Está en la página 1de 13

EL PRIMER PASO A LA LIBERTAD

El Camino a la Recuperación – Parte 1


Rick Warren
Del 6 al 7 de Febrero, 1992

Isaías 57:18 (DHH) “He visto como han actuado, pero los sanaré. . Los guiaré y les
ayudaré, y consolaré a los que lloran. Ofrezco paz a todos, a los que están cerca y a los
que estén lejos!”

¡De qué necesito recuperarme?

Trabajo Extra Glotonería Alcohol/Drogas Heridas


Amargura Culpa Ira/Furia Mentir
Divorcio Abuso Adicciones Sexuales
Inseguridad Perfeccionismo Hipocondría
Relaciones Retrasos Codependencia
Juegos Gasto Excesivo Necesidad de
Control Temor/Ansiedad

El primer paso para la R.E.C.U.P.E.R.A.C.I.O.N:

Comprendo que __________________; admito que soy incapaz de controlar mi tendencia a


hacer lo malo y que mi vida es inmanejable.

“No me entiendo para nada, porque verdaderamente deseo hacer lo que es correcto, pero
no puedo! Hago lo que no quiero hacer – lo que detesto! Sé perfectamente bien que lo que
estoy haciendo es malo...pero no puedo remediarlo! Es el pecado que está en mí que es
más fuerte que yo lo que me hace hacer cosas malas.”
Romanos 7:15-17 (LB)

I. LA CAUSA DE MI PROBLEMA: ________________________________

Como “jugamos” a ser Dios:

Negando nuestros __________________ y tratando de _______________ todo por razones


egoístas.

• Nuestra imagen
• Otras personas
• Nuestros problemas
• Nuestro dolor
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1

II LAS CONSECUENCIAS.

1. ________________

(Adán) “Tuve miedo porque estaba desnudo y me escondí.”


Génesis 3:10

2. ____________________

“Parece ser un hecho de la vida que cuando quiero hacer lo bueno, inevitablemente
hago lo malo...
algo más, muy dentro de mi... está en guerra con mi mente y gana la lucha y me hace
esclavo del pecado...”
Romanos 7:21,23 (LB)

3. ____________________

“Mi fuerza se evaporaba como agua en un día soleado hasta que finalmente admití
todos mis pecados a Ti y dejé de intentar de esconderlos.”
Salmos 32:4-5 (LB)

4. ____________________

“Nunca tendrás éxito en la vida si tratas de esconder tus pecados. Confiésalos y


renuncia a ellos; entonces Dios mostrará Su misericordia sobre ti.”
Proverbios 28:13 (DHH)

II. LA CURA:__________________________________________________

Admitir que no soy Dios significa que sé que soy...

Incapaz de cambiar:

Incapaz de controlar:

Incapaz de hacer frente:

“Dios se opone a los orgullosos pero da GRACIA a los humildes.”


Santiago 4:6

GRACIA ES:
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1

EL PRIMER PASO A LA LIBERTAD


El Camino a la Recuperación, Parte 1
Isaías 57:18

Recientemente un padre de familia estaba tratando de dormir su siesta un domingo por la tarde
en la sala de su casa y su pequeño hijo seguía molestando diciéndole, “Papi, estoy aburrido.” Por
lo que su padre, tratando de inventar un juego, encontró un dibujo de un mundo en un periódico,
una foto del mundo. Lo cortó en casi 50 pedazos y le dijo, “Hijo, este es un rompecabezas.
Quiero que lo armes.” Luego se acostó para terminar su siesta, pensando que por lo menos
dormiría de una hora y media a dos. En casi 15 minutos su hijo lo despertó diciendo, “Papi, ya
terminé. Ya lo armé.” “Estás bromeando.” El sabía que su hijo no conocía todas las posiciones
de los países y cosas como esas. El dijo, “¿Cómo lo hiciste?” El niño dijo, “Papá, había una foto
de una persona en el reverso de la página de ese periódico y cuando terminé de armar esa
persona el mundo se miraba bien.”

Estamos comenzando una nueva serie hoy y se llama el Camino a la Recuperación; y va obrar en
su persona. Es sorprenderte cómo el mundo se ve mejor cuando su persona es puesta en orden en
la forma correcta. En esta serie hablaremos de cómo manejar y cómo vencer las heridas en su
vida, los hábitos que están destruyendo su vida y los complejos que han causado dolor en su
vida. Heridas, hábitos y complejos.

El versículo que he elegido para nuestro versículo tema en nuestra serie “El Camino a la
Recuperación” es Isaías 57:18, Dios hablando, “He visto cómo han actuado pero los sanaré, les
guiaré y consolaré a los que lloran. Ofrezco paz a todos los que están cerca y a los que están
lejos.” Esta es una gran promesa de Dios. Note que hay cinco partes en la recuperación que Dios
desea hacer en su vida.

Primero, si ha sido herido, Dios dice “Quiero sanarte.”

Si está confundido, “Quiero guiarte.”

Si alguna vez se ha sentido sin ayuda para cambiar algo, “Deseo ayudarte a cambiar eso.”

Si alguna vez ha sentido que nadie entiende su problema, “Quiero consolarte.”

Si se siente ansioso, preocupado y temeroso, “Quiero ofrecerte paz.”

El hecho es que la vida es dura. Vivimos en un mundo imperfecto. Somos dañados por otros y
nos herimos a nosotros mismos y herimos a otros. La Biblia dice, “Todos hemos pecado.” Eso
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1
significa que ninguno de nosotros es perfecto, todos nos hemos equivocado, todos hemos
cometido errores. Dañamos y dañamos a otros.

Esta serie es para todos. Todos en este salón necesitamos recuperación, al menos que haya vivido
una vida perfecta. Pero si no ha vivido una vida perfecta, si ha sido herido, si ha tenido un
complejo o hábito del que le gustaría deshacerse, necesita recuperación.

¿DE QUE NECESITA RECUPERARSE?

La buena noticia es esta: a pesar del problema del cual necesita recuperarse, ya sea emocional,
financiero, relacional, espiritual, sexual o lo que sea, a pesar de eso de lo que usted necesita
recuperación, los pasos para recuperarse son siempre los mismos. Siempre son los mismos.

Los principios para recuperación se encuentran en la Biblia. Es el manual original de


recuperación. En 1935 un par de muchachos formularon, basados en las Escrituras, los que hoy
son conocidos como los clásicos 12 Pasos de los Alcohólicos Anónimos y usados cientos de
otros grupos de recuperación. 20 millones de Norteamericanos están en un grupo de recuperación
cada semana y hay 500,000 diferentes grupos de recuperación. La base es la Palabra de Dios.

He resumido estos principios de recuperación alrededor de la palabra “Recuperación.”


Estudiaremos una letra cada semana y miraremos los ocho pasos resumidos en el camino a la
recuperación.

EL PRIMER PASO. LA “R” EN RECUPERACIÓN QUIERE DECIR COMPRENDER. (Por


sus siglas en Inglés.)

Comprendo que no soy Dios. Admito que soy incapaz de controlar mi tendencia hacer lo malo y
que mi vida es inmanejable.

¿Se queda despierto hasta tarde cuando sabe que necesita dormir?
¿Come o bebe más calorías que lo que su cuerpo necesita?
¿Siente que debe hacer ejercicio pero no lo hace?
¿Conoce lo correcto pero no lo hace?
¿Sabe que algo está malo pero de todas formas lo hace?
¿Se ha dado cuenta alguna vez que no debe ser egoísta pero por lo contrario usted es
egoísta?
¿Ha intentado alguna vez de controlar a alguien o algo y se ha dado cuenta que usted
mismo era incontrolable?

Si su respuesta es “Sí” a cualquiera de estas preguntas, bienvenido a la carrera humana. Todos


necesitamos recuperación.

I. LA CAUSA DE MI PROBLEMA: MI NATURALEZA PECAMINOSA


PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1

La Biblia tiene una palabra para esto. La Biblia llama a esa tendencia, mi naturaleza pecaminosa.
MI naturaleza de pecado me lleva a toda clase de problemas, y lo lleva a usted a toda clase de
problemas. Hago cosas que no son buenas para mí. Las hago aún cuando son auto destructivas y
no hago cosas que son buenas para mí. Contesto de la manera incorrecta cuando soy herido y
solamente aumenta el daño, en lugar de disminuirlo. Reacciono en la manera incorrecta con las
personas. Las trato de la manera equivocada y luego me afecta a mí, cuando sé que no va a
funcionar. Intento resolver problemas y a menudo cuando los arreglo se vuelven peor de lo que
estaban cuando comencé. Proverbios 14 dice “Hay una forma que parece recta al hombre pero
termina en muerte.”

Usted siempre va a tener esta naturaleza pecaminosa con usted, este deseo de hacer lo malo.
Siempre lo va a tener con usted hasta que llegue al cielo. Y aun cuando sea cristiano, todavía
tendrá deseos que lo lleven hacia el mal. Pablo entendió esto. En Romanos 7:15 él dijo, “No me
entiendo para nada. Por que realmente quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. Hago lo
que no quiero hacer y lo que odio. Sé perfectamente bien que lo que estoy haciendo es
incorrecto, pero no lo puedo evitar. Es el pecado que está dentro de mí que es más fuerte que yo,
el que me hace hacer cosas malas.

¿Suena como algo familiar para algunos de ustedes? Termino haciendo lo que no quiero hacer y
termino no haciendo lo que quiero hacer.

El primer paso para la recuperación es que usted debe entender la causa de este problema. ¿Por
qué sucede esto en mi vida? Necesita entender la causa de esto, luego las consecuencias del
problema, y luego la cura.

¿Cuál es la causa de mi problema? La causa de todos sus problemas es esta – Quiero ser Dios.
¿Le gustaría decidir lo que es bueno y lo que es malo? Usted dice, “No quiero que nadie me diga
o que es bueno y lo que es malo, quiero decidir lo que es bueno y lo malo. Quiero hacer lo que
yo quiero, quiero hacer mis propias reglas. Me quiero poner en el centro del universo. Quiero ser
mi propio jefe, vivir a mi manera, si se siente bien, hazlo. No quiero que nadie me diga qué hacer
con mi vida.” Eso se llama jugar a ser Dios. Lo que dice es: “Quiero controlar.” Y entre más
inseguro sea usted, más se propone controlar. Entre más inseguro sea, usted desea controlarse a
sí mismo, controlar a otras personas, controlar su ambiente. Usted es llevado a hacer esto. Y eso
se llama jugar a ser Dios.

Este es el problema más antiguo del hombre. Aún Adán y Eva lo tuvieron. Dios los puso en el
Paraíso y ellos trataron de controlar el Paraíso. Dios dijo, “Pueden hacer todo lo que quieran en
todo este Paraíso excepto una sola cosa – No coman de este árbol.” ¿Qué hicieron ellos? Fueron
directamente hacia ese árbol. Lo único en el Paraíso a lo que Dios le había puesto límites.
Satanás dijo, “Come esta manzana (o lo que haya sido) y sean dioses.” Ese ha sido el problema
desde el principio. Quiero ser Dios. Quiero tomar las decisiones yo mismo. Quiero vivir mi
propia vida.
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1

Queremos estar en control. ¿Cómo jugamos a ser Dios? Negando nuestra humanidad y tratando
de controlar todo por razones egoístas. Quiero estar en el centro de mi universo. Control es el
punto. Quiero estar en control y tratamos de controlarnos a nosotros mismos, a otras personas,
todo lo que está a nuestro alrededor.

¿CÓMO JUGAMNOS A SER DIOS?

1. Tratamos de controlar nuestra imagen. Usted desea controlar lo que otros piensan de
usted. No quiere que otras personas

conozcan realmente como es usted. Jugamos, usamos mascaras, pretendemos ser otros, somos
falsos, queremos que la gente
vea ciertos aspectos de nosotros y escondemos otras partes, y negamos nuestras debilidades y
nuestros sentimientos (“No estoy molesto, No estoy disgustado, No estoy preocupado, No estoy
asustado.”) No queremos que las personas vean nuestro verdadero yo. ¿Por qué tengo miedo de
decirte quien soy? Ese es el título de un libro. La respuesta es: Si te digo quien realmente soy y
no te gusta, mala suerte para mí porque soy todo lo que tengo. Por lo que tratamos de esconder y
controlar nuestra imagen.

2. Tratamos de controlar a otras personas. Los padres tratan de controlar a sus hijos; los
hijos tratan de controlar a sus padres. Las esposas tratan de controlar a sus esposos; los esposos
tratan de controlar a sus esposas. Las personas tratan de controlar a otras personas. Hay políticas
de oficina en su lugar de trabajo. Los países tratan de controlar otros países. Usamos muchas
estrategias para manipularnos unos a otros. Usamos la culpa para controlar, usamos el temor,
usamos alabanza, algunos de ustedes usan el látigo del silencio para controlar, enojo, ira.
Tratamos de controlar a las personas.

3. Tratamos de controlar problemas, nuestros problemas. Somos buenos para esto. Usamos
frases como: “Lo puedo manejar, realmente no es un problema.” Eso es tratar de jugar a ser Dios.
“Puedo manejarlo, estoy bien. Realmente estoy bien.” Controlamos nuestros problemas: no
necesito ayuda y realmente no necesito consejo. Tratamos de controlar nuestros problemas:
Puedo dejarlo en cualquier momento, Lo haré a mi manera. Entre más trate de arreglar su
problema por sí mismo, peor se vuelve el problema.

4. Tratamos de controlar nuestro dolor. ¿Ha pensado alguna vez cuanto tiempo desperdicia
huyendo del dolor? Tratando de evitarlo, negarlo, reduciéndolo, posponiéndolo, escapando. La
gente trata de posponerlo de diferentes maneras. Algunas veces tratamos de posponerlo
comiendo o no comiendo. Tratamos de posponerlo tomando o fumando o consumiendo drogas,
involucrándonos en una y otra relación. “Esta relación es lo que verdaderamente necesito sentir,
completa y significante.” Y entonces inicia esa relación – “Oh, no era esa” y termina esa
relación. . . Es una relación tras la otra. O desarrolla algún tipo de hábito compulsivo para tratar
de controlar su dolor. O se vuelve abusivo y se enoja con otras personas o se vuelve crítico o
prejuicioso para esconder su dolor. O se deprime. Hay muchas, muchas formas de tratar de
controlar nuestro dolor.
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1

El dolor viene cuando nos damos cuenta, en nuestros tiempos a solas, que nos somos Dios y que
no podemos controlar nada y eso
nos atemoriza. (Recuerdo en Sábado por la Noche en vivo Chevy Chase solía aparecer y decir
“Hola, soy Chevy Chase, y usted no.” Y solamente imagino a Dios diciendo, “Hola, Soy Dios y
tu no.”)

Ese es el primer paso hacia la recuperación. Usted no va a mejorar por usted mismo, afróntelo.
No lo niegue.

III. ¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DE JUGAR A SER DIOS?

Cuatro problemas que siempre suceden cuando tratamos de jugar a ser Dios:

1. Temor. Cuando trato de controlar todo me atemorizo. Adán dijo, “Tuve miedo, porque
estaba desnudo y me escondí.” Nos atemoriza el que alguien descubra quienes somos realmente,
que somos falsos, farsantes, realmente no tenemos el control, que no somos perfectos. Por lo que
no permito que nadie se acerque realmente a mí porque descubrirán que interiormente estoy
asustado. Y por lo tanto que lo disfrazamos y pretendemos que no es real, llenamos nuestras
vidas con temor, atemorizados que alguien nos va a rechazar, que no nos amarán, o que no les
seremos simpáticos porque no saben realmente lo que somos. Solo les gusta una imagen de mí.
Si supieran realmente como era, no les gustaría. Así que me resiento por eso. Y somos llenos de
temor cuando tratamos de jugar a ser Dios.

2. Frustración. Es frustrante tratar de ser el gerente general del universo. Me gusta llevar a
mis hijos a un restaurante y jugar con el juego del mazo, ese que tiene esas cosas que salen y que
las golpea. En el momento que usted golpea otra sale. Es frustrante porque cada vez que tratar de
golpear un a otra se levanta y golpea esa y otra sale... Así es la vida. Terminamos con una
compulsión y otra sale a flote. Terminamos con un problema y otro aparece. Terminamos con
una relación conflictiva y otra aparece. Es tan frustrante porque no puede terminar al mismo
tiempo con todas. Camina pretendiendo ser Dios – Soy poderoso, puedo manejarlo. Si es tan
poderoso porque no simplemente termina con todo. Frustración.

3. Fatiga. Es cansado jugar a ser Dios. Tratar de controlar todo, pretendiendo que todo está
bien, negar algo lleva mucha
energía. En Salmos 32 David dice, “Mi fuerza se evaporó como el agua en un día soleado hasta
que finalmente admití todos mis

pecados y deje de esconderlos.” La mayoría de las personas tratan de esconder su dolor y huyen
de él manteniéndose ocupados porque
pensamos “No me gusta como me siento cuando siento me deprimo. No me gusta lo que viene a
mi mente cuando pongo mi cabeza sobre mi almohada y no me gustan esos sentimientos y lo que
escucho por lo que me mantengo ocupado.” Huye del dolor al estar constantemente en el ir,
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1
trabaja hasta el cansancio. O se involucra en algún pasatiempo o algún deporte y se vuelve algo
compulsivo y está en el campo de golf todo el tiempo o en la cancha de tenis o en otro lugar todo
el tiempo. O se puede aún involucrar en actividades religiosas, la actividad de la iglesia puede
esconder su dolor. Espera que cansarse tanto que cuando se acueste y ponga su cabeza sobre su
almohada, estará tan fatigado, que se dormirá y no tendrá que escuchar su dolor.

Si está en un estado constante de fatiga, siempre agotado, pregúntese, “¿De qué dolor estoy
huyendo? ¿Qué problema no quiero afrontar que me motiva y me conduce a trabajar y trabajar
para estar en este estado constante de fatiga?”

4. Fracaso. Cuando trata de jugar a ser Dios, esa es una descripción del trabajo en el que se
garantiza que terminará. Proverbios 28:13 (DHH) “Nunca tendrás éxito en la vida si tratas de
esconder tus pecados. Confiésalos. Entrégalos. Entonces Dios mostrará su misericordia sobre ti.”
Necesita ser honesto y aceptar su debilidad y sus faltas y fracasos.

En Saddleback desde el principio nos hemos comprometido con ser un lugar seguro donde la
gente, gente real, pueda hablar acerca de sus problemas reales, heridas reales, complejos reales,
hábitos reales, y no ser afectados por la crítica, sino que somos una familia de compañeros en la
lucha. NO hay ninguna persona en esta habitación que tenga todo bajo control. Todos somos
débiles en diferentes áreas y nos necesitamos unos a otros. De hecho nos necesitamos unos a
otros porque nos volvemos espejos para revelar las heridas unos a otros y ayudarnos. Muchas
veces otros ven cosas que yo no vea y viceversa. Hemos desarrollado una atmósfera, de hecho,
tenemos una reunión los viernes por la noche llamado Celebremos la Recuperación. En ese
grupo tenemos gentes con toda clase de diferentes situaciones, y problemas y heridas que con los
que han estado luchando y ellos están trabajando estos pasos.

Para ayudarle a ser más honesto con usted mismo y Dios, planeo tener historias personales,
testimonios, de gente real que experimenta heridas reales en la familia de nuestra iglesia. Hoy

le he pedido a Mary Pritchard y luego a Dana Denton a venir y compartir – ambas diferentes y
con problemas muy diferentes quienes han estado en el mismo proceso hacia la recuperación.

Mary: Soy una codependiente en recuperación. Soy la hija mayor de cinco hermanos y diría que
tuvimos una niñez muy normal. NO hubo abuso de drogas ni de alcohol en mi familia pero no
era perfecta. Teníamos un problema de comunicación. Mi mamá abusaba verbal y
emocionalmente de mí. Me gritaba y decía cosas que me destruyeron absolutamente y me hacían
sentir sin valor. Tenía tanto miedo de su enojo. Pensaba, “Haré cualquier cosa, Mamá, para que
estés feliz y así no te enojes conmigo.”

Así que comencé a decirle a mis padres lo que pensaba que ellos deseaban escuchar.
Comencé a ser lo que pensaba que ellos deseaban que yo fuera. Me volví muy plástica. Ese
fue el inicio de mi codependencia. Llevé ese mismo estilo de comunicación a mi matrimonio
y en los primeros seis meses abusé verbal y emocionalmente de mi esposo. Y el no
reaccionaba. Así que pensé “Puedo arreglar esto.” Decidí que abandonaría todo y no lo
confrontaría en nada. Eso me enfermó Decidí, “Olvida esto, sigue en tus cosas” lo cual hice.
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1
Soy una enfermera en la Marina y tuve una oportunidad de asistir al programa de Conciencia
Alcohólica en el Hospital de la Naval en Long Beach como una profesional visitante.
Mientras estaba allí, aprendiendo acerca de la enfermedad del alcoholismo la cual claramente
no tenía, reconocí que había algo terrible pero terriblemente mal conmigo. El sentimiento de
falta de valor me abrumó. Sabía que la gente se iba a dar cuenta acerca de mi verdadero yo y
me odiarían y no iban a querer saber nada sobre mí. Sabía que si me quedaba allí sin pedir
ayuda nunca encontraría la respuesta a mi problema. Así que pedí quedarme como paciente y
me permitieron hacerlo. Mi esposo me acompañó a terapia allí. Cuando los consejeros
comenzaron a preguntar acerca de mi vida, “Oh, todo está bien. Tengo todo bajo control. Es
él quien tiene el problema.” Ya que mi negación era tan fuerte con respecto a mi parte de
nuestras dificultades ellos tuvieron que dejarme ir. No pudieron ayudarnos. Y volví a trabajar
pensando “Este es un mal sueño.” Lo puse a un lado y comencé a trabajar arduamente otra
vez.

Estaba muy ocupada. Salí embarazada por segunda vez y con gemelos. Seis meses luego que
los niños nacieron me volví profundamente depresiva y con tendencias suicidas. Estaba

trabajando a tiempo completo fuera de casa, criando tres hijos, y amamantando a estos niños.
Por supuesto, no le conté a mi esposo como me sentía, no nos estábamos comunicando
mucho. Pero tuve el buen sentir de contarle a mi pastor que estaba pensando en quitarme la
vida y él dijo “Me gustaría sugerirle hablar con un terapeuta” Pensé que no valía la pena
gastar el dinero en un terapeuta. Finalmente fui al lugar y era tan miserable y estaba con tanto
dolor que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que pudiera ayudarme, porque sabía que no
valía mucho para este mundo.

Así que fui y ya no pude negar la verdad de mi vida y le dije a la terapeuta acerca de todo el
dolor y la miseria y lo que estaba haciendo, ella reconoció esa verdad. Me amó y aceptó y
comenzó a enseñarme como tratar efectivamente con mi vida y problemas. Estoy realmente
agradecida por ella. Dios comenzó a traer otras persona a mi vida para reconocer que sus
vidas no eran perfectas tampoco y que estaban asistiendo a una reunión llamada Doce Pasos
y que eso les ayudaba a hacer frente a sus vidas. Pensé, “Lo intentaré porque obviamente no
he podido arreglar mi vida.” Así que comencé a asistir a las reuniones de Doce Pasos. Conocí
a otras personas que reconocían que no estaban en control de sus vidas tampoco y se miraban
felices y gozosos. Me quedé. He tenido la oportunidad de participar aquí en Celebremos la
Recuperación y quiero que sepa que es un lugar maravilloso. Hay gente sana aquí. Es seguro
y espero que se una a mí. Aquí todos nos estamos gozosos y libres.

Dan: Mi nombre es Dan y soy una adicta. Esta es la cara de al adicción. También soy un esposo,
mejor amigo de mi esposa, padre, y padrastro. Soy un hijo amoroso, un hermano. Fui a la
universidad y me gradué en la escuela de leyes. Tengo mi propio negocio. Hoy lo más
importante acerca de mí que debe conocer es que por la gracia de gracia de Dios soy un
adicto recuperado.

Una historia fácil y real que compartiré con ustedes hoy – aburrida, es tan simple. Cuando
tenía doce años fume mi primer cigarro, lo hice en un búnker tras el tercer hoyo en el campo
de golf El Dorado en Long Beach. Cuando estaba en séptimo, había una actividad llamada el
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1
día de Walter B. Hill en el tercer ciclo de la escuela Walter B. Hill. Tres de mis amigos
dijeron “Tenemos algunas cervezas.” Me tomé mi primera cerveza. Me gustó. Me hizo libre.
Fue divertido. Me relajé y me hizo ser gracioso. Y le caía bien a la gente. Luego comencé

a emborracharme todas las semanas y con los muchachos, para estar alegre, terminantemente
en al onda, mortalmente bien. Crecí en el consumo de martinis y marihuana, drogas.

Hace dieciséis meses, mi esposa y yo fuimos a nuestro lugar favorito a cierta hora del día
donde las bebidas son más baratas. Nos peleamos. ¡Qué sorpresa! Cuando llegamos a casa,
me vio hacia los ojos. Me dijo, “Amas el alcohol, amas las drogas, más que a mí.” Era la
verdad. Tengo que decirle que era mi religión. Dije, “Soy un alcohólico, cambiaré.” Ella me
dejó y no cambié. Lo que sí hice fue llamar a un amigo y salimos a embriagarnos. Eso fue lo
que hice. Me embriagué en las siguientes tres semanas. Un Sábado por la mañana, el día en
que mi hijo de 12 años iba a ser bautizado, a las 3 de la mañana, sentado solo, desnudo, con
todas las botellas de cerveza a mi alrededor, las cajetillas de cigarros vacías, abriendo un
paquete de cocaína para matarme, vi alrededor. “¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué paso con
mis sueños? ¿Quién se los robó?”

Entonces admití que era incapaz. Había llevado mi vida completamente mal. Intenté orar.
Sentí que alguien me decía, “nadie escucha tu clamor”. Estaba aislado completamente, pero
algo me seguía diciendo, “Necesitas buscar ayuda.” Fui al teléfono y llamé a mi hermana, un
miembro de esta iglesia, y a su querido y dulce esposo. Pasaron el resto del día, asegurándose
que tuviera la ayuda que necesitaba y esa ayuda la encontré y sigo encontrando en los Doce
Pasos. En el viaje de los Doce Pasos que comenzaron en derrota, terminaron en victoria
porque en quince meses tomé los Doce Pasos y ellos me guiaron a los pies de la cruz.
Cuando llegué aquí yo estaba vacío. El estaba esperando por mi, Y me dijo, “Bienvenido a
Casa. Bienvenido a Casa. Tenemos que trabajar.”

Hoy mi vida es muy bendecida. Tengo mucho trabajo pero el gozo que tengo es que soy
miembro de la Iglesia Comunidad del Valle de Saddleback. Fui bautizado aquí por el pastor
Tom y el me cuenta que funcionó. También tengo el privilegio de ser un líder de un grupo
pequeño en Celebremos la Recuperación donde nos reunimos cada viernes por la noche. Si
usted es esa persona que necesita escuchar lo que estoy diciendo, y sé que está aquí, porque
no estuviera aquí arriba si usted no estuviera (nadie llega a la reunión de Doce Pasos por
accidente) si usted es esa persona que necesita escuchar esto, venga acompáñenos donde
celebramos nuestra recuperación.

¿Cómo reacciona a las historias como esa? Dos formas de cómo no reaccionar:

1. “Mi problemas no es tan malo.” Eso se llama negación. ¿Qué tan mal tiene que llegar a ser
antes de admitir que necesita ayuda? ¿Que tanto doloroso tiene que llegar a ser ese daño, esa
relación, ese dolor, ese problema, esa memoria antes que admita que necesita ayuda?
Desdichadamente es el comportamiento humano, naturaleza humana, que nunca cambiamos
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1
hasta que nuestro dolor se vuelve más grande que el temor de cambiar. No cambiamos cuando
vemos la luz. Cambiamos cuando sentimos el calor y el matrimonio comienza a destruirse o los
niños comienzas a irse por malos caminos o cuando recibe esa llama telefónica en medio de la
noche. Ahórrese ese dolor, comience pronto su recuperación. Un hombre dijo, “Me sucedió a mi
cuando el ácido de mi dolor finalmente atravesó la pared de mi negación.” Dios nos susurra en
nuestros placeres pero El nos grita en nuestro dolor. El dolor es el megáfono de Dios. Permite
que eso lo mueva a buscar ayuda, a enfrentar el hecho de que ha estado ignorando por 10, 20,
quizás 30 años. ¿Cuál es el nivel de su dolor? Es una luz de advertencia para usted. Escúchelo.

2. “Está bien, pero yo puedo resolver mis problemas; esta serie de recuperación es para alguien
más” Eso también se llama negación. Al menos que haya tenido una vida perfecta, hay algunas
cosas con las que necesita tratar. Usted dice, puedo manejar mi problema, puedo cuidar de eso.
El hecho es que si usted pudiera manejarlo, lo hubiera hecho, pero usted no puede, por lo tanto
no lo hará. Si hubiera podido controlar ese problema, no sería un problema, no lo tuviera con
usted hoy. Pero no puede, por lo que no podrá. Esta negación es tan antigua como Adán y Eva.
Ellos tenían un problema. Huyeron y se escondieron tras el arbusto. Dios los había hecho y Dios
había hecho el arbusto y se están escondiendo de Dios. Así de ilógico. Algunas veces le pregunto
a las personas “¿Le ha contado a Dios acerca de su herida? Su hábito? Su complejo?” “Ah, no,
no quisiera que supiera de eso.” No puede mejorar hasta que confiese y afronte sus faltas y
admita: Soy incapaz.”

III. LA CURA

El primer paso en el camino a la recuperación es admitir mi incapacidad. La Biblia dice que al


admitir mi debilidad encuentro fortaleza. Esta no es una idea popular en la cultura Americana de
autosuficiencia la cual dice, Levántese por si mismo, no dependa

de nadie más; sea como el Llanero Solitario. Pero este es el primer paso esencial para iniciar.
Admita que es incapaz de hacerlo por usted mismo. Necesita a otras personas y necesita a Dios.

Admitir que no soy Dios significa que reconozco tres hechos importantes de la vida. La madurez
viene cuando reconozco estos tres hechos de la vida:

1. Admito que soy incapaz de cambiar mi pasado. Duele, todavía lo recuerdo, pero todo el
resentimiento en el mundo no lo va a cambiar. Soy incapaz de cambiar mi pasado.

2. Admito que soy incapaz de controlar a otras personas. Trato , me gusta manipularlos, utilizo
toda clase de pequeños trucos, pero no funciona. Soy responsable de mis acciones, no de las de
otros. No puedo controlar a otras personas.

3. Admito que no soy capaz de hacer frente a mis hábitos, comportamientos, y acciones dañinos.
Las buenas intenciones no son suficiente. Cuantas veces ha intentado y ha fracasado. La fuerza
de voluntad no es suficiente. Usted necesita algo más que fuerza de voluntad. Usted necesita a
Dios, porque El le hizo para necesitarle.
PRIMER PASO A LA LIBERTAD
El Camino a la Recuperación – parte 1
Santiago 4:6 – “Dios se opone al orgulloso pero da gracia al humilde.” Gracias es el poder para
cambiar. Gracia es el poder que Dios me da para hacer los cambios en mi vida que quiero hacer y
que El desea que haga – el poder para cambiar. Y para que usted se recupere de las heridas,
complejos y problemas en su vida, necesita la gracia de Dios. ¿Cómo la obtengo? Solamente de
una forma. El se la da al humilde.

Permítame preguntarle, ¿que necesita cambios en su vida? ¿Qué herida, complejo o hábito ha
estado tratando de ignorar? Para muchos de ustedes este paso será el más difícil. Me alegra que
sea el número uno, porque cuando termine este paso, pase la dificultad, y esa es solamente
admitir, “tengo un problema, tengo una necesidad, tengo una herida.” Es difícil para muchos de
nosotros admitir eso porque es humillante. Dice “No soy Dios y no tengo control de nada tanto
como me gustaría que todos pensaran. No tengo el control.” Si le cuenta eso a alguien, no se van
a sorprender, porque lo saben, Dios lo sabe, usted lo sabe, usted solamente necesita admitirlo.
Significa ser honesto y afrontar un problema que ha querido ignorar por mucho tiempo.
Acompáñeme estas 8 semanas en este Camino a la Libertad, Camino a la Recuperación.

También podría gustarte