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ESTRUCTURA DINÁMICA DE LA POBLACIÓN

Entre 1990 y 2010, la población de México creció en 31 millones de


personas, es decir, a un promedio anual de 1.5 millones de personas, de
acuerdo con un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI).
Con ese aumento, la población del país llegó a 112.3 millones de
personas, lo que lo coloca en el lugar 11 entre las naciones más
pobladas del mundo, señaló el INEGI en el marco del Día Mundial de la
Población, que se conmemora el 11 de julio. Los países con más
habitantes son China, India y Estados Unidos. La tasa de crecimiento
demográfico en México disminuyó consistentemente durante los
primeros 15 años de ese periodo, para volver a subir en el último lustro.
De 1990 a 1995 fue de 2.1%; de 1995 al 2000, de 1.6%; del 2000 al
2005, de 1%, y del 2005 al 2010, de 1.8%, según las cifras del INEGI. El
punto más alto en la tasa de crecimiento demográfico se registró en la
década de 1960 a 1970, cuando fue de 3.4%. Esa década corresponde al
último tramo de una etapa conocida por algunos historiadores como
el milagro mexicano, cuando la reducción de importaciones contribuyó
al desarrollo de la industria nacional y la economía. También se
produjeron entonces mejoras en los sistemas de salud, que
incrementaron la esperanza de vida y redujeron la mortalidad infantil.
Después de esa época, en especial en los 80 y 90, el gobierno de México
inició campañas de educación sexual y planificación familiar con el
propósito de reducir el crecimiento demográfico. El punto más bajo en la
tasa de crecimiento se registró en el periodo de 1910 a 1921, cuando
incluso fue negativa, de -0.5%. Esa situación, de acuerdo con algunos
historiadores, se debió al impacto social de la Revolución Mexicana.

Posteriormente el censo proporciona una especie de fotografía de la


población del país en un momento específico, por lo que utilizando los
datos que proporciona podemos explorar las características poblaciones
de México y establecer sus rasgos distintivos y las diferencias que
identifican a las diversas regiones del país. La forma en la que
describimos a una población es mediante el uso de indicadores
sociodemográficos o características. Los indicadores sociodemográficos
se expresan en números o series de números que permiten evaluar un
elemento o característica social con respecto a otras. Algunos de los
indicadores más utilizados para el estudio y evaluación de la población
incluyen: edad, sexo, distribución en el territorio, tipo de lugar, tamaño
promedio del hogar, tamaño y tipo de familia, fecundidad, religión,
ocupación (por sector de la economía), grado de estudios, entre otros.

Por lo consiguiente los indicadores sociodemográficos también son útiles


para organizaciones internacionales como la Organización de las
Naciones Unidas porque mediante ellos determinan el desarrollo de los
países y la calidad de vida de sus habitantes. Por ejemplo, el Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo utiliza una colección de
indicadores en su Informe sobre el Índice de Desarrollo Humano.

ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN POR EDAD Y SEXO

La razón de sexo al momento de nacimiento es de aproximadamente


105 niños por cada 100 niñas, las mujeres tienden a tener una
expectativa de vida más larga que los hombres. Por lo que, a lo largo del
tiempo, la población femenina crece en relación a la masculina. Otros
factores que influyen en la razón de sexo de las poblaciones son la
migración, el aborto o el infanticidio selectivo. El índice de masculinidad
puede utilizarse para establecer diferencias tal y como lo hemos
mencionado. Por ejemplo, en México, Baja California Sur es la entidad
con el índice más alto de masculinidad mientras que las entidades
federativas con los menores índices son Oaxaca y el Distrito Federal.

Además es importante saber el sexo y edad porque nos permite saber el


tipo de infraestructura social (escuelas, hospitales, atención médica,
etcétera) que requiere una comunidad y con qué recursos humanos
cuenta.

GRUPOS CULTURALES Y ÉTNICOS

En México habitan grupos culturales y étnicos que hablan lenguas


distintas y cuyos estilos de vida son diferentes entre sí, aunque
comparten ciertas notas o rasgos que los caracterizan. A partir de 1990,
y de acuerdo con cifras oficiales reportadas por INEGI, hay un alto
crecimiento de grupos culturales y étnicos en entidades de poca
presencia histórica como Durango y una tendencia a la baja en aquellas
que concentran los núcleos más importantes como Oaxaca y Chiapas.
Según el mismo Instituto, y con base en datos del Censo General de
Población y Vivienda de 2000, otro cambio visible en la dinámica
poblacional de estos grupos culturales y étnicos se dio en la distribución
por edad. El INEGI lo reporta así: “Al comparar los datos disponibles de
la población hablante de lengua indígena en la última década, se
observa una reducción de la población con edades de 5 a 19 años, lo
que indica que estos jóvenes que son los de mayor asistencia a centros
escolares, abandonan la lengua; en términos absolutos, en 2000 se
registran casi 20,000 niños de 5 a 9 años menos que los identificados en
1990. Se observa también que los adultos mayores, es decir los de más
de 65 años, aumentan y son quienes conservan o declaran la lengua”

DISTRIBUCIÓN EN EL TERRITORIO
A principios del siglo xx, nuestro país mexicano era una población
mayoritariamente rural pues la mayor parte de sus miembros vivían en
el campo y se dedicaban a labores agrícolas. Conforme avanzó el siglo,
la urbanización se hizo presente. La gente comenzó a emigrar a las
ciudades hasta que, en el último tercio del siglo, México se convirtió en
una nación más urbana que rural.

ALFABETISMO

El alfabetismo es la capacidad de un individuo para decodificar y sobre


todo comprender lo que lee y lo que escribe. Se diferencia de la
alfabetización porque en ésta solamente se considera la decodificación
de las letras y no la comprensión de las mismas. El indicador de
alfabetismo, junto con los indicadores ambientales, de vivienda y salud,
es básico para medir el nivel de bienestar y desarrollo de una población
a nivel mundial, nacional, estatal, regional y municipal. Dicho indicador
forma parte del llamado Índice de Desarrollo Humano creado por el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en las últimas décadas
del siglo pasado.

Según el Informe para el Desarrollo Humano 2011, México ocupa el lugar


número 57 a nivel mundial en el Índice de Desarrollo Humano. En el
Censo General de Población y Vivienda 2010 el alfabetismo se registró
de dos maneras principales. La primera en la población de 6 a 14 años
según su aptitud para leer y escribir, su edad y sexo, y la segunda en la
población de 15 años y más por grupos quinquenales, condiciones de
alfabetismo y sexo. Al igual que con los otros indicadores hay una gran
variación en el territorio nacional y refleja la diversidad de la
composición de la población mexicana. Las entidades federativas con el
mayor y menor porcentaje de alfabetas como proporción del total de la
población en edad de leer y escribir (6 años o más).

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