El siguiente paso, una vez que tenemos pegadas las piezas con el adhesivo de
silicona en la base, es realizar la masilla con la que se va a rellenar los huecos que
se han dejado entre las piezas de vidrio.
Advertencia: el aceite de linaza nos sirve de aglutinante, pero debemos echarlo con
medida, pues no interesa que la masilla quede muy aceitosa, necesitamos que sea
más bien una textura pastosa para poder manejarla con facilidad a la hora de
aplicarla en los vidrios y se fije adecuadamente.
3º. Movemos la mezcla hasta que nos quede una pasta uniforme, que esté bien
mezclado el cemento con el aceite de linaza.
Advertencia: el pigmento negro es muy potente así que si deseamos una tonalidad
grisácea debemos echar muy poco pigmento, es recomendable echar el pigmento
poco a poco, mezclando con la masilla hasta que encontremos la tonalidad
deseada.
5º. Es posible que una vez echa la mezcla se necesite añadir más yeso para ajustar
la espesura de la masilla.
Masilla elaborada: