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1

U.N.A.M.

Facultad de Derecho
S.U.A.

OBLIGACIONES Y
CONTRATACIÓN ACTUAL

MAESTRO: RAFAEL SÁMANO BONILLA

Alumna: Bianca Bazán Hernández.


2

SENTENCIA INFONAVIT

Preceptos a discutir:

Artículo 123 Apartado A fracción XIII de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos:

“Toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, estará
obligada, según lo determinen las leyes reglamentarias, a proporcionar a los trabajadores
habitaciones cómodas e higiénicas. Esta obligación se cumplirá mediante las aportaciones
que las empresas hagan a un fondo nacional de la vivienda a fin de constituir depósitos en
favor de sus trabajadores y establecer un sistema de financiamiento que permita otorgar a
éstos crédito barato y suficiente para que adquieran en propiedad tales habitaciones”.

Artículo 44 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores:

“El saldo de los créditos otorgados a los trabajadores a que se refiere la fracción II del
artículo 42, se actualizará bajo los términos y condiciones que hayan sido estipulados.

Sin perjuicio de lo señalado en el párrafo anterior, para el caso de los créditos otorgados en
veces salario mínimo, en el evento de que el salario mínimo se incremente por encima de la
Unidad de Medida y Actualización, el Instituto no podrá actualizar el saldo en moneda
nacional de este tipo de créditos a una tasa que supere el crecimiento porcentual de dicha
Unidad de Medida y Actualización durante el mismo año.

Asimismo, los créditos citados devengarán intereses sobre el saldo ajustado de los mismos, a
la tasa que determine el Consejo de Administración. Dicha tasa no será menor del cuatro por
ciento anual sobre saldos insolutos.

El Instituto también otorgará, a solicitud del trabajador, créditos, en pesos o Unidades de


Medida y Actualización conforme a las reglas que al efecto determine su Consejo de
Administración, las cuales deberán propiciar que las condiciones financieras para los
trabajadores no sean más altas que las previstas en los párrafos anteriores y previendo en
todo momento las medidas para que se preserve la estabilidad financiera del Instituto y se
cubran los riesgos de su cartera de créditos.

Los créditos se otorgarán a un plazo no mayor de 30 años”

En la sentencia de que se trata la Primera Sala considera que el mecanismo establecido en


dicho precepto para mantener actualizado el valor del Fondo Nacional de Vivienda da lugar a
que los créditos otorgados a los trabajadores para la adquisición de vivienda en propiedad, no
cumplan el mandato constitucional de ser baratos, porque puede llevar a que su costo sea
mayor al de los créditos hipotecarios que ofrece el mercado, así como también tiene la
consecuencia de que se rebase la capacidad real de pago del trabajador y que se exceda el
valor real de la vivienda.
3

Cuestión que es totalmente inconstitucional además de ser una realidad, llegamos al punto en
que los créditos que otorga el Banco son más accesibles al trabajador que el que otorga el
INFONAVIT.

Prueba de ello es el ejercicio a manera de ejemplo que hace la Sala en comento, donde en
varias gráficas los picos muestran como durante el primer año el trabajador alcanza a
disminuir un poco su deuda, pero al principio del siguiente año su deuda crece, por el aumento
al salario mínimo, más de lo que alcanzó a amortizar durante el año; por tanto el saldo
continúa creciendo exponencialmente y es sólo después de la mitad del plazo del crédito que
comienza su disminución.

Ello no es más que el reflejo de que las condiciones establecidas por el citado artículo 44
permiten que se supere la capacidad de pago del trabajador, esto es, desde el primer año, el
INFONAVIT empieza a refinanciar intereses capitalizándolos y no es sino hasta después de la
mitad del crédito que el trabajador puede disminuir su deuda. No así con los préstamos
hipotecarios bancarios.

Como vemos, con un préstamo Bancario a tasa fija, la amortización del crédito se da de
manera tradicional, el saldo va disminuyendo conforme va pasando el tiempo y el valor de la
hipoteca nunca supera el valor del inmueble. Por otra parte, a diferencia de la hipoteca con el
INFONAVIT, en la hipoteca bancaria con tasa fija el pago no varía en el tiempo, por lo que en
términos reales (descontando el efecto inflacionario) el pago hecho disminuye.

Entonces ¿Dónde esta el beneficio para el trabajador? ¿Dónde queda la naturaleza


jurídica o el espíritu de la creación del que en un crédito bancario artículo 123
Constitucional? Si el trabajador se endeuda por 30 años y termina pagando más.

Por otro lado el artículo 44 provoca que el saldo del crédito sobrepase la capacidad del
trabajador.

¿Para qué se creo el INFONAVIT?, si no beneficia de ninguna manera a sus acreditados, por
el contrario cobra créditos más caros.

Por lo que la Primera Sala concluye que “las condiciones en las cuales el INFONAVIT
ofrece crédito a los trabajadores no pueden considerarse como las de un “crédito barato”
pues no sólo no cumple con la condición necesaria de que se presten en condiciones más
benéficas que las de la banca comercial, sino que tampoco cumple con la condición necesaria
de que el crédito no sea gravoso para el trabajador o no exceda su capacidad real de pago, o
bien, dicho crédito no llegue a exceder el valor de la vivienda que se adquiera. Por tanto,
contraviene el artículo 123 constitucional, apartado A, fracción XII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
1

U.N.A.M.

Facultad de Derecho
S.U.A.

OBLIGACIONES Y
CONTRATACIÓN ACTUAL

MAESTRO: RAFAEL SÁMANO BONILLA

Alumna: Bianca Bazán Hernández.


2

SENTENCIA INFONAVIT

Preceptos a discutir:

Artículo 123 Apartado A fracción XIII de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos:

“Toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, estará
obligada, según lo determinen las leyes reglamentarias, a proporcionar a los trabajadores
habitaciones cómodas e higiénicas. Esta obligación se cumplirá mediante las aportaciones
que las empresas hagan a un fondo nacional de la vivienda a fin de constituir depósitos en
favor de sus trabajadores y establecer un sistema de financiamiento que permita otorgar a
éstos crédito barato y suficiente para que adquieran en propiedad tales habitaciones”.

Artículo 44 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores:

“El saldo de los créditos otorgados a los trabajadores a que se refiere la fracción II del
artículo 42, se actualizará bajo los términos y condiciones que hayan sido estipulados.

Sin perjuicio de lo señalado en el párrafo anterior, para el caso de los créditos otorgados en
veces salario mínimo, en el evento de que el salario mínimo se incremente por encima de la
Unidad de Medida y Actualización, el Instituto no podrá actualizar el saldo en moneda
nacional de este tipo de créditos a una tasa que supere el crecimiento porcentual de dicha
Unidad de Medida y Actualización durante el mismo año.

Asimismo, los créditos citados devengarán intereses sobre el saldo ajustado de los mismos, a
la tasa que determine el Consejo de Administración. Dicha tasa no será menor del cuatro por
ciento anual sobre saldos insolutos.

El Instituto también otorgará, a solicitud del trabajador, créditos, en pesos o Unidades de


Medida y Actualización conforme a las reglas que al efecto determine su Consejo de
Administración, las cuales deberán propiciar que las condiciones financieras para los
trabajadores no sean más altas que las previstas en los párrafos anteriores y previendo en
todo momento las medidas para que se preserve la estabilidad financiera del Instituto y se
cubran los riesgos de su cartera de créditos.

Los créditos se otorgarán a un plazo no mayor de 30 años”

En la sentencia de que se trata la Primera Sala considera que el mecanismo establecido en


dicho precepto para mantener actualizado el valor del Fondo Nacional de Vivienda da lugar a
que los créditos otorgados a los trabajadores para la adquisición de vivienda en propiedad, no
cumplan el mandato constitucional de ser baratos, porque puede llevar a que su costo sea
mayor al de los créditos hipotecarios que ofrece el mercado, así como también tiene la
consecuencia de que se rebase la capacidad real de pago del trabajador y que se exceda el
valor real de la vivienda.
3

Cuestión que es totalmente inconstitucional además de ser una realidad, llegamos al punto en
que los créditos que otorga el Banco son más accesibles al trabajador que el que otorga el
INFONAVIT.

Prueba de ello es el ejercicio a manera de ejemplo que hace la Sala en comento, donde en
varias gráficas los picos muestran como durante el primer año el trabajador alcanza a
disminuir un poco su deuda, pero al principio del siguiente año su deuda crece, por el aumento
al salario mínimo, más de lo que alcanzó a amortizar durante el año; por tanto el saldo
continúa creciendo exponencialmente y es sólo después de la mitad del plazo del crédito que
comienza su disminución.

Ello no es más que el reflejo de que las condiciones establecidas por el citado artículo 44
permiten que se supere la capacidad de pago del trabajador, esto es, desde el primer año, el
INFONAVIT empieza a refinanciar intereses capitalizándolos y no es sino hasta después de la
mitad del crédito que el trabajador puede disminuir su deuda. No así con los préstamos
hipotecarios bancarios.

Como vemos, con un préstamo Bancario a tasa fija, la amortización del crédito se da de
manera tradicional, el saldo va disminuyendo conforme va pasando el tiempo y el valor de la
hipoteca nunca supera el valor del inmueble. Por otra parte, a diferencia de la hipoteca con el
INFONAVIT, en la hipoteca bancaria con tasa fija el pago no varía en el tiempo, por lo que en
términos reales (descontando el efecto inflacionario) el pago hecho disminuye.

Entonces ¿Dónde esta el beneficio para el trabajador? ¿Dónde queda la naturaleza


jurídica o el espíritu de la creación del que en un crédito bancario artículo 123
Constitucional? Si el trabajador se endeuda por 30 años y termina pagando más.

Por otro lado el artículo 44 provoca que el saldo del crédito sobrepase la capacidad del
trabajador.

¿Para qué se creo el INFONAVIT?, si no beneficia de ninguna manera a sus acreditados, por
el contrario cobra créditos más caros.

Por lo que la Primera Sala concluye que “las condiciones en las cuales el INFONAVIT
ofrece crédito a los trabajadores no pueden considerarse como las de un “crédito barato”
pues no sólo no cumple con la condición necesaria de que se presten en condiciones más
benéficas que las de la banca comercial, sino que tampoco cumple con la condición necesaria
de que el crédito no sea gravoso para el trabajador o no exceda su capacidad real de pago, o
bien, dicho crédito no llegue a exceder el valor de la vivienda que se adquiera. Por tanto,
contraviene el artículo 123 constitucional, apartado A, fracción XII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
1

U.N.A.M.

Facultad de Derecho
S.U.A.

OBLIGACIONES Y
CONTRATACIÓN ACTUAL

MAESTRO: RAFAEL SÁMANO BONILLA

Alumna: Bianca Bazán Hernández.


2

SENTENCIA INFONAVIT

Preceptos a discutir:

Artículo 123 Apartado A fracción XIII de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos:

“Toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, estará
obligada, según lo determinen las leyes reglamentarias, a proporcionar a los trabajadores
habitaciones cómodas e higiénicas. Esta obligación se cumplirá mediante las aportaciones
que las empresas hagan a un fondo nacional de la vivienda a fin de constituir depósitos en
favor de sus trabajadores y establecer un sistema de financiamiento que permita otorgar a
éstos crédito barato y suficiente para que adquieran en propiedad tales habitaciones”.

Artículo 44 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores:

“El saldo de los créditos otorgados a los trabajadores a que se refiere la fracción II del
artículo 42, se actualizará bajo los términos y condiciones que hayan sido estipulados.

Sin perjuicio de lo señalado en el párrafo anterior, para el caso de los créditos otorgados en
veces salario mínimo, en el evento de que el salario mínimo se incremente por encima de la
Unidad de Medida y Actualización, el Instituto no podrá actualizar el saldo en moneda
nacional de este tipo de créditos a una tasa que supere el crecimiento porcentual de dicha
Unidad de Medida y Actualización durante el mismo año.

Asimismo, los créditos citados devengarán intereses sobre el saldo ajustado de los mismos, a
la tasa que determine el Consejo de Administración. Dicha tasa no será menor del cuatro por
ciento anual sobre saldos insolutos.

El Instituto también otorgará, a solicitud del trabajador, créditos, en pesos o Unidades de


Medida y Actualización conforme a las reglas que al efecto determine su Consejo de
Administración, las cuales deberán propiciar que las condiciones financieras para los
trabajadores no sean más altas que las previstas en los párrafos anteriores y previendo en
todo momento las medidas para que se preserve la estabilidad financiera del Instituto y se
cubran los riesgos de su cartera de créditos.

Los créditos se otorgarán a un plazo no mayor de 30 años”

En la sentencia de que se trata la Primera Sala considera que el mecanismo establecido en


dicho precepto para mantener actualizado el valor del Fondo Nacional de Vivienda da lugar a
que los créditos otorgados a los trabajadores para la adquisición de vivienda en propiedad, no
cumplan el mandato constitucional de ser baratos, porque puede llevar a que su costo sea
mayor al de los créditos hipotecarios que ofrece el mercado, así como también tiene la
consecuencia de que se rebase la capacidad real de pago del trabajador y que se exceda el
valor real de la vivienda.
3

Cuestión que es totalmente inconstitucional además de ser una realidad, llegamos al punto en
que los créditos que otorga el Banco son más accesibles al trabajador que el que otorga el
INFONAVIT.

Prueba de ello es el ejercicio a manera de ejemplo que hace la Sala en comento, donde en
varias gráficas los picos muestran como durante el primer año el trabajador alcanza a
disminuir un poco su deuda, pero al principio del siguiente año su deuda crece, por el aumento
al salario mínimo, más de lo que alcanzó a amortizar durante el año; por tanto el saldo
continúa creciendo exponencialmente y es sólo después de la mitad del plazo del crédito que
comienza su disminución.

Ello no es más que el reflejo de que las condiciones establecidas por el citado artículo 44
permiten que se supere la capacidad de pago del trabajador, esto es, desde el primer año, el
INFONAVIT empieza a refinanciar intereses capitalizándolos y no es sino hasta después de la
mitad del crédito que el trabajador puede disminuir su deuda. No así con los préstamos
hipotecarios bancarios.

Como vemos, con un préstamo Bancario a tasa fija, la amortización del crédito se da de
manera tradicional, el saldo va disminuyendo conforme va pasando el tiempo y el valor de la
hipoteca nunca supera el valor del inmueble. Por otra parte, a diferencia de la hipoteca con el
INFONAVIT, en la hipoteca bancaria con tasa fija el pago no varía en el tiempo, por lo que en
términos reales (descontando el efecto inflacionario) el pago hecho disminuye.

Entonces ¿Dónde esta el beneficio para el trabajador? ¿Dónde queda la naturaleza


jurídica o el espíritu de la creación del que en un crédito bancario artículo 123
Constitucional? Si el trabajador se endeuda por 30 años y termina pagando más.

Por otro lado el artículo 44 provoca que el saldo del crédito sobrepase la capacidad del
trabajador.

¿Para qué se creo el INFONAVIT?, si no beneficia de ninguna manera a sus acreditados, por
el contrario cobra créditos más caros.

Por lo que la Primera Sala concluye que “las condiciones en las cuales el INFONAVIT
ofrece crédito a los trabajadores no pueden considerarse como las de un “crédito barato”
pues no sólo no cumple con la condición necesaria de que se presten en condiciones más
benéficas que las de la banca comercial, sino que tampoco cumple con la condición necesaria
de que el crédito no sea gravoso para el trabajador o no exceda su capacidad real de pago, o
bien, dicho crédito no llegue a exceder el valor de la vivienda que se adquiera. Por tanto,
contraviene el artículo 123 constitucional, apartado A, fracción XII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

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