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AREA SOCIOLOGIA
DOCENTE SONIA AYDEE VILLAMIZAR
La creación de la sociología como disciplina está asociada a los nombres de Henri de Saint-
Simon, Auguste Comte, Karl Marx, Herbert Spencer, Max Weber…
Hasta el XVIII las comunidades resultaban estáticas y es durante este periodo cuando se
produce una situación de cambio con nuevas ideas políticas y métodos científicos. Desde el
Renacimiento se producen estos cambios que culminaran con una revolución económica.
Capital y salario transforman el orden social y la cuestión social se transforma en un foco de
atención.
En 1839 Comte propone el nombre de Sociología que surge durante una progresiva
especialización de los saberes y un impacto creciente de los problemas sociales de los
cuales había que preocuparse de una manera científica, con rigor y método. La transición de
la sociedad estamental a la capitalista es una de las más profundas quiebras sociales lo cual
dará lugar a los vertiginosos procesos de cambio social que deja a los hombres en un vacío
social. Se creara un clima propicio para la difusión de nuevas mentalidades e ideologías.
Se inicia la era de la razón, de los derechos humanos y del pensamiento científico. Se inicia
asimismo el éxodo rural surgiendo los métodos de producción y creciendo los grandes
problemas sociales lo que produce una mayor reflexión social.
Precursores:
Algunos de los precursores más importantes fueron el filósofo chino Kung Fu (también
conocido como Confucio), los filósofos griegos Platón y Aristóteles que dedicaron parte de
sus reflexiones al tema de la sociedad, el pensador medieval Santo Tomás, el filósofo árabe
Ibn Jaldún, el ilustrado Mostequieau…Pero no fue hasta el siglo XIX y gracias al trabajo de
Emilie Durkheim, que se abordó el estudio de la sociedad desde una perspectiva puramente
científica.
Fundadores:
Comte considerado como el padre de la Sociología no solo por la acuñación del término sino
por crear la primera propuesta sistemática. Su idea básica es que todas las ciencias
formaban una jerarquía y en el vértice de esta pirámide que estaba construida de acuerdo
con la complejidad de los fenómenos estudiados desarrollándose primero las ciencias que se
ocupaban de los asuntos más simples. Así la Sociología era vista como la culminación del
método científico y un remedio de los problemas a los que habían llevado las Revoluciones
del momento. Esto lo llevara a considerar a la Sociología como una nueva religión; el
positivismo.
Durkheim hizo Sociología. Uno de los hilos conductores para él fue la ecuación individuo-
sociedad donde la sociedad es una realidad por si misma con leyes propias y previas a los
individuos que la constituyen. En “Las reglas del método sociológico” intento dar respuestas
a diferentes aspectos del estudio de lo social.
Marx es uno de los principales inspiradores de la idea entre conflicto y antagonismo para
explicar la dinámica social. Proviene de la escuela Hegeliana. Su principal base serán los
procesos económicos y la teoría del conflicto para explicar la dinámica social. Su aportación
de la interpretación económica de la historia puede ser considerada una de las mayores
aportaciones de la Sociología.
Weber es posiblemente uno de los padres fundadores cuya obra tiene mas impacto sobre la
Sociología actual sobre todo en las ramas de conocimiento, política y estratificación social.
No dejara escuela y no busco la implantación de una gran teoría rechazando la idea de
cualquier teoría cerrada o acabada. Su trabajo consistía en ordenar puesto que todas las
teorías están destinadas a envejecer y a ser remodeladas con el paso del tiempo.
1. La sociología nos sirve para poner en entredicho muchas ideas que antes dábamos por
supuestas. Permite ir descubriendo la verdad.
2. Nos permite conocer mejor las oportunidades y los obstáculos que podemos encontrar en
nuestras propias vidas.
4. Nos puede ayudar a afrontar el reto de vivir en sociedades que, como las europeas, son
cada vez más complejas y heterogéneas.
- Problemas de la perspectiva sociológica: los tres más importantes son los siguientes:
2. Los sociólogos son miembros de una sociedad, esto es, son parte del objeto de estudio, lo
cual dificulta mucho la labor del sociólogo.
Una teoría es un enunciado que expresa cómo y por qué unos determinados hechos están
relacionados. Emilie Durkheim explicó por medio de una teoría en la que se demostraba que
los índices de suicidio son significativamente más altos entre algunas categorías de
personas, es una prueba de que la sociedad influye incluso en las decisiones que nos pueden
parecer más íntimas o personales.
Los sociólogos utilizan las reglas de la lógica y distintos métodos o técnicas de investigación
para construir y probar teorías. Los hechos nos permiten confirmar teorías.
Cuando un sociólogo intenta explicar la sociedad tiene a su disposición algo así como un
mapa que va guiando sus reflexiones teóricas, un paradigma, que es una imagen básica de
la sociedad que guía la investigación y las reflexiones teóricas del investigador. En los
últimos cien años, los sociólogos han desarrollado tres grandes paradigmas teóricos que les
han permitido analizar prácticamente todas las dimensiones de la sociedad; el funcionalismo,
la sociología del conflicto y la teoría de la acción.
Según las nuevas corrientes en teoría sociológica, la sociología tradicional ha sido una
sociología de y para hombres, de raza blanca y cultura occidental. La sociología según estas
nuevas corrientes, debe empezar a dar voz a otras categorías de personas, esto es lo que
hace por ejemplo, la sociología feminista.
El funcionalismo entiende las estructuras sociales en término de las funciones sociales que
cumplen, esto es, en términos de las consecuencias que tienen para el funcionamiento de la
sociedad. El funcionalismo debe mucho al pensamiento de Comte y Spencer, éste último
pensaba que las estructuras sociales son interdependientes como las partes del cuerpo, lo
que garantiza el funcionamiento de la sociedad, buscaba identificar las estructuras de que se
compone una sociedad y las funciones que cumplen. Dentro de la tradición funcionalista, el
sociólogo Robert Merton, reformuló el concepto de función social, señaló que las
consecuencias de una pauta de acción social podían ser para distintos individuos, también
dijo que la gente raramente es consciente de las funciones que realizan cuando participan en
una estructura social en concreto. Por eso Merton diferenció entre funciones manifiestas,
que hacen referencia a las consecuencias intencionadas y reconocidas de la acción social, y
funciones latentes, que hacen referencia a las consecuencias desconocidas y no
intencionadas de la acción social. Para Merton, una pauta de actividades o una estructura
social pueden tener consecuencias funcionales o disfuncionales.
- La sociología del conflicto: se agrupan las teorías sociológicas que analizan la sociedad
desde el punto de vista de la desigualdad, el conflicto y el cambio social. La sociología del
conflicto es la otra cara de la moneda del paradigma funcionalista, de destacar la
fragmentación y los conflictos sociales que son consecuencia de la desigualdad social, se
exploran las causas y los efectos de las desigualdades económicas (entre clases sociales),
de las desigualdades por razón de género (entre hombres y mujeres), de etnia o de raza
(entre la mayoría y las minorías étnicas o raciales).
Para la sociología del conflicto las estructuras sociales hacen perpetuar una distribución
desigual de los recursos económicos y políticos entre la población.
- El paradigma de la acción: es un conjunto de teorías de nivel micro desde las que se
analizan cómo los actores dotan de significado al mundo que les rodea. El origen del
paradigma de la acción se encuentra en la obra del sociólogo alemán Max Webber que
insistía en la necesidad de entender un contexto social desde la perspectiva de los
individuos que participan en él. Según esta perspectiva, las acciones de los individuos y el
significado que ellos mismos dan a esas acciones van configurando la sociedad.
Podemos definir una sociedad como un conjunto de personas que interactúan en un espacio
determinado y que comparten una misma cultura.
Según los investigadores, Gerhard y Jean Lenski, existen cinco tipos de sociedades, que son
las sociedades de cazadores y recolectores, las primeras sociedades agrícolas y de
pastores, las sociedades propiamente agrarias, las sociedades industriales y las sociedades
postindustriales.
Las primeras sociedades agrícolas y ganaderas: hace diez o doce mil años nuevas tecnologías
transformaron muchas antiguas sociedades de cazadores y recolectores. Se desarrolló una
tecnología agrícola rudimentaria que permitía la producción de alimentos a pequeña escala (la
azada, utensilios para cavar y plantar semillas). No todas las sociedades adoptaron estas
tecnologías nuevas por lo que algunas de ellas se dedicaron al pastoreo. Las sociedades
dedicadas al pastoreo siguieron siendo nómadas mientras que las que adoptaron las técnicas
agrícolas comenzaron a crear asentamientos más o menos permanentes. También hubo
sociedades que combinaron las dos tecnologías y empezaron a obtener la mayoría de sus
recursos alimentarios del cultivo rudimentario de la tierra y de los rebaños. Hoy en día hay
este tipo de sociedades en América del Sur, África y Asia.
Las sociedades agrarias: hace alrededor de unos cinco mil años se produjo en Oriente Medio
una nueva revolución tecnológica, el descubrimiento de la agricultura a gran escala, facilitada
por la invención del arado y el empleo de animales de tiro, la rueda, la escritura, la
numeración y el uso cada vez más extendido de los metales. En estas sociedades se aumentó
el nivel de complejidad y desigualdad social. La religión reforzó el poder de las élites.
Las sociedades industriales: a mediados del siglo XVIII una nueva transformación tuvo lugar
con el desarrollo de la tecnología industrial, basada en el empleo de la maquinaria
especializada por medio de fuentes avanzadas de energía. Más adelante se empezó a emplear
el vapor, lo que permitió el empleo de maquinaria más grande, pesada y eficiente. La
invención de estas tecnologías disparó un proceso de cambio social. Con la llegada en el siglo
XIX del motor de combustión y de la electricidad, cambió drásticamente la vida cotidiana de
las personas. La industrialización creó sociedades enormemente prósperas.
Las sociedades se componen de instituciones sociales que son las esferas más significativas
de la vida social encargadas de satisfacer las necesidades básicas de las personas.
Los conceptos son similares, un estado es una entidad política, esto es, un territorio con
fronteras reconocidas. Una sociedad hace referencia a la interacción ordenada de las
personas dentro de las fronteras de un estado. Y una nación, es un sentimiento unificado de
creencias, leyes, cultura…de un determinado número de personas.
Tylor en 1871 dará el significado a este concepto como todo complejo que incluye los
conocimientos, las creencias, el arte, la moral, el derecho y cualesquiera otros hábitos y
capacidades del hombre en cuanto miembro de la sociedad. Así nos encontramos con una
clara ubicación del concepto en una perspectiva evolutiva y con una íntima conexión en el
concepto de sociedad. La cultura es el rasgo distintivo de lo humano.
Para entender lo que es una cultura, hay que distinguir entre sus componentes tangibles e
intangibles: la cultura material hace referencia a los objetos que crean los miembros de una
sociedad, y la no material hace referencia al mundo intangible (ideas, valores…) que crean
los miembros de una sociedad.
Podemos distinguir cinco componentes en todas las culturas: los símbolos, el lenguaje, los
valores, las normas y los objetos materiales:
Los símbolos: es todo aquello que para los que comparten una cultura tiene un significado
determinado o específico. Éstos cambian de una sociedad a otra por lo que a veces se
experimenta un coche cultural, que no es más que la incapacidad de interpretar
adecuadamente el significado de los símbolos que se emplean en una sociedad distinta a la
nuestra. Los símbolos permiten a las personas entender su sociedad y también dar la imagen
que quieren dar de sí mismos. La semiótica es la disciplina que tiene por objeto estudiar los
símbolos y los signos.
El lenguaje: es una pieza fundamental del universo cultural, podemos definirlo como un
sistema de símbolos que permite a los miembros de una sociedad comunicarse entre sí. Es el
mecanismo más importante de reproducción cultural que asegura la transmisión de una
cultura de generación en generación (en muchos casos mediante tradición oral). El lenguaje
puede configurar la realidad ya que cada lengua tiene sus propios símbolos con los que
percibe la realidad.
Valores y creencias: los valores son modelos culturalmente definidos con los que las personas
evalúan lo que es deseable, bueno o bello, y que sirven de guía para la vida en sociedad. Los
valores son principios amplios y generales que sirven de base a las creencias, que son
enunciados específicos que las personas consideran ciertos.
Las normas: son reglas y expectativas sociales a partir de las cuales una sociedad regula la
conducta de sus miembros. Algunas son proscriptitas (ya que prohíben ciertas cosas) y otras
son prescriptitas (indican qué es lo que se debe hacer), otras son situacionales (ya que
dependen de la situación). También existen los mores que son las reglas que determinan una
conducta moral, y las costumbres que son las reglas de conducta que se siguen en la
interacción rutinaria o cotidiana.
Objetos materiales: son los componentes tangibles de la cultura y reflejan los valores de esa
sociedad y su tecnología, esto es el conocimiento aplicado de que dispone una sociedad y que
le sirve para sobrevivir.
Cultura elitista: para referirse a las manifestaciones culturales de las que se sirven las elites
para distinguirse del resto de la sociedad y de la cultura popular.
Los sociólogos no entienden que unas clases sean cultas y las otras incultas ya que se
preocupan por todas las manifestaciones culturales que se encuentran en una sociedad.
Según Charles Darwin, toda especie es el resultado de un proceso evolutivo en el que van
haciéndose dominantes las combinaciones genéticas que mejor garantizan la supervivencia y
reproducción de la especie, estas combinaciones o rasgos genéticos definen la naturaleza de
esa especie. A menudo nos referimos a los rasgos como naturales, como si hubiéramos
nacido con ellos, pero lo que ocurre es precisamente lo contrario, si pro algo se puede
caracterizar la naturaleza humana, es por su capacidad de crear culturas, pautas de
pensamiento, valores y comportamientos.
En el siglo XX, el psicólogo John B. Watson, desarrolló la teoría conductista, según la cual el
comportamiento humano no es instintivo, sino que es algo que se aprende. La diferencia
entre las personas no es biológica, sino meramente cultural.
En resumen, la evidencia muestra que la influencia del entorno es mucho más importante que
los rasgos puramente biológicos o genéticos a la hora de explicar la conducta humana. Para
la especie humana, naturaleza y cultura son cosas inseparables.
El proceso de socialización
- El id: se refiere a esas necesidades básicas de los individuos que operan al nivel
inconsciente y que exigen una satisfacción inmediata. Biológicamente se manifiesta desde el
nacimiento. El bebé llega al mundo lleno de exigencias y de demandas afectivas y sexuales,
pero la sociedad no tolera esta actitud egoísta y debido a este rechazo del entorno social,
una de las primeras palabras que aprende un niño es no.
- El ego: para evitar la frustración, el niño termina entendiendo el mundo que le rodea de un
modo más realista, con ello se forma el ego (yo), que hace referencia a los esfuerzos
conscientes de una persona para encontrar un punto de equilibrio entre la búsqueda del
placer y las exigencias de la sociedad. Comienza a desarrollarse cuando nos vamos haciendo
conscientes de nuestra propia existencia, y madura cuando por fin nos damos cuenta de que
no podemos conseguir satisfacer todos nuestros deseos. El ego está guiado por el principio
de realidad.
- El superego: por último la personalidad humana termina desarrollando el superego, que
hace referencia a la influencia de la cultura en el individuo. Con el desarrollo del superego,
ya podemos ver por qué no podemos cumplir todos nuestros deseos. Comienza a formarse
cuando el niño asume que los padres pueden ejercer un control sobre su comportamiento, y
termina de formarse cuando nos damos cuenta de que nuestra propia conducta debe
ajustarse al sistema de normas y valores de la cultura en que vivimos.
El desarrollo de la personalidad
En un principio los niños sólo se pueden encontrar bien en un sentido físico, pero cuando
tienen tres o cuatro años empiezan a evaluar su propia conducta según los valores de su
cultura. El conflicto entre el id y el superego es un conflicto permanente, pero en una
persona emocionalmente equilibrada estas fuerzas opuestas están controladas por el ego. De
la mano del superego, la cultura interviene para controlar las necesidades humanas, a lo que
Freud se refirió con el término de represión. A menudo, las necesidades contradictorias del
individuo y la sociedad se resuelven mediante compromisos, o sublimación, en término
freudiano, con ella se consigue encajar esas necesidades egoístas en actividades
socialmente aceptadas (ej: en deportes competitivos se satisfacen las necesidades
agresivas, los deseos sexuales en el matrimonio…).
El complejo de Edipo se refiere a los celos que sienten los niños contra el padre. El recién
nacido establece unos vínculos afectivos muy estrechos con la madre y el padre es visto
como una amenaza. Por este motivo el niño empieza a cultivar sentimientos hostiles contra
el padre, que terminan creando un sentimiento de culpa pero se resuelve finalmente cuando
el joven termina identificándose con el padre.
Para Freud, la socialización es un proceso largo, lleno de dificultades y luchas internas, pues
se trata de aprender a poner bajo control nuestros deseos e impulsos inmediatos.
Para los sociólogos, la idea de que las personas empiezan desde la infancia a interiorizar las
normas sociales y de que las experiencias en esta época de la vida son claves para el
desarrollo posterior de la personalidad son dos ideas particularmente relevantes para la
disciplina.
- La familia: es el agente de socialización más importante porque los primeros años de vida
de una persona giran alrededor del núcleo familiar. Al menos hasta la edad escolar, la familia
es la única institución que transmite al niño una serie de valores, normas o prejuicios
morales. La socialización que tiene lugar en la familia se desarrolla de forma continua y
difusa, sin seguir un programa o esquema establecido. Los niños absorben todo lo que
observan en el entorno familiar y allí empiezan a formar su personalidad. Muchas
investigaciones han subrayado la importancia que tiene la atención que recibe el niño, el
contacto físico, la estimulación verbal y el interés que muestran los padres a las
necesidades físicas y emocionales del niño son factores fundamentales par el desarrollo
intelectual y el equilibrio emocional del niño. La familia también transmite al niño un estatus
social.
- La escuela: en la escuela el niño entra en contacto con personas de distinto origen social,
el niño aprende a valorar la importancia que se da en la sociedad al género y a la raza de las
personas, y empieza a actuar de acuerdo con estas valoraciones. En la escuela, los niños
aprenden a leer, escribir, contar…pero también aprenden otras cosas que no se les enseña
de un modo formal, estas cosas componen lo que los sociólogos llaman el currículo
oculto, por ejemplo, por medio de los campeonatos deportivos o las calificaciones los niños
aprenden valores como el esfuerzo o la competitividad. Aprenden a ser evaluados por lo que
hacen y no según quiénes son. La escuela es el primer entorno social en el que el niño tiene
que actuar según unas reglas formales.
La sociedad organiza la experiencia humana según la etapa de la vida que se está viviendo.
Estas etapas son la infancia, la adolescencia, la etapa adulta y la vejez.
- La infancia: en los países ricos todo el mundo está de acuerdo en que un niño no puede
trabajar como un adulto, en los países pobres se actúa y piensa diferente por lo que los niños
que son capaces de sobrevivir sin la atención constante de un adulto se espera que trabajen
y asuman responsabilidades de adultos. En las sociedades industriales se está alargando las
etapas de infancia y adolescencia cada vez más y los niños se están haciendo más
irresponsables.
- La adolescencia: es una etapa de transición entre la infancia y la vida adulta, los jóvenes
empiezan a tener cierta independencia y a adquirir ciertas habilidades sociales que les van a
permitir hacerse adultos socialmente competentes. Los jóvenes están intentando construir
su propia identidad y a menudo surgen conflictos con los padres. La clase social hace que la
experiencia de la adolescencia sea distinta, jóvenes trabajadores o con familia a su cargo
tienen mayores responsabilidades que estudiantes.
- La etapa adulta: es en esta etapa cuando la mayoría de las personas desarrollan sus
aspiraciones laborales y personales, y en los últimos años de esta etapa, las personas
tienden a echar cuentas con su pasado. En esta etapa, los rasgos de la personalidad están
claramente definidos pero un cambio importante (sea una enfermedad grave, un divorcio…)
puede alterar significativamente la personalidad.
- La vejez: corresponde a los últimos años de la vida adulta y del ciclo vital, se representa
de forma distinta dependiendo de la sociedad. En las sociedades preindustriales, los viejos
suelen gozar de cierto prestigio social por la sabiduría que poseen y el control de la tierra. En
las sociedades industriales y postindustriales, los jóvenes tienden a ignorar a los ancianos.
Envejecer implica renunciar a tareas y responsabilidades que antes eran fuente de
satisfacciones personales o que incluso definían la propia identidad social de esa persona.
Por lo tanto, el ciclo vital es en gran medida, una construcción social, ya que a cada una de
las etapas le corresponden unas u otras expectativas sociales, que son distintas
dependiendo de la sociedad que estemos hablando.
La estratificación social es un universal pero varía de unas sociedades a otras. Esto es, en
todas las sociedades hay desigualdad, pero el sentido y el grado de esa desigualdad no es
igual en unas y en otras.
Los sociólogos emplean por lo general dos tipos de categorías de clasificación: los sistemas
cerrados en los que los cambios de posición social son difíciles, y los sistemas abiertos que
permiten una movilidad social mucho mayor. Veamos unos ejemplos:
- La esclavitud: es una forma de estratificación que se basa en el derecho de propiedad que
un grupo de individuos tiene sobre otro grupo. Transforma a los seres humanos en cosas que
pueden ser compradas o vendidas. La esclavitud ha adoptado multitud de variantes, algunos
tenían derechos legales y autonomía, y otros, tenían menos libertad y recibían un trato
inhumano. Aunque la esclavitud ya no existe en las formas en las que se adoptó en la
antigüedad, hoy en día, y en muchos rincones del mundo, persisten otras variantes menos
obvias como la prostitución infantil o los matrimonios pactados, cientos de millones de
personas podrían encontrarse en una de estas situaciones.
- El sistema de castas: un sistema de castas es una forma de estratificación social basado
en las características adscriptivas de las personas, es un sistema social cerrado
determinado por el nacimiento de la persona, sin ninguna movilidad basada en el mérito
individual, constituye una forma de estratificación social rígida y muy jerárquica. Dos
ejemplos son India y Sudáfrica donde existen todavía sociedades agrarias en donde por lo
general, los hijos están condenados a desempeñar el mismo trabajo que sus padres. En
Sudáfrica, la población blanca todavía ocupa los empleos más prestigiosos, mientras que las
labores manuales o menos cualificadas continúan siendo desempeñadas por la población
negra. En la India, es tradicional que los padres pacten el matrimonio de los hijos antes
incluso de que éstos alcancen la adolescencia.
- El sistema de clases: los procesos de industrialización tienden a erosionar las castas y
fomentan su transformación en un sistema de clases, que es una forma de estratificación
social basada en las capacidades y logros personales.
Los sistemas de clase se caracterizan por ser más abiertos, de modo que los individuos, a
través del sistema educativo o por otros mecanismos, pueden experimentar alguna movilidad
social con relación a sus padres. Otra característica de las sociedades industriales es la
creencia extendida y compartida de que existen ciertos derechos universales que no
dependen de la posición social de los individuos, por ejemplo, el principio de igualdad ante la
ley. Sin embargo los sistemas de clase se parecen a los de castas en un aspecto
fundamental: en ambos casos existe desigualdad.
Según las tesis de Davis y Moore, la estratificación social tiene resultados positivos para
la sociedad en su conjunto, si la desigualdad es un fenómeno universal, debe haber alguna
buena razón, y ésta es que en toda sociedad compleja o moderna existe la división del
trabajo. En las sociedades modernas hay miles de ocupaciones distintas que requieren
habilidades y niveles de preparación distintos, son las más necesarias para mantener viable
la sociedad. Es necesario recompensar a aquellos que invierten tiempo y energías en adquirir
los conocimientos necesarios para ejercer esas profesiones, pueden venir en forma de
ingresos, prestigio, poder u otros beneficios. El resultado es la distribución desigual de los
recursos, de la que se beneficia el conjunto de la sociedad.
La tesis de Davis y Moore se basa en el ideal de la meritocracia según el cual, sólo debe
haber desigualdades en función de los esfuerzos y méritos desiguales de las personas. Las
meritocracias premian el desarrollo del talento individual y fomentan el esfuerzo. En las
sociedades más meritocráticas los talentos personales se toman más en cuenta, pero no hay
sociedad meritocrática en estado puro.
La curva de Kuznets muestra que existe una relación entre el desarrollo tecnológico y el
nivel de desigualdad social. Con la industrialización, los rígidos sistemas de castas y
estamentales desaparecen, con lo que se reducen las desigualdades económicas. La curva
también es válida con respecto a las desigualdades producidas por razón de género.
Kart Marx definió las clases sociales en función de la propiedad o no, sobre los medios de
producción. Erik Wright ha desarrollado el esquema de Marx dividiendo la propiedad en tres
categorías: los que controlan la distribución de recursos, los que controlan los medios físicos
de producción y los que controlan la fuerza de trabajo. También define a los empleados de
baja cualificación como clase trabajadora, mientras que el resto ocuparía una posición
contradictoria en la que pueden identificarse o bien con la clase capitalista, o bien con la
clase trabajadora.
La escala del Registro General del Censo es quizá el sistema más sencillo y ampliamente
utilizado en el Reino Unido para clasificar las clases sociales; clase I profesionales, II
administrativa y técnica, III trabajadores no manuales cualificados, IV trabajadores manuales
cualificados, V trabajadores manuales semicualificados y VI trabajadores manuales no
cualificados.
El prestigio es la consideración social que tiene una profesión u ocupación. Hay profesiones
que gozan de prestigio debido al grado de preparación y a los esfuerzos educativos que son
necesarios para ejercer esas profesiones u ocupaciones (ej: ingenierías, medicina,
abogacía…). En todas las sociedades los grupos más privilegiados tienden a ejercer las
profesiones más prestigiosas.
La renta incluye los ingresos salariales más los beneficios que se derivan de las inversiones,
es una segunda dimensión importante de la desigualdad en la sociedad.
El patrimonio también es otra dimensión de la desigualdad, incluimos el valor total de los
bienes muebles e inmuebles, deduciendo las deudas pendientes. Aunque la riqueza está más
repartida, la población más rica aún controla una cantidad considerable de recursos.
Existen problemas para definir la clase social, pero vamos a describir las características de
las cuatro clases sociales que podemos encontrar en todo el mundo industrializado:
1. Las clases altas: en los países industrializados las clases altas constituyen entre el cinco
y el diez por ciento de la población, e incluyen un muy pequeño sector de super ricos.
Podemos distinguir entre dos grupos: clase alta-alta y clase alta:
- La clase alta-alta: la pertenencia a esta clase es casi siempre el resultado del origen o
nacimiento de la persona, se transmite de generación en generación, y la forma un grupo de
personas muy exclusivo que se relacionan entre ellos.
- La clase alta: los miembros suelen ser personas que dependen de sus ingresos y no de un
patrimonio heredado, ej: la jet-set, artistas, empresarios, deportistas…
2. Las clases medias: se han ido convirtiendo en un grupo cada vez más amplio en la
sociedad europea, las profesiones tienen más prestigio, hay una mayor diversidad étnica y
racial. Podemos distinguir dos subtipos:
- La clase media-alta: es la más privilegiada dentro de las clases medias. Los ingresos
medios de los hogares de esta categoría son superiores a los ingresos medios del conjunto
de la población.
- La clase media: formada por profesionales del sector servicios muy valorados y bien
pagados, como maestros, ejecutivos…
3. La clase trabajadora: formada por comunidades asociadas a una industria determinada
como minería, pesca…Últimamente ha surgido una nueva clase trabajadora que posee sus
propias viviendas, reside en áreas suburbanas y lleva una vida más acomodada.
4. La subclase: abarca todas aquellas personas que están al margen o debajo de la
estructura de clases, son las personas marginadas y excluidas económicas, política y
socialmente. Son personas que sobreviven entre el desempleo y el empleo precario.
3.6 La pobreza
Townsend define la pobreza como la falta de los recursos que son necesarios para permitir la
participación en las actividades, costumbres y hábitos que son considerados como normales
por la sociedad. La pobreza es un producto inevitable de todos los sistemas de desigualdad
social, se aborda desde dos perspectivas:
La pobreza absoluta, se refiere a una privación tal de recursos que pone en peligro la misma
supervivencia de las personas.
La pobreza es muy difícil de medir, muchos prefieren hacerlo midiendo la pobreza relativa a
través de la renta y no de las percepciones de la población.
La pobreza suele afectar a personas que atraviesan dificultades (parados de larga duración),
que tienen alguna desventaja (trabajadores con salarios bajos, minusválidos, ancianos…). La
edad de mayor riesgo es la tercera edad, aunque también los niños y los jóvenes tienen una
mayor probabilidad de sufrirla. Las minorías étnicas son especialmente proclives a vivir en
situación de pobreza y las mujeres es el género más sufrido sobre todo siendo madres
solteras (ej: afroamericanas en EEUU).
Tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de una sociedad y reducir
las desigualdades.
El estado de bienestar en España está a medio camino del modelo bismarckiano original y el
modelo socialdemócrata, aunque se corre el riesgo de acabar cumpliendo un papel residual
cercano al del modelo liberal si no se toman medidas que adapten el sistema de protección
social a un empleo menos estable.
La pobreza relativa existe en todas las sociedades, pero sólo en los países de renta baja un
porcentaje significativo de la población vive en condiciones de pobreza absoluta. Se calcula
que unos 800 millones de personas en el mundo están al borde de la muerte, y unos 15
millones de personas, mayor parte niños, mueren de hambre cada día.
Aunque prácticamente en todo el mundo las mujeres tienen una mayor probabilidad de vivir
en condiciones de pobreza que los hombres, en las sociedades agrarias la situación de la
mujer con respecto al hombre es aún más desigual.
La pobreza de muchas de las sociedades del mundo puede ser el resultado de factores tan
distintos entre sí como son el desarrollo tecnológico, las pautas demográficas, la cultura, la
estratificación social interna o la posición económica en el sistema internacional.
- La desviación es lo que la gente entiende o define como tal a la vista de que alguien está
violando o transgrediendo una norma cultural. Las normas guían prácticamente todo el rango
de actividades humanas.
En algunos casos la desviación apenas produce reacción alguna, mientras que en otros
puede dar lugar a respuestas severas por parte de la sociedad. La desviación no implica en
todos los casos una acción o una opción voluntaria. Solemos considerar como desviados a
quienes rompen la norma perjudicando a terceros o quienes se exceden en el cumplimiento
de las leyes o las normas sociales.
- El control social es una forma de presión social informal y difusa, que tiene como objetivo
evitar la conducta desviada. En casos serios es cuanto interviene el sistema jurídico y penal,
esto es, el conjunto de instituciones policiales, judiciales y penitenciarias que se pone en
funcionamiento cuando se produce una violación de la ley.
Para explicar esta conducta se han de tener en cuenta variables sociológicas porque solo
hay desviación en relación a unas normas sociales, sólo hay conducta desviada cuando se
define como tal y las desigualdades económicas y políticas existen en una sociedad
determinan quiénes tienen más probabilidad de presentar conductas desviadas.
Según Robert Merton, uno puede intentar conseguir unos objetivos lícitos a través de los
medios ilícitos o delictivos, como traficar con droga por ejemplo. Merton llamó innovación a
este tipo de estrategia, el intento de conseguir un objetivo cultural convencional (riqueza) a
través de mecanismos no convencionales (tráfico de drogas). Esta tensión o contradicción
entre el deseo de obtener ese reconocimiento social que garantiza la riqueza y las
dificultades de salir adelante por medios lícitos (dificultades que son mayores entra las
capas menos favorecidas de la población) es lo que conduce al delito.
La imposibilidad de obtener éxito a través de mecanismos lícitos puede dar lugar a otro tipo
de desviación, a la que Merton llamó ritualismo, los ritualistas resuelven aquella tensión
entre medios y fines transmutando esos fines en conductas casi compulsivas, orientadas a
vivir respetablemente.
Una tercera opción es el retraimiento que es el rechazo tanto de los objetivos culturales
como de los medios para conseguirlos, es el caso de los alcohólicos, los que siguen esta
opción llevan un estilo de vida marginal, donde muchos de ellos terminan aceptando o
conformándose con su situación.
La última opción es la rebelión, los rebeldes rechazan tanto las definiciones culturales de
éxito como los mecanismos para obtenerlo, y defienden alternativas al orden.
Según esta teoría, la desviación y la conformidad se definen no tanto por las acciones de las
personas como por la respuesta del entorno social a esas acciones. La desviación es
siempre algo relativo, un mismo comportamiento se puede definir de formas muy diversas en
diversos contextos sociales.
Una vez que una persona tiene adjudicado un estigma (esto es, una marca social que tiene
connotaciones negativas de la que el resto de la sociedad se sirve par definir a esa persona),
es difícil desembarazarse de él y adquirir una identidad distinta de la que se le ha impuesto.
En algunas ocasiones, la sociedad estigmatiza formal y públicamente a un individuo, por
ejemplo en un juicio contra una persona. Hay veces que se distorsiona la biografía de una
persona de forma selectiva y prejuiciosa mediante el etiquetaje retrospectivo, que no es
más que una interpretación del pasado de una persona a la luz de la etiqueta o del estigma
que tiene en el presente.
El psiquiatra Thomas Szasz cree que en la vida cotidiana empleamos el término locura para
describir lo que no es nada más que una conducta diferente. Aunque sus ideas son muy
radicales, es necesario precisar dónde está la diferencia entre la enfermedad mental y lo que
no es más que una conducta diferente.
Esta teoría trata de demostrar que la desviación refleja desigualdades sociales y de poder,
se sostiene que la causa principal del delito son las desigualdades de clase, raciales, étnicas
o de género, y que lo que calificamos como conducta desviada depende de cómo esté
distribuido el poder en la sociedad. Inspirada por Karl Marx, la teoría del conflicto social
sostiene que las leyes y las normas sociales reflejan los intereses de las clases privilegiadas
de la sociedad.
Para estudiar la incidencia real de la delincuencia, además de los datos policiales, se debe
emplear a otro tipo de datos, como los que ofrecen algunas encuestas específicas.
Las estadísticas oficiales muestran que el grupo de edad con el mayor índice de arrestos es
el de los jóvenes. En el Reino Unido, tres cuartas partes de los arrestados por crímenes
contra la propiedad son hombres. También son hombres nueve de cada diez personas
acusadas de crímenes violentos. En cuanto a la relación de su peso en el total de la
población de dicho país, los afrocaribeños sufren más arrestos que la población blanca.
En cuanto a los tipos de delitos que tienen una dimensión internacional son el terrorismo, el
espionaje o el tráfico de armas, pero están surgiendo variantes nuevas como es el tráfico de
drogas, que hoy en día está muy extendido en todo el mundo.
Un sistema de control social implica todas aquellas medidas que se toman para prevenir,
evitar o castigar el delito. En su parte más visible, el sistema de control social incluye a la
policía, los tribunales, los correccionales y las cárceles. Son estas instituciones las
encargadas de dar una respuesta formal al delito. Existen, no obstante, redes de control
menos visibles: desde la labor desempeñada por asistentes sociales y psiquiatras, hasta los
circuitos cerrados de televisión en centros comerciales o la presencia de guardas jurados en
empresas.
Pero en las sociedades más complejas exigen también sistemas más complejos de control.
Uno de los aspectos más notables de los últimos años ha sido el incremento exhaustivo de
los circuitos cerrados de televisión en autopistas, comercios y edificios públicos que están
vigilados las 24 horas del día los 365 días del año. La nueva tecnología digital permite
asimismo crear archivos de personas con antecedentes, identificar a individuos de forma
electrónica a través de la voz o por la forma del iris…
La protección social: que implica evitar que el delincuente vuelva a ser una amenaza a la
sociedad, lo que se consigue encarcelándolo o por medios más expeditivos, como la pena
capital.
El cambio social surge en todas partes, aunque el ritmo del cambio pueda variar de un
lugar a otro.
Las causas del cambio social son múltiples pero las más importantes son en cuanto a:
- Ideas y cambio: Weber también contribuyó a la comprensión del cambio social, buscó las
raíces del cambio social en el mundo de las ideas. Ilustró su argumento mostrando cómo las
personas que tienen carisma algunas veces pueden transmitir mensajes que cambian el
mundo. Las ideas también impulsan los movimientos sociales, por ejemplo, el movimiento
internacional pro los derechos de los homosexuales se desarrolla por las demandas de gays
y lesbianas de disfrutar de los mismos derechos y oportunidades que la mayoría
heterosexual.
- El entorno natural y el cambio: las sociedades humanas están muy unidas a su entorno
natural, por esta razón, el cambio en uno de estos ámbitos tiende a producir cambios en el
otro. Las consecuencias de ello han llevado a la aparición de numerosos problemas
medioambientales, como, el crecimiento imparable de montañas de residuos sólidos, la
contaminación de la atmósfera y del agua, el consumo excesivo de los recursos mundiales…
- El cambio demográfico: el crecimiento de la población aumenta la presión sobre el medio
ambiente y altera las costumbres culturales. Las migraciones llevaron a la población rural a
vivir en las zonas urbanas, las cuales son las más pobladas hoy en día.
5.3 La modernidad
Uno de los conceptos centrales en el estudio del cambio social es el de la modernidad, que
son las pautas sociales relacionadas con la industrialización. La modernidad hace referencia
al presente en comparación con el pasado. Así, la modernización es el proceso de cambio
social que se inició con la industrialización.
A juicio de Max Weber, la modernidad sustituye las creencias tradicionales por la visión
racional del mundo. Weber temía que la organización racional tuviera efectos
deshumanizante.
Karl Marx concebía la modernidad como el triunfo del capitalismo sobre el feudalismo. Al
considerar que las sociedades capitalistas estaban cargadas de conflicto social, Marx
abogaba por el cambio revolucionario para conseguir una sociedad socialista más igualitaria.
La teoría de la sociedad de masas subraya el aumento del tamaño de los ámbitos de la vida
moderna. Antes de la revolución industrial, Europa y Norteamérica eran mosaicos de
innumerables poblados rurales y pequeñas ciudades. Las personas vivían rodeadas de sus
parientes y guiadas por una tradición compartida. Debido a que las diferencias sociales eran
reprimidas, las subculturas y las contraculturas surgían en raras ocasiones y el cambio se
producía muy lentamente. De este modo, la posición social de los individuos se establecía
prácticamente con su nacimiento, y la movilidad social era escasa.
La teoría de clases sociales afirma que la rica elite empresarial mantiene bastante poder.
Teóricos de esta sociedad de clases añaden que los trabajadores y las minorías han
conquistado derechos políticos y un mayor nivel de vida sólo a través de su autoorganización
contra los capitalistas hostiles y los dirigentes de los gobiernos.
En las sociedades en las que se valora lo más reciente, en lugar de lo tradicional, las
personas buscan ansiosamente la aprobación de los demás, y miran a los de su generación
(más que a las personas mayores) como modelos de comportamiento.
La teoría de la sociedad de clases muestra un cuadro distinto sobre los individuos. Este
enfoque sostiene que las persistentes desigualdades sociales impiden que se cumpla la
promesa de la sociedad moderna de la libertad individual. Rechaza la afirmación de la teoría
de la sociedad de masas de que las personas sufren por el exceso de libertad. En lugar de
ello, la teoría sostiene que nuestra sociedad todavía niega a una mayoría de individuos la
participación completa en la vida social (ej; a las mujeres y gays).
En definitiva, la teoría de la sociedad de clases considera que las personas sufren porque las
sociedades modernas han concentrado la riqueza y el poder en manos de unos cuantos
privilegiados.
Las nuevas tecnologías también suscitan debate, los medios de transporte más veloces y las
comunicaciones más eficientes pueden mejorar nuestras vidas en muchos aspectos; pero la
tecnología también ha disuelto los lazos tradicionales con los lugares de nacimiento, e,
incluso, con las familias.
El cambio social es demasiado complejo y controvertido como para que sea posible
equipararlo al progreso social.
5.7 La posmodernidad
La “antorcha” que guía el progreso se está apagando, las personas de las sociedades
posmodernas tienen menos confianza en lo que pueda deparar el futuro.
Por grupo social entendemos un grupo de dos o más personas, cada una de las cuales con
una identidad reconocida por el resto, y que mantiene algún tipo de vínculo o relación entre
sí.
Los seres humanos forman constantemente parejas, familias, círculo de amigos, grupos de
vecinos, clubes...Los grupos sociales se componen de personas que tienen experiencias o
intereses comunes, o de personas unidas entre sí por vínculos de confianza, lealtad o
dependencia. Los miembros de un grupo social, aun siendo conscientes de su propia
individualidad, se reconocen como miembros de ese grupo.
- Los grupos primarios: son grupos sociales pequeños, cuyos miembros mantienen una
relación personal y duradera entre sí. Los miembros pasan generalmente mucho tiempo
junto, realizan una serie de actividades conjuntamente y sienten que se conocen bien entre
sí. En todas las sociedades, la familia es el grupo primario más importante, luego vendría el
grupo de amigos que tiene una importancia fundamental en el proceso de socialización en
cuanto a que estos grupos pueden conformar valores, las actitudes y la misma identidad de
sus miembros.
Los miembros de los grupos primarios suelen ayudarse mutuamente en caso de necesidad,
estos grupos son un fin en sí mismo y no un medio para satisfacer otros fines. En los grupos
primarios estamos unidos a los demás por lazos de amistad, lealtad o de parentesco.
- Los grupos secundarios: son grupos sociales grandes, cuyos miembros, antes que estar
unidos por lazos afectivos o personales, lo están porque mantienen una actividad o persiguen
un interés común. Las relaciones secundarias implican, por lo general, un cierto
distanciamiento emocional entre las personas, que no se conocen bien unas a otras. Los
grupos secundarios pueden ser más efímeros o más duraderos, pero no se hacen
permanentes. Pueden agrupar a un mayor número de personas, en ocasiones, y con el paso
del tiempo, un grupo secundario puede adquirir las características de los grupos primarios,
como puede ocurrir entre compañeros de trabajo.
Los miembros de grupos secundarios no están vinculados entre sí por lazos de lealtad u otro
tipo de sentimientos afectivos. Los miembros de grupos primarios están orientados respecto
a las otras personas del grupo, mientras que los miembros de los grupos secundarios están
orientados hacia unos determinados objetivos, a cuyo logro puede contribuir el resto de las
personas del grupo.
En términos muy generales, en las zonas rurales y en las pequeñas ciudades la vida social se
desenvuelve con más intensidad en el ámbito de los grupos primarios, en los grandes núcleos
urbanos los grupos secundarios suelen cobrar mayor importancia.
En las sociedades más pobres los grupos primarios son más importantes porque desempeñan
más funciones sociales, los grupos secundarios cobran más importancia en las sociedades
industriales, en donde las personas deben asumir roles más especializados.
En los grupos primarios, los miembros se definen unos a otros según quiénes son, mientras
que en los segundarios, se definen en términos de lo que son.
Una dimensión importante del grupo humano es el liderazgo. En la familia, los líderes suelen
ser el padre y la madre. Podemos distinguir entre dos tipos de liderazgo:
En la familia tradicional europea podemos identificar estos dos estilos de liderazgo. Mientras
que se espera que los hombres ejerzan un liderazgo de tipo instrumental, las mujeres ejercen
más bien un liderazgo de tipo excesivo. Por supuesto los avances en la igualdad entre
hombres y mujeres está haciendo obsoleta esta distinción entre roles y estilos de liderazgo
dentro de la familia.
El liderazgo democrático: es de tipo más expresivo, aquí el líder intenta implicar al resto del
grupo en la toma de decisiones.
El liderazgo laissez-faire: este estilo implica permitir que el grupo se autorregule por sí mismo.
En el mundo occidental preferimos pensar que, de alguna manera, nos distinguimos del resto
de la multitud. La presión de los grupos humanos tiene una influencia destacable en el
comportamiento y actitudes de las personas, tanto en la adolescencia como en la etapa
adulta.
Las investigaciones pioneras de Asch, demostraron que un grupo social puede determinar la
conducta de las personas. Mostraron además que mucha gente prefiere poner en entredicho
su propio juicio antes que enfrentarse a todos los demás, incluso cuando no se conoce a
esas otras personas.
Las investigaciones de Milgram, antiguo estudiante de Asch, dieron como resultado que la
conclusión de que las personas no sólo tienen una gran tendencia a obedecer a aquellas
otras personas que están investidas de autoridad, sino también a cualquier otra persona, de
su mismo estatus o posición, que pertenezca a su grupo.
Los grupos de referencia pueden ser primarios o secundarios, en cualquier caso, el deseo de
actuar en conformidad con el grupo implica que las valoraciones y actitudes dominantes en
ese grupo nos van a influenciar. Pero también el grupo de referencia puede ser un grupo al
que no pertenecemos.
Todo el mundo tiene preferencias por unos grupos frente a otros, en todo contexto social las
personas hacen su composición de lugar clasificando a las personas en tal o cual otro grupo,
que es evaluado en términos positivos o negativos. Estas evaluaciones son un elemento
fundamental en la dinámica de grupos, ya que se entiende como un juego de oposiciones
entre el ingroup y el outgroup (que es el grupo propio y el grupo ajeno, respectivamente).
El ingroup es un grupo social que reclama a sus miembros cierto grado de apoyo y lealtad. El
ingroup sólo existe en relación al outgroup.
El outgroup es el grupo con el que uno está compitiendo o el que se rechaza simplemente.
Un aficionado al fútbol, por ejemplo, puede considerar a la peña que anima a su equipo el
ingroup, y a los defienden al equipo rival, el outgroup.
Las fricciones y los conflictos que pueden surgir entre los grupos suelen tener como
resultado una mayor delimitación de la identidad de cada uno y también quizá requerimientos
más explícitos de lealtad al grupo.
Los grupos, en fin, pueden generar vínculos de lealtad entre las personas, pero, por la misma
razón, también pueden generar tensiones y conflictos.
- Los grupos de tres o tríadas: es un grupo social compuesto por tres personas. Existen
tres relaciones y suelen ser más estables que las díadas. Esto es así, porque de empeorar la
relación entre dos de sus miembros, hay un tercero que puede actuar como mediador y
recomponer el grupo. Pero aquí, dos pueden hacer una coalición contra el tercero o pueden
estrechar más la relación que tienen entre sí y marginar al tercero.
Cuanto más numeroso es un grupo tiene más posibilidades de mantenerse a flote porque la
pérdida de uno o varios miembros no amenaza necesariamente la supervivencia del grupo,
aunque al aumentar de tamaño disminuye la intensidad de las relaciones personales entre
sus miembros.
El tamaño ideal de los grupos depende del objetivo que persigan, si el objetivo es forjar una
relación personal intensa, el tamaño ideal es el grupo de dos, pero si el objetivo es
proponerse u realizar tareas más ambiciosas o complejas, entonces necesitamos un grupo
más numeroso.
- La diversidad social que puede haber en el seno de un grupo afecta a la dinámica de ese
grupo. Peter Blau describió cuatro maneras en las que la composición de un grupo puede
afectar las asociaciones intergrupales:
3. Si existe una clara jerarquía social entre grupos sociales, esos grupos serán más cerrados.
4. El espacio físico también puede ser importante en la formación y dinámica de los grupos.
En concreto, la existencia o ausencia de barreras físicas puede hacer que los grupos sean
más abiertos o más cerrados.
- Una red social es un entramado de vínculos sociales, que une, siquiera temporal o
superficialmente, a distintas personas entre sí. No implica relaciones estrechas o
permanentes entre las personas. Las redes son más difusas que los grupos, pues sus límites
nunca están bien definidos. Mientras que un grupo suele estar orientado hacia dentro, una
red social sirve generalmente para conectarse con el exterior.
Los vínculos que unen a las personas en una red social pueden ser débiles, pero pueden ser
importantes para esas personas. El género también afecta a la composición de las redes, las
mujeres suelen incluir a más familiares en sus redes sociales que los hombres, quienes, por
su parte, incluyen a los compañeros de trabajo.
Por último, las nuevas tecnologías de la información permiten establecer redes sociales
mucho más extensas o numerosas.
Una organización social es una asociación de personas que tiene unos objetivos
determinados y que funciona no de un modo espontáneo sino según un esquema
preestablecido, por ejemplo, un hospital, una empresa, una universidad…
Orígenes de la burocracia
Las organizaciones formales no son un invento moderno, los antiguos imperios necesitaban
organizaciones para recoger impuestos, hacer guerras…Aunque tenían un poder limitado,
pero con el triunfo de la sociedad industrial y la aparición de la burocracia, las
organizaciones formales cobraron poder e influencia en la vida social y política. La
burocracia hace referencia al tipo de organizaciones que están diseñadas de forma radical y
según criterios de maximización de la eficiencia.
Son equipos pequeños de trabajadores que han sido entrenados para ejecutar de forma
automática una serie de tareas relativamente complejas. Se aumenta el grado de implicación
de los trabajadores al conocer las diferentes tareas con su trabajo, sus compañeros y la
empresa, lo que repercute en su satisfacción laboral.
La eficiencia de una organización depende no sólo de variables internas, sino también del
comportamiento del entorno en el que opera esa organización. En el entorno de una
organización incluimos todos aquellos factores externos que pueden influir en la marcha de
una organización. Las innovaciones tecnológicas, los avatares políticos, los cambios
demográficos o el comportamiento de la economía, son factores del entorno relevantes para
la vida de las organizaciones.
La mcdonalización de la sociedad
Las organizaciones también cambian con el transcurso del tiempo, en Europa y EEUU se
empezó a entender que las lealtades y las relaciones personales con la familia u otros grupos
primarios no tenían cabida dentro de la organización. El nepotismo o el clientelismo eran
consideradas prácticas poco profesionales o incluso inmorales.
En el escenario económico de hoy en día, muchas empresas occidentales han puesto sus
ojos en el modelo japonés para imitarlo, en donde se cuida y se cultivan los vínculos de
pertenencia de los trabajadores a la empresa funcionando como una gran familia.
Según Weber, todas las organizaciones de gran tamaño tienden a ser burocráticas, lo que
significa, el gobierno de los funcionarios. El término burocracia al principio fue utilizado de
forma despectiva (hoy en día en muchos casos también) pero en realidad es la forma de
organización más eficiente que ha ideado el ser humano porque todas las tareas están
reguladas por estrictas normas de procedimiento.
Como para Weber la burocracia tiene notables defectos, construye un tipo ideal de
burocracia, cuyas características son las siguientes:
Hay una clara jerarquía de autoridad piramidal donde en la cima se concentra la autoridad
máxima, y cada órgano superior controla y supervisa al inferior.
Las reglas escritas gobiernan la conducta de los funcionarios en todos los niveles de la
organización.
Hay una separación entre las tareas del funcionario en el interior de la organización y la
vida exterior.
Ningún miembro de la organización posee los recursos materiales con lo que opera, la
burocracia separa a los trabajadores del control de medios de producción.
Weber creía que cuanto más se aproxime una organización al tipo ideal de burocracia, más
efectiva será en la consecución de los objetivos para los que fue establecida.
La teoría de las organizaciones de Michael Foucault: el control del tiempo y del espacio
Weber y Foucault señalaron que la forma más eficiente de dirigir una organización era
establecer una división clara y coherente de la autoridad. Sin embargo, esta idea es errónea,
al menos si la aplicamos a las empresas, que no controlan por completo lo que hacen las
personas. Las personas tienden a resistirse a los altos niveles de vigilancia, demasiada
supervisión directa hace que los empleados se distancien, porque sienten que se les priva de
la oportunidad de implicarse en el trabajo que realizan. Y, la recogida de información de los
trabajadores fue una de las principales razones de la caída de las sociedades socialistas de
tipo soviético, ya que se espiaba a la gente de forma regular a través de servicios secretos.
Foucault tenía razón en cuanto al papel crucial que juega la vigilancia en las organizaciones,
hay quien dice que vivimos en la sociedad de la vigilancia ya que el Estado tiene una
enorme cantidad de información sobre nosotros; registros de nacimiento, escuelas y
empleos, ingresos utilizados para la recaudación de impuestos…
Según Weber, el cómo puede sobrevivir la democracia cuando aumenta el poder que las
organizaciones burocráticas ejercen sobre nosotros, se explica con que después de todo, las
burocracias siempre tienen carácter especializado y jerárquico. Para él, era esencial que la
burocracia estuviera sometida a fuertes controles políticos que garantizaran su apertura y
transparencia. En los antiguos sistemas comunistas se formaron enormes burocracias para
dirigir sus economías centralizadas y sus redes de servicios sociales, se convirtieron en
bloques muy arraigados que tenían su propio poder y que, al final de la era comunista, las
fuerzas políticas sólo pudieron controlar con gran dificultad.
La ley del hierro de la oligarquía indica que en las grandes organizaciones, y en el conjunto
de la sociedad, el poder se centraliza de manera inevitable, dificultando la democracia, por lo
que existe una tensión entre ésta y la burocracia.
La aparición del feminismo académico en los años 70 produjo una revisión de las relaciones
de género en las principales instituciones sociales, entre ellas las organizaciones y la
burocracia. Según las feministas, las burocracias se caracterizan por una segregación
ocupacional de género, trabajos mal pagados y rutinarios, supeditados al hombre y sin
oportunidades de ascenso. La idea de desarrollar una carrera en la burocracia era, en
realidad una empresa masculina en la que la mujer tenía un papel de apoyo crucial. Ellas se
dedicaban a labores rutinarias (secretarias, oficinistas) las cuales permitían a los hombres
desarrollarse profesionalmente. Las mujeres cubrían las necesidades del burócrata
permitiéndole hacer horas extras, viajar y concentrarse únicamente en su trabajo, sin
preocuparse por cuestiones personales o domésticas.
Según la feminista Rosabeth Moss Kanter, a medida que aumentara la cantidad de mujeres
en puestos de responsabilidad, irían desapareciendo los desequilibrios, pues las mujeres no
estaban en desventajas por ser mujeres sino por no ejercer suficiente poder dentro de las
organizaciones. En cambio, para la feminista radical Kathy Ferguson la única solución
posible para las mujeres era levantar sus propias organizaciones a partir de principios muy
diferentes de los de los hombres (de forma más democrática, participativa y cooperativa).
Las grandes corporaciones empresariales han comenzado a remodelarse en los últimos años
para ser más burocráticas y más flexibles. Muchas empresas occidentales han adoptado
rasgos de los sistemas de gestión japoneses: los directivos consultan más a los trabajadores
de los niveles inferiores; el salario y la responsabilidad están ligados a la antigüedad del
trabajador, y se evalúa el rendimiento de los grupos y no el de los individuos. Las
características de estas empresas son:
Producción en grupo
La mayoría de los elementos del modelo japonés, tiene que ver con la gestión. En la década
de 1980, muchas organizaciones occidentales comenzaron a introducir dos ramas teóricas
de oriente, la gestión de recursos humanos y la cultura corporativa.
La gestión de recursos humanos es una modelo de organización que considera que la mano
de obra de la empresa es vital para la competitividad económica, para generar entusiasmo y
compromiso en el empleado, toda la cultura de la organización debe remoderarse para que
los trabajadores tengan la sensación de que han invertido en su lugar de trabajo y en el
proceso de producción.
La cultura corporativa está muy relacionada con la gestión de los recursos humanos, para
fomentar la lealtad a la empresa y el orgullo por el trabajo realizado, los directivos trabajan
con los empleados para generar una cultura organizativa que conlleva ciertos ritos,
acontecimientos o tradiciones que sólo existen en esa organización. El objetivo de estas
actividades culturales es unir a todos los integrantes de la empresa para crear una fortaleza
de grupo (ej: las meriendas de empresa, los viernes informales en los que los empleados se
visten a su aire, clases de tai chi…).
Las fronteras físicas de las organizaciones están desapareciendo con las capacidades que
ofrecen las nuevas tecnologías. Ahora, muchas organizaciones funcionan como redes laxas y
no como unidades independientes y autosuficientes.
En La sociedad red de Manuel Castells, se señala que la empresa red es el modelo
organizativo que mejor se adapta a la economía global de la información, es decir, que a las
organizaciones cada vez les resulta más difícil sobrevivir sin formar parte de un entramado.
Lo que posibilita este proceso de constitución de redes es el desarrollo de las tecnologías de
la información ya que organizaciones de todo el mundo pueden estar en contacto, localizarse
unas a otras y coordinar iniciativas conjuntas por medios electrónicos.
7.7 La desburocratización
Algunos sociólogos señalan que los cambios ocurridos en las burocracias están dando lugar
a la organización posmoderna que se caracteriza por la influencia de los contextos
culturales, por la desdiferenciación (tendencia a apartarse del desempeño de labores
estrictamente especializadas para desarrollar capacidades más amplias y diversas)…
En la organización posmoderna es más importante ser competente en muchas vertientes del
trabajo que desarrollar una estrecha especialización.