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Universidad de Colima
Una semana con Villa en Canutillo
Una semana con Villa en Canutillo
ISBN: 978-607-95322-0-8
Universidad de Colima
Observatorio Universitario de las Innovaciones
Av. 20 de Noviembre No. 234,
Centro, CP 28000, Colima, Col; México
www.ucol.mx/observatorio
asesoriatecnica@ucol.mx
Fotos: Impacto
Impreso en México
Para Bertha Hernández
Antonio Sierra García
I. Presentación....................................................................................................................... 11
Capítulo i. . .............................................................................................................................. 65
María Teresa Montoya. . ............................................................................................. 66
El general Escobar. . ................................................................................................... 69
El héroe de la jornada.. .............................................................................................. 70
Otra vez los cómicos.................................................................................................. 72
En casa del general Villa. . .......................................................................................... 74
Capítulo ii.............................................................................................................................. 77
Que digan la verdad.................................................................................................. 78
Cinco mil pacas de paja, sin salida............................................................................. 80
La Cucaracha............................................................................................................ 82
En Canutillo. . ............................................................................................................ 84
La caballerosidad del general Villa............................................................................. 85
• Hernández Llergo fue el único periodista que habló con la verdad, se-
ñala Pancho Villa • Algunos historiadores culpan a Regino Hernández
por el asesinato del general • Hernández Llergo fundó varias publica-
ciones periódicas, que destacaron por su estilo literario y sensaciona-
lista• El periodista luchó para que se grabara en letras de oro, en la
Cámara de Diputados, el nombre del Centauro del Norte • Pancho Villa
es icono de la rebelión norteña y símbolo de la Revolución agraria •
Con su reportaje, Hernández Llergo construyó a Pancho Villa como un
símbolo anticipado del gobierno patriarcal.
I. Presentación
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Presentación
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II. El reportaje inolvidable
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El periódico El Universal es considerado decano de los diarios metropolitanos. En un
principio contó con el apoyo de Venustiano Carranza, quien adquirió el equipo técni-
co necesario para la circulación del periódico. En 1917 apareció el diario que sería la
competencia de El Universal, el periódico Excélsior, fundado por Rafael Alducín. Ambos
impresos se diseñaron a imitación de los diarios norteamericanos y contaban con el ser-
vicio de agencias informativas internacionales. Durante la década de los veinte del siglo
pasado, las oficinas de redacción de El Universal se ubicaban en la esquina de las calles
Iturbide y Bucareli, en las inmediaciones del Centro Histórico de la ciudad de México,
cerca del bullicio permanente de la vida política y social que se gestaba tras bambalinas
en la futura Zona Rosa. Alfredo Jiménez Mota et al; Historia de El Universal, p. 4.
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El reportaje inolvidable
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Una semana con Villa en Canutillo
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Sobre los aspectos biográficos de Regino Hernández Llergo, véase “III. Esbozo biográfico
de un periodista”.
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Dos años después de la deplorable imagen de Canutillo, el panorama sería otro: “Tenía
3 500 habitantes, de los cuales 1 500 eran niños. Entre las innovaciones técnicas se ha-
bía instalado una planta eléctrica que permitía un precario alumbrado público; estaba
funcionando el telégrafo y había comunicación telefónica con los ranchos”. P. I. Taibo II,
op. cit; p. 788.
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El reportaje inolvidable
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El reportaje inolvidable
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El reportaje inolvidable
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Un ejemplo de este tipo de versiones se puede revisar en: Manuel Pineda, “La nostal-
gia de un Dorado”, en Contralínea, a. II, núm. 7 (julio de 2005), p. 11, donde se lee: “El
capitán [Guillermo Flores Reyes] dice que la culpa la tuvo Regino Hernández Llergo,
periodista de El Universal, quien publicó que Villa iba a levantarse en armas. ‘Por eso mi
general odiaba a los periodistas’.”
18
E. L. Torres, op. cit; pp. 66-71 ss. Al pleito entre galleros, Elías Torres también arguye
que Melitón Lozoya, responsable a nombre de los dueños originales de la Hacienda de
Canutillo, la familia Jurado, habría vendido parte del inmobiliario del lugar antes de
que Villa tomara posesión. El general, al enterarse de este hecho, aumentó su disgusto
contra Lozoya.
19
P. I. Taibo II, op. cit; p. 816.
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“Francisco Villa fue asesinado en una emboscada; el cuerpo quedó horriblemente mu-
tilado”, El Universal, 20 de julio de 1923, p. 1.
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Regino Hernández Llergo, “Lo que no dije cuando entrevisté a Pancho Villa”, El Uni-
versal, 21 de julio de 1923, p. 1.
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El reportaje inolvidable
22
Idem.
23
Testimonio de Raúl Osorio, yerno de Regino Hernández, en entrevista con Antonio
Sierra García. Osorio añadió: “La entrevista con Pancho Villa fue un trabajo muy polé-
mico tanto que hasta en los libros de historia de 1950, decían que Regino había matado
a Francisco Villa. Eso se estudiaba entonces. Él, a través de toda su historia periodística,
logró desaparecer esa imagen”.
29
III. Esbozo biográfico de un periodista 24
La herencia de Tabasco
Nadie recuerda con precisión la fecha en que Regino Hernández
Llergo (1896-1976) salió de Cunduacán, Tabasco, el municipio
donde nació, el 29 de febrero de 1896; hijo de José Hernández
León, profesor y fundador del periódico La Bolija. Era un diario
antibandalista, es decir, opuesto al gobernador Abraham Banda-
la, y la información que contenía era principalmente de los mu-
nicipios de Tabasco que, a tono con el periodo histórico político
del país, padecía el resquebrajamiento del Porfiriato.25
En 1895 Abraham Bandala asumió el poder en aquel estado,
y durante más de 15 años fue una de las figuras fieles a don Porfi-
rio Díaz, gracias a su control de la agricultura y el sojuzgamiento
del campesinado de la entidad. Ante la situación, un estudiante
del Instituto Juárez, Félix Fulgencio Palavicini, condenó públi-
camente el maltrato hacia los agricultores y encabezó las causas
liberales en el estado, para adherirse en 1905 al programa del
Partido Liberal. Pero fue hasta 1910 cuando los habitantes de las
24
Este trabajo deriva de la tesis de licenciatura Regino Hernández Llergo: De la Revolución
Mexicana a la revolución del periodismo, con la que Antonio Sierra García obtuvo el grado
de licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma
de México. Algunos argumentos de la tesis se sustentan en las extensas entrevistas que
su autor amablemente sostuvo con algunos familiares de don Regino Hernández Llergo,
como Bertha Hernández (hija), Raúl Osorio (yerno) y Francisco Hernández Llergo (her-
mano). A ellos, toda nuestra gratitud.
25
Diccionario histórico y biográfico de la Revolución Mexicana. Tomo VI. p. 685.
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Esbozo biográfico de un periodista
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En El Universal
Roberto Blanco Moheno, en el libro Memorias de un reportero,
narra el inicio de Regino en la vida periodística:
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Esbozo biográfico de un periodista
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Una semana con Villa en Canutillo
El Globo y El Demócrata
En 1922 Regino logró otra nota espectacular, el extenso reporta-
je “Una semana con Pancho Villa en Canutillo”. De esa manera
se ganó la confianza de los directores del periódico, quienes le
permitieron fundar El Universal Gráfico y después El Universal
Taurino.
Más tarde, salió del medio que lo dio a la vida periodística. En
1925 siguió a Félix Palavicini en la fundación de El Globo, donde
nuevamente trabajó como jefe de redacción. Este impreso nació
el 26 de enero de 1925 y finalizó, el 22 de abril del mismo año.
Hernández Llergo dijo que la muerte del diario fue natural, que
lo había matado Alberto Pani, ministro de Hacienda, contra quien
los periodistas dirigieron una campaña virulenta. El funcionario
amenazó a los comerciantes e industriales que le daban publi-
cidad al periódico. Para El Globo, el gesto de obediencia de los
comerciantes, significó el adiós. Así terminó la existencia del cita-
dino que según Regino “fundó Palavicini cuando Obregón (por lo
de Villa) nos echó de El Universal”.
Después, ingresó al periódico El Demócrata, también como
jefe de redacción, diario que al igual que el anterior, desapareció
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Esbozo biográfico de un periodista
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Esbozo biográfico de un periodista
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“Un paso al frente”, Hoy, 27 de febrero de 1937, p. 7.
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“Se funda la división editorial de fotograbadores y rotograbadores”, Hoy, 22 de mayo
de 1937, p. 17.
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Esbozo biográfico de un periodista
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Una semana con Villa en Canutillo
La decadencia de Hoy
Era el periodo presidencial de Manuel Ávila Camacho (1940-
1946), y con risa nerviosa por delante, dos hombres se apresu-
raban a concluir un texto que tendría consecuencias irremedia-
bles. José Pagés Llergo y Regino Hernández estaban listos para
entregar un documento titulado “Nacimos en cueros”, al presi-
dente de la República, donde daban respuesta a las declaracio-
nes hechas por el ejecutivo, palabras que los Llergo considera-
ron injustas.
El presidente toleró el incidente, y la respuesta fue un mor-
tal silencio indirecto. Ávila Camacho optó por amenazar a los
anunciantes de que no debían comprar espacios publicitarios en
las publicaciones de los Llergo, por lo que Hoy comenzó a morir
por inanición económica. Comprar publicidad en la revista era
sinónimo de enemistad con el gobierno. Los problemas mone-
tarios se sumaron a la pésima organización administrativa que
tradicionalmente distinguió a los Llergo, lo que aceleró la caída
de Hoy. Años después, José Pagés confesó que “Hoy no tenía
ninguna resistencia económica. Jamás la tuvo. Controlado por
tres individuos desorganizados, que sólo pensaban en el hoy día
y no en el Hoy periódico”.
Más tarde, apareció Manuel Suárez, quien años atrás había
fundado el periódico La Tarde. Este empresario periodista com-
pró acciones de la revista, venta que los Llergo aceptaron como
una posibilidad de incorporar dineros a sus arcas, ya muy de-
terioradas. Meses más tarde, se vieron obligados a entregar la
mitad de la propiedad de Hoy a Manuel Suárez, quien paulatina-
mente incorporó a personal de su confianza, como Rafael Lebri-
ja en la administración.
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“Lo mataron? Bendito sea dios!”, Siempre!, 19 de junio de 1963.
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Esbozo biográfico de un periodista
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No con la misma trascendencia que las anteriores, destacamos que otras publicaciones
de Hernández Llergo fueron: Diversión, revista de crucigramas que llegó a tener un tiraje
de 60 mil ejemplares; Casos de Alarma, El Suceso Más Nombrado de Alarma y la fotono-
vela Valle de Lágrimas.
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IV. El Pancho Villa de Regino Hernández
y los símbolos del patriarca
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El Pancho Villa de Regino Hernández y los símbolos del patriarca
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El Pancho Villa de Regino Hernández y los símbolos del patriarca
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El Pancho Villa de Regino Hernández y los símbolos del patriarca
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El Pancho Villa de Regino Hernández y los símbolos del patriarca
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El Pancho Villa de Regino Hernández y los símbolos del patriarca
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Anne Rubestein, “Bodies, cities, cinema: Pedro Infante’s Death as Political Spectacle”,
226 pp. En el original en inglés, la traducción es nuestra.
53
Así también lo identifica Ilene O’Malley, The Myth of the Revolution: Hero Cults and the
Institutionalization of the Mexican State, 1920-1940. New York, Westport, London. Greenwo-
od Press, 1993.
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El Pancho Villa de Regino Hernández y los símbolos del patriarca
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postula un proyecto de progreso basado en lo que después
sería el milagro mexicano, la agricultura subvencionada por
el gobierno paternalista.
Hemerobibliografía
Álvarez, José Rogelio (director). Diccionario histórico y biográfico de la Revo-
lución Mexicana. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la
Revolución Mexicana, Enciclopedia de México, Secretaría de Educación
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Aguilar Mora, Jorge. Una muerte sencilla, justa, eterna. Cultura y guerra durante
la revolución mexicana. México, Era, 1998.
Cano Andaluz, Aurora (coordinadora). Las publicaciones periódicas y la historia
de México (ciclo de conferencias). México, UNAM, 1995.
Berumen, Miguel Ángel. Pancho Villa: la construcción del mito. México, Cuadro
por Cuadro, Berumen y Muños editores, 2007.
Blanco Moheno, Roberto. Memorias de un reportero. México, LibroMex, 1965.
Bohmann, Karin. Medios de comunicación y sistemas informativos en México.
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Borrás, Leopoldo. Historia del periodismo mexicano, del ocaso porfirista al derecho
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Fernández Christlieb, Fatima. Los medios de difusión masiva en México. México,
Juan Pablos, 1985.
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60
Hemerobibliografía
61
Una semana con Villa en Canutillo
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Rubestein, Anne, “Bodies, cities, cinema: Pedro Infante’s Death as Political
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de mayo de 1997, p. 17
Sierra García, Antonio. Regino Hernández Llergo: De la Revolución Mexicana a la
revolución del periodismo. Tesis de licenciatura en Ciencias de la Comunica-
ción, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, 2000.
Taibo II, Paco Ignacio. Pancho Villa: una biografía narrativa. México, Planeta,
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Torres, Elías L. Cómo murió Pancho Villa. México, El Libro Español, “Editora y
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Ulibarri, Eduardo. Idea y vida del reportaje. México, Trillas, serie: Periodismo
Latinoamericano, 1994.
“Un paso al frente”, en Hoy, 27 de febrero de 1937, p. 7.
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CAPÍTULO I
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María Teresa Montoya
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EL GENERAL ESCOBAR
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EL HÉROE DE LA JORNADA
Continuamos en Parral.
El hombre a quien debemos todo el éxito de este viaje mo-
rrocotudo —sin restar la valiosa ayuda del general Escobar— es
sin duda alguna el coronel J. Félix Lara, jefe de la Guarnición
de Parral.
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El héroe de la jornada
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Otra vez los cómicos
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En casa del general Villa
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CAPÍTULO II
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Una semana con Villa en Canutillo
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Que digan la verdad
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Una semana con Villa en Canutillo
—¿Qué dice?
—Presentándonos con usted, general, y haciéndonos el fa-
vor de recomendarnos.
—¡Ah, muy bien! —dijo, y la guardó en la bolsa de su guaya-
bera.
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Cinco mil pacas de paja, sin salida
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Una semana con Villa en Canutillo
LA CUCARACHA
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La Cucaracha
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Una semana con Villa en Canutillo
EN CANUTILLO
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En Canutillo
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Una semana con Villa en Canutillo
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La caballerosidad del general Villa
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Una semana con Villa en Canutillo
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La caballerosidad del general Villa
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CAPÍTULO III
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Capítulo III
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Una semana con Villa en Canutillo
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La primera platicada del general Villa
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La primera platicada del general Villa
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Una semana con Villa en Canutillo
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Nada de política, pero sobre todo la política
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CONSEJOS DE MORAL
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Consejos de moral
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CAPÍTULO IV
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Una semana con Villa en Canutillo
Ya no tengo máquina,
¡se rompió la máquina!...
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¡Puede el baile continuar!
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Una semana con Villa en Canutillo
EL GENERAL OBREGÓN
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El general Obregón
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Una semana con Villa en Canutillo
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P rimero paga al maestro de escuela que al general
FRANCISCO VILLA JR
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Una semana con Villa en Canutillo
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Francisco Villa Jr
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Una semana con Villa en Canutillo
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Un episodio de sus memorias
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CAPÍTULO V
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CANDIDATO A DIPUTADO
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Candidato a diputado
Y sorpresa grande.
En la sección de “Actividades políticas, electorales” leí, con
extrañeza, el siguiente mensaje: “Balancán, Tabasco, mayo 27
—señor Regino Hernández Llergo—. Este club acordó ofrecer-
le su candidatura para diputado suplente del Congreso de la
Unión de este distrito. Propietario, Pomposo Ocampo y Ocampo,
quien aceptó. Saludámosle. Presidente de Club Radical Vicente
Guerrero, Juan Galguera”.
¿Pero será ésta una tomada de pelo? —me pregunté— ¿Yo,
candidato a diputado? Y considerando que el asunto tenía cierta
seriedad, pensé en el papel que desempeñan los diputados al
Congreso de la Unión. Y formé, imaginativamente, una lista de
sus ocupaciones:
Llegar a la Cámara, cada muerte de un judío, y sentarme a
fumar en la curul.
Esperar que el secretario dé la lata con los asuntos de
cartera.
Una vez que el secretario lea, no hacerle caso.
Después, si se trata de alguien que quiera figurar, pedir la
palabra para decir tonterías.
Dejar, para la siguiente Legislatura, los asuntos que necesi-
tan, por su trascendencia, una rápida resolución.
No saber leer, ni escribir.
Cobrar, puntualmente, la decena.
Enamorar a las muchachas, presumiendo con el botón en la
solapa.
Agredir a cualquier hijo de vecino, y luego, burlarse del ídem.
Aspirar a Ministro, primero, y después a presidente de la
República.
Beber en las cantinas, y no pagar, haciendo valer el futuro.
Bañarse.
Coyotear en las esferas oficiales.
Reelegirse.
¿Qué hacen, en suma, los diputados? —me preguntaba—
¡Nada, nada y nada!
¿Trabajan en beneficio del país?
—¡Nooooo!…
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Una semana con Villa en Canutillo
¿Hacen el ridículo?
—¡Síííííí!…
Pues no hay que darle vueltas al asunto. No aceptar. “A otro
hueso con ese perro”: Agradezco muchísimo —y lo digo since-
ramente— que mis conciudadanos se hayan acordado de este
humilde cuartillero. Agradezco a Balancán —el risueño puebli-
to donde viví mis primeros años y amé por vez primera—, que
me hayan abierto la puerta de la oportunidad, pero no fumo,
compañeros. Prefiero seguir cuartilleando en El Universal, ga-
nándome la vida dulcemente, que vivir del presupuesto en la
Cámara de Diputados…
Palabra de honor: Lo siento porque conmigo figuraba don
Pomposo Ocampo y Ocampo, un hombre de empuje que sí, en
caso de triunfo, hará algo plausible en favor de sus comitentes, y
no lo siento, porque me han dado ocasión de elogiar a don Pom-
poso, para quien toda loa es merecida.
Ruego al club Vicente Guerrero, de Balancán, que luche para
llevar a un curul a don Pomposo Ocampo y Ocampo —que éste,
como Pérez Taylor, sí pondrá la muestra— y que deje en paz a
este pobre diablo, que no hace a nadie ningún mal.
Y hago mutis.
EL GENERAL ÁNGELES
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El general Ángeles
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Lo que cuentan en Chihuahua
EL COLEGIO MILITAR
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SU OPINIÓN SOBRE CARRANZA
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Otra vez los gringos
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CAPÍTULO VI
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Una semana con Villa en Canutillo
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LA BIBLIOTECA DEL GENERAL VILLA
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EL PELIGRO DE LOS ESTADOS UNIDOS
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UN NUEVO EPISODIO DE LAS MEMORIAS DE VILLA
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Una semana con Villa en Canutillo
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Un nuevo episodio de las memorias de Villa
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CAPÍTULO VII
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Una semana con Villa en Canutillo
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El concurso de exploración nacional
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El concurso de exploración nacional
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Una semana con Villa en Canutillo
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El concurso de exploración nacional
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Otro episodio de sus memorias
LA DESPEDIDA
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Una semana con Villa en Canutillo
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La despedida
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Una semana con Villa en Canutillo se terminó
de imprimir en los talleres de Ar Kaktus Sistema
Gráfico, S.A. de C.V. en el mes de septiembre de
2009, al cuidado de la edición estuvieron los auto-
res, se uso tipografía Baskerville y Veljovik, los in-
teriores están impresos en sistema offset en papel
bond ahuesado de 90 gramos, la portada impresa
a cuatro tintas de selección, en cartulina couché
de 250 gramos con acabado laminado plástico.
Regino Hernández Llergo
Una semana con Villa
en Canutillo
Regino Hernández Llergo
Universidad de Colima