Sexualidad, Cuerpo y Deporte - Mesa Redonda- Congreso APSA 2018 - Prof. Lic.

Gabriela Artaza Toro

SEXUALIDAD, CUERPO Y DEPORTE

Sobre Prohibiciones en el Deporte y otros Tabúes

Ponencia presentada en el XXXIII Congreso Argentino de Psiquiatría-APSA- 19/04/2018

Lic. Gabriela Artaza toro

e-mail: Gabriela.artaza@bue.edu.ar

A lo largo de la historia ciertas instituciones se autorizaron a intervenir sobre

algunos aspectos de la vida de las personas.

Al enaltecer la lógica y la razón el cuerpo humano resultó segmentado: se separó la

cabeza del resto de otras partes corporales que se manifestaban sensibles e
incontrolables. En tal carácter, era perentorio crear paradigmas teóricos que permitiesen
domeñar lo indómito y evitar que esas zonas sean estimuladas, ya que podían desatar

pasiones tan bajas que arruinarían el desarrollo de las personas bajo peligro de
conducirlas hasta los confines del averno.

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Eclesiásticos, jueces, pedagogos, y médicos se habilitaron a prohibir, a indicar

cuáles eran las prácticas higiénicas, a señalar la anormalidad, a restringir y controlar el
cómo, cuándo y con quien.

Castidad-Abstinencia-Heteronormatividad- Lo femenino/lo masculino- Lo promiscuo y

lo dañino- Lo patológico- Lo censurable

¿Sobre qué prácticas? Ni más ni menos que sobre la sexualidad.

Señalaban que la urgencia aparecía en la franja etaria de la niñez y la adolescencia ya

que si no se actuaba con firmeza podían malograrse, así también había que controlar a
aquellas criaturas a las que la naturaleza no había dotado de aquel bien preciado, que

el solo hecho de poseerlo abría las puertas del mundo y garantizaba la asunción a los
diferentes espacios de poder.

Herederas de Eva, seres irracionales que si no se las sujetaba a la norma podían

desviarse del camino del bien usando hacia el colectivo masculino sus hechizos y quien
sabe que otras artimañas.

La escritora española Coral Herrera Gómez, en su blog propone que “La figura de la

bruja, la vampiresa, la loba, la hiena, ha sido común para representar a las mujeres con
deseo sexual, y forma parte de las pesadillas del imaginario masculino, la mujer a la que
ningún hombre sacia”.

Por lo tanto peligrosa ya que podría interferir en las actividades masculinas.

Entre las instituciones que se autorizan a vigilar el comportamiento de los

cuerpos humanos también aparecen las instituciones deportivas que parecieran adherir
a la idea que el ejercicio desregulado de la sexualidad podría generar que los
deportistas se desvíen de las metas programadas. Así como, resultó necesario intervenir

en las prácticas privadas, preestableciendo que por ejemplo para ser un buen cristiano
habría que tener relaciones sexuales sólo para procrear; para ser un buen alumno era
necesario que niños y adolescentes poco sepan de ese aspecto de sí y que para ser un
buen deportista habría que permanecer en abstinencia sexual prolongada.

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El alejamiento del colectivo femenino de las inmediaciones de la concentración

deportiva estará regido por un mito y, como expresa la escritora feminista antes
señalada, “la moral patriarcal ha dividido a las mujeres en dos grupos: las seductoras,
que destacan por su erotismo y sexualidad; sus artes sensuales sirven para desorientar y
manipular a los hombres, que tienen que huir de ellas para no sentirse dominados. Y
por otro lado están las discretas, que aparentan no sentir deseo alguno.”

¿Será también por ello que algunos entrenadores permiten a sus jugadores sólo tener
sexo con sus esposas?

Miguel Herrera ex técnico del equipo mexicano, consultado respecto el Mundial de

Brasil 2014, aseveró que no permitiría a ningún jugador tener relaciones sexuales, ni
siquiera los casados, durante su concentración. ”Si un jugador no puede aguantar un
mes o 20 días sin tener relaciones, entonces no está preparado para ser un profesional”.

Enfocándonos en el deporte y la sexualidad cabe preguntarse:

¿Cuándo es que el sexo aparece como una variable a tener en cuenta respecto la
performance deportiva?

Hay importantes referentes del deporte tales como el Dr. Carlos Salvador

Bilardo, el ex entrenador de la selección argentina entre los años 1983 y 1990. Ha dejado
su legado al respecto a través de expresiones tales como: “Muchachos, cuiden la flauta
que la serenata es larga”. Opinaba que las relaciones sexuales precompetitivas debían
ser realizadas con la esposa y que el hombre debía colocarse acostado en posición
supina: "La mujer debe ir arriba. El hombre abajo y mirando al techo".

Si bien otros predecesores argentinos avalaron posturas similares respecto la incidencia

de las relaciones sexuales y el deporte, Bilardo se afirmó como referente en
Latinoamérica y sus recomendaciones fueron tomadas.

En Brasil 2014 varios entrenadores de equipos de futbol adoptaron posturas similares:

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Los técnicos de México, Inglaterra, Argentina y Bosnia y Herzegovina prohibieron el

sexo desde aproximadamente un mes antes del mundial.

El de Chile y Honduras señaló durante que pausas los jugadores podrían tener sexo
únicamente con sus esposas.

Otros entrenadores usaron el sexo como motivación: tendrían sexo por partido ganado.
En cambio Brasil y España no interfirieron al respecto.

A esta altura cabe preguntarse bajo que supuestos aparece la prohibición, ¿es posible
que las relaciones sexuales afecten el rendimiento deportivo?

Por un lado aparece la hipótesis de que la relación sexual generaría agotamiento físico y
gran desgaste calórico. Al respecto se realizó en Canadá en el año 2013 un estudio
realizado por Frappier, J., Toupin, I., y otros denominado “Energy Expenditure during

Sexual Activity in Young Healthy Couples. Se analizó el gasto cardíaco durante el acto
sexual en 21 parejas jóvenes y se comparó la respuesta de los sujetos con el gasto
energético producido al correr durante 30 minutos en una cinta al 65% de la frecuencia
cardíaca máxima por ser considerado una actividad de intensidad moderada.

La duración media del acto sexual fue de 24,7 ± 12,2 minutos, con un gasto energético

absoluto de 101 ± 52 Kcal en hombres y de 69,1 ± 25,6 Kcal en mujeres. Respecto al

gasto energético realizado en la cinta de carrera, los hombres consumieron un total de
276 ± 68 Kcal mientras que las mujeres 213 ± 64,3 Kcal, lo cual supone
aproximadamente tres veces el consumo producido durante el acto sexual.

Al respecto el Dr. Juan Carlos Kusnetzoff expresa que: “la masturbación y la vida sexual

previo a un evento deportivo no sólo no debilita al deportista, sino que le permite

entrar más relajado y tranquilo al campo de juego… ( ) Científicamente no está
demostrado que la vida sexual en las instancias previas a cualquier evento deportivo
provoque efectos dañinos.”

Máster &Johnson (1968) estudiaron un grupo de 14 hombres casados, ex atletas, con

una edad promedio de 28 años. El propósito del estudio era determinar cuál era la
influencia de haber tenido relaciones sexuales una noche antes de ejecutar una prueba

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de fuerza y la resistencia muscular de aprehensión de la mano. Los sujetos realizaron la

prueba de fuerza de mano apretándolo más fuerte posible 10 veces un dinamómetro de

mano. Se los evaluó luego de haber tenido relaciones sexuales la noche anterior; y en la
segunda ocasión, seis días después de haber tenido la relación sexual coital.
Concluyeron que no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la
fuerza ni en la resistencia muscular al comparar las dos condiciones experimentales.

“El acto sexual no va en detrimento de las condiciones físicas del atleta entrenado… ( )

La tensión psicofísica y emotiva derivada de una exigencia sexual no satisfecha

oportunamente, puede dar lugar a desequilibrios nerviosos”

De acuerdo a las evidencias presentadas se podría descartar la influencia negativa de

sexo respecto la performance deportiva, por el contrario se abre la vía de que el

ejercicio de la sexualidad puede generar en el atleta bienestar y estados emocionales

más positivos y por ende potencien su rendimiento deportivo.

Sin embargo es evidente que las condiciones adyacentes pueden influir en el

rendimiento atlético y no el acto en sí mismo. Es decir que el abuso de sustancias como

el alcohol, las drogas y la falta de sueño pueden condicionar negativamente la

performance.

Como expresamos al inicio del escrito resulta arbitrario y artificial separar al cuerpo de
la cabeza, lo sensorial de la lógica y al individuo del ejercicio de su sexualidad. Ya que

como bien define La Organización Mundial de la Salud la sexualidad es “Un aspecto

central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y
los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la
orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos,
creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones
interpersonales….”

¿Cómo es posible que diferentes sujetos que asumen roles de liderazgo se habiliten a
prohibir algo del orden de lo privado y lo personal?

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¿Cómo es posible que ciertas afirmaciones que se originan en el imaginario social

logren instaurarse como paradigmas que rigen la vida de las personas?

¿Quizá estos saberes responden a otro tipo de intereses?

Michel Foucault en Vigilar y Castigar (2002) nos va alertar que las instituciones que se
habilitan a censurar ciertas actividades no siempre persiguen fines éticos o creencias
irracionales sino por el contrario desarrollan una mecánica de poder que pretende
generar cuerpos dóciles que se sometan a un orden instaurado y de este modo poder
controlar las fuerzas de trabajo con el fin de maximizar el rédito económico de quien las
gerencia: “La disciplina aumenta las fuerzas del cuerpo (en términos de utilidad
económica) y disminuye esas mismas fuerzas (en términos de obediencia política).”M.
Foucault (2002)

Podría hipotetizarse que la famosa prohibición deportiva de evitar las relaciones

sexuales del deportista no iría en la línea de cuidar el bienestar y la salud de los

protagonistas, sino que perseguiría intereses económicos, fama o prestigio “el
entrenador de los campeones”. Vigilar que la aptitud atlética no tenga interferencias

que pudiesen dañar el rédito perseguido. ¿Un cuerpo sin persona, cual maquina
productiva que debe aislarse para evitar su desgaste funcional?

A propósito de la creación y la selección de los espacios de concentración de los

deportistas podríamos compararlo con lo que Michel Foucault marca en “Vigilar y

Castigar”. El filósofo señala que para dominar las fuerzas productivas resulta necesario la
construcción de una arquitectura que permita disciplinar a los cuerpos, vigilar y romper
las comunicaciones peligrosas a través de muros altos que delimiten el afuera y el
adentro, bajo la forma de cuartel, convento, internado, fabrica y estaríamos en
condiciones de agregar también las instalaciones elegidas para “la concentración del
equipo”.

Aún queda mucho por investigar respecto el entrecruzamiento del Deporte y la

sexualidad respecto la discriminación de las personas que no responden a las
características heteronormativas, los estereotipos de género según la disciplina

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deportiva, el acceso equitativo de los sexos a los bienes deportivos, la manipulación de

expectativas, el acoso y el abuso de menores. Que quedará para próximos encuentros.

Muchas Gracias

Bibliografía de Consulta

Butler Judith, en “Deshacer el género”, Editorial Paidós (2006)

Di Segni Silvia, en “Tensiones entre la psiquiatría y los colectivos militantes.” Fondo de Cultura
Económica, Buenos Aires, 2013.

Fernández Ana María, en “ La Mujer de La Ilusión”, Editorial: Paidós (1993)

Foucault Michel, en “Vigilar y Castigar” nacimiento de la prisión por (2002), Siglo veintiuno
editores Argentina S.A.

Foucault Michel, “Historia De La Sexualidad I La Voluntad de Saber”, Siglo veintiuno editores,

s.a. de c.v. Cerro del agua 248 delegación Coyoacan. México. D F (1977)

Foucault Michel, “Historia de la sexualidad. 2. El uso de los placeres”. Siglo veintiuno de España
editores, s. a

Kusnetzoff, Juan Carlos - http://www.e-sexologia.com/

Lo Piccolo, J y Heiman Julia, “Alcanzar El Orgasmo” Editorial: Océano, Barcelona (2000)

Máster William y Johnson Virginia,” Respuesta Sexual Humana”, Editorial: Inter-medica editorial
(1976)

OMS http://www.who.int/topics/sexual_health/es/

https://www.researchgate.net/publication/258351633_Energy_Expenditure_during_Sexual_Activity_in_Young_Healthy_Couples