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Derecho internacional público

En sentido horario desde arriba a la izquierda: Eleanor Roosevelt sostiene texto (en español) de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la sede de la Corte Internacional de Justicia y
también sede de la Corte Penal Internacional.

El derecho internacional público es la rama del derecho público exterior que estudia y regula el
comportamiento de los Estados y otros sujetos internacionales, en sus competencias propias y relaciones
mutuas, sobre la base de ciertos valores comunes, para garantizar la paz y cooperación internacional,
mediante normas nacidas de fuentes internacionales específicas. O más brevemente, es el ordenamiento
jurídico de la comunidad internacional.

El actual sistema de derecho internacional público puede definirse como el conjunto de normas jurídicas
y principios que las jerarquizan y coordinan coherentemente. Estas están destinadas a regular las
relaciones externas entre sujetos soberanos, los Estados, y otros sujetos (sujetos atípicos), a los cuales
también se les confiere calidad de sujetos de derecho internacional. El propósito es armonizar sus
relaciones, construyendo un ideal de justicia mutuamente acordado por ellos, en un marco de certeza y
seguridad que permita realizarla.

Se trata de un conjunto de normas jurídicas con una estructura especialmente adecuada a los
destinatarios del sistema y a las necesidades del mismo. La estructura del derecho internacional público
es de coordinación, lo que le diferencia de las estructuras de subordinación de los sistemas internos,
dónde los sujetos están sometidos a poderes que los condicionan. Esta estructura de coordinación
responde a que sus principales sujetos, los Estados, son soberanos, razón por la cual no admiten
sometimiento a poder material ajeno que les condicione, aunque si se subordinan, sin perder su
atributo, a reglas jurídicas que le obligan sin excepción.

Origen

OrigeAún en las situaciones más críticas, cuando la violencia era la norma de las relaciones entre los
centros de poder independientes, siempre existieron reglas de juego preestablecidas, o pactadas de
alguna manera por las partes, aceptadas y respetadas como un complemento de las relaciones de
fuerza. Puede afirmarse que, hasta muy avanzada la época histórica, las reglas de juego aplicadas a esas
relaciones no poseyeron caracteres jurídicos, y que se fundaban en concepciones religiosas, o ciertas
veces en planteamientos filosóficos y morales.

En algunos casos no se utilizaban ciertas armas, por poseerlas también el enemigo. Así, por ejemplo, las
jaurías de perros no se usaban en las luchas entre musulmanes y cristianos. Pero estas jaurías sí fueron
empleadas por los colonizadores españoles en América contra los indígenas.

Se atiende específicamente a los documentos y datos de la historia, Héctor González se encuentra la


existencia de reglas que regulan las relaciones entre centros de poder independientes, las que se
remontan a más de 5000 años. El acuerdo (o tratado) más antiguo de que se tiene noticia es el celebrado
en el 3200 a. C. entre las ciudades caldeas de Lagash y Umma, por el cual ambas fijaron sus fronteras
después de una guerra.

Otro acuerdo sería el celebrado entre los egipcios y los hititas, por el cual se acuerda el reparto de zonas
de influencia.

En la época moderna, parece que el primer recurso a una jurisdicción internacional fue el de las
Reclamaciones de Alabama, al fin de la Guerra de Secesión Americana, juzgado por una corte
internacional en Ginebra.

En cuanto al origen del Derecho internacional público, podemos afirmar la existencia de dos posiciones:

1. Algunos autores sostienen que este derecho existe desde que los pueblos primitivos mantuvieron
relaciones comerciales, establecieron alianzas, sometieron sus problemas a la decisión de un tercero,
respetaron la inviolabilidad de sus enviados, etc.

2. Quienes niegan la existencia del derecho internacional en la antigüedad y ubican su origen a partir del
momento en que se dan los supuestos básicos para la existencia de un sistema tal cual funciona en la
actualidad: una pluralidad de Estados nacionales que se reconocen como jurídicamente iguales, que se
atribuyen en exclusividad el atributo de soberanía y que están dispuestos a regular sus relaciones por
normas jurídicas, sin menoscabar por ello su carácter de soberanos. Estos autores sitúan el momento
histórico en que esos hechos se dan y aparece el derecho internacional a partir del siglo XVI o, más
precisamente, a mediados del siglo XVII, con los tratados de Westfalia de 1648.

bibliografia «Derecho Internacional». Organización de las Naciones Unidas. Consultado el 1 de diciembre


de 2013.

En los tratados, alianzas, convenciones o coaliciones del siglo XVIII se debatieron multitud de cuestiones
de carácter internacional que nos indican los extraordinarios avances en este campo: la libertad de los
mares, la libertad de pesca, el derecho al saludo, el libre comercio de los neutrales en tiempo de guerra
marítima, la confiscación de la propiedad privada enemiga en el mar, el derecho de visita, el contrabando
de guerra, derecho y condiciones del bloqueo, la prohibición en momentos bélicos del comercio colonial,
los peajes en los estrechos, el derecho de intervención, las condiciones de los beligerantes, la
inviolabilidad y prerrogativas de los embajadores, la extensión del sistema de embajadas permanentes,
las mediciones o los derechos de la población civil no beligerante. Según las ideas de H. Grocio (1583-
1645), el Derecho internacional estaba conectado con el natural, que proporcionaba el marco general
teológico-filosófico para el desarrollo de las diferentes ramas del Derecho. Así, las doctrinas
internacionales derivaban del Derecho natural, y éste, a su vez, de la teología moral. Esta relación se fue
relajando hasta que en el siglo XVIII se llegó a la plena separación del Derecho natural y del internacional
de la teología moral. Con la progresiva secularización se produjo el tránsito hacia una consideración
histórica del Derecho, que concluyó con el paso del iusnaturalismo al positivismo. Tales transformaciones
tuvieron lugar en el Continente, mientras en Gran Bretaña se intentaban fundamentar las cuestiones
jurídicas internacionales partiendo más de la práctica de los Estados que de las normas de Derecho
natural. Por su parte, la doctrina española del siglo XVIII presentaba unos caracteres de pobreza y falta
de originalidad sorprendentes, en comparación con las anteriores aportaciones de Vitoria y Suárez. De la
tradición internacionalista se pasó a tratar el derecho de gentes como una moda importada con
tendencias extranjerizantes, por ejemplo, las obras de los hermanos Abreu, Ortega y Cotes o Pérez
Valiente. Después de Pufendorf, muerto en 1694, que se propuso aislar el pensamiento jurídico de la
teología moral y del Derecho positivo para basarlo sólo en la razón humana, destacó Cristian Thomasius
(1655-1728) en la defensa de los mismos criterios, con el que dio comienzo el denominado siglo del
derecho racional de la Ilustración. Sin embargo, Leibniz (1646-1717) adoptó una posición conciliadora y
afirmó, por una parte, la necesidad de unas relaciones morales para la legislación y, por otra, resaltó la
fundamentación del Derecho internacional en los acontecimientos concretos de la vida política. Con
semejantes planteamientos, J. Dumont, muerto en 1727, publicó su Corpus documental universal,
colección de fuentes donde explicaba que la base del Derecho internacional no radicaba en la voluntad
de los Estados, sino que el derecho derivado de los tratados extraía su legalidad de una norma del
Derecho natural previa, es decir, se refería a una ordenación divina superior. Incluso el poder de los reyes
provenía del Derecho internacional, legitimador de las leyes públicas y privadas, y cada uno de los
Estados formaba parte de una gran comunidad jurídica que garantizaba la armonía; así, la política tenía
dos vertientes: el interés particular y el derecho, y la idea moral radicaba en que la segunda triunfase
sobre la primera. Resultado de una evolución, las ideas de Bynkershoek (1673-1743) le convirtieron en el
fundador del método positivista en el Derecho internacional. No partía de principios generales de
Derecho natural, al contrario, basaba sus postulados en los hechos políticos existentes. En su obra De
dominio maris (1702) realizó el primer estudio detallado del derecho de guerra marítima y formuló el
principio de las aguas litorales o territoriales como sujetas a la soberanía del Estado ribereño. Aunque no
señalaba las facultades que correspondían a las países costeros y su naturaleza jurídica, sostuvo que la
soberanía política sobre el mar litoral sólo podía exigirse cuando fuera ejercitada o impuesta de manera
efectiva y llegaba donde alcanzaba una bala de cañón, aproximadamente tres millas marinas. En
Quaestiones iuris publici (1737) estudiaba los aspectos comerciales y marítimos de su época y
examinaba las relaciones entre beligerantes, proclamaba la inviolabilidad del territorio neutral que
permitía el paso de tropas, analizaba las relaciones entre neutrales y contendientes y trataba los
problemas de contrabando, bloqueo y propiedad privada en momentos de conflicto. Ya definidos como
internacionalistas del Setecientos, también dentro del positivismo, C. Wolff (1679-1754) y E. Vattel
(1714-1767) subrayaron el carácter peculiar del Derecho internacional. Wolff publicó, en 1750, su obra
Institutiones iures naturae et gentium, donde reconocía la existencia del Derecho internacional natural,
anterior e impuesto a los Estados; del derecho positivo, fundamentado en él consentimiento presunto de
los Estados, a los que suponía reunidos en una comunidad internacional creada por un pacto entre las
naciones; del derecho consuetudinario, aceptado tácitamente por los países y, por último, del derecho
de gentes derivado de los tratados y basado en el reconocimiento expreso de los pueblos. De esta forma,
la comunidad internacional necesitaba leyes que dirigieran sus relaciones, asentadas en las leyes
naturales emanadas del derecho de gentes voluntario, que admitía el derecho de la guerra y de la paz,
como Grocio, pero lo ampliaba con el derecho de gentes consuetudinario y convencional. Para E. Vattel,
el derecho de gentes se dividía en necesario, consistente en una aplicación justa y razonada de la ley
natural a los países, obligados a su cumplimiento, y positivo, derivado de la voluntad de los Estados, y se
subdividía, a su vez, en voluntario, convencional y consuetudinario. Vattel se diferenciaba de Wolff en
que su derecho de gentes voluntario no procedía de una comunidad internacional instituida por la
misma naturaleza, ya que no reconocía otra unidad entre los Estados que la establecida entre todos los
hombres. De este modo, llevaba hasta sus últimas consecuencias la doctrina de la plena soberanía del
Estado, obstaculizando la noción de comunidad internacional. En la segunda mitad de la centuria, el
pensamiento jurídico cayó bajo el influjo de la obra de Montesquieu (1689-1755) El espíritu de las leyes,
publicada en 1748. Sus ideas sobre las características del Estado, el Estado de derecho o la división de
poderes se correspondían con las nociones más relevantes jurídico-internacionales del momento. Para
él, cada Estado representaba un sistema de equilibrio con la fijación de trabas que hacían inviable su
preponderancia. También, la división de poderes estaba sin lugar a dudas inspirada en las concepciones
doctrinales contemporáneas. Por su parte, J. J. Moser (1701-1785) publicó, de 1778 a 1781, el Ensayo
sobre el derecho de gentes europeo más reciente, donde, tras una minuciosa recopilación de datos,
resultado de la observación directa, manifestaba la existencia de un derecho de gentes establecido
mediante tratados y costumbres. En la misma línea que J. Bentham (1748-1832), que publicó en 1780
sus Principios de Derecho internacional en defensa de la paz perpetua, Kant (1724-1804) abogaba, en
Elementos metafísicos del derecho (1790), por una confederación de Estados libres en busca de la paz,
para lo cual los tratados no debían contener estipulaciones que servían de pretexto en el inicio de
nuevas guerras, reconocía la facultad de cada Estado para disponer su política interna, suprimía los
ejércitos permanentes, prohibía la petición de empréstitos con fines bélicos, negaba la posibilidad de
cualquier Estado para inmiscuirse en los asuntos internos de otro y perfilaba un derecho de guerra más
humanitario. E. L. Ompteda (1746-1803) dio una nueva sistematización al derecho de gentes al mejorar
la división internacional vigente, derecho de la guerra y derecho de la paz, y en sus trabajos analizaba: en
primer lugar, los derechos y obligaciones de los pueblos; en segundo lugar, las relaciones pacificas, y en
tercer lugar, las relaciones bélicas. Por, último, la corriente positivista alcanzó el máximo desarrollo con J.
F. Martens (1756-1821). De acuerdo con su opinión, la fuente principal del derecho de gentes era la
costumbre, según se observaba en la historia, ya que los tratados internacionales no obligaban nada más
que a los Estados signatarios, pero podían indicar los principios generales reconocidos del derecho de
gentes; sin embargo, la costumbre internacional imponía los criterios jurídicos a todas las naciones por
igual. Además, el Derecho internacional no tenía aplicación universal, pues el Derecho europeo originaba
una comunidad de Estados de similares características culturales; sólo era universal el Derecho natural,
aunque relegado a un segundo plano como algo referente a la teología moral. Ya en el siglo XVIII, el
Derecho internacional privado manifestaba un cierto equilibrio con la nueva escuela estatutaria
francesa, donde los autores mantenían posiciones diferentes, unos más inclinados a la personalidad y
otros a la territorialidad. En realidad, los estatutos eran en su mayoría sentencias del antiguo derecho
consuetudinario de las ciudades y de los comerciantes, si bien, en parte, se había introducido derecho
nuevo. En esta etapa se abordaban las dificultades desde un único punto de vista: la regla de derecho o
única ley de obligada consulta. Importaba si el estatuto, la regla jurídica, era personal o territorial, es
decir, si tenía o no efectó fuera del territorio para el que se dictó. Por tanto, existía un conflicto entre
estatuto personal, estatuto real o estatuto formal, sin que el poder del soberano estuviera por encima de
las leyes o se tomasen en consideración los derechos subjetivos existentes. En la escuela estatutaria
francesa del siglo XVIII destacaron las aportaciones de L. Froland, muerto en 1746, L. Boullenois (1680-
1762) y J. Bouhier (1673-1746). Los tres juristas tuvieron puntos de partida comunes en cuanto a la
distinción entre estatutos personales y estatutos reales, lo que, sin duda, otorgaba poca o ninguna
originalidad a sus sistemas; sin embargo, en cada uno de ellos existían ideas propias de gran influencia
posterior. L. Froland resaltaba la personalidad estatutaria, señalando la mayor importancia que la
persona tenía sobre los bienes y rechazando el estatuto mixto. Sus principales aportaciones se centraban
en el conflicto móvil, cuando el afectado cambiaba de domicilio se alteraba su situación jurídica; el
reenvío, basado en la aplicación de la costumbre general frente a la vigencia de una costumbre anómala
en un lugar concreto, y, por último, las calificaciones o naturaleza jurídica atribuida a la circunstancia
tratada en un momento dado. L. Boullenois se inclinaba por la territorialidad de las leyes y distinguía
entre conflictos internacionales y conflictos interregionales, ya que abogaba por una comunidad
internacional de Estados donde era preciso imponer la paz y el buen entendimiento. También hace una
doble división de las leyes personales: en primer lugar, las leyes personales universales, formadas por
aquellas que determinaban el Estado y condición del hombre para todos los actos y las que atribuían un
estado de rango universal, como las que posibilitaban la emancipación de un menor; en segundo lugar,
las leyes personales particulares, necesarias sólo para ciertos actos limitados. La doctrina de J. Bouhier
se consideraba la más personalista de la escuela y consistía en sobreponer el estatuto personal al real.
No rechazaba del todo el principio de la existencia de las costumbres, pero sí entendía que la persona se
colocaba por encima de los bienes.

Historia del Derecho Internacional Público

La historia es, en parte, la búsqueda de normas mediante las cuales las sociedades políticas más diversas
han intentado establecer un mínimo de orden en sus relaciones. Estas relaciones han sido demasiadas
veces choques sangrientos por el dominio o la supervivencia, incluso, por un dominio que entendieron
que era la condición de supervivencia en un mundo donde han vivido «a la intemperie», expuestas a
todas las inclemencias de un universo humano atravesado por comentes en perpetuo movimiento,
generadoras de inseguridad y, por tanto, de angustia, sin un techo protector bajo el cual guarecerse.

Autor: Cambó

Los Fundadores de la Historia del Derecho Internacional Público

El desarrollo alcanzado en el Medioevo —singularmente, en la Baja Edad Media cristiana— por las
doctrinas de los romanistas (civilistas), canonistas y teólogos acerca del ius gentium, el bellum justum y
el ius humánete societatis, nos parece idóneo para considerar más relativa de lo que antaño se creyera la
atribución de un papel fundacional, en sentido estricto, a los clásicos españoles del Derecho de gentes,
como anteriormente, su atribución a Grocio. Conviene, en todo caso, rehuir posturas tajantes, de las que
dichos autores no precisan en absoluto, para afirmar la importancia histórica que, sin duda, les
corresponde, y hablar de los «fundadores» de nuestra disciplina en los siglos XVI y XVII.

Por lo que concierne a España, en particular, los problemas planteados por el descubrimiento y la
conquista del Nuevo Mundo, no podían sino provocar el interés más vivo. Partiendo de la discusión de
los títulos que podían esgrimirse para justificar su incorporación a la Corona de Castilla, la reflexión
teológica y jurídica amplió su perspectiva, desembocando en una teoría de la comunidad internacional y
de su orden jurídico, referido tanto a la paz como a la guerra. La situación de Europa también impulsaba
ella misma a reconsiderar por doquier los puntos de vista heredados: la ruptura de la Cristiandad y la
afirmación cada vez más rotunda de la soberanía de los Estados en ascenso, con su secuela de guerras;
todo ello llevaba a los pensadores a interrogarse acerca de los cambios del mundo circundante.

Con Alberico Gentili (1552-1608) volvemos a encontrar los elementos de una doctrina del Derecho de
gentes que sobrepasa los límites del Derecho de la guerra. También él escribió un De iure belli (Oxford,
1588; edición definitiva, Hannover, 1598). Sin embargo, este tratado fue precedido, tres años antes, por
un tratado sobre el Derecho de embajada (De legationibus, Oxford, 1585) que expresa la ampliación de
la teoría a un ámbito que el establecimiento progresi-vo de representaciones diplomáticas permanentes
hacía cada vez más actual.

Gentili, natural de San Ginesio (Estados Pontificios), doctor en Derecho civil por la Universidad de Perusa,
abrazó el protestantismo y abandonó Italia en 1579. Refugiado en Inglaterra, enseñó en la Universidad
de Oxford desde 1581 hasta su muerte. Una consulta del gobierno inglés con ocasión de un caso célebre
que ponía en cuestión la inmunidad del embajador de España, Bernardino de Mendoza, acusado de
haber tomado parte en una conspiración contra la reina Isabel para elevar al trono a María Estuardo, da
origen a su monografía sobre las embajadas [para Gentili, Mendoza no podía ser deferido a un tribunal
inglés]. La correspondiente al Derecho de la guerra era el desarrollo de uno de los discursos a los que
estaban obligados los profeso¬res con ocasión de la presentación anual de las pruebas de doctorado,
habiendo elegido Gentili este asunto en 1588, el año de la Armada, en vista de la pre-ocupación
reinante. Durante sus últimos años ejerció asimismo la práctica del Derecho, en particular, como asesor
de la embajada de España, con el consentimiento de Jacobo I. Sus informes se publicaron postumamente
con el título Hispánica advocatio (1613).

Gentili se declara expresamente en contra de los teólogos y reivindica para los juristas la decisión en
todo lo que concierne al Derecho, que constituye su ámbito propio. Algunos han visto en él al precursor
de una consideración histórica del Derecho de gentes, aunque la mayor parte de sus referencias
corresponden a la Antigüedad clásica.

La aportación de Gentili a la doctrina del Derecho de gentes consiste más bien en sus investigaciones
monográficas antes que en sus fundamentos teóricos. Su concepto de ius gentium, que identifica con el
Derecho natural o —lo que puede sorprender— con una parte del «Derecho divino», no es claro (De jure
belli, 1. I, cap. 1), y parece concebirlo más como el Derecho universal tradicional que como un Derecho
que rija las relaciones entre sociedades políticas diferenciadas.

En lo que atañe al derecho diplomático, Gentili es un partidario decidido de la inmunidad de los


embajadores, aunque delimitándola con rigor. No se verán exentos de la jurisdicción criminal del país
receptor más que si el delito imputado no ha sido consumado (éste era, como hemos visto, el caso del
emba¬jador de España incriminado). Quedarán sometidos a ella en materia civil, pero sus bienes
muebles no podrán incautarse y su domicilio es inviolable.

Gentili resalta el carácter público de la guerra. No acepta como causa de guerra justa el derecho de
predicar el Evangelio. Admite con mayor largueza que los escolásticos la posibilidad de una guerra justa
por ambos bandos y subraya, en todo caso, que la justicia de la guerra no modifica en nada los derechos
de los beligerantes. En cuanto a la conducción de la guerra, deberá realizarse con humanidad, en
particular, con respecto a las poblaciones civiles.

Gentili consagra el tercer libro de su De iure belli a los tratados de paz. En principio, éstos vinculan a los
sucesores y los pueblos de las partes con¬tratantes, y el hecho de haberlos suscrito con el apremio de
una derrota, no autoriza a denunciarlos. Todos contienen, a los ojos del internacionalista italo-inglés, la
cláusula tácita de ser obligatorios en tanto que las condiciones permanezcan inalteradas, lo que lleva a
introducir en el Derecho de gentes una cláusula (rebus sic stantibus) tomada del Derecho canónico. De
forma algo insólita, Gentili aplica con rigor a los terceros Estados la doctrina de la guerra justa,
obligándoles a ayudar al Estado que hubiera sido objeto de una agresión. Por otro lado, preconiza el
arbitraje internacional.

La naturaleza de las alegaciones realizadas como abogado de España explica que éstas se refieran
principalmente a cuestiones de Derecho marítimo. Afirma, en principio, la libertad de la alta mar, pero —
en el sentido de la concepción inglesa entonces dominante— extiende los límites de lo que será el mar
territorial hasta las 100 millas. El corso, admitido ampliamente en De iure belli, es juzgado aquí con
mayor severidad.
La obra de Gentili, como la de F. de Vitoria, cayó a continuación en un largo olvido. Fue rehabilitada en
1874 por T. E. Holland, catedrático de Oxford. En cuanto al juicio global de su obra, compartimos
plenamente el de A. Nussbaum: «los escritos de Gentili no suministraban el impulso moral del que
dependía el progreso de la magna causa del Derecho de gentes. Gentili carecía de la estatura de un
Vitoria, y aún menos de la de un Grocio»; puede considerársele como quien está en el origen de «la
escuela de pensamiento secular en Derecho internacional»

Introducción.

En la presente práctica, estaremos desarrollando los temas concernientes alDerecho Internacional


Público, sobre diferentes tratadistas jurídicos y losdiferentes significados y acepciones de términos
empleados en el ámbito delderecho internacional.Estudiaremos los conceptos del derecho internacional,
su naturaleza,característica, jurídica y alcance del mismo en cuanto a los sujetos del
derechointernacional, también se abundara sobre los reconocimientos y como seconstituye un sujeto de
derecho internacional. Así como un pequeña reseña delderecho internacional en su desarrollo y su
escalonado ascenso según diferentesdoctrinas.Los ámbitos que se vinculan en esta institución,
beneficios de su aplicación,organizaciones y diferentes situaciones de Estados que pueden ser
consideradoscomo especiales en el marco general.

EVOLUCION HISTORICA. El Derecho Internacional Publico en las diferentes etapas históricas. Hechos
Históricos que han dado aportes al Derecho Internacional Público.

ANTES DE LA ERA CRISTIANA:

En documentos que reposan en la biblioteca de de la ONU se encuentra que en el año 1300 A.C se
celebro un tratado de paz perpetua de alianza y extradición entre un Faraón Egipcio y el rey de los
Hititas. El judaísmo se hace presente regulando la guerra y la paz mediante el Deuteronomio (V Libro del
Pentateuco escrito Por Moisés). En la India se conoció el Código de Manu, en donde aparecen los
primeros vestigios de lo que hoy se conoce como las embajadas permanentes. Son los chinos quienes
inician la s relaciones diplomáticas.

EDAD ANTIGUA:

Signada por los imperios de Grecia y Roma.


Grecia: En medio de un pueblo dividido por barajaros y cultos, surgen instituciones que son vestigios del
derecho internacional.

Instituciones de Grecia:

PROXENIAS : Institución que protegía a extranjeros en transito; estas instituciones son el origen de los
consulados.

ANFICTIONIAS: Eran ligas religiosas que se preocupaban por la protección y salvamento de templos,
mausoleos, panteones e iglesias; donde se refugiaban los habitantes cuando eran atacados por los
bárbaros.

LIGAS HELENICAS: Regulan las relaciones entre las Republicas que conformaban la antigua Grecia.

CRUZADAS: Instituciones que regulaban las relaciones reintercambio comercial entre las Republicas. El
basamento legal son las leyes rodias que regulaban el comercio marino entre Grecia y los pueblos con
los que mantenían ese tipo de comercio.

EDAD MEDIA:

Esta fue la época más oscura vivida por la humanidad. Predomina el feudalismo, donde el PAPA era el
mayor feudal y este junto con los señores feudales promovieron la institución de una empresa de una
conseja que decía que el trabajo era una maldición publica, el trabajo estaba destinado a los seres
inferiores, es decir, a los desposeídos. Se consideraba que los señores feudales eran hijos de dios y por
ello no podían trabajar. Se acordaban guerras territoriales entre los señores feudales no para obtener
más tierras si no para obtener más gentes que mermaba la riqueza feudal.

Sin embargo se notan instituciones como el cristianismo, que mitigan la acción de los feudales.

Por otro lado la iglesia, creaba figuras como la paz de Dios que se lleva a cabo en los templos, y la tregua
de dios, que era día de descanso en la guerra.

EDAD MODERNA:

Trajo un giro de 109º para la evolución del Derecho Internacional, se da fin a la guerra de treinta años
emprendida por dos pueblos germanos (Guerra Santa entre creyentes y protestantes) y en los últimos
cuatro años se dan dos acuerdos el primero de ellos el acuerdo de Munsterly el segundo el acuerdo
Osnabruck y estos producen el tratado de Westfalia que marcaran hechos importantísimos para el DIP en
el 1648.

Bases del Tratado de Westfalia:

Por primera vez se establece en esas embajadas creadas el concepto de extraterritorialidad de las sedes
diplomáticas.

Igualdad de los Estados.

Surge por primera vez un principio de autodeterminación de los pueblos.

Se ratifica el principio divino de los Reyes.

Se adopta el idioma francés como lenguaje diplomático.

Entre otros estos son los hechos estos son los hechos fundamentales que abrieron las puertas para la
concatenación de otros hechos que nutrieron mucho y en poco tiempo al DIP.

Independencia de las trece colonias Británicas en 1776, donde se ratifica el principio de


autodeterminación de los pueblos, la declaración de los derechos del hombre que se había producido en
Virginia en 1770 y que establece otro principio del DIP, aun en boga Principio de Reconocimiento de los
gobiernos de facto (este ultimo es una de las razones por las cuales el DIP es un derecho especial).

En 1780 se produce por vía pública y documental de la Declaración de Neutralidad por Catalina II de
Inglaterra.

Paralelamente a estos hechos aun el feudalismo tenía una fuerte presencia en Europa. Después de la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre se produce la Revolución Francesa en 1789que
produce hechos importantísimos;

Quiebra del feudalismo.

Se instaura desde ese momento el Estado Liberal, lo que esta concatenado a una cantidad de principios
desde el punto de vista de la libertad.
Ese planteamiento de Estado Liberal involucra por primera vez la soberanía popular.

Se le legitimidad y codificación al DIP.

Se ratifica la igualdad jurídica de los Estados.

En 1810 se inicia la Revolución Americana en Caracas (hecho importantísimo para el Derecho


Internacional Americano)

Consecuencialmente al Congreso de Viena y a ese planteamiento interventor nace la Doctrina de


Monrroe en 1823 (James Monrroe 5º Presidente de USA) que propone la no intervención de Europa y
América.

El último caso de la edad moderna fue la guerra de secesión ocurrida en 1860 en USA, esta era termina
en siglo XIX.

EPOCA CONTEMPORANEA:

Arranca con el siglo XX, se suceden hechos espectaculares por que los Estados comienzan a convertirse
en poderosos por la industrialización. En 1914 se produce la guerra entre Servios y Austriacos y nace la
primera guerra mundial, termina en 1918-1919 con el tratado de Versalles, nace la Liga de las Naciones.

Surge la segunda guerra mundial 1939-1945, fecha para la cual nace la ONU, representando el
acontecimiento más resaltante para el DIP.

https://derechovenezolano.wordpress.com/2013/02/19/evolucion-historica-del-derecho-internacional-
publico/

https://www.la-razon.com/index.php?_url=/la_gaceta_juridica/Origen-evolucion-Derecho-Internacional-
Publico_0_1689431123.html

https://www.academia.edu/18605302/Fundamentos_y_Evoluci%C3%B3n_Hist
%C3%B3rica_del_Derecho_Internacional_P%C3%BAblico

La historia del derecho internacional público

Por Luis Fernando Alvarez Londoño

http://dipublicohalupka.blogspot.com/2014/08/origen-y-evolucion-del-derecho.html

Origen y evolución del Derecho Internacional Público


La idea de un sistema legal completo, que regulara las relaciones entre los estados independientes, no
existió ni en la antigüedad ni en el medioevo.

En lo que podrían considerarse como las primeras normas de Derecho Internacional Publico, nos vamos
a encontrar con el Tratado de Paz firmado entre Ramsés II de Egipto y Hattusili del Reino Hitita en el año
1291 a.C., donde se estableció el pacto de no agresión y el régimen de extradición.

También podemos mencionar el Código de Manu en la India, donde aparecen nuevas formas de regular
las prácticas de la guerra.

Pero hay sucesos que marcan la historia de los procesos normativos. Para el Derecho Internacional
Público, los tratados de paz de Westfalia (firmados en el año 1648) signan el comienzo de una forma de
llevar adelante la diplomacia, y donde el concepto de soberanía nacional y el principio de la integridad
territorial, adquieren papeles preponderantes.

Los Tratados de Paz Westfalia marcaron un punto central. Desde este acontecimiento hasta finales del
siglo XVIII, cobran cada vez más trascendencia los convenios interestatales, los acuerdos comerciales y la
concepción del “equilibrio de las fuerzas”

Evolución histórica

EVOLUCION HISTORICA. El Derecho Internacional Publico en las diferentes etapas históricas. Hechos
Históricos que han dado aportes al Derecho Internacional Público.

ANTES DE LA ERA CRISTIANA:

En documentos que reposan en la biblioteca de la ONU se encuentra que en el año 1300 A.C se celebro
un tratado de paz perpetua de alianza y extradición entre un Faraón Egipcio y el rey de los Hititas. El
judaísmo se hace presente regulando la guerra y la paz mediante el Deuteronomio (V Libro del
Pentateuco escrito Por Moisés). En la India se conoció el Código de Manu, en donde aparecen los
primeros vestigios de lo que hoy se conoce como las embajadas permanentes. Son los chinos quienes
inician la s relaciones diplomáticas.
EDAD ANTIGUA:

Signada por los imperios de Grecia y Roma.

Grecia: En medio de un pueblo dividido por barajaros y cultos, surgen instituciones que son vestigios del
derecho internacional.

Instituciones de Grecia:

PROXENIAS : Institución que protegía a extranjeros en transito; estas instituciones son el origen de los
consulados.

ANFICTIONIAS: Eran ligas religiosas que se preocupaban por la protección y salvamento de templos,
mausoleos, panteones e iglesias; donde se refugiaban los habitantes cuando eran atacados por los
bárbaros.

LIGAS HELENICAS: Regulan las relaciones entre las Republicas que conformaban la antigua Grecia.

CRUZADAS: Instituciones que regulaban las relaciones reintercambio comercial entre las Republicas. El
basamento legal son las leyes rodias que regulaban el comercio marino entre Grecia y los pueblos con
los que mantenían ese tipo de comercio.

EDAD MEDIA:

Esta fue la época más oscura vivida por la humanidad. Predomina el feudalismo, donde el PAPA era el
mayor feudal y este junto con los señores feudales promovieron la institución de una empresa de una
conseja que decía que el trabajo era una maldición publica, el trabajo estaba destinado a los seres
inferiores, es decir, a los desposeídos. Se consideraba que los señores feudales eran hijos de dios y por
ello no podían trabajar. Se acordaban guerras territoriales entre los señores feudales no para obtener
más tierras si no para obtener más gentes que mermaba la riqueza feudal.

Sin embargo se notan instituciones como el cristianismo, que mitigan la acción de los feudales.

Por otro lado la iglesia, creaba figuras como la paz de Dios que se lleva a cabo en los templos, y la tregua
de dios, que era día de descanso en la guerra.

EDAD MODERNA:

Trajo un giro de 109º para la evolución del Derecho Internacional, se da fin a la guerra de treinta años
emprendida por dos pueblos germanos (Guerra Santa entre creyentes y protestantes) y en los últimos
cuatro años se dan dos acuerdos el primero de ellos el acuerdo de Munsterly el segundo el acuerdo
Osnabruck y estos producen el tratado de Westfalia que marcaran hechos importantísimos para el DIP en
el 1648.

Bases del Tratado de Westfalia:

Por primera vez se establece en esas embajadas creadas el concepto de extraterritorialidad de las sedes
diplomáticas.

Igualdad de los Estados.

Surge por primera vez un principio de autodeterminación de los pueblos.

Se ratifica el principio divino de los Reyes.

Se adopta el idioma francés como lenguaje diplomático.


Entre otros estos son los hechos estos son los hechos fundamentales que abrieron las puertas para la
concatenación de otros hechos que nutrieron mucho y en poco tiempo al DIP.

Independencia de las trece colonias Británicas en 1776, donde se ratifica el principio de


autodeterminación de los pueblos, la declaración de los derechos del hombre que se había producido en
Virginia en 1770 y que establece otro principio del DIP, aun en boga Principio de Reconocimiento de los
gobiernos de facto (este ultimo es una de las razones por las cuales el DIP es un derecho especial).

En 1780 se produce por vía pública y documental de la Declaración de Neutralidad por Catalina II de
Inglaterra.

Paralelamente a estos hechos aun el feudalismo tenía una fuerte presencia en Europa. Después de la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre se produce la Revolución Francesa en 1789que
produce hechos importantísimos;

Quiebra del feudalismo.

Se instaura desde ese momento el Estado Liberal, lo que esta concatenado a una cantidad de principios
desde el punto de vista de la libertad.

Ese planteamiento de Estado Liberal involucra por primera vez la soberanía popular.

Se le legitimidad y codificación al DIP.

Se ratifica la igualdad jurídica de los Estados.

En 1810 se inicia la Revolución Americana en Caracas (hecho importantísimo para el Derecho


Internacional Americano)
Consecuencialmente al Congreso de Viena y a ese planteamiento interventor nace la Doctrina de
Monrroe en 1823 (James Monrroe 5º Presidente de USA) que propone la no intervención de Europa y
América.

El último caso de la edad moderna fue la guerra de secesión ocurrida en 1860 en USA, esta era termina
en siglo XIX.

EPOCA CONTEMPORANEA:

Arranca con el siglo XX, se suceden hechos espectaculares por que los Estados comienzan a convertirse
en poderosos por la industrialización. En 1914 se produce la guerra entre Servios y Austriacos y nace la
primera guerra mundial, termina en 1918-1919 con el tratado de Versalles, nace la Liga de las Naciones.

Surge la segunda guerra mundial 1939-1945, fecha para la cual nace la ONU, representando el
acontecimiento más resaltante para el DIP.

Derecho Internacional Público

Concepto: Conjunto de normas, reglas y principios que regula las relaciones entre los Estados.

Derecho Internacional Publico Venezolano: Es una rama del Derecho Publico que regula la actividad del
Estado Venezolano, de acuerdo a las políticas emanadas del Presidente de la Republica.

Características del Derecho Internacional Público:

Regula las actividades del Estado en la comunidad internacional.

No tiene poder coactivo ni coercitivo, como todo derecho publico, actúa bajo la concepción del Ius
Imperium.
División del Derecho Internacional Público:

Su división será geográfica y se subdivide en:

Continental: Relacionado con cada uno de los Continentes: América, Asia, África, Europa y Oceanía.

Universal: Comunidad Internacional.

Derecho Internacional Americano: Conjunto de Instituciones, principios, reglas, doctrinas, costumbres y


practicas que para la comunidad internacional son peculiares a los Estados Americanos, quienes
comparten a la vez desde el punto de vista sociológico situaciones de raza, color, demografía, cultura
etc., que los identifica con los americanos.

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