Está en la página 1de 92
CASOS LOCOS “AD DE PSICOLOGIA 50.195.6 BAFcas papens ci i ee = ic EI lector de este libro quedaré atrapado por una gil narrativa y se sentiré compelido a devorar la paginas de esta obra, que dard deleite il mas docto de los especialistas, como al mas lego de los lecto- res. Tomeselo entre las manos para traspasar los umbrales de la cordura, comience a leerlo en forma critica y se sumergiré en el mundo de la locura y comenzaré por primera vez a pensar en ella en forma analitica.” (Dr. Dagoberto Puppo) “Casos locos es disfrutable, aunque exprese tan- tas formas extremas de la angustia y el dolor. La lamenidad y el pulso narrativo del autor, no impiden ierta inquietante sensaci6n al culminar la ciltima pagina: Ia linea que divide a la cordura de su ‘puesto es muy sinuosa, y muy tenue.” Agustin Curtoisie (E! Pais Cultural) “Bafico nos invita a un encuentro con el loco en su versién cotidiana, que solo su profundo respeto y su gran sensibilidad ante la locura hacen posible... Bafico nos tienta a cruzar el umbral de la cordura y nos sumerge en el mundo de Ia locura como vivencia privada y publica, como acto de todos de aqui y del mundo entero; y nos da los elementos para que intentemos analizar lo que nos toca. Un libro para no perderse, donde el autor nos acerca, como pocos lo han logrado, a los limites del ser humano y, por afiadidura, a los limites de la clinica.” Hugo Acevedo (La Repiiblica) IN: 978-9974-704.07-7 ° Nu te Meco mes Elerrabundo mas centrado del mundo Controversias El hombre que se bastaba a si mismo (pero con los otros Cae la mascara, aparece el rostro psicdtico PROLOGO NUEVO A UN LIBRO QUE SUENA A PEI Querido lector, estoy prologan: io i F 4 ver Una experiencia ext, debo conface Canes eee hee ese escribi en solitario (habfa escrito otros como compilador o coauter)» le Lae eaaih 4 ; i y le tengo un io especial. Fue en el 2006, tenia treinta y seis aftos, hoy tengo algunos mA hasta un hijo més. Han pasado muchas cosas en estos siete afos. nacimientos, muertes, decepciones, alegrias, en fin, la vida misma. asta Feat ___ Casos locos mareé un antes y un después en mi vida. El libro tuvo un relativo éxito. A partir de este llegaron otros y me abrié las puertas a lugares insospechados como tener una columna en la radio o tener un espacio fijo en la Televisién, pero sobre todo a algo que siempre quise hacer: escribir para un piblico ms amplio que el estrictamente psicoanalitico. Creo que es un estilo que he cultivado con el corter de los afios pero este libro fue el comienzo. La experiencia del proceso de escritura me permitié conectarme a los talleres literarios y sobre todo con el gran Rafael Courtoisie, que me ensefié algunos trucos de la narrativa, pero sobre todo me alenté a escribir sin miedos. A partir de Casos locos pude integrar aspectos, como la literatura, la musica, el humor, que van mas ae de lo técnico. No sé si eso es mejor o peor, simplemente es lo que yo elegi er. Confieso que nunca pensé en reeditar este libro, de hecho mi libro “Cosas que pasan” es una nueva lectura de varios de los casos que aparecen en Casos locos. Sin embargo Fernando Preza, el editor de Psicolibros Universitario, me venia planteando la posibilidad de reeditarlo desde hacia mas de dos aftos. Su sincero interés y sus ganas me contagiaron, y después de algunos arreglos editoriales me convenei de editarlo nuevamente. Mi agradecimiento a Julién Ubiria, Director de Ediciones Generales en Grupo Santillana, por permitirme editarlo en otro sello al que estoy vinculado actualmente. Dejé todo tal cual estaba porque si bienno y hay cosas que podria haber cambiado del texto, agregué solo dos casos sobre la pelicula Cisne Millenium, Lisbeth Salander. Me parece que am libro y suman mas que rellenan. soy el mismo que en ese Momento, prefiero dejar al que fui. Solamente Negro y la heroina de la trilogia bos casos van en la linea de este A MANERA DE INTRODUCCION ‘Tres recuerdos asoman nitidamente a propdsito de este libro, El primero, de mi niftez, conserva hasta de Punta Fria: podia hacerloa través de su rodilla izquierda; Jaarticulacion se ofrecia como una especie de teléfono movil que recibla Ja voz del astro argentino. EI “Maradona” uruguayo conyivid en cierta armonia con su rodilla siniestra ] y su idolo durante un tiempo, pero en momento se descompens6, ‘examind, reconoc' reconocid el delirio y le recomendé al médicg inyecciones de un antipsicdtico muy potent, irle al Icole que el psicofarmaco se daba por treinta dias 'S DE UN ASESINO La ventana, muy estrecha en verdad, no dejaba igualmente de descubrir un paisaje espléndido. Un verde intenso, con imperceptibles ondulaciones, resaltaba ain mas una pequefia laguna que se imponia a mi. Por un instante me olvidé de acompafiado por algunos tibios rayos de sol que se colaban en la habitacién, {ransportaba a una sensacién suave, contradictoria con “herida penetrante en Sanco izquierdy } fue por ado” y, 1o que caus6 en definitiva sy én de hig muerte, “herida penetrante en corazon”. Sa declaracion no fue diferente a su entrega. Al Hegar la policia no huby ur demasi acerca de Ia identidad del asesino. Lo conocian ny Ja negativa, se enfurece y, por primera vez, mira.a su patron a los oj08 y lo insulta, Comienzan a discutir, la tensién aumenta a tal punto que Juan se descontrola, Su ira es irrefrenable y brutal, No puede evitar lanzarse sobre su rival y apufialarlo, Debido a las dudas que arroja este caso en cuanto a sus motivos, la policia recurre al asesoramiento pericial PSiquidtrico-psicolégico a fin de poder establecer las razones que de alguna forma aclaren la subjetividad del acto de Juan. Nada encuentran los peritos, a través de diferentes entrevistas en el tiempo inmediatamente posterior al acto, que haga pensar en su inimputabilidad. No hay indicios de delirio, ni de desestructuracién de la conciencia, ni de ningtin otro indicador semioldgico que la sugieran, Lo que asombra a los expertos es el estilo del crimen, en particular, la safia del homicidio que no est4, en apariencia, en relacién con el sujeto que lo comete. Si hay un atributo principal de Juan, remarcado por los datos de su vida asi como de los diferentes informes psicoldgicos y psiquidtricos, es su falta de agresividad. Juan es procesado y mis tarde sentenciado por el delito de “Homicidio”, y condenado a siete afios de penitenciaria, pena que en lo formal es, para Uruguay, bastante leve con relacién al tipo de delito cometido. Acto loco Normalmente cuando se trabaja te6ricamente en el terreno de las psicosis, se lo construye a partir de la aparicién de fendmenos clinicos, como las construcciones delirantes. Seguramente el paradigma més s al respecto sea el caso a rage temible, aparece como dirigido supuestamente a un “otro”, pero no con relacién a un semejante, sino a un Otro’. Cualquier ealizacién de un Pasaje al Act ce para el sujeto. El acto se inscribe, ademas, en el campo de lo significativo y no se escapa del lenguaje, es por eso que puede hacerse una apuesta a leerlo y analizarlo. ; {Podemos pensar este homicidio como un pasaje al acto? {Cual es la dimensidn del acto de Juan? Dejemos abiertas estas interrogantes y avancemos un poco mas con las caracteristicas del crimen. /o° tiene necesariamente consecuencias Juan confiesa que la muerte del patron se debio a un enfrenamiento mortal, donde estaba en juego su vida: “lo tue que matar porque si no él me mataba ami” Frase enigmatica y oscura que encierra un sin-sentido, ya que el patron se encontraba desarmado y ladisputa entre ellos surgié como consecuencia de algo aparentemente tan insignificante como no dejarlo realizar su tarea de contar las vacas. El enunciado encierra una carga que esté mucho mas alla de la dimensién de la realidad, ya que la dialéctica mortffera que ese enfrentamiento contenia esta instalada en algo que no tiene que ver exclusivamente con su patrén. Un poco de historia Analizando los elementos biograficos de Juan, necesari : > eleme i , Necesariamente surge la interrogante ‘depor qué trabajé durante dieciocho afios en ese establecimiento sin habet pedido nunca un aumento de sueldo y ganando apenas poco mas que un pe6n. = oe ul fone que realizaba era brutal ya que, entre otras cosas, le implicab# estar alejado de su ii a : i 2 sie th familia durante semanas, “Ja responsabilidad de mi cargo ast Uno podria pensar que trabajé durante tantos afios debido a la falta de sin embargo, casi con asombro, nos enteramos de que Ie ‘Tampoco aparece en Juan una queja con relacién a su trabajo, ni respecto a este patron tirano, con quien otros compafieros de faena no podjan sostener un contrato laboral por demasiado tiempo debido a las exigencias desmedidas, la poca paga y los malos tratos. {Qué hace que una persona, que trabajé durante dieciocho afios en un régimen de explotacién sin decir nunca una palabra, mientras dejaba de ver a su familia semanas enteras debido a las exigencias crueles de su patron, pueda estallar con una ferocidad tan Ilamativa por el hecho de no dejarlo contar las vacas’? Este homicidio, si bien se inscribe bajo el modo de lo urgente y lo enigmatico, admite una lectura diferente. El pasaje al acto implica, en quien lo realiza, una especie de borramiento, en la medida que el sujeto como tal es defenestrado; de ahi la dificultad para poder entenderlo. Sin embargo, si podemos rastrear aunque sea una sola huella de formulacién de ideas delirantes anterior al acto, podremos leer éste de otra manera, “antes incluso que esas palabras se concreten en formulas delirantes. * Examinando el tiempo de gestacién del pasaje al acto, buscando Jas huellas que determinen el mismo, surgen tres hechos que merecen ser tenidos en cuenta. El primer hecho ocurre aproximadamente un mes antes del desenlace fatal. Juan se encontraba colocando un alambrado. En ese momento llega su patron, le manifiesta que lo esté haciendo mal, y agrega algo que nunea en esos dieciocho afios habja indicado; a ane 7 légica paranoica que nos recuerda la declaracién de Christine Papin: “Prefiero haberles quitado el pellejo a mis patranas a que ellas me lo hubieran quitado a mi oa mi hermana.”” Reaccién irresistible que podriamos pensar como una reaccién ala persecucién que le viene, no del patron, sino de esas imagenes paranoicas que estan situadas mas alla de éste, La dimensi6n intuitiva, caracteristica de la paranoia, parece dominar a Juan, que ve la determinacién de matar de su patrén, Esto que ve conforma la imagen de la “personificacién del crimen”"” y es lo que habilita su reaccién, no a la persona del patrén, sino a quien sostiene esas imagenes. Es Juan quien arremete letalmente debido al sesgo de lo que cree leer en la mirada del patrén. Su psicosis, de acuerdo con esta lectura, no se da como una accién, sino que tiene que ver con una reaccién. El acto de Juan se construye como un acto paranoico, en la medida que est4 en relacién directa con las tensiones sociales que se fueron desencadenando y porque se establece como consecuencia de un saber que se le impone a través de los fendmenos elementales que la psiquiatria calificé como delirantes: la intuicién y la interpretacién. _E] momento critico del enfrentamiento con su patrén, pater refleja la 3 7 EI no reconocerlo en su funcién en estos tres momentos rompe, para Juan, Ia hominaciOn que lo sostiene, Juan no ae reconoce como homicida pues para él exo no estd en jucgo, tione que ver con exo, 6! problema se plantea en el terreno del reconocimiento; ser tomado como capataz, | ~ Pensamos que este acto puede ser entendido desde una dimension que excede Jorsimbdtico, Juan se pudo sostener imaginariamente en una relacién con su patién hiciera de sostén de un lugar que intentara organizar un mundo de y asi flie casi por d ‘Ahora, cuando el patron no actud cando a los personajes de la escena y cid ial EL EXTRANO CASO DE LA MUJER DIABLO Un paraguas negro y punzante se acercaba amenazante hacia mi, Sobresaltado y sin lograr articular respuesta, slo atinaba a preguntarme qué hacia yo en medio de ese lio. El arma en cuestin pasd desapercibida durante mucho tiempo en el flanco izquierdo de mi biblioteca, hasta que fue descubierta y reasignada en funciones por quien intentaba ser mi agresora. La situaci6n era de por si extrafia pero, encuadrada en una primera entrevista psicoanalitica, lo era mas aun. Un puro acto loco parecia aduefiarse de la escena convirtiéndola casi en la de un film de terror. El suspenso interminable por fin dio paso a la accién, y el paraguas virulento atacé. Apenas pude levantarme para repelerlo. Ese fue el comienzo del andlisis con Laura. Laura, en ese tiempo una adolescente de dieciocho afios, me llamé una mafiana para pedir una consulta, Mi nombre habfa sido sugerido por una colega que le manifest “gue el analista [yo] se podria hacer cargo de lo que le pasa”. Toda derivacién o todas las palabras que intentan delimitarla, producen efecios en el futuro de los andlisis, muchas veces inimaginables. Esta no iba a ser la excepcién. Laura era lo que en la jerga médica se conoce como “una psiguidtrica”; una historia llena de psicofarmacos e internaciones, se apropiaba de la mayoria de sus liltimas vivencias. Se presenta inquieta y taciturna, para su primera entrevista. Delgada, fragil, como irradiando desdicha, comienza, casi susurrando, a explicar que sus problemas nacieron en el tiempo de 1a muerte d de su abuela. Con trece afios de edad, comenz6 a experimentar situaciones extrafias que no © podia controlar. En su cuarto, en la oscuridad, una silueta se delineaba en la penumbra sin que ella pudiera reconocerla. Al iluminarse : Ja habitacion, la figura se desvanecia eto, Peete primer tiempo, ella atribuye esta cuestién a producto de su Meses después las apariciones tomaron consistencia y tal punto, la sombra ue antes desaparecia con la luz ahora ya no necesitaba de la oscuridad, Lo mas alarmante ~al menos para ella~ es que esa silueta, devenida hombre, le empieza & hablar, se admite como el asesino de su abuela y la amenaza con que puede matar a cualquier integrante de su familia en la medida en que ella no se avenga a sus see a acriaicode stra enadelante esté marcado por el intento de Me insulta, me amenaza y, frente a mi pasividad, se exaspera. Comienza a escrutar el consultorio como buscando algo. Est nerviosa, fuera de si. Entonces ve el paraguas al costado de la biblioteca. ‘Va hasta el paraguas, me mira en una forma desafiante, lo toma y lo estruja, con todas sus fuerzas, con las mismas con las que arremete contra mi,.,, El diagnéstico {Qué le pasa a Laura? Que la locura la atraviesa no hay dudas, pero gde qué Son varias las interrogantes que surgen con respecto a la posibilidad de pensar enel abordaje clinico. Desde el punto de vista psiquidtrico aparecen elementos que harian sospechar en una psicosis alucinatoria crénica, Las alucinaciones auditivas y visuales, los fendmenos de despersonalizacién y la dificultad de conciliar el suefio, Ilevarian necesariamente a ubicarla en ese registro, de una locura histérica y de una psicosis poder pesquisar la estructura de do por la aparicién de un delirio atroz de El nacimiento de Laura esta marca madi i ho menos alimentarla, E azo explicito: no puede tocarla, muc! aime ' ence io en Laura: ella es hija del diablo. opi Jar de su locura esté singularizad eed ee por la bebé, a tal punto, que €s confiada a la abuela matema, Y ella, a partir de ese momento, ‘comienza a ser la madre desu propia nieta, La madre de Laura, a quien llamaremos Maria, tendra varias internaciones psiquidtricas durante el primer afio de su hija, sobre las que reina un profundo secreto familiar. El diablo como problema es introducido en el delirio de su madre y de alguna manera ocupa un lugar referencial en la historia de la paciente. Maria pasa cerca de cuatro meses sin ver a su hija, la abuela se ocupa desu cuidado. Las ideas delirantes de Marfa fueron menguando paulatinamente hasta casi desaparecer. Igualmente la nifla se quedé viviendo en casa de su abuela durante os primeros afios. El cuarto afio de vida estaré marcado por un acontecimiento trascendente: Ja instalacién en casa de sus padres. Es importante subrayar que el hecho de que Laura y Maria vivieran por primera vez bajo el mismo techo no tiene que ver con un pedido de esta ultima, sino con un problema exclusivamente econémico, La abuela siguié siendo quien se ocupaba de la nieta y ademds quien organizaba las cuestiones domésticas. Una loca maternidad Laura plantea, a partir de las primeras entrevistas, una infancia vivida como miserable, “mi madre me usé toda la vida”, Relacién marcada por la hiperexigenci2. el menosprecio y el abandono. Por otro lado su padre aparece como un inveilido ii Se re wailido incapaz de oponerse 2 | Su familia tiene un lazo mistico muy ; J ti ty fuerte; pertes dedicada a “liberar a las almas del poder de Satants” a Sus recuerdos sobre esa época son escasos, Expli i _ Sus r os. Expli = equivocacién, su madre la sometia a chantaje ee en saat iba.a morir del disgusto, lo cual condicionaba a la 1 a otras no. Esto sera retomado mas een a hacer algunas cosas S1¥ La muerte de la abuela cambiara r : x afectara de una forma muy profunda a a los acontecimient0s ¥ En Laura se desatan por primera ve est dada por Ja aparicion de la figura del como un crimen en el que Lucifer se convierte en el asesino. En Marla, de igual forma, se desencadena un delirio; esté convencida de que Dios le predijo Ja muerte de su madre. Este hecho inicia la serie de contactos con Dios, a partir de los cuales Maria cree poder predecir el futuro de la gente. Esta revelacién es una experiencia vivida como radical para Maria, que llega a convertirse en el centro de su vida. A partir de este develamiento comienza a dedicarse a diferentes practicas parapsicolégicas, las que répidamente originan el principal ingreso de dinero a la familia, Es importante mencionar que de alguna manera la locura de Maria hace azo social, generando vinculos con la comunidad, Los primeros ‘rabajos que realiza Maria son para su hija, “para que los malos espiritus no le hicieran nada malo”. Tenia la conviccién de que Laura estaba poseida por el demonio. Y es alli donde comienza el peregrinaje de ambas por diferentes templos. La locura de Laura denuncia, de cierta forma, la imposibilidad de asumir la maternidad por parte de su propia madre. El drama de lo imaginario , Laura no es Ja misma que la de Maria. siquiera las estructuras de Este, que es obtenido del delirio de su madre, no deja de ser... un padre en la i6 6 la pacient 2 a kee eek “in padre, pues el diablo no deja de ser la conta-earg orque de , , carente. de dios, la contra-cara del padre, una mala copia, un eae Be gaa Instalacién de una conflictiva histérica, solo que de fo acs y con la omnipresencia de la tematica sexual. Estas caracteristicas del delirio, sumadas ii asi frecuentes en las locuras histéricas. oe See cata Sema en este caso a través de la figura del diablo, es otro de los elementos particulares de este tipo de delirio. Otto Rank? descubrié que bajo estas fragmentaciones “endemoniadas” se hallaba un fuerte sentimiento de culpabilidad. : en ~ El delirio de Laura se revelard interpretable como un sintoma neurético que comprende metéforas descifrables. te le concede. La culpabilidad masiva en la locura histérica Como mencionaba anteriormente, las crisis de Laura comenzaron en un tiempo posterior a la muerte de su abuela. La tinica solucién que encontré su familia para abordar el problema fue Ilevarla, para ser exorcizada, a uno de los templos que abundan en Montevideo. Las crisis desaparecian rapidamente cuando el ejecutor del exorcismo terminaba su irabajo. El dispositivo del exorcismo, de alguna forma, oficiaba de sostén para la locura de Laura y también la de su familia, que participaba activamente en el mismo. Esta practica durd unos alos y siempre funcionaba de la misma manera. SU Sine ee a) nee rn aes 5 y la confrontacién final con quien dirigia el Enel iltimo acto aparecia lo esperado, i i an erado, una parrafada iracunda del exorcista que 3 Uno de los principales discipulos de Freud dela primera 6 30 El mecanismo era invariable: confesion que desembocaba en un castigo y consecuente supresién de los sintomas. La eficacia terapéutica que le proporcionaba este ritual exorcista era innegable, ya que durante algunos dias el delirio se atemperaba con el efecto de la desaparicién del diablo. Paradéjicamente, a medida que los exorcismos continuaban, !a autonomia de Lucifer como personalidad independiente aumentaba. Los diferentes exorcismos habjan contribuido a enriquecer su delirio, le habfan dado vida y cuerpo a Lucifer. Larelacién que se establecia entre Laura y quien ejecutaba los exorcismos no era muy diferente a cualquier relacién que opere con la sugestién. La eficacia de la técnica reside en un “despliegue alrededor del cuerpo del histérico, una palabra que jo rodea, lo guia, lo sostiene integrando los términos que designan indirectamente su trastorno”.* {Qué es lo que me deja claro Laura luego de mi sefialamiento sobre el diablo y su posterior transformacién? Que como todas las histéricas, Laura se encuentra expectante de un puiblico que demande, en su caso particular, incluso para sacrificarse hasta la expiacién. Bs preciso que el otro que sugiere -en este caso el exorcista, pero podrfa eventualmente serlo cualquiera~ haya sido investido en un jugar privilegiado por ella. Desde ese lugar responde, a partir de Io que cree que el otro espera. Ese lugar privilegiado es un lugar de amo, siempre instituido por Ia histeria en el sentido de que supuestamente sabe lo que la histérica se esfuerza en desconocer acerca de su deseo. El psicoanalista Jean Claude Maleval' plantea que la culpabilidad masiva® que se observa en este tipo de histeria, que é! denomina “histeria crepuscular””, surge cuando el juego de la dialéctica del deseo esta obstaculizado. Laura necesita de otros amos que le indiquen algo sobre Jo que es, 0 lo que quieren que sea. Jo que te pasa” tayo como primer ivacién, “se puede hacer cargo de La derivacién, “se puede hac u cuerpo Se pone al efecto que ella realizara lo mismo que hacia en los templos: s i nta. servicio de las demandas, explota y Se fragmel peer Elmodelo que me propone Laura en esa primera entrevista es el ya explorado por ella: la eficacia de la sugestién. A partir de las siguientes entrevistas. Laura no delira, reserva sus crisis 0 de que pudiera disponer de alguien exclusivamente al ambito familiar. El heche sobre el cual descargar su delirio sin que se proponga como un amo, le permite efectuar un giro en relacién con su demanda, haciendo del analista un sustituto de sus sintomas, Freud llamé a esto “neurosis de transferencia”. La parafernalia del cuerpo histérico El andlisis de Laura se podria haber deslizado por la fascinacién que su historia ofrecia; locura, misticismo y muerte. No en vano durante anos deambulé con su discurso diabélico por los diferentes templos de Montevideo. Esa misma presentacién endemoniada fue la que llev6 al consultorio, a través de la puerta que abrié la derivacion: “que el analista se podria hacer cargo de lo que le pasaba”. Su presentacién demoniaca en la primera entrevista del tratamiento psicoanalitico no intenté hacer otra cosa, Lo que procuraba la paciente era crear al personaje que ella se figuraba o al que pretendia hablar. Si el analista se enganchaba en ese sefiuelo, en ese espejo, se confundia con el personaje o con la imagen a quien la histérica se dirigia y, en consecuencia, cercenaba la posibilidad del andlisis. _ EL analista, si se enreda en el anzuelo que la fascinacién propone, puede equivocarse sobre el lugar que ocupa y colocarse en el terreno donde Ia histérica Tepresenta ese personaje. En ese caso es muy probable que el psicoanalista proyecte su propio deseo, dejando nuevamente a la histérica en el desconocimiento acerc® del suyo. que en definitiva no es otra cosa que lo que busca, am ae snes que i historias, por mas interesantes que sean, deben ser leidas que se relacione con el paciente o, mejor dicho, con los significantes que lo representan y no con el sintoma en si mismo, : ie ‘A modo de conclusién no deja de oats esonar una frase de Lacan con relacién ® lo que es un psicoanilisis: “Para saber ean con de dénde viene la palabra”s Jo que ocurre en un anilisis, hay que saber 7 ew Ja : on 1a loca eae Income one ene Prom Beri 1B. sign XX, hacen, 19M 2 ELAMADOR {Una conversacién puede desencadenar un delirio? Una noche de otofio Paula recibe un llamado inesperado, no por el interlocutor sino por la hora, cuya reconstruccién aproximada presentamos: Hola, Paula. —Javier, son las tres de la mafiana, zqué te pas6? Nada, tengo que hablar urgentemente contigo. ~{Te pasé algo? No puedo hablar por teléfono, gnos podemos ver maftana temprano? —Bueno, si. ,En mi casa? No, no se puede, podria ser peligroso. Mejor en el Bar X, a las nueve y media. El enigmatico mensaje dejé perpleja a Paula, que ya no pudo dormir por el resto de la noche, ;Qué le pasaba a su amigo? _ Lo conocia bien desde hacia mucho tiempo y nunca se habia mostrado misterioso, siempre sustentaba una tranquilidad pasmosa y sin estridencias. Apenas algunas veces, en todos esos afios, se presenté como confundido. Siempre por el _ mismo tema: su amor eterno, pero inconstante, por ella. ) y platénico que asomaba a veces relampagueante ‘en mensajes, en grafitis, en apasionadas « ones duraban lo g gente que Jo espiaba y otra serie de de su casa y de su vida”, Micr6fonos ocultos, cuestiones alimentaban su delirio. | {onde su amigo en un sanatorio psiquidtrico delirante de tipo persecutorio”. y mil veces si tenia algo que ver con el ocaso 4 hacia pensar que no, pero habia algo, un pequefio j n forma forzada -Lahistoria concluyé con lai y un diagndstico de "Trastorno ydealgunamanerale — La sorpresa que implica su eclosién delirante podria suponer el querer “comprenderlo” a partir de determinadas significaciones, pero no se trata de eso sino de una reconstruccién a partir de la crisis. Siempre es en este sentido. Con Javier s6lo podemos pensar su desencadenamiento a partir de la propia irrupcién de su delirio y de las marcas que va a producir en el futuro, no antes. Toda crisis psicdtica es desencadenada por un acontecimiento fortuito, del orden de una decisién, un examen, una separacién, la Ilegada de un hijo, una confesién, etc. Cualquier hecho casual podria -en determinado momento y bajo singulares circunstancias— propiciar un desequilibrio concluyente en el sujeto al hacer aflorar una suerte de pregunta a la cual el psicético no puede responder. Esta intrusién originada en el orden de la vida misma es imposible de prever y provoca un destrozo en las significaciones adquiridas que sirvieron de cobertor imaginario hasta el momento. La interpelacién quedara planteada sin que sea él quien la haya formulado, provocando una falla insoportable que va a subyugar, desde ese momento, toda su atencién sin otorgarle descanso. Paula sin saberlo, y sin quererlo, tocé lo més sagrado de ese sujeto en cuanto a su cobertura imaginaria, en la cual ella participaba sin sospecharlo. Una nueva verdad es introducida (la posibilidad de la homosexualidad) y sobrepasa, en Javier, el saber que respondia hasta el momento. Con la nueva verdad, incorporada por la pregunta de Paula, el saber falta y la cuestién queda sin respuesta. El encuentro de esta interrogacién lo interpela desde un lugar que no puede contestar y le genera un movimiento irrefrenable. Ahora: ;una conyersacién puede desencadenar un delirio? No necesariamente, pero si bajo determinadas condiciones. Para que una psicosis se declare clinicamente, corno en el caso de Javier, se requiere la coincidencia de dos caidas, el encuentro fortuito de dos elisiones situadas en diferentes niveles: una en lo imaginario y otra en lo simbélico. La elision en lo imaginario Javier pudo mantenerse por mucho tiempo, sin delirar, encapsulado en la imagen que le brindaron algunos otros. Estos oficiaron como una suerte de referente que articulaba y ordenaba los aspectos mas primarios de su ser, TE Ty El problema ex que esos contraiempos no #00 previ por quot sone cs inapnsble quenosbrevents ning inna ibles ya que pertenecen al registro de la propia vida. a "6 . “amorosa” que, de alguna manera, producia — cierto equilibrio, Por supuesto, ‘ambos desconocian esto. El rechazo de su amor por parte ' desdicha ni odio, era casi un ritual ~el de amador~ que le propiciaba estabilidad; un mot no conespondido que lo acompatiabaen el devenir de sa vida sin provocare demasiados sobresaltos. ‘Algunas veces puede pasar que la falla aparezca por el lugar menos pensado (en este caso vino por el lado de la interpretacidn de su amiga), y producir un dlerrumbe del mundo imaginario que le daba consistencia hasta el momento, TLarelacién en espejo puede sostener a algunas personas alo largo de su vida, hasta 1 dia que deje de logratlo, Ast pas en Javier, justamente, por la ausencia de un trazo, ‘de una palabra, o de un enunciado, que lo representara més alld de la imagen, ! se pice) er ob La elisién de lo simbélico Cuando el nico sostén imaginaro fala, el equiibrio se despedaza y deja de La segin la lo j i a imagen lo deja en la incertidumbre y el ‘no hay red s Javier, bajo esa verdad que lo toca EL ERRABUNDO MAS CENTRADO DEL MUNDO “Lacan solia referir que alguna vez habla curado a algiin psiedtico pero que no podia decir como ni por qué.” Francoise Davoine! La hora de andlisis de Pedro es siempre la misma desde hace afios. Invariable. Persistente a lo largo del tiempo, como él, que se mantiene inalterable. Su ropa se asemeja a un uniforme que lo caracteriza y que parece formar parte de su cuerpo: una camisa raida que en algin momento fue celeste, y una corbata bicolor que en otras épocas debe haber disfrutado de una nobleza, hoy, ya extinta. EJ atuendo concluye con unos jeans gastados y maltratados por lo cotidiano, yy unos zapatos de color marrén agrictado que estn mas cerca de la jubilacion que yy extrafio, tenfa una forma de hablar parlanchina y chillona niento: incoherentes de sus brazos, hacian de cualquier én y Ia alegrfa vacia, que se iy _Subsita, pereibigo por suenforno, comosun personae que no delaba, ene ‘mejor de los casos, de ser simpatico. Un loco lindo de esos que habitan nuestro e deo, que confluyen y conviven en cada barrio, pero que no generan Ia produce la diferencia. p loco sociales, un pre-psicético { | Pedro se habia enmascarado en una adiccién fobica, pero que lo contenia. ‘Uno no puede menos que pensar que una pequefia adhesidn a la benzodiazepina es preferible a un ambular psiquidtrico hospitalario. Dejemos en suspenso por un momento la historia de Pedro para hacer algunas disquisiciones necesarias. El hombre que se bastaba a si mismo (pero con los otros) Pedro habia pasado la mayor parte de su vida en diferentes tratamientos antes de comenzar su andlisi terapias de grupo, conductismo, psicoterapia focal, distintos tratamientos psiquidtricos, todos con un mismo fin: hablar. Se supone que hablar de lo que le pasaba, pero ese era el problema: ;qué le pasaba? Sencilla y absolutamente nada. personales. En esos se acta moss mo oc oa 1 pee ree i oie Conga ed paranoica mientras KS {Cual fue el resultado de esta medicacién? La eclosion terrible y feroz de un delirio paranoico que finalmente determind una internacién psiquiatrica. Ideas delirantes de persecucién en torno a compafieros de trabajo que querfan hacerlo renunciar eran el motor de su locura. Lamedicacién, de manera paradéjica, habia actuado eficazmente (eso pasa con Jos psicéticos) pero en forma adversa para Pedro: lo habja desenmascarado en st patologia. Los: antipsicéticos habian robustecido su costado paranoico de tal forma que lo habian hecho consistir en un delirio que daba sentido, ahora si, a su vida. Su mundo ahora tenia una significacién, su universo significante se habia reordenado para é, adquiriendo un sentido nuevo donde una violencia feroz* estaba presente en sus compajieros. {Cémo salir del yerro? Por suerte Pedro contaba con un psiquiatra que, ademas de ser sagaz, poseia une condicién casi inexistente en el mundo psiquico: era humilde y sabia reconocer suis errores, Se dio cuenta de que necesitaba seguir siendo un fobico adicto a las benzodiazepinas y no un reivindicador laboral, por lo que suprimié la medicacion psicética y reforz6 la ansiolitica. Como por arte de magia el paciente volvié a su camino sin marcas y sefiales ue le indicaran por dénde ir, apenas con las pocas balizas que el andlisis y sus rutinas le ofrecian. ‘Nuevamente la errancia ordenada colored su vida y le concedié un sin-sentido protector. Que el mundo no se vuelva un caos de violencia, ésa es la apuesta de la cura. {Quién lo hubiera presumido al inicio, cuando Pedro parecia mds cercano a la hebefienia bizarra que a un Schreber"” Pero Pedro nos ensefia~porque el psicdtico nos ensefia todo el tiempo-que la locura, en este caso en forma de errancia, también puede ser una buena herramienta para soportar algo que puede ser peor para el sujeto. Y en ese camino el analista no puede quedar aun lado. El problema que plantea el psicético es el del saber’: cuando el saber surge para el psicdtico, cuando le salta a la vista, se Je impone como certeza. Y ése no es un saber supuesto, sino un saber que se impone al sujeto en forma de delirio. [ia vita ror poste homologare a1 que te conocepsiannlicamente como el“gre de Oxo", mn sce dese, deaneaen Gus se refug en un cero qi escaa a ln simblizacén. De ete ose no aban Jos Peso Spe pescind del tr ect par el andi eliza sobre ln bogafa "Memories wn efermo nero” peti eal Steer Obras compas, Tomo XI, Sore wn caso de paranoia descr uobiogrificment EA. ANC Buenos Aires, 1994. 8 Pee tar sb xa cction pnd run excelente ubjo de Michal Sve “Un pictin ean” ‘en Pricasis ypsicoandiiss, £4. Manantial, Biienos Aires, 1990. a En el prefacio de su libro Un antropélogo en Marte’, Oliver Sacks escribe « shay defectos, enfermedades y trastornos que pueden desempefiar un papel paradéjico, revelando capacidades, desarrollos, evoluciones, formas de vida latentes, que podrian no ser vistos nunca, © ni siquiera imaginados en Usenet de aquellos. Es paradoja de la enfermedad, en este sentido, su potencial ‘creativo”, lo que constituye el tema central de este libro. Asi, del mismo modo que podemos: quedar horrorizados ante los estragos que causa el desarrollo de una enfermedad 0 trastorno, también podemos verlos como algo creativo, pues aun cuando destruyen unos procedimientos particulares, una manera particular de hacer las cosas, puede que obliguen al sistema nervioso a crear otros procedimientos y maneras, que Jo obliguen a un desarrollo y a una evolucién inesperados. Este otro lado del desarrollo o enfermedad es algo que veo en potencia en casi todos los pacientes; y esto es, precisamente, lo que me interesa escribir.”"° Este antropdlogo de la neurologia, con un fuerte componente humanista, plantea los casos clinicos neurolégicos mas extrafios desde un punto de vista diferente al de la patologia. Intenta revelar la enfermedad descubriendo sus capacidades, adecuaciones y desarrollos latentes que podrian no haberse visto nunca de no ser por la existencia de tales anomalias. Frente a esta capacidad de adaptacién del cerebro, Sacks va a preguntarse si no habria que manejar un nuevo concepto de salud y enfermedad cambiando la referencia, es decir que la salud no se describa de acuerdo a su identidad con un estado rigido de normalidad, sino usando un criterio mas flexible respecto a la capacidad de adecuarse y funcionaren armonia y de acuerdo a las condiciones individuales. Oliver Sacks deja una puerta abierta para poder entender que los sujetos, ms alla de sus problemas, demuestran tener una creatividad tinica que les posibilita construir ~a veces una manera particular de hacer en su mundo, y que se obligan a generar una serie de procedimientos y modos con los que logran vivir de una forma més digna. Pedro nos muestra y nos ensefia que su embrollo existencial tiene que ver con su orden vital y que Podemos intervenir como analistas de una unica forma: ccupéndonos de no precipitar nada de ese descontrol-control que lo ordena y Ie permite no consistir en un delirio paranoico. E| analisis también puede ayudar a que Pedro sea el errabundo mas centrado del mundo. 9” Sacks. Oliver, Un amtropdlogo en Marte, E&. Anagrama, Barcelona, 1995, 10. Sacks. Oliver, Un aniropdlogo en Mare, Ed, Anagrama, Barcelona, 1995, pég 15-16 42 EL DIF{CIL ARTE DE SUFRIR Acto I: Protagonistas Helena caminaba hacia la Clinica. A cada paso, bajo una intensa llovizna, pensaba una y otra vez.en el dolor de sus suegros y cuflados cuando les comunicd la idea de separarse de Carlos. Pero estaba segura y no queria dar marcha atris, Cansada de vivir con él —quizas la expresién no fuera de vivir, sino de padecer-, queria intentar una vida nueva y el momento era éste. Era un viernes lluvioso, de esos que provocan tristeza. Indudablemente el dia vestido de gris no ayudaba para una ocasion de reencuentro. Atin no estaba decida a verlo. En veinte afios de convivencia no era la primera vez que se cuestionaba si queria seguir con él. Cuatro dias que no lo visitaba, zmucho 0 poco?, dificil parametro de medida para quien eterniza una relacién de pareja en el dolor y en la insatisfaccién. Helena estaba segura de que a Carlos no le habia gustado su ausencia. Sin embargo necesitaba pensar, darse tiempo. Por primera vez lo habia abandonado y lo que ms la preocupaba era que después de tantos afios se daba cuenta de que podia vivir sin él. Carlos estaba internado en un “psiquidtrico” debido a lo que los fenomendlogos de la psique llaman 1.A.E. (intento de autoeliminacién). Un revolver en la sien casi produce el fatal desenlace. La llegada providencial de Helena impidié que la bala del revélver Ilegara a su destino. Aparecié como un relémpago, como en tantas otras ocasiones, para rescatarlo, Este no fue su primer intento, motivo de una mas de sus internaciones; ya tenia otros nueve, la mayoria por ingesta de alcohol y psicofarmacos, y algunos otros con armas de fuego. Si bien estos intentos objetivamente quedaron como fallidos, sf eran para Helena llamadas desesperadas. Sefiales desconsoladas a no se sabia qué, ya que ella nunca pudo entenderlo. Estas tentativas suicidas eran, por llamarlo de alguna manera, una rutina, estaban insertas en su cotidianeidad y hacian de sus vidas un verdadero infierno, transformandose, a esa altura, en algo insoportable, al menos para Helena. Apenas cruzé la puerta de la clinica detuvo sus pasos para poder pensar un Poco. Necesitaba algo de claridad, saber si, realmente, ésta era la decisién correcta, el tiempo y momento adecuados para terminar. ie eee de Ja tarde, Hora de 1a visita, Cas) og6 # poco mas de las cuatro y media ‘de pensar tanto parecia sumarse a to Vanguido del wennacidn | contratiempos ret alada on a chudad, Estos y, por qué no decirlo, quizis también la tentativa de instalar cierta demanda, proporeionaron, en poco tempo, una tangible mejoria, al grado de encauzarse en Ja “absurda rutina de vivir", como él decia, Carlos esperaba de mi que le dijera sin vueltas cbmo terminar con su desdicha, Sdlo buscaba, en ese momento, verificar lo que ya sabla, al punto de suponer en imi un saber idéntico a 6u creencia, {Qué hacer para sacar a Carlos de las rondas de las significaciones que lo torturaban pero también lo habfan sostenido durante décadas? Lamentablemente comprobaba, entrevista tras entrevista, una reedicion insistente y mondtona de su desdicha, sin poder abrir una brecha equivalente a la posibilidad de preguntarse: {Por qué me sucede esto? {Por qué ami? La demanda es 1a condicidn exclusiva para que un andlisis tenga posibilidad de existir, Paraddjicamente, Carlos demostraba que su pedido de bienestar coincidia Acto II: El caso Este relato no es una ficcién, ojala lo fuera, se trata del suicidio de un paciente, Paciente y acto que no dejan de interrogarme y de tocarme como analista. Sin ningun afin voyeurista intento desplegar algunas interrogantes que procurardn cercar ese real! que se escurre en este acto inexplicable. Las mueries estremecen: heroicas, amorosas, fatales, accidentales, todas inefables pero soportables, pero hay unas que son ‘absolutamente intolerables, y son las que algunos llaman por propia voluntad. Esas no nos gustan, las rechazamos, nos producen un enigma horroroso en el que ineludiblemente quedamos enlazados, convirtiéndoncs en comparieros inseparables del acto. Es muy dificil encontrar una disciplina que no hable del suicidio. El psicoandlisis semantiene mas bien discreto, apenas susurra, ya que el suicidio como acto no deja de ser mudo. Sin embargo el acto no es lo tinico importante para el psicoandlisis, sino el determinismo inconsciente que lo Hlev6 a cabo. "Todo acto tiene consecuencias pero ninguna tan intensa e irreversible como la muerte, mucho mas si se trata de una ‘autoeliminacién. Circunstancia que no deja deser, casi siempre, impenetrable y tremenda para los otros, para nosotros, lectores atrapados en un sin sentido. Volvames con Carlos, Un hombre gris, como consignaba anteriormente, sia ganas de vivir, sostenido por Helena —su mujer~veinte afios mayor. Echado de su casa materna a los diecisiete afios, por mantener una relacidn con esta mujer. Dificil deuda la que encierra este doble acto: expulsién-recepci6n, para los dos protagonistas de esta historia. La madre deseaba que Carlos no se dedicara a otra cosa que estudiar, su noviazgo tan precoz con una mujer que lo doblaba en edad, sumado a laaparicién de un embarazo, la desestabiliz6 completamente. Su pequefio hijo habia embarazadoa una mujer casi de su edad. Una herida narcisista demasiado grande para esta madre que prefirié desterrar a su primogénito en falta, antes que asumir las consecuencias de entender que su hijo en realidad no era del brillo requerido por ella. EI mensaje de la madre, para Carlos, no dejaba de ser terrible. El padre, a su vez, no interfirié con la cruel sancién i ico . 7 materna, sino que replic® desde su propio conflicto reforzando el mandato: “pensé que ibas a a ae “ la vida, pero me doy cuenta que no servis para nada”. mpleado por Jacques Lacan, pars designar una realidad fenomnica imposible de sib 46 fil padre de Carlos también estaba atrapado en sus propios avalares edipicos: ers un empleado win demasiadas expectativas de progreso, hijo de un hombre ‘se habla destacado en el medio profesional. Carlos plantea que su padre esperaba demasiado de 41, Bstd ubicado ‘en un mandato paterno, y debe salvar a éxte de} deshonor respecto & na deuda incumplida ‘en relacion con su abuelo, La expectativa paterna Jo erige naalvador sacrificial para borrar los pecados del padre, Ha de cargar con el peso thtatante deo deals convimiéndose en ere pero, en uta insanely con a culpa de no poder serlo, ™ Demasiado peso el de este conjunto de expectativas, insignias simbélicas y f z ‘ve acumulan en Carlos y que se entazan a una deuda de morir una y otra vez, pero es también quien, ¥ al mismo tiempo, sostiene la esceng de muerte. ane Si Propongo retener esta cuestin: su muerte y su vida estdn en relacién con esta mujer, Compatiera de todas sus experiencias suicidas y lectora de sus més ocultos pensamientos. {Por qué este hombre rompe, con la realizacion del acto, es decir, con sy muerte, ese ritual suicida que se repite? aes {Qué variable nueva aparece para cortar ese equilibrio fanatic’ Esti él, esta ella, esté el engafio,esté la culpa. Todos los elementos que confluyen en sus intentos, intentos que siempre terminan en la reconciliacién de la pareja. Sin embargo, esta vez, algo fall, ; Ser4 esto un pasaje al acto que arrebaté a Carlos de las significaciones que Jo torturaban, pero lo sostenian, durante décadas? {Habra realmente ocupado un lugar de objeto, y se desbarrancé de la escena para romper con la insistente monotonia de “su desdicha” que lo aferraba? Acto III: Autopsia Frente a las preguntas que surgen sobre la muerte de Carlos, la posibilidad de apoyamos en otras herramientas que nos brinda el conocimiento humano aparte del psicoanilisis, se hace imprescindible. Una de ellas es la medicina forense clinica, que trabaja con aquellos que aparentemente no hablan, los muertos, Sin embargo, esta ciencia nos demuestra que los cadaveres también atestiguan: lo hacen con los stigmas y los indicios que surgen de las marcas de su cuerpo. Este es el lenguaie al que apelan los forenses, La autopsia médico-legal se realiza, siempre, por orden de la autoridad judicial, en caso de muerte violenta 0 sospechosa de criminalidad, aun cuando por Ja inspeccién ocular exterior pueda presumirse el motivo del fallecimiento. Carlos se habia ahorcado, Lo encontraron colgado de una toalla en el bafio é¢ su habitacion. Sin carta de despedida, sin aviso previo. Un misterio. Elahorcamiento, también llamado suspensién, consiste en una muerte violeat Por la isquemia. Mas sencillamente expresado: por la detencion de la circulacié® sanguinea desencadenada por la compresién del cuello, indefensa, cinco kilos bastan para obstruir las cardtidas, y una traccién equivalente a quince kilos alcanza para cerrar la via aérea, Este tipo de suicidio esté caracterizado por la efectividad, de hecho es el método mis eficaz entre todos los que se observan en los intentos (con armas, farmacos, etc.). Al ser bruscamente comprimido el cuello y suprimida la circulacién cerebral, en unos veinte segundos se pierde la conciencia y el sujeto queda sin respuesta. Le sigue un periodo convulsivo durante el cual se producen hemorragias musculares y finalmente sobreviene la muerte en un plazo estimado de entre siete a diez minutos. El examen minucioso del cuerpo de Carlos arrojé algunas conclusiones que no dejan de ser reveladoras. El tipo de ahorcamiento, segiin la suspensién del cuerpo que este caso ofrecia, estaba dentro de los que se conocen como incompletos y no dejaba de lamar la atencién por su infrecuencia. El mismo se determina cuando los pies tocan parcialmente el suelo. Se habla de ahorcadura de suspensién completa cuando los pies no tienen ningtin apoyo en el suelo u otra superficie. En cualquiera de las dos circunstancias, la fuerza de traccién que se ejerce a nivel del cuello es proporcional al peso del cuerpo. E] lazo constrictor que singularizaba esta muerte correspondia a una toalla de bafto, clasificada técnicamente como un “azo poco agresivo” ya que el surco falta’. Es casi excepcional que el surco falle, pero puede estar ausente por una suspension de muy corta duracién. El examen minucioso del cadaver de Carlos permitié al médico forense recopilar los indicios necesarios para determinar lo siguiente: a. La forma de la muerte fue la de autoeliminacién por ahorcamiento con toalla, sin presentar otras huellas de violencia. b. La hora del fallecimiento fue estimada entre las 16:30 y las 16:40. El modo de ahorcamiento fue el de inhibicion, consecuencia de la accion refleja producida ante la compresién de la carétida por debajo del sinus carotideo, lo que le origin braquicardia, vasodilatacién e hipotensién. d. La muerte fue inmediata y no alcanzé a establecerse la asfixia, apreciandose una intensa palidez de la piel y las mucosas*. Knight, Bemard. K., Medicina Forense, Ed. Cartoné, México, 1999, piig. 223. ‘El surco es la impronta dejada pore! lazo que consti. 6 Esto se denomina como “muerte blanca”. ear una reconstruccion de Ja muerte de Carlos a partir de segmentarlo en las siguientes secuencias; eas ena a entre las 16:20 y 16:25, Carlos jene ~por precisarlo de “a lo del ahorcamiento La ausencia del surco y la falta de infiltracién en los planos subcutineos, que {lamaron la atencidn de los médicos, tienen que ver con la brevedad del tiempo en | cual Carlos estuvo en la situacién de ahoreamiento, ya que entre la muerte y la Hlegada de Helena no pasaron mas de cinco minutos. Acto IV: Finales La secuencia marcada por la autopsia es contundente sobre la hora y la forma de la muerte, Pero deja el enigma latente; {Se quiso autocliminar Carlos? Con los elementos manejados se puede arriesgar una respuesta, Intentando seguir el camino trazado por Freud, y luego por Lacan, tomamos los avatares de un sujeto desde las estructuras freudianas que tienen como articulador natural a la castracion. Con esta lectura, 1a ubicacién del sujeto en relacién con la castracion ie rescatar una clinica que va mucho mas alld de las sinuosidades del sintoma, permit de las defensas del yo, de las evoluciones libidinales y de las clasificaciones — iquidtricas, Lo poco o mucho que el discurso de Carlos oftece en el tiempo de entrevistas tiene que ver con si. yicionamiento frente al deseo, el que transcurrira en dos 8 Mote y los intentos de autocliminacién (acting-out). {Qué es la procastinacién? Simplemente dilatar Ja decision cternamente, Carlos, como mencionaba anteriormente, sufre de existir; un cuestionamiento permanente lo atraviesa ~su vida, su pareja, su trabajo, pero no puede hacer nada, no logra dejar de quejarse y de debatir existencialmente, en tanto procastina sy acto indefinidamente. Las otras mujeres que aparecen en su camino son relaciones hacen mis que acrecentar su dolor de vivir y su culpa de existir. iones sin deseo que no Los intentos de suicidio (el acting-out) Como reverso de lo dicho, Carlos también produce ciertos puntos de radicalismo emparentados con el escenario del acting-out que, oa oposicién con Jo que vimos anteriormente, son un llamado, una apelacién. Con el intento de autoeliminacién Carlos cuestiona su deseo de otra forma, procura la instalacién del Otro’ en el punto en que la pantomima desfallece. Las escenas que propone Carlos en la pantomima y el acting-out son diferentes, en la primera evita Ia emergencia del deseo, en la segunda, en cambio, grita el deseo. El intento de autoeliminacién da a ofr a otro, que se ha vuelto sordo, {,Qué pretendia Carlos en su intento desesperado del ritual tanatico? Ahora de alguna manera estamos advertidos de que su acto fue un acto atravesado por los significantes de su novela familiar, por su historia. Un acto que toca su ser y pide a gritos ser descodificado, es por eso que lo situamos como un acting. Un acting out que muestra, no al gran Otro (como en el pasaje al acto) sinoa un semejante, al otro semejante, Carlos en el intento de muerte no habla en su nombre. No sabe lo que esté mostrando, no puede reconocer el sentido de lo que devela. Es a ese otro semejante a quien se confia el cuidado de descifrar y de interpretar los guiones escénicos, Lamentablemente, yo no tuve la lucidez necesaria para poder intervenir de otra manera en el intento de autoeliminacién anterior, en el que lo conoci. No pude escuchar qué era lo que estaba en juego en ese acto macabro que lo enlazaba al Otro, Su tltimo acto fatal, su acto més logrado, la muerte, en definitiva termind siendo un acto fallado, ya que su intencién deses} la fee : sperada era la de despertar y no 7 EL Otros el concept uitizado por Jacques Lacan para sear : So Som nec mig bein cen. vse 82 aoe

También podría gustarte