LAS NUEVAS PERSPECTIVAS CIENTIFICAS Y CULTURALES Y LA ENSEÑANZA
DEL DERECHO
La nueva situación científica y cultural del derecho
La necesidad de un curso preliminar. – Cuando en el siglo XIX
Victor Cousin (1840), hombre representativo de una instancia renovadora en la educación francesa, propuso crear en la Universidad de París la Cátedra de Enciclopedia Jurídica – denominación que identificaba entonces a la cátedra Introducción al Derecho- señaló las siguientes razones: - Para llenar una laguna en la enseñanza del derecho - Porque el derecho era para quienes comenzaban a caminarlo, un país del que desconocían su topografía e idioma - Que no resultaba conveniente comenzar los estudios sin conocer su lugar y su significado en el conjunto de las ciencias jurídicas; Por estas razones, era necesario un curso preliminar, decía Cousin, cuya finalidad sería: a) Orientar a los estudiantes en el laberinto del derecho, dándoles un panorama general de todas las partes de la ciencia jurídica. b) Establecer el método general a seguir en el estudio del derecho, con sus correspondientes modificaciones exigidas por cada rama. c) Dar a conocer las obras que han marcado el progreso de la ciencia jurídica. d) Imprimir unidad a la ciencia del derecho. Esta propuesta, que fue el punto de partida para la realización de las cátedras introductorias en las universidades europeas y latinoamericanas era un programa a cumplir que planteó dos cuestiones: por una parte, la necesidad y la justificación de los temas teóricos y metodológicos y de los objetivos de la materia, lo mismo que sus problemas y dificultades; por otra parte, la importancia de determinar el lugar de la Enciclopedia en los programas de estudios jurídicos.
La introducción al derecho en las concepciones dominantes del
país. - En el marco de estas ideas y propuestas comienza en el país el dictado de una Enciclopedia jurídica o una Introducción general a los estudios del Derecho y una fecunda labor en el proceso de elaboración y definición de objetivos. La etapa enciclopédica (1876-1896) se inicia unida a un importante movimiento de renovación de la enseñanza con la reforma del plan de estudios de la Universidad de Buenos Aires que reconoce autonomía a la Facultad de Derecho e incorpora la materia siendo su primer profesor Juan José Montes de Oca. Apoyado en las ideas dominantes de ese momento y citando a Adolphe Roussel –profesor de la Universidad de Bruselas- Oca destaca lo conveniente y útil de disipar las dificultades de los alumnos al comenzar sus estudios ofreciendo una Enciclopedia del Derecho que les brindara: - Las leyes generales de la ciencia y las particulares de cada una de sus ramas, el objeto y el carácter filosófico de las clasificaciones y las relaciones necesarias de cada parte jurídica con las demás y el tronco común. - La posibilidad de suplir los vacíos de la enseñanza, con las nociones suficientes sobre las partes de la ciencia del derecho. - Citando a M. Eschbach –profesor de la Universidad de Estrasburgo- que el objeto de la enciclopedia de una ciencia debía consistir en sus bases y fundamentos, en explorar con un sentido general sus diversas partes, y separarla y distinguirla de las ciencias afines; en una palabra, hacer la enciclopedia de una ciencia equivalía a “trazar el centro de la circunferencia, los radios y las tangentes”. - Una noción sinóptica y elemental del derecho; presentarle una breve noticia de histórica de sus fuentes –antiguas y modernas-; indicar el auxilio que las ciencias accesorias como la filosofía, la historia, la filología y la medicina prestan al derecho. - Que evidenciara el todo homogéneo y la cohesión lógica de su ciencia desvirtuando la falsa creencia de que es posible ignorar ciertas partes bajo el pretexto de que son innecesarias en la práctica. - Conseguir la pasión de los estudiantes, que al conocer sus diferentes ramas, podrían distinguir y elegir aquella para la cual tiene mayores aptitudes. Con estos fundamentos y objetivos Montes de Oca precisó en su primer curso, los límites de la materia, circunscribiéndola y dejando de lado las teorías abstractas y filosóficas propias de otras asignaturas. La materia debía entonces ofrecer la ciencia del derecho en sus principios y bases constitutivas: - Una idea de la justicia y del derecho por ser “lo que forma la piedra angular del edificio que tratamos de construir”. - Una breve noticia de la historia de nuestro derecho positivo. - Una visión concisa de cada una de las ramas del derecho. - Algunos conocimientos auxiliares útiles para formar al jurista. Juan José Montes de Oca, ocupó la cátedra hasta 1892, y por un breve período hasta 1896, su hijo Manuel Augusto quien mantuvo la orientación satisfaciendo además la necesidad de ampliar los antecedentes históricos.
En esta misma etapa la materia comenzó también a dictarse en la
Universidad Nacional de Córdoba, la otra universidad existente entonces en el país. En sus comienzos se dictaba juntamente con Filosofía del Derecho, pero luego, con motivo de la reforma del plan de estudios (1889), se separaron ambas cátedras, correspondiéndole al profesor Gaspar Ferrer la materia introductoria. Fue éste un profesor y jurista destacado que siguió las líneas de Montes de Oca, aunque sin incluir el capítulo correspondiente a la historia de nuestro derecho positivo. Cabe mencionar aquí que también se difundían en el país obras introductorias españolas, con una estructura e inspiración diferente. Entre otras pueden señalarse La introducción a los estudios del derecho y principios del derecho natural de Juan Manuel Ortí y Lara (1874), y la de Antonio José Pou y Ordinas, Prolegómenos o introducción general al estudio del derecho y principios del derecho natural (1898). Eran representativos de la escolástica española del siglo XIX, e incluían temas de refutación o doctrinas como las de Kant, Bentham, y en particular la de Krause.
La segunda etapa (1896-1905) puede caracterizarse como la de una
introducción al derecho, concebida como una introducción a las ciencias sociales; en ella Juan Agustín García ocupaba la cátedra de la Universidad de Buenos Aires. Fueron representativas de las ideas y del espíritu de esta etapa dos de sus libros: - En la primera obra se propuso enseñar el espíritu de las instituciones y de los códigos, dar la idea general y sintética de los mismos. - En la segunda obra consistió en un desarrollo de la anterior y fue publicada en 1899. En ella intentó demostrar que los fenómenos sociales, políticos y económicos del país eran tan interesantes como los europeos; un hecho que autorizaba a afirmar la posibilidad de construir una ciencia argentina. Coincide esta etapa con la afirmación de la conveniencia de vincular la enseñanza del derecho con las ciencias sociales, de hacer penetrar en la Universidad la tradición científica argentina de Echeverría, Mitre, Alberdi, que tenía un enfoque nacional de las ciencias. En este marco de las ideas la introducción al derecho se impartía, por una parte, con una impronta metodológica y sociológica, y con una perspectiva inspirada en la Escuela Histórica Alemana, y por otra, intentando una rehabilitación del estudio del derecho español y de la historia del derecho argentino, valorándose así la tradición científica nacional.
En la tercera etapa (1905-1918) se propone una introducción
entendida como metodología jurídica para construir una teoría sociológica del derecho. Las ideas dominantes fueron sostenidas por Carlos Octavio Bunge en la Universidad de Buenos Aires. Se planteó entonces la necesidad de encontrar un rumbo adecuado frente a dos alternativas: la tendencia enciclopédica y sociológica de las universidades francesas, o la metodológica y filosófica de las alemanas. Bunge, con respecto a la enseñanza enciclopédica señala que iba perdiendo importancia en las universidades, pero al mismo tiempo destaca que una disciplina preparatoria como introducción al derecho resultaba estrictamente indispensable. En relación con la metodología jurídica, Bunge opina que debe hacerse un estudio intenso para construir sólidamente una teoría general del derecho. Asimismo, señala lo inconveniente de la forma filosófica en dicha elaboración, pues en ella priva el desarrollo teórico con cierto tinte especulativo y hasta racionalista. La forma sociológica es más adecuada, ya que al considerar el derecho como un fenómeno social adquiere primacía la observación positiva. Acerca de los antecedentes del derecho argentino, Bunge sostiene que su enseñanza debe mantenerse, pues prescindir de ellos equivaldría a la ignorancia de la aplicación del método histórico.
En la cuarta etapa ya no es posible determinar de manera precisa
las ideas dominantes. Su comienzo puede señalarse en 1919 cuando Ricardo Lavene se hace cargo de la cátedra en la UBA, su propuesta afirma la perspectiva social del derecho, apoyándose fundamentalmente en Emile Durkheim, representativo del positivismo sociológico de ese momento, y en la filosofía jurídica de Rudolf Stammler. A esto debe agregarse su enfoque histórico, que le permitió definir el derecho no sólo como un conjunto orgánico de normas que regulan la vida social, sino como un fenómeno superior de cultura. Esta perspectiva fue enriqueciéndose por una fundamental tarea de investigación sobre el derecho indiano y sobre el derecho patrio, tarea que culmina con su obra Historia del derecho argentino. La nueva situación científica y cultural del derecho. – Unido a las transformaciones, en el sistema de ideas y proposiciones como en el aspecto científico y tecnológico, se advierte un desarrollo de la investigación jurídica que busca incorporar desde distintas perspectivas teóricas y metodológicas los logros de las ciencias modernas a las construcciones jurídicas. Este movimiento renovador se manifiesta en los siguientes aspectos: - Desde el punto de vista filosófico: 1) los intentos por incorporar a la reflexión jurídica las nuevas perspectivas que proponen un retorno a la metafísica, la ontología y a la axiología y un desarrollo de la fenomenología, los existencialismos, los personalismos y los estructuralismos; 2) los intentos de renovación del positivismo jurídico; 3) el gran desarrollo de la filosofía analítica y su proyección en el campo jurídico y ético; 4) un interés por profundizar los problemas de la lógica jurídica a fin de precisar mejor las distinciones entre los diferentes tipos de razonamiento jurídico y 5) una revaloración del iusnaturalismo y del finalismo. - Desde el punto de vista sociológico tratando por una parte de definir con más claridad la relación entre sociología y derecho, y por otra la de lograr una mayor precisión en su objeto y método, y sobre todo determinar la función práctica que debe cumplir. - Desde la perspectiva epistemológica se advierten importantes líneas de investigación dirigidas a buscar nuevos modelos conceptuales y métodos de trabajo. Las líneas de investigación se manifiestan en: 1) la revisión de la historia de la ciencia del derecho; 2) las perspectivas que surgen del intento de explicar la relación entre la pluridisciplinariedad y unidad de la ciencia jurídica y las nuevas relaciones interdisciplinarias planteadas en función de los objetivos, metodología e instrumentos de análisis.
Nuevas perspectivas en la enseñanza del derecho. - Merecen
señalarse: 1) los descubrimientos en las investigaciones en psicología, biología, lingüística e informática que abren nuevas líneas de investigaciones educativas; 2) los cambios científicos y tecnológicos acelerados y su incidencia en el proceso de transformaciones en la estructura del saber y su relación con la enseñanza; 3) y las nuevas propuestas de la tecnología educacional en orden al perfeccionamiento de las tareas didácticas.
Nuestra propuesta. – Estos hechos son un estímulo para buscar un
nuevo camino que ponga el centro de interés en la dimensión cultural de lo jurídico, en un mundo especializado y pragmático. Buscando ofrecer un nuevo enfoque que ayude a definir los problemas teóricos, metodológicos y sobre todo didácticos de esta compleja materia introductoria. El método. – El método elegido intenta ponernos en contacto con nuestras raíces y realizaciones de nuestra cultura jurídica en un momento de cambios profundos y tentado de nihilismo y descreimiento. (PRAGMÁTICO – KLONER).
La construcción del mundo jurídico de Occidente. – Este enfoque
exige precisiones acerca de los términos “mundo jurídico”, “occidente” y “construcción”, con el objetivo de no caer en ambigüedades. - Mundo jurídico: Se entiende que este término permite poner más en evidencia y dar mayor énfasis a la compleja relación entre derecho, cultura y sociedad. Ayuda a comprender lo jurídico en un marco de referencia que lo integra a una concepción de la cultura como “matriz de vida dotada de sentido”, con el fin de que cultura y naturaleza aparezcan unidos en una realidad personal y social. Integra lo jurídico en una concepción de la naturaleza humana que afirma y expresa, por un lado, la unidad y la universalidad del género humano y sus posibilidades de perfeccionamiento y de realización y por otro, descubrir y realizar la dimensión histórica y social del hombre, mostrando las particularidades de cada cultura y la pluralidad de ellas. - Occidente: El concepto de occidente tiene un significado cultural y no uno geográfico. Se quiere destacar algunos de los rasgos más significativos de la cultura jurídica, desde Grecia hasta las manifestaciones de las sociedades nacionales secularizadas. - Construcción: Con este término se quiere destacar el carácter dinámico e histórico del mundo jurídico, poniendo en evidencia que no es algo terminado o construido para siempre donde lo permanente permanece estático y lo mudable parece consumir y agotar lo permanente. Intenta adentrarnos en la conciencia histórica del largo y complejo proceso de formación y transformación del mundo jurídico.
Etapas de la construcción del mundo jurídico de Occidente. – En
esta primera concepción se destacan 4 etapas: - La primera en la que se advierten tres movimientos significativos, corresponde al mundo antiguo. El primero se inicia con la polis griega, y va desde la concepción sagrada de la ley, a un concepto de ley de la naturaleza y de la razón como fundamento del derecho natural. El segundo momento es propio de Roma, que parte de un derecho fundado en la costumbre hasta llegar a elaborar una teoría del derecho. El tercero corresponde al del pueblo hebreo. - La segunda etapa se desarrolla en el mundo jurídico traído por el cristianismo. - En la tercera etapa se destacan los esfuerzos por construir el mundo jurídico de la Edad Media y pueden distinguirse dos momentos significativos: a) el del derecho de una sociedad teocéntrica (Alta Edad Media); b) el del derecho de una sociedad iuscéntrica (Baja Edad Media). - La cuarta etapa tiene dos dimensiones: la primera corresponde a la construcción del mundo jurídico de las sociedades nacionales secularizadas, en las que se elaboraron, por una parte, los fundamentos y contenidos del derecho moderno, y por otra, las principales propuestas contemporáneas de renovación, incorporando a Argentina. En la segunda se proponen los elementos del mundo jurídico en el que estamos inmersos, para seguirlo desde sus fundamentos, mostrar su estructura y los presupuestos teóricos y metodológicos.