra: Suite en re menor para dave, «Sarabanda» Autor: G. F. Haendel
D U R A C I Ó N . En una célula cambia la duración de las alturas del modelo original.
I 1 I I I t i I
2.5. Microrrasgos intraprocedimiento Ejemplo 84. Obra: Danza eslava núm. 1 Autor: A. Dvorak
Los cambios pueden mantener igual cantidad de información e invertir el orden de las
r nri*r w if
alturas, la dirección registral (Narmour, 1990 a) o cambiar algunas duraciones del original.
INVERSIÓN. E n una célula cambia el orden de las alturas del modelo original. Ejemplo 85. Obra: Cuarteto para cuerdas núm. 1, op. 7, 2.° movimiento Autor: B. Bártok
El segundo grupo es repetición del primero, aunque cierra con silencio de menor
duración, lo que permite el comienzo del siguiente grupo en otra posición métrica.
Ejemplo 8). Obra: donata núm. 17 para piano, }." movimiento Autor: L. van Beethoven
118 EL OÍDO D:: LA M E N T Í
119
RELACIONES D e ALTURAS
ADICluN. E l nuevo grupo agrega alturas a la/s iniciales del modelo original.
« — . . —
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•
Ejemplo 88. Obra: Estudio para piano op. 10, núm. 12 («Revolucionario») Autor: F. Chopin
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Análisis
Ejemplo 86. Obra: «Carillón vienes», de la suite Háry ¡anos Autor: Z. Kodály
1 3
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77
Ejemplo 87. Obra: L a cuatro estaciones. Primavera, 1 . " movimiento Autor: A. Vivaldi • J 7 5
r r r r r r r f >i r r r r » P P P I r r t r
1 i illl i i
Análisis Ejemplo 89. Obra: Sinfonía núm 94, «La sorpresa», 2.° movimiento Autor: F. Haydn
La variación tres (compás 75) trata el tema (compás 1) mediante una dismi-
nución rítmica. Cada grupo de dos corcheas es reducido en su duración a u n gru-
EMBELLECIMIENTO. El nuevo grupo agrega alturas de carácter ornamental a las al- po de cuatro semicorcheas que repiten las alturas de las dos corcheas.
turas del modelo original.
120 EL OÍDO [ ) L LA MENTt RELACIONES DE ALTURAS 121
2.5.3. Decremento de información La metodología para el aprendizaje melódico se basa en principios tales como:
Los cambios pueden disminuir la cantidad de información y consistir en suprimir f i - - una altura aislada puede considerarse aguda o grave solamente en términos
guras como una anacrusa, un grupo anacrúsico u otras alturas. regístrales;
- el movimiento de las alturas es un constructo, esto es, una construcción de la
SUPRESIÓN. E l nuevo grupo suprime alturas del modelo original. mente, y requiere una representación mental que asocie los cambios de fre-
cuencia con la relación espacial arriba-abajo;
Supresión de anacrusa en un procedimiento de cambio de cabeza. - la secuencia de alturas de una melodía conforma un conjunto de relaciones
que necesita ser percibida, analizada, desarticulada y rearticulada como par-
tes de u n todo;
- el aprendizaje melódico se basa en el desarrollo de la memoria;
- los primeros intentos de transcripción necesitan basarse en los conceptos de
agrupamiento (paquetes de información) y de contorno (trazo global del mo-
vimiento de las alturas);
Ejemplo 90. Obra: Sonata núm. 19 para piano, 1." movimiento Autor: L. van Beethoven - el contorno asociado a la tónica consolida relaciones básicas de la jerarquía to-
na! (melodía y contexto);
- la representación puntual de las alturas tiene como prerrequisito las prácticas
Análisis vinculadas con el agrupamiento y el contorno;
- los prerrequisitos descritos permiten iniciar las experiencias con melodías por
E l primer grupo comienza con anacrusa, el segundo la suprime conservando la pasos (grado conjunto);
información de la cabeza, extendiendo el intervalo y agregando una altura final. - la transcripción de melodías por grado conjunto son el soporte para las prác-
ticas posteriores (Malbrán 1983);
- la organización de la melodía basada en el alfabeto de la escala diatónica es una
Supresión de una altura en un procedimiento de cambio de cierre. abstracción que requiere amplias prácticas basadas en el dominio de concep-
tos estructurales (agrupamiento), tonales (tónica, tónica alta, dominante), mo-
dales (modo mayor o menor con o sin sensible) y representaeionales (asocia-
ción entre cambio/repetición de altura y ubicación en el espacio gráfico);
- la resolución de melodías por grado conjunto es la llave para comenzar las
prácticas con melodías por salto;
Ejemplo 91. Obra: Sonata núm. 21 para piano. 2 movimiento
o
Autor: L. van Beethoven - las primeras experiencias con melodías que proceden p o r salto se basan en los
arpegios de las funciones tónica y dominante;
- la percepción del auditor de las relaciones entre las alturas de una melodía va-
Análisis
ría según sea la armonía que las soporta; el aprendizaje melódico impone que
la presentación incluya la armonía; sin ella se omite u n condicionante de i m -
E l segundo grupo cierra en el primer tiempo del compás, para lo cual supri- portancia para la comprensión musical.
me la última altura.
••;
• • -í3 La enseñanza de los contenidos melódicos compromete un mapeo de las formas de
construcción de la lengua musical en el sistema tonal. Para que los estudiantes puedan
Los procedimientos compositivos se aplican a grupos de una obra. Advertir las es- acceder a sus rasgos característicos, se hace necesario el acceso facilitado a principios de
trategias compositivas enriquece el análisis y dota de consistencia a la conformación organización en términos estructurales y de superficie. La cognición mustcai auditiva
del agrupamiento. Las técnicas previas de analizar las «siluetas» representadas gráfi- supone el desarrollo de estrategias de pensamiento que se sitúan en la interacción entre
camente en ios contornos, facilita el acceso a los conceptos necesarios para el estudio delimitación de los conceptos implicados, representación gráfica del comportamiento
de los procedimientos compositivos. Asimismo, la práctica sobre el terreno muestra el de las alturas en representaciones globales y puntuales, estudio comparado de frag-
aporte de estos recursos para la improvisación de música tonal y atona!. mentos, enunciación de principios/rasgos característicos, extracción de conclusiones y
122 EL C . I D O DE LA M E N T E RELACIONES DE A L T U R A S 123
ejercicio expresivo, entre otros. Su aprendizaje implica la construcción del conocimiento 3.1. Mutación de modo
en torno a! rico universo de experiencias que brinda el discurso melódico en la música
tonal. La práctica corriente de administrar dictados melódicos como modo de aprendi- M o d o (del latín modus) es la manera de ser de una tonalidad (mayor o menor en
zaje auditivo se limita a una técnica de evaluación que omite aprendizajes previos clave. la armonía clásica) en función de la disposición de los intervalos sobre la escala de al-
turas. Los modos recortan una escala sonora y determinan un marco melódico (Per-
non, 1992).
3. Modulación Existe un acuerdo tácito en definir el modo como la manera de ser de un escaloña-
miento o sucesión de intervalos. La forma más viable es cuando la sucesión se articula
La centralidad de la tónica a lo largo de la obra puede ser transitoria. Uno de los re- sobre un sonido constitutivo o sobre una agregación consti "tiva de la función tónica
f
cursos más usuales de la música tonal es cambiar de tónica a lo largo del desarrollo de una (Michel, 1967). E l «modo» es más bien la forma en que ciertas notas se enfatizan mien-
pieza musical, de manera definitiva o pasajera. Los cambios no son arbitrarios, reflejan re- tras otras se subordinan (Michels, 1993).
laciones específicas de las nuevas tónicas con la tónica de origen (Handel, 1991). En la música tonal es frecuente el uso de alturas de un modo en un pasaje que es
Se ha visto que la dificultad/facilidad de percepción de una modulación es depen- predominantemente de otro modo. Se denomina cambio de modo, mutación de modo
diente del grado de cercanía ente la tonalidad de origen y la de destino. La distancia
o mixtura modal. Usualmente la mixtura colorea u n pasaje en el modo mayor con al-
tonal entre ellas se mide por tres procedimientos:
turas de su paralelo menor (Kostka y Payne. 1989).
En un m o d o menor, la tercera alta en la tríada de tónica es un acorde que el modo
1. Número de alturas idénticas compartidas.
mayor presta al menor; se denomina tercera de picardía, procedimiento que se presen-
2. Distancia que separa ambas tonalidades en número de quintas.
ta en el último acorde del fragmento.
3. Diferencia en sostenidos o bemoles entre ambas armaduras de clave (Handel,
1991, p. 369).
Puede concluirse que la facilidad de movimiento entre dos tonalidades es una fun- 4. M o d a l i d a d
ción de la distancia entre ambas.
Los principios precedentes sugieren que el grado de similitud entre dos tonalidades Modalidad es un término utilizado en la teoría musical occidental y, por extensión,
se b asa en la equivalencia de las funciones tonales. La tónica, la subdominante y la domi- en otras culturas antiguas y orientales (griega, hindú, china, árabe). Caracteriza un sis-
nante son funciones críticas. Dos tonalidades que comparten dichas funciones críticas son tema particular de organización de intervalos adaptado a la práctica musical (Maren-
juzgadas c o p ^ semejantes y resultan las más fáciles para producir movimientos modula- go, 1992). Pertenecen al campo de la modalidad los modos gregorianos y las escalas
torios. Los cambios de tonalidad generalmente se efectúan mediante un acorde pivote, o exóticas (hepta-, hexa- y pentatónicas).
sea, un acorde común a ambas tonalidades; generalmente, el acorde pivote es seguido por E l interés y recuperación de los modos gregorianos en las estéticas posteriores obe-
las funciones tonales pilares de la nueva tonalidad (IV, V, I ) , que facilitan la percepción deció a una reacción contra la saturación cromática utilizada por los últimos románti-
del cambio. Por el contrario, en las relaciones entre dos tonalidades distantes las tríadas cos (Kostka y Payne, 1989). El redescubrimiento del canto gregoriano y del aporte del
de la primera no entrañan puentes a la segunda tonalidad y la modulación entre ambas repertorio vernáculo en el siglo XIX hizo que los compositores se interesaran por los
puede resultar difícil y abrupta (Krumhansl y Kessler, 1982).
modos (Pernon, 1992).
Los recursos más utilizados para modular son:
Los modos dórico, frigio, lidio y mixolidio provienen de la Antigüedad griega, que El primer obstáculo ha sido el peso concedido al oído absoluto. El sobredimensiona-
los ordenaba descendentemente desde la nota mi. Sus nombres fueron cambiados d u - miento de los valores del oído absoluto genera errores de enfoque; por ejemplo, creer que
rante la Edad Media, que comenzó a llamarlos a partir de la nota re y en forma as- las personas con tal condición poseen como conducta de entrada la acuidad auditiva ne-
cendente, siendo esta última la denominación actualmente utilizada. cesaria para un músico. Esta suposición es ampliamente discutible por varias razones:
Cada modo posee una variante plagal, « h i p o » , que comienza en la dominante y
cuyo ámbito va de dominante a dominante. Por ejemplo, el modo dórico utiliza el mis- 1. Cuando se utiliza una fuente de sonido desconocida (instrumentos de otras
mo repertorio de alturas que el hipomixolidio; en un modo dórico con las alturas re, culturas, fuentes sonoras electrónicas, materiales sonoros no convencionales
m i , fa, sol, la, si, do, la finalis será re; en un modo hipomixolidio, con esas mismas al- como cañas, tubos, campanas, etc.), los absolutistas no identifican con preci-
turas, la finalis será sol. sión el movimiento de las alturas y se declaran incompetentes par» analizar
Generalmente se usa la denominación música modal para hacer referencia a aque- las relaciones sonoras.
lla música cuyo ordenamiento sistemático del repertorio de alturas escapa al sistema y 2. Ante estímulos vocales a capella, no pueden rotular las alturas debido a que
prototipos de los modos mayor-menor de la tradición y práctica usual tonal. Por ello la emisión presenta microvariaciones de altura y están condicionados a dis-
actualmente se alude a la música modal por defecto: determinado ordenamiento de al- criminar sonidos tónicos y, por lo general, de afinación fija.
turas distinto del «mayor-menor», susceptible de ser construido sobre cualquier soni- 3. Ante secuencias armónicas no pueden identificar las funciones de la armonía
do elegido como tónica (por ejemplo, mixolidio a partir de m i , etc.). L o que importa debido a que pn general las simultaneidades sonoras no forman parte de la
de los sonidos no es su altura absoluta, sino la sucesión relativa de la escala (Michels, nominación espontánea de las notas. E n general, el condicionamiento se ha
1993). fijado en prestar atención a la línea principal.
Como ayuda mnemotécnica, la sucesión de teclas blancas a partir de re responde a
la estructura del m o d o menor dórico, a partir de m i al modo menor frigio, de fa al Todas estas dificultades muestran que una formación auditiva competente implica
modo mayor lidio, y de sol al modo mayor mixolidio. Una particularidad de la escri- el desarrollo de la audición relativa.
tura es que, en los modos gregorianos, las alteraciones se consignan en la armadura de E l segundo obstáculo es el prejuicio relativo a que las personas con oído relativo
clave; por ejemplo, M i dórico tiene como armadura de clave fa# y do#. nunca podrán alcanzar el desarrollo habilidoso de las de oído absoluto y, por ende, las
E l uso de expresiones modales en la música tonal de los siglos Xix y XX muestra estrategias auditivas a utilizar en el aula son de alcance limitado. Los más de cuarenta
una rica paleta de composiciones con «alusiones» a los modos, esto es, música tonal años dedicados por la autora a la formación musical profesional dan cuenta de que la
con rasgos modales. La música folk, como también la música académica basada en única diferencia entre músicos con gran desarrollo auditivo es que los de oído relati-
ejemplos de la música popular, se describe a menudo en estos términos Por ejemplo, vo precisan de un diapasón y los de oído absoluto lo poseen incorporado a su cuerpo.
el Cuarteto de cuerda en la menor de Beethoven, diversas obras de Chopin y un amplio E l tercer obstáculo, en las etapas iniciales, es demandar a los estudiantes de oído re-
repertorio de obras de autores como Saint-Saéns, Chaikovski, Debussy, Ravel, Bartók, lativo la identificación de alturas absolutas sin altura de referencia, y, en las etapas avan-
entre otros (Randel, 1986). zadas, no ayudarlos a intentar hacerlo. Se ha visto que las personas muy competentes
E n los últimos años del siglo XX, los músicos de rock incorporaron en sus obras re- de oído relativo llegan a identificar las alturas absolutas de una relación sonora de for-
cursos de la música modal, particularmente el modo mixolidio («The Last time», Ro- ma precisa o cometiendo mínimos errores. Por lo general, en los casos de error, la per-
lling Stones; «Paperback Writer», The Beades) y el modo dórico («Another brick i n sona que juzga una altura un semitono más bajo (por ejemplo) frecuentemente comete
the wall», Pink Floyd). la misma falla. En los estadios avanzados, impulsar a reconocer las alturas absolutas es
Se considera que las melodías basadas en dichos recursos proporcionan u n rico brindar una oportunidad para que, por aproximaciones sucesivas, las estimaciones se
margen de ampliación de la estética tonal. establezcan cada vez de manera más ajustada.
E l cuarto obstáculo es el aprendizaje y práctica sostenida de las relaciones musica-
les en las tonalidades de D o Mayor y la menor; esta tendencia es también una forma
5. Consideraciones finales equivocada de usar alturas fijas en lugar de relaciones entre somdos. Anclar las rela-
ciones melódico-armónicas sólo en una tonalidad mayor y una menor obliga luego a los
E l desarrollo de la audición es para los músicos lo que el desarrollo visual para los perceptores que aprendieron con tales métodos a efectuar intrincados juegos de trans-
artistas plásticos. La educación musical para la formación profesional ha avanzado posición. Esto es, representan en su mente las relaciones en D o Mayor, pero deben
considerablemente en los últimos cincuenta años; sin embargo, el desarrollo auditivo transportarlas, por ejemplo, a La bemol. El sistema (muy frecuente) ha dado como re-
sigue siendo una asignatura pendiente en diversas instituciones dedicadas a la prepa- sultado que, en tales casos, los estudiantes crean que una tonalidad mayor con bemo-
ración de los músicos. les o sostenidos en su clave es más difícil que D o Mayor.
126 El. OIDO DE LA MENTE
1. Escalas exóticas
como resultado que algunos autores lo consideren un rasgo estilístico debussyano y for- respecto al modelo mayor-menor, las funciones armónicas cromáticas y colores, así
ma incipiente de abandono de la tonalidad clásica (Reti, 1965). Fragmentos de obras como los giros melódicos característicos, son los indicios para analizar estas nuevas
con esta escala también fueron compuestos por Berlioz, Rossini y Mussorgsky. conformaciones de escala. Las diversas escalas exóticas se indagan y practican con es-
La selección realizada para esta obra corresponde a documentos elaborados por el
tos criterios.
maestro Guillermo Graetzer en su tránsito por la cátedra de Composición (Facultad
de Bellas A r t e s - U N L P ) y a otros recopilados por Persichetti bajo la denominación
15
Recitativo ad lib.
LOCRiO MAYOR
Los modos gregorianos y las escalas exóticas usan armonía con «colores armóni-
cos» tales como el I V menor en modo mayor, I V mayor en modo menor, I I mayor en
modo mayor con quinta disminuida o acordes mayores sobre fundamentales descen- LIDIO MENOR
didas ( I I , I I I V I , V I I ) . Las prácticas con dichas escalas se basan en el ^conocimiento
de las funciones armónicas implicadas en cada caso.
HUNGARA MENOR
Las experiencias previas (capítulo anterior) respecto a identificar el centro tonal y
el modo, son capturadas y enriquecidas a la hora de desarrollar prácticas con las esca-
las exóticas: así, se agregan la presencia/ausencia de sensible, los cambios operados HUNGARA DORICO DOBLE ARMONICO
• GITANA
Análisis
si J w v
, U j> 4
v —*—
i—i
Ejemplo 94. Obra: Concibo para la mano izquierda (tomado de Francés, 1984) Autor: Maurice Ravel
Análisis
las partes es a menudo lineal, aunque produce combinaciones verticales fruto de mix-
menor; con esta visión se trataría" de u n caso de politonalidad por la superposi- turas de intervalos; los factores armónicos son dependientes de las relaciones melódi-
ción de la tonalidad de Re Mayor y sol menor. E l motivo de tres alturas (si bemol, cas, cuya verticalidad es manipulada para contribuir a la percepción de atonalidad. Se
la, sol) resuelve en la nota re; si dicho si bemol se considerara la novena del acor- caracteriza por la concentración motívica, la frecuente ausencia de regularidad tem-
de de dominante, en tal caso el fragmento resultaría unitonal. poral, cadenas de ritmos no continuos con patrones asimétricos, ausencia de metro y,
por ende, la alta complejidad resultante de dichas combinaciones (Persichetti, 1961).
Hay acuerdo general en que la atonalidad hizo su aparición en la música académi-
Politonalidad en acordes. ca del siglo XX con las Tres piezas para piano, op. 11 de Schonberg (1909). En estas m i -
niaturas los acordes y melodías reniegan de toda relación tonal, la continuidad es f r u -
to de la consistencia temática y el agrupamiento de las frases (Reti, 1965).
La idea prevaleciente de los compositores en los primeros años del siglo XX se basó
en el abandono del sistema diatónico y su reemplazo por otro sistema sin centro tonal.
Análisis
3. Atonalidad Ejemplo 96. Obra: Tone Roads núm. 3 (1915) Autor: C. Ivés
Análisis
1 1 4 5 6 7 8 9 10 11 12
2 | 3
Durations
m' Jl J> A Jl. J J J> 4-
1
quasi
mr
quasi
Dyn a m íes PPPP PPP PP P p mp inf f / fj
Mode of
> > m m i >
Attack • normal
A •
Una teoría de la música desarrollada de acuerdo con los avances operados en los
trabajos teóricos y empíricos de los últimos quince años debiera reunir una des-
cripción formal de las intuiciones musicales de u n auditor con experiencia en u n
lenguaje musical determinado (Lerdahl y Jackendof, 2003), así como ofrecer una i n -
trospección y una fuente amplia de modelos e hipótesis relacionados con la escucha
y el análisis musical en tiempo real (Temperley 2001). D e este modo, la teoría musi-
cal contemporánea basada en la cognición auditiva puede constituirse en una ayu-
da valiosa para analizar y seleccionar los contenidos de la enseñanza de la formación
profesional.
La escala se concreta en una región de octava; las alturas separadas por más de una
octava son asumidas como equivalentes musicalmente y reciben igual notación. La al-
tura es escalada como una función logarítmica de la frecuencia. La escala es dividida
en 12 pasos logarítmicamente iguales (semitonos). La presunción es que todos los i n -
tervalos que contienen u T l número de semitonos son equivalentes (Burns, 1999); sin
U a
Deslizamientos de alturas tales como glissandi, portatnenti y trinos, se usan en la 1993). Enunciar los indicadores por los cuales se considera que ha comenzado u n gru-
mayoría de las culturas musicales como embellecimiento y ornamentación de la es- po, la longitud del mismo y el límite o punto en que concluye, ayuda a la aplicación ra-
tructura escalar básica (Estes, 1972 ; Terhardt, 1991).
16
zonada de las reglas y brinda un soporte de autoayuda a quien realiza el análisis.
Con el f i n de determinar la habilidad de los auditores para distinguir perceptual- La revisión final de los agrupamientos realizados permite reconsiderar las decisio-
mente entre mayor y menor, parece importante controlar cuidadosamente la saliencia nes tomadas, hacer un balance del equilibrio interno que muestran los grupos confor-
del modo en el estímulo (Vos y Verkaart, 1999). mados y eventualmente realizar un ajuste final de las estrategias utilizadas.
E l intervalo de altura es la unidad de percepción básica en melodías y escalas. Los Para Temperley (2001, p . 57), el agrupamiento de eventos tales como los'de una
intervalos contenidos en las escalas constituyen el material tonal estándar sobre el cual frase se inscribe en el «presente psicológico» al procesar la información más saliente
se ha basado virtualmente toda la música de Occidente. mientras la frase se está desarrollando.
La más asequible razón para la adopción de un número relativamente pequeño de La experiencia perceptiva prepara el sistema auditivo para percibir las alturas musi-
intervalos discretos tales como los del material musical tonal es que la discretización o cales en términos de categorías. La persistente audición de música compuesta con el sis-
categorización es una estrategia universal usada por los auditores para reducir la so- tema temperado conduce a la mente a organizar sus capacidades de análisis. La parti-
brecarga de información y facilitar el procesamiento (Estes, 1972; Terhardt, 1991). cular sucesión de alturas es una clase de prototipos perceptivos (Dowling, 1994, p. 164).
La percepción de intervalos melódicos musicales parece ser el único ejemplo de La música no está en las notas sino entre las notas (Willems, 1964). La enculturación
percepción categorial ideal, en el cual la discriminación es totalmente dependiente de permite codificar discursos musicales como si se conocieran previamente. U n elemento a
la identificación (Burns, 1999). considerar para facilitar la retención y codificación de melodías es el «trazo» del discurso,
E l reconocimiento auditivo de intervalos aumentados y disminuidos se basa en la esto es, construcciones que responden a la «buena forma» de los psicólogos de la Gestalt.
consideración de la función armónica que los soporta, la tendencia de resolución y, Los auditores occidentales han acuñado «esquemas» relativos a la sintaxis musical tonal.
por ende, la organización escalar comprometida. Enseñar estos intervalos como pro- En la enseñanza es frecuente que en la búsqueda de más altos niveles de dificultad se
blemas de escritura es desdeñar el rol que cumplen en los diversos estilos musicales de proporcionen ejemplos de melodías con resoluciones melódicas y armónicas de escaso ni-
Occidente. Por ejemplo, J. S. Bach, que en gran parte de sus últimas producciones vel musical. Es necesario redescubrir el rico patrimonio de repertorio del cual se dispone.
hizo uso extensivo de los intervalos cromáticos, o en el tango rioplatense, la tercera Los acordes se infieren de las alturas y las tonalidades se infieren de los acordes
disminuida, o en el bolero latinoamericano, la cuarta disminuida. (Bharucha, 1987, p p . 17-18).
Las pausas que separan las unidades melódicas ayudan a la percepción más clara La sucesión de acordes en una tonalidad necesita respetar ciertos cánones. U n acor-
de una melodía (Temperley, 2001, p . 57) y se constituyen en elementos clave para la de no puede ser seguido por cualquier otro, y esto influye en la recepción y retención
segmentación en grupos. E l agrupamiento es una tarea habilidosa de los músicos pro- de los auditores (Krumhansl, 1990).
fesionales pero también del común de las personas; «un auditor aculturado no tiene Los acordes se perciben como relaciones funcionales con una marcha en su con-
por qué haber estudiado música» (Lerdahl y Jackendof, 2003, p. 3). Así, también es ducción (Bharucha y Krumhansl, 1983; Krumhansl y Kessler, 1982).
una valiosa ayuda para la atención sostenida, ya que las unidades de información ais- Las relaciones armónicas son el entramado fundamental de la música tonal. E l de-
ladas son fácilmente almacenadas en la memoria a corto plazo y facilitan la compren- sarrollo de la audición cognitiva se basa en este principio. Los auditores desarrollan ex-
sión subsiguiente del fragmento (Snyder, 2000). pectativas en torno a un fragmento musical en desarrollo, las cuales pueden ser confir-
Según Temperley (2001, p. 56), el agrupamiento es función del principio de parsi- madas o rechazadas. Dichas expectativas se basan fundamentalmente en las relaciones
monia. Si los elementos pueden ser agrupados en unidades mayores, el agrupamiento entre melodía y armonía. E l aprendizaje de las relaciones armónicas es uno de los más
reduce el número de elementos que deben ser almacenados en la memoria. E l autor importantes andamiajes del proceso. La experiencia auditivo-armónica forma parte de
explícita el concepto con el siguiente ejemplo: es mucho más fácil recordar diez pala- los procesos iniciales; sin embargo, en genera], su práctica comienza de forma tardía,
bras de siete letras que una lista de setenta letras. probablemente por considerársela meta de llegada. La representación de simultaneida-
La identificación del tipo de segmento configurado puede entenderse como una for- des sonoras en la mente es una de las más complejas habilidades comprometidas en el
ma de semántica perceptiva (Streri, 2003). En tal sentido, una valiosa herramienta a la desarrollo de competencias de un músico profesional.
hora de aplicar los criterios de análisis de la segmentación del discurso es traducir los La percepción musical, al interpretar los datos sensoriales, supone una actividad de
criterios de formación de grupos en conocimiento declarativo: esto es, describir los ras- procesamiento de la información.
gos que señalan la característica del segmento y repetírselos para sí mismo (Dowling, Esta función utiliza dos vías:
Ambas vías se retroalimentan e influyen mutuamente. En la vía ascendente (bottom personas que son capaces de ejecutar obras del gran repertorio académico de la músi-
up) predomina la retención de la información sensorial proveniente del fragmento m u - ca occidental poseen similar cantidad de conocimientos para entender la «factura» del
sical, configurando un agrupamiento primitivo que compromete el inmediato presen- discurso musical en tiempo real; c) la renuencia en la enseñanza musical a describir,
te a través de la memoria a corto plazo (Snyder, 2000). En la vía descendente (top aplicar y confrontar en obras de diferente estilo y factura las eventuales similitudes y di-
down) se pone en juego la memoria a largo plazo, ya que rescata <do aprendido» al re- ferencias en los modos de relación ideacional utilizados por la música de Occidente.
cuperar los saberes, expectativas y motivaciones de quien analiza.
La formación de perceptos vinculados con el agrupamiento, el contorno de melo-
Las estrategias intencionales de búsqueda y análisis de la información contenida en
días y los procedimientos compositivos son importantes ayudas para la retención de
el fragmento comprometen la memoria explícita. Sin embargo, simultáneamente se
melodías y la más certera transcripción. Estas ayudas didácticas son transferencias al
hacen presentes en la mente del receptor otras representaciones que comportan de
campo educativo de avances teóricos y metodológicos en el campo de la Psicología de
manera incidental información previamente procesada, lo que pondría en juego la me-
la música, y resultan anclajes cognitivos de importancia para la percepción y practica
moria implícita (Gaonac'h, 2003).
musical.
Así, también la identificación del segmento genera representaciones multimodales:
Forma parte del desafío para la educación musical el desarrollo de una concepción
metodológica que, partiendo de la audición reflexiva, convoque a la enunciación, esto
- auditivas: la sucesión de alturas es representada en la mente como u n contor-
es, a expresar y manifestar de manera concisa y en los términos precisos los conceptos
no o perfil melódico global, a grandes trazos;
involucrados en la cognición musical auditiva. U n beneficio adicional de tal postura es
- motoras: es frecuente que los instrumentistas se tracen representaciones de las que una mayor delimitación de los alcances de los conceptos y un estudio comparati-
teclas o llaves que utilizarían para su ejecución; vo de los recursos idiomáticos de la música de Occidente permitirán establecer los es-
- léxicas: algunas personas, particularmente las de oído absoluto, asocian la su- quemas estilísticos, gran parte de los cuales forman parte del conocimiento implícito
cesión de alturas con los nombres de las notas, y de los músicos.
- semánticas: el auditor frecuentemente formaliza su análisis a través de asocia-
ciones e interrelaciones entre alturas y ritmo de la melodía.
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RELACIONES DE A L T U R A S 145
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PREFACIO 7
PARTE I . R E L A C I O N E S TEMPORALES
3. R I T M O E N E L SIGLO X X 37
A P O R T E S D E L A I N V E S T I G A C I Ó N PARA LA E N S E Ñ A N Z A D E L A S R E L A C I O N E S T E M P O R A L E S . . . 57
BIBLIOGRAFÍA 63
AÍAJRTES D E L A I N V E S T I G A C I Ó N P A R A L A E N S E Ñ A N Z A D E L A S R E L A C I O N E S D E A L T U R A S . . 137
BmUOGRAFlA 143