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Reseñas

Encuentro de dos mundos y de dos tiempos*

Rodrigo Martínez

Rafael Tena, El calendario mexi- El sistema calendárico que la civili- lendario mexica, teniendo a la vez
ca y la cronografía, México, INAH zación mesoamericana desarrolló en cuenta las aportaciones más im-
(Científica, 161), 2a reimp., 2008.1 para computar el tiempo y fechar portantes de las investigaciones re-
acontecimientos constituye una de cientes sobre el tema.
sus características culturales más
originales y significativas. El calen- Difícil hacer una mejor descrip-
dario que empleaban los mexicas en ción del libro. Más de veinte años
E l libro sobre El calendario el momento en que fueron sorpren- después de la primera edición, se
publicó la segunda reimpresión
mexica y la cronografía de Rafael didos por la llegada y conquista de
Tena fue originalmente publica- los españoles representa una mo- sin alteración alguna, tan sólo con
do en 1987 en la Colección Cien- dalidad concreta de dicho sistema el agregado de un breve “Prefa-
tífica del INAH; en 1992 se publi- calendárico mesoamericano. El ca- cio a la segunda reimpresión”, que
có una primera reimpresión y en lendario mexica y la cronografía, de hace algunas precisiones que po-
2008 una segunda. En la primera Rafael Tena, se propone reconstruir drían considerarse de detalle, esto
Tena agregó un texto para la terce- el calendario de ese grupo cultural es, de ortografía, gramática y de fe-
y político, y correlacionarlo con el chamiento de algunos documentos
ra de forros, firmada en México el
calendario juliano, vigente en Euro- citados. Además, fueron incluidas
3 de abril de 1992, que enuncia de
pa en esa época, con una correspon- mejores copias de las cuatro ilus-
modo muy claro y preciso los obje-
dencia de día a día. Tratamiento es-
tivos y los alcances del trabajo, y traciones a color del libro: el folio
pecial merece en esta obra la
que me permito transcribir: 92r del Códice Magliabechi (Cuen-
cuestión de una eventual intercala-
ca de México, 1553), el Calendario
ción periódica en el calendario
* Una primera versión de este texto mexica análoga al bisiesto del ca- de Boban (Tetzcoco, hacia 1560), el
fue leída el jueves 17 de septiembre de lendario juliano. Para resolver estos folio 7r del Códice Telleriano-Re-
2009 en la presentación de la segunda re- problemas de historiografía de la mensis (Cuenca de México, 1562-
impresión del libro de Tena, en el marco 1563) y el folio 282r del Códice
de la XXI Feria del Libro de Antropolo- ciencia, el autor examina exhausti-
gía e Historia, Auditorio Tláloc del Museo va y críticamente los datos de las Matritense del Real Palacio (Te-
Nacional de Antropología. fuentes primarias referentes al ca- pepulco, 1558-1560). Pero el libro

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en sí mismo no fue alterado ni en su descripción general, en sus de- El libro, como dije, está muy bien
una coma, lo cual habla de un he- mostraciones, en el cuidado críti- pensado y armado, y muchos de los
cho notable: El calendario mexica co en el manejo de las fuentes an- resultados o de los datos importan-
y la cronografía nació como un li- tiguas, por lo que el agregado de tes los dispuso Tena en una sección
bro perfecto, perfectamente docu- un estudio historiográfico sobre el de “Tablas y apéndices”, que si se
mentado, pensado y armado. estado de la discusión no hubiese examinan con cuidado permiten el
Tal como es, no requirió de cam- agregado nada fundamental. conocimiento más concreto de los
bio alguno y tan sólo acaso se eche Pero, tal como lo expone Tena calendarios mexicas, y de su corres-
de menos en el nuevo “Prefacio a en su tercera de forros de 1992, la pondencia con el calendario euro-
la segunda reimpresión” una nota cuestión de la existencia de una co- peo juliano. Recordemos que el ca-
sobre el estado de la discusión aún rrección cuatrienal análoga a nues- lendario juliano fue instituido por
vigente acerca de si el sistema ca- tro bisiesto no es más que un asun- Julio César en 45 a.C. y fue alte-
lendárico mesoamericano y mexi- to entre otros que debe resolverse rado por el papa Gregorio XIII al
ca incluyó un ajuste calendárico para intentar una descripción sufi- agregar diez días cuando el 5 de oc-
semejante a nuestro bisiesto, ne- cientemente precisa del calendario tubre de 1582 pasó a ser llamado
cesario para que el año calendári- mexica que permita una correspon- 15 de octubre, para fechar correcta-
co o “vago” de 365 días no se vaya dencia día a día con el calendario mente la celebración de la Pascua y
desfasando con respecto al año as- juliano que trajeron los europeos. demás fiestas movibles, tal como lo
tronómico de 365.242199 días, esto Establecer esta correspondencia, había ordenado el Concilio de Tren-
es 365 días, 5 horas, 48 minutos y piensa Tena, es un requerimiento to, pues se había producido un des-
45.16 segundos. mínimo para el manejo correcto de fase desde el Concilio de Nicea de
Tena defiende la existencia del las fuentes antiguas mexicas. 325 debido a un cálculo ligeramen-
año bisiesto entre los mexicas, que Tena busca, por lo tanto, dar te impreciso del año astronómico.
se ubica cada cuatro años como un del calendario mexica una descrip- En la Tabla I Tena construyó
sexto o “biquinto” día nemontemi ción lo más concreta posible, y la una “Correspondencia entre los
(“en vano están allí ocupando un reconstrucción que propone, por años mexica y los europeos” en-
lugar”), los cinco días infaustos su precisión, es la más entendible tre el año 986 (1 tochtli) y el año
que se agregaban al final del año que he leído. En el camino de su 1609 (13 calli). Los años mexicas
para completar cinco días a los demostración Tena no se extien- se escribían con la combinación de
360, los 18 meses de veinte días, de en tecnicismos y el lector se be- los números del 1 al 13 con cua-
del calendario solar o xiuhtlapo- neficia permanentemente durante tro nombres: tochtli (conejo), áca-
hualli. Sin embargo, Tena regis- el camino documental y argumen- tl (caña), técpatl (pedernal) y ca-
tra plenamente, en náhuatl y en tal. Confieso que nunca había yo lli (casa). La combinación de estos
español, los documentos del siglo acabado de entender plenamente trece numerales con cuatro nom-
XVI que niegan la existencia del bi- cómo se imbricaba el calendario bres se agota al cabo de un “siglo”
siesto entre los mexicas (Motoli- solar de 365 días (xiuhtlapohualli) de 52 años, xiuhmolpilli o xiuhnel-
nía, fray Francisco de las Navas, con el calendario ritual de 260 días pilli, y los años continúan con los
Mendieta, Torquemada, Jacinto (tonalpohualli), y ambos con el “si- mismos nombres, 1 tochtli, 2 ácatl,
de la Serna, etc.) y aquellos que lo glo” de 52 años, xiuhmolpilli (que 3 técpatl, 4 calli, 5 tochtli, 6 ácatl,
afirman (Landa, Códice Vaticano Tena propone llamar xiuhnelpilli), etc. Lo cual hace difícil ubicar en
3738, Códice Florentino, Durán, y todo esto considerando la exis- una cronología absoluta, en una
Hernández, Cristóbal del Castillo, tencia, o no, de una corrección cua- “cuenta larga”, “progresiva”, los
etc.), y la discusión ha continuado trienal para ajustar el año calendá- acontecimientos si sólo se cuenta
hasta el presente entre los ameri- rico con el astronómico. Pues bien, con estos nombres de años que se
canistas. Con todo, al releer el li- al releer el libro de Tena comencé repiten cada 52 años.
bro de Tena queda la convicción de a entender cómo está la cosa, vi- Tena demuestra en su libro que
que se sostiene perfectamente en sualizándola. aunque los mexicas no anotaban

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un signo que permitiera inscribir dario solar mexica de 365 días (18 montemi que van de 7 al 11 de fe-
los años repetitivos en una crono- veintenas, más los nemontemi y un brero, debido al previo agregado de
logía absoluta, los expertos en la sexto nemontemi cada cuatro años) un 29 de febrero ese año bisiesto).
escritura, que era una elite esta- y el calendario ritual de 260 días A partir del 12 de febrero de 1520
tal teocrática y militarista, sí te- (compuesto por la combinación de se pueden fechar todos los años bi-
nían conciencia de la temporali- un numeral del uno al trece con siestos hacia atrás y hacia delan-
dad absoluta, pero optaron por no veinte signos). te, teniendo en cuenta además que
anotarla sistemáticamente en sus Tena llegó a estas tablas de co- como los años mexicas se escriben
registros. Podría pensarse que bus- rrespondencias día a día gracias a con la combinación de trece nume-
caban reproducir en el pueblo la la descripción más acuciosa del sis- rales y cuatro signos, todos los bi-
sensación de una temporalidad re- tema calendárico mexica y a la ubi- siestos mexicas, que suceden cada
petitiva, cíclica, donde el dos imita cación de unas pocas fechas par- cuatro años, se ubican en ese mis-
al uno y el uno al dos. ticulares que las fuentes dan de mo signo técpatl, pedernal.
Tena muestra, por cierto, que manera precisa en los sistemas Pero la correspondencia de fe-
una de las razones de las discre- mexica y juliano. Estas fechas son chas mexicas y julianas que dan
pancias de los autores antiguos la entrada de los españoles a Te- las fuentes españolas y mexicas de
respecto de la existencia o no de un nochtitlan, la matanza del Templo la conquista de Tenochtitlan, no
bisiesto entre los mexicas es el de- Mayor y la Noche Triste, y el día es la única prueba de la existen-
ficiente conocimiento popular del de la caída de Tenochtitlan. Tena cia del bisiesto entre los mexicas
complejo sistema calendárico, pues examina una a una todas las fuen- que da Tena. Vimos ya que anali-
éste fue mantenido como un cono- tes antiguas, nahuas y españolas, za con atención crítica las fuentes
cimiento esotérico, monopolizado y prefiere las menciones inciden- nahuas y españolas, las que afir-
por el estado teocrático y militaris- tales sobre las más explícitas, por- man y las que niegan la existen-
ta, al igual, por lo demás, que los que son más espontáneas, menos cia del bisiesto. Tena destaca asi-
también complejos sistemas de es- intencionadas o calculadas (como mismo, siguiendo entre otros a su
critura. sucede con una fecha mal dada en maestra Johanna Broda y a la ar-
Tena advierte que los años mexi- el Códice Florentino, que Tena dis- queoastronomía, que aun cuando
cas coincidían aproximadamente cute en su momento). carecían de instrumentos de me-
con los julianos, puesto que empeza- El estudio detallado de estas fe- dición modernos o tecnificados, los
ban siempre el 13 de febrero, primer chas particulares de la Conquista pueblos mesoamericanos habían
día de la veintena o “mes” atlcahua- fue una prueba más para apoyar encontrado los medios —arquitec-
lo (“se detienen las aguas”) del ca- la idea de la existencia del bisies- tónicos, entre otros— para medir
lendario solar o xiuhtlapohualli. Y to entre los mexicas, porque sin él con la mayor precisión las fases del
cada año recibía su nombre por la las fechas incidentales que dan los movimiento aparente del sol y su
fecha del último día de la cuarta documentos no embonan. Y de esta año astronómico, por lo que la so-
veintena, hueitozoztli (“gran vigi- manera, además, Tena pudo ubi- lución de una corrección periódica
lia”), y de la penúltima, títitl (“en- car el año y el momento en que los para ajustar su calendario se hizo
cogimiento”). Por ello 1519 fue un mexicas agregaron el sexto nemon- evidente. Tena sigue asimismo las
año 1 caña, 1520 fue un 2 pedernal, temi: los cinco nemontemi “norma- demostraciones de la misma Johan-
1521 un 3 casa, etc. les” se encuentran al final del año na Broda acerca de la relación en-
Enseguida, en las tablas 2 a 7 solar, o sea después del fin de la tre el ciclo anual de las fiestas y los
Tena describe concretamente cin- veintena izcalli (“crecimiento” o momentos del ciclo agrícola, y com-
co años julianos y mexicas: 1487, “resurrección”), entre el 8 y el 12 prueba, con Carmen Aguilera, que
1507, 1518, 1519, 1520 y 1521, de febrero, en los años no bisiestos; en el momento de la conquista es-
con una correspondencia día a día, y una corrección bisiesta se ubicó el pañola esta correspondencia entre
mostrando la imbricación concreta 12 de febrero de 1520, año 2 técpa- el significado y la ubicación de las
del calendario juliano con el calen- tl, “pedernal” (después de unos ne- fiestas estaba plenamente vigente.

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A través del calendario, que mane- del calendario juliano y los dos ca- vidar a Hanns Prem y Michel Grau-
jaba una elite teocrática militaris- lendarios mexicas, el solar y el ri- lich, opuestos a la idea del bisiesto.
ta, se regulaban con el ciclo agrícola tual. Los españoles llegaron por pri- Desde este primer libro suyo, de-
todas las actividades cívicas, ritua- mera vez a Mexico Tenochtitlan el cía, Tena nos muestra su método ya
les y sacrificiales de la sociedad. 8 de noviembre de 1519, día 8 ehé- establecido de hacer trabajos de ex-
Por cierto, Tena deja estableci- catl (“viento”) del calendario ritual, celencia, perfectamente documen-
do que los cinco días nemontemi noveno día de la veintena quecholli tados, pensados, argumentados y
que se agregan a las 18 veintenas (“ave de cuello flexible”) del calen- dispuestos. No es necesario mo-
que dan 360 días del calendario so- dario solar, en un año 1 ácatl. dificarlo o rectificarlo al cabo de
lar (xiuhtlapohualli) tienen cada En el Apéndice I Tena da un lis- más de veinte años. Y al mismo
uno de ellos su nombre particular tado con los nombres y su signifi- tiempo que se ubica en la inves-
dentro del sistema del calendario cado de los 18 meses de veinte días tigación necesariamente colectiva
ritual (tonalpohualli), sin que se del calendario solar náhuatl, con acerca del conocimiento de nuestro
interrumpa su secuencia de vein- algunas variantes regionales, que pasado, en el que todo lo conocemos
te trecenas que dan 260 días. Sólo permiten hacerse una primera idea entre todos, el libro incluye una es-
así se da la correspondencia per- de su correspondencia con las ac- pecie de prefiguración de la obra en-
fecta de los calendarios solar y ri- tividades agrícolas y rituales del tera de Tena, de la impresionante
tual que vuelve a iniciar cada 52 año, tema que, por lo demás, se ha serie de trabajos que nos ha veni-
años: 18 980 días. Pero para que la prestado a diversas interpretacio- do entregando en los últimos vein-
correspondencia de los dos calenda- nes. El Apéndice II da el significa- te años. Menciono su libro sobre La
rios mexicas funcione, el sexto ne- do en náhuatl de los veinte días de religión mexica, sus “Reconsidera-
montemi que se agrega cada cua- cada una de las veintenas. Y en el ción de la Crónica X”, hipotetizada
tro años debe llamarse igual que extenso Apéndice III (pp. 113-120) por Robert Barlow, y sus grandes
el quinto nemontemi en el calen- Tena transcribe en lengua náhuatl traducciones y ediciones de fuen-
dario ritual. Las representaciones los textos originales citados en tra- tes nahuas, importantes y difíciles:
pictográficas citadas de los códices ducción al español en el curso del las Relaciones y el Diario de Chi-
Magliabechi y Telleriano-Remen- trabajo, lo cual permite al lector va- malpáhin, los Anales de Tlatelolco,
sis son para Tena indicios no sólo lorar a fondo cada uno de los pasos la Leyenda de los Soles, entre va-
de la existencia del bisiesto entre documentales y argumentales del rias otras traducciones de fuentes
los mexicas, sino de que éste era libro y formarse su propia idea. nahuas, francesas, latinas, griegas
un sexto día agregado cada cuatro La bibliografía es muy completa, y españolas, todas ellas realizadas
años a los cinco nemontemi, y de tanto en lo que se refiere a las fuen- con las mismas exigencias de cuida-
que este día “biquinto” no recibía tes antiguas en su idioma original, do, precisión y economía en el ma-
un nombre diferente en la cuenta como a los autores modernos que nejo y análisis crítico de las fuentes.
del calendario ritual. han estudiado el tema de los calen- Lamento no poder comentar otras
Estas tablas de la corresponden- darios mesoamericanos, particular- riquezas de El calendario mexica y
cia día a día de varios años concre- mente Alfonso Caso, George Kubler la cronografía de Rafael Tena, que
tos, decía, permiten entender vi- y Charles Gibson, Johanna Broda y el curioso lector irá descubriendo
sualmente la imbricación concreta Víctor M. Castillo Farreras, sin ol- por su cuenta.

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