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SALIENDO DE LA CRISIS

Dios dijo a Moisés “— Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abrahám, de Isaac y
de Jacob.

Moisés, sintió miedo de mirar a Dios y se tapó la cara.

El Señor continuó diciendo:

— He visto la angustiosa situación de mi pueblo en Egipto, he escuchado los gritos de


dolor que le causan sus opresores y conozco sus calamidades.  Ahora he decidido librarlos
del poder de los egipcios y sacarlos de ese país para conducirlos a una tierra fértil y
espaciosa, a una tierra que mana leche y miel…” Éxodo 3.
Cuando el pueblo de Israel era esclavo en Egipto, Dios se le apareció a Moisés y le dio este
mensaje de gran importancia. Dios le dijo que Él había oído los gritos de dolor de su pueblo y por
esa razón había descendido para sacarlos de su gran tragedia y llevarles a una tierra de esperanza,
libertad y abundancia.

Esta historia de milagrosa liberación realizada por Dios a un pueblo oprimido, ha sido fuente
constante de esperanza a lo largo de los siglos para muchas personas y pueblos en sus peores
momentos de crisis.

En nuestros tiempos también enfrentamos una gran tragedia, que está causando desesperación y
dolor a toda la humanidad. Sin embargo, hoy como ayer, la voz de Dios se escucha nuevamente
mostrándonos el camino de salida de la crisis. Yo he visto su angustiosa situación y he escuchado
sus gritos de angustia, por lo que he descendido para librarlos del poder de la muerte y darles
nueva vida, salud, abundancia y esperanza.

A pesar de esta situación de incertidumbre económica, enfermedad y desesperanza Dios siempre


puede realizar un milagro de liberación. Nuestro Señor Jesús dice: “…No anden preocupados
pensando qué van a comer o qué van a beber para poder vivir, o con qué ropa van a cubrir su
cuerpo. ¿Es que no vale la vida más que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves
que vuelan por el cielo: no siembran, ni cosechan, ni guardan en almacenes y, sin embargo, el
Padre celestial las alimenta. ¡Pues ustedes valen mucho más que esas aves!  Ustedes, antes que
nada, busquen el reino de Dios y todo lo justo y bueno, y Dios les dará, además, todas esas cosas.
No se inquieten, pues, por el día de mañana, que el día de mañana ya traerá sus inquietudes.
¡Cada día tiene bastante con sus propios problemas!” Mateo 6:25-33

Jesús es Dios con nosotros y es el único en el cielo y en la tierra, que tiene el poder para darle a
usted y a su familia una nueva vida. Él nos demanda que vivamos en obediencia a sus normas para
construir en la tierra como en el cielo, su reino de vida, plenitud, sanidad y bendición, rindamos
hoy nuestra voluntad a Cristo el Señor para hacer parte de su maravilloso reino, y él cumplirá en
nuestras vidas, en el momento preciso, todas las promesas que nos ha dado.

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