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Los Crea - Dores Del Miedo y El Odio
Los Crea - Dores Del Miedo y El Odio
La iglesia católica se tomó muy en serio la máxima de Maquiavelo acerca de que el fin justifica
los medios, y sus adeptos nacen precisamente en el Vaticano. Todavía a comienzos del siglo
XX, León XIII, Papa de 1878 a 1903, afirma: “La sentencia de muerte es un medio necesario y
eficaz para que la Iglesia obtenga su fin cuando los rebeldes actúan en contra de ella”. El
pontífice agrega: “Si no existe otro remedio para salvar a su gente, se puede y debe dar muerte
a estos perversos hombres”. Así que la institución fue creada y desarrollada, justamente en
contra de todos los principios en los que cristo creía. Sus fundamentos, estaban anclados en
creencias falsas y sin testimonio de justicia y amor. La iglesia ha pregonado siempre por la
creencia sin libertad ni reflexión.
Entre los años 500 y 1000, la Iglesia Católica tiene un efecto demoledor en Europa.
Destruye la educación, las ciencias, el arte y la medicina, fundamentalmente griega
y romana. Del siglo VI al VII recomienda únicamente la “sangría” para todas las
dolencias y, en especial, para evitar el deseo sexual. Cuando en verdad era la causa
principal del deseo de posesión.
El papa Juan Pablo II pidió perdón por los errores que hubieran cometido los hombres de la
Iglesia a lo largo de la historia. En el caso Galileo propuso una revisión honrada y sin prejuicios
en 1979, pero la comisión que nombró al efecto en 1981 y que dio por concluidos sus trabajos
en 1992, repitió una vez más la tesis que Galileo carecía de argumentos científicos para
demostrar el heliocentrismo y sostuvo la inocencia de la Iglesia como institución y la obligación
de Galileo de prestarle obediencia y reconocer su magisterio, justificando la condena y
evitando una rehabilitación plena.
Pero esto no significa, que este a favor de la ciencia moderna, pues a mi entender
es hija de la misma oscuridad. Más hay que resaltar los hechos, la parcialidad y
infalibilidad de dicha organización, aun con sus propios adeptos. para poder ver
más allá de lo que la apariencia pretende mostrar. No existe aquí compasión a
ningún nivel.
Entonces ahora, al final del 2010 continua la ignorancia por la más aberrante
institución, que jamás debió existir. Fuimos todos engañados, nos volcamos a creer
en estos mentecatos y hemos tenido que pagar el duro precio. El dolor que ellos
provocaron, y que nosotros les permitimos, es ahora todo el dolor que llevamos
dentro y este dolor no se ira hasta que esta institución desaparezca de la faz de la
tierra.
¿Qué oscuridad cobija nuestro sol, que no podemos mirar con nuestro corazón?
Aquí no se trata de ser compasivos y salvar el alma humana, sino por el contrario
de juzgarlo severamente, y torturarles hasta matarlos. Esta era la única opción
existente.
“La tortura permaneció como opción legal para la Iglesia desde 1252 cuando fue
consentida por el Papa Inocencio IV, hasta 1917, cuando el nuevo Codex Juris
Canonici fue puesto en vigor”, narra Helen Ellerbe. “Los hornos construidos para
matar gente, que adquirieron una notoriedad infame en la Alemania nazi del siglo
XX, inicialmente fueron utilizados por la Inquisición”. Para la escritora “no fue
sorprendente que los países islámicos ofrecieran santuarios mucho más seguros
para los judíos”.
Quizá Juan Pablo II se refería exactamente a eso cuando exhortó a los cardenales a
que asumieran el “lado oscuro” de la Iglesia.
El liderazgo murió, porque los que lo originaron, olvidaron dar amor. ¿Y como
confiar en algo que desde su origen estuvo preñado de odio y negatividad?
Ahora lo divino ha echado raíz en cada átomo de nuestro ser, de nuestro cielo, de
nuestro universo. La verdad prevalecerá y seremos como Dioses caminando por
nuestra madre tierra.