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Las faltas disciplinarias en la Ley 1123 del 2007

Laura Katherine Saavedra Valderrama

Sandra Milena Barinas Lemus

Luisa Fernanda Puyo Mora

Presentado a: Dr. Victor Buitrago González

Universidad Libre

Facultad de Derecho

Derecho Procesal Administrativo

Bogotá D.C.

2019
Las faltas disciplinarias en la Ley 1123 del 2007

1. Conceptualización:
El 22 de enero de 2007 fue publicada la ley 1123 con la cual se establece el
código disciplinario del abogado, esta ley comenzó a regir a partir del 22 de mayo
de 2007 siendo a su vez retroactiva para los procesos que ya estaban en curso.
Esta ley por su parte se considera la más drástica y estricta con los abogados,
pues aumentan los supuestos de hecho con los que este profesional puede incurrir o
en una falta sancionatoria de tipo disciplinario.
Por otro lado el ámbito de aplicación de esta ley se limita al abogado, toda
vez que los estudian de consultorio jurídico no está sometidos a esta ley, sino a los
estatutos propios de su corporación universitaria.
Dentro de las modalidades por las que el abogado puede ser sancionado
encontramos el dolo y la culpa, siendo la culpa uno de los factores por los que el
código exige mucho más cuidado por parte de los abogados a la hora de ejercer la
profesión, también las sanciones pueden darse no sólo por acciones sino también
por omisiones.
En caso de que el quejoso desista de las acusaciones contra el abogado el
proceso disciplinario no se verá estancado sino que continuará a pesar de dicho
desistimiento.
Los procesos disciplinarios en el marco de esta ley tienen un tiempo
establecido de prescripción de 5 años que se contarán apartar del día en el que se dio
la falta o a partir del último acto en el evento que se trate de una falta cuya
ejecución sea continua.
En últimas, cabe decir que entre las innovaciones más relevantes que trae
este código se encuentra la importante relevancia otorgada a la conciliación, toda
vez que es casi que imposible que un abogado ético en caso de ser procedente la
conciliación le sugiera a su cliente que le practique en caso de estar frente a un
posible litigio. Esta medida por supuesto responde al interés y propósito del estado
de descongestionar los despachos judiciales, a propósito también es deber del
abogado no promover litigios innecesarios
2. Naturaleza jurídica:
El derecho administrativo sancionador disciplinario es quien se encarga de
estudiar las faltas disciplinarias y las estructura de manera legal y constitucional a
partir de la función administrativa de los servidores públicos o de los particulares
con funciones públicas. Estas faltas disciplinarias, surgen de la potestad
sancionadora del Estado y en general, se les aplica los principios sustantivos y
procedimentales estipulados en la constitución política de 1991, y también en
diferentes normas generales como la Ley 734 de 2002, Ley 489 de 1998, Ley 617
de 2000, Ley 190 de 1995, entre otras, o incluso en códigos como el Contencioso
Administrativo o C.C.A., C.P.C., y C.P.P.
Según la Sentencia C-530-2003 “la potestad punitiva (o sancionadora) del
Estado agrupa el conjunto de competencias asignadas a las diferentes órganos para
imponer sanciones de variada naturaleza jurídica (y) la cual se materializa en
diferentes ámbitos, en los cuales cumple diferentes finalidades de interés general.
Algunas de sus expresiones son el derecho penal, el derecho disciplinario, el
ejercicio del poder de policía o la intervención y control de las profesiones” .
La Corte Constitucional, se ha puesto en la tarea de independizar y
autonomizar las diferentes modalidades de la potestad sancionadora del Estado,
dándoles cada día una identidad, objetivos y finalidades propias, en aspectos
puntuales, como el que aquí nos ocupa.
En efecto, en sentencia C431-2004, ha sostenido que “como la definición de
faltas disciplinarias corresponde a una forma de ejercicio de la potestad
sancionatoria del Estado, en la cual deben observarse, los principios de legalidad,
tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad, responsabilidad y proporcionalidad, la
utilización de estos referentes morales objetivos debe hacerse con suficiente
precisión a fin de que la determinación de la conducta sancionable no irrespete los
referidos principios, en especial los de legalidad y tipicidad. Y aunque en el derecho
administrativo sancionador, y dentro de él el disciplinario, los principios de
tipicidad y legalidad no tengan la misma rigurosidad exigible en materia penal, aun
así el comportamiento sancionable debe ser determinable, como también la sanción
correspondiente, como única manera de asegurar el derecho al debido proceso a que
alude el artículo 29 superior”.
La naturaleza jurídica de las faltas disciplinarias, es según lo anterior el
patrimonio del derecho público estatal y en particular del derecho administrativo
sancionador de índole disciplinario. En este sentido la falta disciplinaria cuenta con
elementos como: la descripción típicamente antijurídica , y la culpabilidad, y estos
elementos nos permiten establecer que la verdadera naturaleza jurídica del derecho
disciplinario como rama del derecho público sancionatorio es de carácter autónomo.

3. Faltas contra la dignidad de la profesión:


Este tipo de faltas están contempladas en el artículo 30 de la ya mencionada
ley y retoma el artículo 48 del anterior estatuto del abogado de 1971.
En este apartado, como en la mayoría, las faltas disciplinarias se expresan de modo
abierto, es decir, atendiendo a la teoría de los número apertus y por excepción
haciendo uso de la teoría de los números cerrados o clausus.
En el Estatuto del abogado de 2007 (el actual) constituyen faltas disciplinarias
contra la dignidad de la profesión:
● Intervenir en actuación judicial o administrativa de modo que impida,
perturbe o interfiera el normal desarrollo de las mismas.
● Encontrarse en estado de embriaguez o bajo el efecto de sustancias
estupefacientes o de aquellas que produzcan dependencia, alteren la
conciencia y la voluntad al momento de realizar las actuaciones judiciales o
administrativas en calidad de abogado o en el ejercicio de la profesión.
● Provocar o intervenir voluntariamente en riñas o escándalo público
originado en asuntos profesionales.
● Obrar con mala fe en las actividades relacionadas con el ejercicio de la
profesión.
● Utilizar intermediarios para obtener poderes o participar honorarios con
quienes lo han recomendado.

● Patrocinar el ejercicio ilegal de la abogacía.


● Obtener clientes aprovechándose de una situación de calamidad que afecte
gravemente la libertad de elección.

Sin embargo, en el Estatuto anterior (1971), se establecían dos faltas


adicionales correspondientes a:

● El hábito de frecuentar garitos, lenocinios u otros lugares de mala


reputación.
● La dilapidación del patrimonio en perjuicio de los acreedores
Es preciso argumentar que la falta disciplinarias se constituye por acción u
omisión del ejercicio de la profesión.

4. Faltas contra el decoro profesional:


Por su parte el decoro proviene del latín ¨decorun¨ qué significa respeto,
honra, honor, reverencia que se debe a algo o a alguien. Son:
● Utilizar propaganda que no se limite al nombre del abogado, sus
títulos y especializaciones académicas, los cargos desempeñados, los
asuntos que atiende de preferencia o con exclusividad y los datos
relativos a su domicilio profesional.
● Solicitar o conseguir publicidad laudatoria para sí o para los
servidores públicos que conozcan o hayan conocido de los asuntos
concretos a cargo del abogado.

5. Faltas contra el respeto debido a la administración de justicia y a las


autoridades administrativas:
El artículo 32 de la ley estipula que los abogados deben brindar respeto a la
administración de justicia y a sus autoridades administrativas por lo que contempla
que es un falta : Injuriar o acusar temerariamente a los servidores públicos,
abogados y demás personas que intervengan en los asuntos profesionales, sin
perjuicio del derecho de reprochar o denunciar, por los medios pertinentes, los
delitos o las faltas cometidas por dichas personas.
El abogado ejercitante colabora en la prestación del servicio público de
justicia, cuando lleva a cabo cualquiera de sus funciones, por esta razón , la relación
personal y profesional que debe existir entre el abogado y su cliente con el juez,
Magistrado, fiscal o funcionario que administre justicia por excepción debe
desenvolverse en las más cordiales, profesionales y respetuosas relaciones, cuando
el equilibrio de esas relaciones de civilidad se ven alterados, el abogado puede
quedar incurso en este tipo disciplinario.

6. Faltas contra la recta y leal realización de la justicia y los fines del Estado:
Están contempladas en el artículo 33 de la ya mencionada ley.
Para contextualizar la implementación de este artículo es preciso argumentar
que en la Constitución de 1991 se da la tridivisión de poderes, en esta circunstancia
la Rama Judicial se torna autónoma e independiente de las otras Ramas del poder
público. En esta medida, las personas que integran la Rama Judicial prestan el
servicio público a la administración de justicia, por su parte, el abogado litigante es
un facilitador del acceso a la justicia, el derecho al acceso a la justicia está
contemplado en el artículo 228 y 229 de la Constitución Política.
Ahora bien, en estas relaciones que surgen entre la administración de justicia
y los abogados puede sobrevenir la comisión de tipos disciplinarios atentatorios de
esa recta y leal administración de justicia, tales como:
● Emplear medios distintos de la persuasión para influir en el ánimo de los
servidores públicos, sus colaboradores o de los auxiliares de la justicia.
● Promover una causa o actuación manifiestamente contraria a derecho.
● Promover la presentación de varias acciones de tutela respecto de los
mismos hechos y derechos, caso en el cual se aplicarán las sanciones
previstas en el artículo 38 del Decreto 2591 de 1991.
● Recurrir en sus gestiones profesionales a las amenazas o a las alabanzas a
los funcionarios, a sus colaboradores o a los auxiliares de la justicia.
● Invocar relaciones personales, profesionales, gremiales, políticas, culturales
o religiosas con los funcionarios, sus colaboradores o los auxiliares de la
justicia.
● Valerse de dádivas, remuneraciones ilegales, atenciones injustificadas o
insólitas o de cualquier otro acto equívoco que pueda ser interpretado como
medio para lograr el favor o la benevolencia de los funcionarios, de sus
colaboradores o de los auxiliares de la justicia.
● Aconsejar, patrocinar o intervenir en cualquier acto que comporte el
desplazamiento de las funciones propias de los auxiliares de la justicia.
También incurre en esta falta el abogado que de cualquier modo acceda a los
bienes materia del litigio o involucrados en este mientras se encuentre en
curso.
● Proponer incidentes, interponer recursos, formular oposiciones o
excepciones, manifiestamente encaminados a entorpecer o demorar el
normal desarrollo de los procesos y de las tramitaciones legales y, en
general, el abuso de las vías de derecho o su empleo en forma contraria a su
finalidad.
● Aconsejar, patrocinar o intervenir en actos fraudulentos en detrimento de
intereses ajenos, del Estado o de la comunidad.

● Efectuar afirmaciones o negaciones maliciosas, citas inexactas, inexistentes


o descontextualizadas que puedan desviar el recto criterio de los
funcionarios, empleados o auxiliares de la justicia encargados de definir una
cuestión judicial o administrativa.

● Usar pruebas o poderes falsos, desfigurar, amañar o tergiversar las pruebas o


poderes con el propósito de hacerlos valer en actuaciones judiciales o
administrativas.

● Infringir las disposiciones legales sobre la reserva sumarial.

● Infringir el deber relacionado con el domicilio profesional.

● Efectuar desgloses, retirar expedientes, archivos o sus copias, sin


autorización, consignar glosas, anotaciones marginales en los mismos o
procurar su destrucción.
Frente a lo estipulado, el Estatuto de la Acción de Tutela en Colombia en su
artículo 38 establece que se sancionará suspendiendo al menos por dos años la
tarjeta profesional del abogado que promueva varias acciones de tutela con los
mismos hechos y derechos ante varios jueces o tribunales por considerarse una
“actuación temeraria”.
Todas estas conductas pueden derivar en la comisión de algunos tipos
penales tales como falsas denuncia, falsas denuncia contra persona determinada y
falsa autoacusación, omisión de denuncia particular, falso testimonio, soborno,
favorecimiento, receptación, fraude procesal y fraude a resolución judicial.
Además, se anexa que el Código Penal diferencia los delitos que pueden ser
cometidos por un servidor público de los que pueden ser cometidos por los
abogados ejercitantes.

7. Faltas de lealtad con el cliente:


La palabra lealtad puede entenderse como la cualidad de aquellas personas
que acatan las leyes o cumplen los acuerdos tácitos o explícitos.
Por su parte, el término cliente puede comprenderse como las persona
natural o jurídica, pública o privada que pacta mediante un contrato de mandato
judicial los servicios profesionales del abogado para que le represente judicial o
extrajudicialmente, como demandante o demandado, como defensor o apoderado
disciplinario; o en forma directa verbal o escrita, una asesoría, o un concepto
jurídico sobre un punto determinado de derecho entre otros.
En esta relación el contratante será quien solicite los servicios del abogado y
por lo tanto el contratado será el abogado, a su vez este contrato será oneroso y los
honorarios que surgen de él deberán ser pactados por las partes en obediencia a las
normas que les regulen. Son:
● No expresar su franca y completa opinión acerca del asunto consultado o
encomendado.
● Garantizar que de ser encargado de la gestión, habrá de obtener un resultado
favorable.
● Callar, en todo o en parte, hechos, implicaciones jurídicas o situaciones
inherentes a la gestión encomendada o alterarle la información correcta, con
ánimo de desviar la libre decisión sobre el manejo del asunto.
● No informar con veracidad la constante evolución del asunto encomendado
o las posibilidades de mecanismos alternos de solución de conflictos.
● Asesorar, patrocinar o representar, simultánea o sucesivamente, a quienes
tengan intereses contrapuestos, sin perjuicio de que pueda realizar, con el
consentimiento de todos, gestiones que redunden en provecho común. En
esta falta también pueden incurrir los miembros de una misma firma o
sociedad de abogados que representen intereses contrapuestos.
● <Literal subrayado CONDICIONALMENTE exequible> Revelar o utilizar
los secretos que le haya confiado el cliente, aun en virtud de requerimiento
de autoridad, a menos que haya recibido autorización escrita de aquel, o que
tenga necesidad de hacer revelaciones para evitar la comisión de un delito.
● Adquirir del cliente directa o indirectamente todo o parte de su interés en
causa, a título distinto de la equitativa retribución de los servicios y gastos
profesionales.
● Callar las relaciones de parentesco, amistad o interés con la parte contraria o
cualquiera otra situación que pueda afectar su independencia o configurar
motivo determinante para interrumpir la relación profesional.
● Aceptar cualquier encargo profesional para el cual no se encuentre
capacitado, o que no pueda atender diligentemente en razón del exceso de
compromisos profesionales.

8. Faltas a la honradez del abogado:


El artículo 35 del CDA, y de la misma forma el artículo 54 del Estatuto del
Abogado de 1971, indican la “honradez” tiende a asimilarse a la honestidad o
razonabilidad para pactar en derecho y conforme a las normas de la rectitud
profesional los honorarios debidos a su trabajo profesional de asesoramiento,
patrocinio o consultoría.
El Consejo Superior de la judicatura, en sentencia de Mayo 18 de 2000,
analizó el bien jurídico tutelado de la “Honradez profesional” y evaluó hasta donde
se consideran proporcionales los beneficios pecuniarios que obtiene el abogado en
la prestación de sus servicios en donde todo depende de la labor realizada; la
complejidad del asunto; el monto o cuantía; el prestigio del abogado; la condición y
capacidad económica del cliente; la necesidad de conocimientos especializados del
abogado, entre otros.
Por esta razón el artículo 35 contempla que constituyen faltas a la honradez
del abogado:
● Acordar, exigir u obtener del cliente o de tercero remuneración o
beneficio desproporcionado a su trabajo, con aprovechamiento de la
necesidad, la ignorancia o la inexperiencia de aquellos.
● Acordar, exigir u obtener honorarios que superen la participación
correspondiente al cliente.
● Exigir u obtener dinero o cualquier otro bien para gastos o expensas
irreales o ilícitas.
● No entregar a quien corresponda y a la menor brevedad posible
dineros, bienes o documentos recibidos en virtud de la gestión
profesional, o demorar la comunicación de este recibo.
● No rendir, a la menor brevedad posible, a quien corresponda, las
cuentas o informes de la gestión o manejo de los bienes cuya guarda,
disposición o administración le hayan sido confiados por virtud del
mandato, o con ocasión del mismo.
● No expedir recibos donde consten los pagos de honorarios o de
gastos.

9. Faltas a la lealtad y honradez con los colegas:


Está contemplado en el artículo 36 de la ya mencionada ley.
Con fin de comprender este apartado se entenderá honradez como sinónimo
de actuar con rectitud, probidad, moralidad, honestidad, lealtad, virtud y conciencia.
Sin embargo, en este caso, a diferencia del anterior, esta honradez se dirige para con
el colega.
Es colega el profesional del Derecho que actúa ante las autoridades
judiciales o administrativas en su calidad de apoderado (del demandante o el
demandado), defensor, representante judicial o extrajudicial y en cualquiera de los
casos es contraparte en un proceso judicial o administrativo e incluso colega
representante del demandante o el demandado; o más aún, es miembro de una firma
o sociedad de abogados en la que actúan mancomunadamente.
Anteriormente (1971) se denominan “faltas a la lealtad profesional”, en el
estatuto actual (2007) se añade la palabra “honradez”.
Constituyen faltas a la lealtad y honradez con los colegas:
● Realizar directamente o por interpuesta persona, gestiones encaminadas a
desplazar o sustituir a un colega en asunto profesional de que este se haya
encargado, u ofrecer o prestar sus servicios a menor precio para impedir que
se confiera el encargo a otro abogado.
● Aceptar la gestión profesional a sabiendas de que le fue encomendada a otro
abogado, salvo que medie la renuncia, paz y salvo o autorización del colega
reemplazado, o que se justifique la sustitución.

● Negociar directa o indirectamente con la contraparte, sin la intervención o


autorización del abogado de esta.

● Eludir o retardar el pago de los honorarios, gastos o expensas debidos a un


colega o propiciar estas conductas.

10. Faltas a la debida diligencia profesional:


Proviene del latín ¨diligentia¨ qué significa cuidado y actividad al ejecutar
algo ,. Este término contiene gran cantidad de significaciones sin embargo
jurídicamente hablando puede interpretarse como el conseguir que un proceso
inicie, se desenvuelva y culmine de manera pronta sin desconocer legalidad
contando el abogado para ello con la capacidad experiencia y profesionalidad
suficiente, todo esto siempre que la persona natural o jurídica, pública o privada que
le contrate cumplan en debida manera con los respectivos honorarios . Son:
● Demorar la iniciación o prosecución de las gestiones encomendadas
o dejar de hacer oportunamente las diligencias propias de la
actuación profesional, descuidarlas o abandonarlas.
● Omitir o retardar la rendición escrita de informes de la gestión en los
términos pactados en el mandato o cuando le sean solicitados por el
cliente, y en todo caso al concluir la gestión profesional.
● Obrar con negligencia en la administración de los recursos aportados
por el cliente para cubrir los gastos del asunto encomendado.
● Omitir o retardar el reporte a los Juzgados de los abonos a las
obligaciones que se están cobrando judicialmente.

11. Faltas contra el deber de prevenir litigios y facilitar los mecanismos de solución
alternativa de conflictos:
El abogado se encuentra inmerso en una cultura de la prevención de
conflictos litigiosos, por lo que la ley 23 de 1991 implementó otros mecanismos de
solución de conflictos como la conciliación, la mediación y los tribunales de
arbitramento en áreas del derecho como de familia, laboral, contencioso
administrativo y civil, respectivamente. El abogado debe conocer la existencia y
eficacia de estos llamados “mecanismos alternativos de conflictos” jurídicos y
acudir a los organismos judiciales sólo si ya no existe otro mecanismo alternativo
solución de conflictos. Por lo que constituye una falta el:
● Promover o fomentar litigios innecesarios, inocuos o fraudulentos.
● Entorpecer los mecanismos de solución alternativa de conflictos con
el propósito de obtener un lucro mayor o fomentarlos en su propio
beneficio.

12. Ejercicio ilegal de la profesión:


Está contemplado en el artículo 39 de la ya mencionada ley y menciona que:
También constituye falta disciplinaria, el ejercicio ilegal de la profesión, y la
violación de las disposiciones legales que establecen el régimen de
incompatibilidades para el ejercicio de la profesión o al deber de independencia
profesional.

13. Bibliografía:
● Riasco Gómez, L. O. (2010). Las faltas y sanciones disciplinarias en el
nuevo código disciplinario del abogado de 2007. Universidad de Nariño. En:
file:///C:/Users/Luisa%20Fernanda
%20Puyo/Downloads/FaltasySanciones_Disciplinarias_Abogados
%20(1).pdf
● Colombia. Congreso de la República. (2007). Ley 1123 De 2007. Código
disciplinario del abogado. Diario Oficial No. 46.519 de 22 de enero de 2007.
En:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1123_2007.html

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