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Universidad Libre
Facultad de Derecho
Bogotá D.C.
2019
Las faltas disciplinarias en la Ley 1123 del 2007
1. Conceptualización:
El 22 de enero de 2007 fue publicada la ley 1123 con la cual se establece el
código disciplinario del abogado, esta ley comenzó a regir a partir del 22 de mayo
de 2007 siendo a su vez retroactiva para los procesos que ya estaban en curso.
Esta ley por su parte se considera la más drástica y estricta con los abogados,
pues aumentan los supuestos de hecho con los que este profesional puede incurrir o
en una falta sancionatoria de tipo disciplinario.
Por otro lado el ámbito de aplicación de esta ley se limita al abogado, toda
vez que los estudian de consultorio jurídico no está sometidos a esta ley, sino a los
estatutos propios de su corporación universitaria.
Dentro de las modalidades por las que el abogado puede ser sancionado
encontramos el dolo y la culpa, siendo la culpa uno de los factores por los que el
código exige mucho más cuidado por parte de los abogados a la hora de ejercer la
profesión, también las sanciones pueden darse no sólo por acciones sino también
por omisiones.
En caso de que el quejoso desista de las acusaciones contra el abogado el
proceso disciplinario no se verá estancado sino que continuará a pesar de dicho
desistimiento.
Los procesos disciplinarios en el marco de esta ley tienen un tiempo
establecido de prescripción de 5 años que se contarán apartar del día en el que se dio
la falta o a partir del último acto en el evento que se trate de una falta cuya
ejecución sea continua.
En últimas, cabe decir que entre las innovaciones más relevantes que trae
este código se encuentra la importante relevancia otorgada a la conciliación, toda
vez que es casi que imposible que un abogado ético en caso de ser procedente la
conciliación le sugiera a su cliente que le practique en caso de estar frente a un
posible litigio. Esta medida por supuesto responde al interés y propósito del estado
de descongestionar los despachos judiciales, a propósito también es deber del
abogado no promover litigios innecesarios
2. Naturaleza jurídica:
El derecho administrativo sancionador disciplinario es quien se encarga de
estudiar las faltas disciplinarias y las estructura de manera legal y constitucional a
partir de la función administrativa de los servidores públicos o de los particulares
con funciones públicas. Estas faltas disciplinarias, surgen de la potestad
sancionadora del Estado y en general, se les aplica los principios sustantivos y
procedimentales estipulados en la constitución política de 1991, y también en
diferentes normas generales como la Ley 734 de 2002, Ley 489 de 1998, Ley 617
de 2000, Ley 190 de 1995, entre otras, o incluso en códigos como el Contencioso
Administrativo o C.C.A., C.P.C., y C.P.P.
Según la Sentencia C-530-2003 “la potestad punitiva (o sancionadora) del
Estado agrupa el conjunto de competencias asignadas a las diferentes órganos para
imponer sanciones de variada naturaleza jurídica (y) la cual se materializa en
diferentes ámbitos, en los cuales cumple diferentes finalidades de interés general.
Algunas de sus expresiones son el derecho penal, el derecho disciplinario, el
ejercicio del poder de policía o la intervención y control de las profesiones” .
La Corte Constitucional, se ha puesto en la tarea de independizar y
autonomizar las diferentes modalidades de la potestad sancionadora del Estado,
dándoles cada día una identidad, objetivos y finalidades propias, en aspectos
puntuales, como el que aquí nos ocupa.
En efecto, en sentencia C431-2004, ha sostenido que “como la definición de
faltas disciplinarias corresponde a una forma de ejercicio de la potestad
sancionatoria del Estado, en la cual deben observarse, los principios de legalidad,
tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad, responsabilidad y proporcionalidad, la
utilización de estos referentes morales objetivos debe hacerse con suficiente
precisión a fin de que la determinación de la conducta sancionable no irrespete los
referidos principios, en especial los de legalidad y tipicidad. Y aunque en el derecho
administrativo sancionador, y dentro de él el disciplinario, los principios de
tipicidad y legalidad no tengan la misma rigurosidad exigible en materia penal, aun
así el comportamiento sancionable debe ser determinable, como también la sanción
correspondiente, como única manera de asegurar el derecho al debido proceso a que
alude el artículo 29 superior”.
La naturaleza jurídica de las faltas disciplinarias, es según lo anterior el
patrimonio del derecho público estatal y en particular del derecho administrativo
sancionador de índole disciplinario. En este sentido la falta disciplinaria cuenta con
elementos como: la descripción típicamente antijurídica , y la culpabilidad, y estos
elementos nos permiten establecer que la verdadera naturaleza jurídica del derecho
disciplinario como rama del derecho público sancionatorio es de carácter autónomo.
6. Faltas contra la recta y leal realización de la justicia y los fines del Estado:
Están contempladas en el artículo 33 de la ya mencionada ley.
Para contextualizar la implementación de este artículo es preciso argumentar
que en la Constitución de 1991 se da la tridivisión de poderes, en esta circunstancia
la Rama Judicial se torna autónoma e independiente de las otras Ramas del poder
público. En esta medida, las personas que integran la Rama Judicial prestan el
servicio público a la administración de justicia, por su parte, el abogado litigante es
un facilitador del acceso a la justicia, el derecho al acceso a la justicia está
contemplado en el artículo 228 y 229 de la Constitución Política.
Ahora bien, en estas relaciones que surgen entre la administración de justicia
y los abogados puede sobrevenir la comisión de tipos disciplinarios atentatorios de
esa recta y leal administración de justicia, tales como:
● Emplear medios distintos de la persuasión para influir en el ánimo de los
servidores públicos, sus colaboradores o de los auxiliares de la justicia.
● Promover una causa o actuación manifiestamente contraria a derecho.
● Promover la presentación de varias acciones de tutela respecto de los
mismos hechos y derechos, caso en el cual se aplicarán las sanciones
previstas en el artículo 38 del Decreto 2591 de 1991.
● Recurrir en sus gestiones profesionales a las amenazas o a las alabanzas a
los funcionarios, a sus colaboradores o a los auxiliares de la justicia.
● Invocar relaciones personales, profesionales, gremiales, políticas, culturales
o religiosas con los funcionarios, sus colaboradores o los auxiliares de la
justicia.
● Valerse de dádivas, remuneraciones ilegales, atenciones injustificadas o
insólitas o de cualquier otro acto equívoco que pueda ser interpretado como
medio para lograr el favor o la benevolencia de los funcionarios, de sus
colaboradores o de los auxiliares de la justicia.
● Aconsejar, patrocinar o intervenir en cualquier acto que comporte el
desplazamiento de las funciones propias de los auxiliares de la justicia.
También incurre en esta falta el abogado que de cualquier modo acceda a los
bienes materia del litigio o involucrados en este mientras se encuentre en
curso.
● Proponer incidentes, interponer recursos, formular oposiciones o
excepciones, manifiestamente encaminados a entorpecer o demorar el
normal desarrollo de los procesos y de las tramitaciones legales y, en
general, el abuso de las vías de derecho o su empleo en forma contraria a su
finalidad.
● Aconsejar, patrocinar o intervenir en actos fraudulentos en detrimento de
intereses ajenos, del Estado o de la comunidad.
11. Faltas contra el deber de prevenir litigios y facilitar los mecanismos de solución
alternativa de conflictos:
El abogado se encuentra inmerso en una cultura de la prevención de
conflictos litigiosos, por lo que la ley 23 de 1991 implementó otros mecanismos de
solución de conflictos como la conciliación, la mediación y los tribunales de
arbitramento en áreas del derecho como de familia, laboral, contencioso
administrativo y civil, respectivamente. El abogado debe conocer la existencia y
eficacia de estos llamados “mecanismos alternativos de conflictos” jurídicos y
acudir a los organismos judiciales sólo si ya no existe otro mecanismo alternativo
solución de conflictos. Por lo que constituye una falta el:
● Promover o fomentar litigios innecesarios, inocuos o fraudulentos.
● Entorpecer los mecanismos de solución alternativa de conflictos con
el propósito de obtener un lucro mayor o fomentarlos en su propio
beneficio.
13. Bibliografía:
● Riasco Gómez, L. O. (2010). Las faltas y sanciones disciplinarias en el
nuevo código disciplinario del abogado de 2007. Universidad de Nariño. En:
file:///C:/Users/Luisa%20Fernanda
%20Puyo/Downloads/FaltasySanciones_Disciplinarias_Abogados
%20(1).pdf
● Colombia. Congreso de la República. (2007). Ley 1123 De 2007. Código
disciplinario del abogado. Diario Oficial No. 46.519 de 22 de enero de 2007.
En:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1123_2007.html