Diferenciación y estratificación social – Sara Lifszyc
en acto de un conjunto de actividades heterogéneas que se cumplen enmarcadas en distintos
1. Diferenciación social
En su novela satírica –escrita en forma de fábula-, Rebelión en la granja, el escritor inglés
George Orwell señalaba, en uno de los puntos del decálogo elaborado por los rebeldes y modificado
después por un gripo de cerdos que traicionaron la rebelión, que “todos los animales son iguales,
pero hay algunos que son más iguales que otros”. Esta frase subraya una evidencia indiscutible,
presente en todo tipo de sociedad y que ha sido una de las preocupaciones de la sociología: la
diferenciación social.
Muy frecuentemente se asimila diferenciación o diversidad a desigualdad: y no siempre la
diversidad implica desigualdad. Este será nuestro punto de partida.
Las personas nos diferenciamos por características genéticas (hereditarias) y por otras que
también traemos con el nacimiento (congénitas), algunas de ellas inmodificables: lugar y fecha de
nacimiento, contextura física, género, grupo étnico, entre otras. También nos diferenciamos en los
gustos, en las creencias, en nuestras posiciones políticas e ideológicas, somos hinchas de diferentes
equipos de futbol, vivimos en distintos barrios, ciudades, países, y tenemos estilos de vida diversos.
Las características que vamos adquiriendo e incorporando a lo largo de nuestra vida se van
modificando, a veces a corto plazo, otras veces con el transcurso de los años; algunas diferencias
sociales también se van manifestando generación tras generación.
Por otra parte, en toda sociedad existen diferentes tipos de ocupaciones y tareas con
diferente grado de importancia social –de prestigio- que no se expresan necesariamente en
diferencias económicas, en la posesión u obtención de mayores o menores recursos económicos,
aun considerando que, en las sociedades contemporáneas, los recursos económicos de que
disponemos condicionan gran parte de nuestra existencia.
Un médico puede tener ganancias similares que un técnico dental o que un plomero, pero
éstos tienen menos prestigio en la sociedad que el primero. Estas distinciones estarían indicando, a
primera vista, que la diversidad de lo social se expresa en varios niveles, y así lo demuestra la
variabilidad que presentan las diferencias sociales a lo largo de la historia y las diferencias existentes
entre una sociedad y otra. Entonces, ¿Cuándo esta diversidad expresa situaciones de desigualdad?
¿Cuándo las diferencias se instituyen en sistemas de diferenciación social? ¿Por qué y cómo surgen
estas diferencias, y que efecto tienen sobre el conjunto social y sobre cada uno de nosotros?
2. Las diferencias sociales no siempre son desigualdades
La diferenciación social es un dato de la realidad que connota la diversidad dentro de las
sociedades; ésta se deriva de su funcionamiento y se traduce en atributos adquiridos por individuos.
Aunque –como señaláramos anteriormente- esa diferenciación social no necesariamente se expresa
en desigualdades sociales.
Una de las formas en que se expresa la diferenciación social proviene de las diversas
posiciones que los individuos ocupan en la sociedad para su reproducción. La primera condición
para la existencia de la sociedad es la reproducción del particular, que se realiza a partir de la puesta
niveles históricamente organizados de la sociedad. Es decir, la reproducción del particular,
reproduciendo, a la vez, las funciones socialmente asignadas de acuerdo con el lugar que ocupa en
la división del trabajo, es un momento de reproducción social total. Vemos entonces una doble
dimensión de reproducción: analizada desde el punto de vista de los individuos, la condición de su
reproducción es la reproducción a partir de su función: mientras que desde el punto de vista de la
sociedad es la reproducción del conjunto de las funciones diferenciadas. Es de notar que no
podemos hacer inteligibles estas funciones si no anteponemos la noción de una totalidad
históricamente estructurada a partir de la forma que adopta la división del trabajo.
La diferenciación no produciría necesariamente desigualdad; sin embargo, a lo largo de la
historia abundan ejemplos sobre cómo se han construido desigualdades sociales sobre la
diferenciación. En otras palabras, la diferenciación se convierte en desigualdad social cuando, por
sobre las diferencias, las posiciones son organizadas jerárquicamente, de manera tal que
condicionan en forma duradera la vida de los individuos porque implican una distribución desigual
de oportunidades y beneficios. Entonces, si la desigualdad social no es “natural” sino una
construcción social, podríamos preguntarnos por qué se perpetúa, a un punto tal que algunos
pensadores la han presentado como una condición sine qua non de la reproducción social.
La desigualdad social también se construye a partir de características heredadas, que se
convierten en su fundamento, cuando sobre ella se construyen valoraciones sociales, por lo general
negativas. El negro es diferente que el blanco, no es inferior a él; pero las sociedades han construido
sobre esa distinción, sobre su “ser negro”, su ser inferior. Este tipo de construcción social, que se
erige sobre las características heredadas, expresan en cierta forma el grado de tolerancia o
intolerancia de ciertas sociedades respecto a la diversidad.
En general, todo tipo de prejuicio es una respuesta social frente a las diferencias que
discrimina y segrega a los individuos condicionando sus posibilidades de existencia. En casos
extremos dichas actitudes pueden expresarse en la eliminación del otro. Por ejemplo, en la antigua
Esparta, símbolo de la valentía y del poderío guerrero, los varones que nacían con defectos físicos
eran eliminados; las luchas raciales, el nazismo, la matanza de armenios, has sido otras formas de
respuesta diferente.
3. La división del trabajo como proceso de diferenciación social.
Durante la mayor parte de la historia las diferencias sociales fueron aceptadas como un
hecho inalterable y natural, determinado con y por el nacimiento, creencias que fueron
modificándose con el advenimiento de las sociedades modernas. Las desigualdades y diferencia
sociales, que eran consideradas obras de la naturaleza o de los dioses, se convirtieron en una
preocupación para los hombres de conocimientos. A partir de ese momento, la sociología comienza
a configurarse como campo de conocimiento autónomo, en el que, como dice Durkheim: “Los
hechos sociales (…) que sólo pueden evaluarse a partir de sus efectos (…), responden al orden social
y no de lo sobrenatural”
 Y el hecho social que subyace detrás de la diferenciación social, de la desigualdad social, es tierras) trae como consecuencia un nuevo desarrollo de la división del trabajo (…) Las diferentes
la actividad laboral en las diversas formas que adopta la producción material de los hombres: la fases de desarrollo de la división del trabajo son otras tantas formas distintas de la propiedad; o
división del trabajo. Este concepto, utilizado hasta ese entonces por la economía, constituye la dicho en otros términos, cada etapa de la división del trabajo determina también las relaciones de
matriz explicativa de los procesos de diferenciación y especialización de las sociedades. En este los individuos entre sí, en lo tocante al material, el instrumento y el producto del trabajo”.
sentido, la diferenciación social es considerada como un proceso evolutivo que permite explicar el
cambio y la transformación de las sociedades en términos de su mayor diferenciación y
especialización. Este concepto ha sido utilizado especialmente por Marx y Durkheim. Para Marx, la
diferenciación es una consecuencia directa del proceso de división del trabajo,
“(…) que originariamente no pasaba de la división del trabajo en el acto sexual, y, más
tarde de una división del trabajo introducida de un modo natural en atención a las dotes físicas (por
ejemplo, la fuerza corporal), a las necesidades, a las coincidencias fortuitas, etc. La división del
trabajo solo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo
físico del intelectual (…) Con la división del trabajo, se da la posibilidad, más aun, la realidad de que
las actividades espirituales y materiales, el disfrute y el trabajo, la producción y el consumo, se
asignen a diferentes individuos y la posibilidad de que no caigan en contradicción reside solamente
en que vuelva a abandonarse la división del trabajo. (…) Con la división del trabajo se da, al mismo
tiempo, la distribución y, concretamente, la distribución desigual, tanto cuantitativa como
cualitativamente, del trabajo y de sus productos; es decir, de la propiedad (…)
La más importante división del trabajo físico y espiritual es la separación de la ciudad y el
campo. La contradicción entre el campo y la ciudad comienza con el tránsito de a barbarie a la
civilización; con la ciudad aparece, al mismo tiempo, la necesidad de administración, de la policía, de
los impuestos, etc. Se manifiesta aquí por primera vez, la separación de la población en dos grandes La división del trabajo es, para Marx, la fuente de la constitución de relaciones sociales
clases basadas en la división del trabajo y en los instrumentos de producción. desiguales, antagónicas y conflictivas. Al igual que Marx, Emile Durkheim considera que, a la luz de
La división del trabajo dentro de una nación se traduce, ante todo, en la separación del la división del trabajo, se promueve la diferenciación social, pero considera la división del trabajo
trabajo industrial y comercial con respecto al trabajo agrícola y, con ello, en la separación de la como el factor de integración social.
ciudad y el campo y en la contradicción de los intereses entre una y otro. Su desarrollo ulterior “Hoy día se ha generalizado ese fenómeno hasta un punto tal que salta a la vista de todos.
conduce a la separación del trabajo comercial del industrial. Al mismo tiempo, la división del trabajo No hay que hacerse ya ilusiones sobre las tendencias de nuestra industria moderna; se inclina cada
dentro de estas diferentes ramas acarrea, a su vez, la formación de diversos sectores entre los vez más a los mecanismos poderosos, a las grandes agrupaciones de fuerza y capitales, y, por
individuos que cooperan en determinados trabajos. La posición que ocupan entre si estos diferentes consecuencia, a la extrema división del trabajo. No solamente en el interior de las fábricas se han
sectores se halla condicionada por el modo de explotar el trabajo agrícola, industrial y comercial separado y especializado las ocupaciones hasta el infinito, sino que cada industria es ella misma una
(patriarcalismo, esclavitud, estamentos, clases). Y las mismas relaciones se muestran, al especialización que supone otras especialidades.
desarrollarse el comercio, en las relaciones entre diferentes naciones”. Pero la división del trabajo no es especial al mundo económico; se puede observar su
Marx establece que la división del trabajo, que comienza con la separación del trabajo influencia creciente en las regiones más distantes de la sociedad. Las funciones políticas,
físico e intelectual, implica, en pocas palabras, la distribución de los individuos en grupos de administrativas, judiciales, se especializan cada vez más. Lo mismo ocurre con las funciones
intereses antagónicos y contrapuestos; es el proceso generador de desigualdades y conflictos artísticas y científicas. Estamos lejos del tiempo en que la filosofía era la única ciencia; se ha
sociales. A su vez, la división del trabajo se modifica como consecuencia de las transformaciones fragmentado en una multitud de disciplinas especiales, cada una con su objeto, su método y su
tecnológicas; es decir, cuando cambian las fuerzas productivas, aparecen nuevas formas de espíritu.
desarrollo del proceso productivo con funciones más diferenciadas y especializadas: Aumenta a la vez la fuerza productiva y la habilidad del trabajador, es la condición
necesaria para el desenvolvimiento intelectual y material de las sociedades, es la fuente de la
“Toda nueva fuerza productiva, cuando no se trata de una simple extensión cuantitativa de
civilización.”
fuerzas productivas ya conocidas con anterioridad (como ocurre, por ejemplo, con la roturación de
 Según Durkheim, la mayor especialización y el perfeccionamiento social crean nuevos
lazos sociales más sólidos que fortalecen el mantenimiento del orden social, y hacen posible la
existencia de lo social. Es por ello que la división del trabajo solo es posible en sociedades
diferenciadas –en las que los individuos se agrupan según la función que en ella cumplen, y se crea
vínculos tales que posibilitan el desarrollo de la conciencia colectiva. En este sentido la división del
trabajo constituye una de las bases del orden social.
La división del trabajo constituye, tanto para Marx como para Durkheim, un proceso de
evolución social. Pero, mientras que para el primero dicho proceso se desarrolla en forma
conflictiva, para el segundo expresa la integración creciente de lo social.
4. ¿Qué es la estratificación social? Sus características
El término diferenciación social es un término ambiguo: en muchas teorías se lo utiliza
como sinónimo de desigualdad social; en otras, la desigualdad social sólo representa un aspecto de
la diferenciación social. No es casual que el capítulo destinado al estudio de las diferencias sociales
sea una de los más polémicos pues, como dice Giddens, el estudio de las desigualdades sociales es
una de las áreas más importantes de la sociología, porque tiene en cuenta las diferentes formas en
que los individuos acceden a los recursos materiales, ya que estos determinan en gran parte su vida.
No obstante, en algunas corrientes del pensamiento sociológico se considera que la
desigualdad se estructura a partir de la diferenciación social y que ésta es una necesidad imperativa
para el correcto funcionamiento de las sociedades. Estas posturas permiten justificar las diferencias
sociales, inclusive la diferencia de ingresos entre un médico y el mozo de bar, pero no pueden
explicar por qué las mujeres en general reciben salarios más bajos. ¿Será porque las funciones que
desempeñan no son necesarias para el correcto funcionamiento de la sociedad?
Otras, en cambio, consideran que la existencia de desigualdades sociales es una
consecuencia de procesos históricos de estructuración desigual de las sociedades y que las mismas
constituyen una fuente de conflicto permanente. EL estudio de las desigualdades sociales, es decir,
la distribución desigual de bienes y servicios, derechos y obligaciones, de riqueza, poder y prestigio,
se engloban bajo el nombre de estratificación social. En toda sociedad, independientemente del
tipo de que se trate, incluso en las sociedades donde las variaciones de riqueza o propiedad son
virtualmente inexistentes, existen desigualdades entre hombres y mujeres, entre jóvenes y viejos,
entre blancos y negros, etc. Como afirmamos anteriormente, la estratificación social es un sistema
de clasificación de las desigualdades sociales que se derivan de las posiciones instituidas en la
sociedad. Al respecto, Giddens expresa; “la estratificación puede definirse como las desigualdades
estructuradas entre diferentes agrupamientos de individuos. Las sociedades pueden verse como
compuestas por ‘estratos’ en una jerarquía, con los más favorecidos en la cima y los menos
privilegiados más cerca de la base”.
Es decir, los sistemas de estratificación son una forma particular de organizar las
diferentes posiciones de una sociedad, las cuales se erigen sobre determinadas ocupaciones y
profesiones y no sobre determinadas características de los individuos, por ejemplo, diferencias
étnicas, de género, edad, etc.
En tal sentido, podemos señalar que los sistemas de estratificación implican la
organización de una sociedad en estratos jerárquicamente dispuestos que connotan a los
individuos. Dichos estratos son relativamente estables y trascienden la vida del individuo, se
perpetúan de generación en generación. A lo largo de la historia podemos diferenciar cuatro
sistemas de estratificación que se corresponden con diferentes tipos de sociedad: sistema
esclavista, estamentos, castas y de clases.
4.1. Sistema esclavista
La esclavitud es un sistema extremadamente desigual, que divide a la sociedad en
hombres libres y esclavos. Éstos eran considerados como cosas u objetos, carentes de todo tipo de
derechos y de libertad, fundamentalmente para participar en las actividades políticas y en las
acciones militares. Algunos sabían leer y escribir y trabajaban como administradores del gobierno;
muchos de ellos eran artesanos.
Bottomore, parafraseando a Hobhouse, se refiere al esclavo en los siguientes términos:
“(…) como un hombre considerado, por el derecho y la costumbre, como propiedad de otro. En los
casos extremos carece completamente de derechos, es un simple utensilio; en otros caos puede
gozar de una cierta protección, pero no mayor a la que tienen un buey o un asno”.
Si bien este sistema fue una característica básica del mundo antiguo –Grecia, Roma, Egipto
y Persia-, con mayor o menor grado de influencia, se desarrolló hasta el siglo XIX con el comercio de
esclavos y, en algunos lugares, hasta mediados del siglo XX, como en el caso de Perú. En Estados
Unidos fue abolida con la Guerra de Secesión: en Brasil, la abolición de la esclavitud data de 1899
aproximadamente y en Argentina a partir de 1813. Por otra parte, este sistema no se desarrolló con
iguales características en todos lados; en algunos casos, los esclavos fueron privados de todos sus
derechos, como en el sur de EE.UU.; en otros, eran considerados más como sirvientes que como
esclavos.
4.2 Los estamentos
Los estamentos, o estados, es el tipo de estratificación que predominó en el mundo
feudal, aunque existió también en otros tipos de sociedades tradicionales. Las características de
cada estamento se correspondían con las de las funciones de la división del trabajo en ese tipo de
sociedad feudal y eran considerados, en términos de Bottomore: “como depositarios de funciones
definidas: la nobleza se encargaba de defender a todos; el clero, de rezar por todos, y el pueblo de
suministrar alimentos a todos”. El “pueblo” estaba compuesto por los siervos, los plebeyos, los
campesinos libres, mercaderes y artesanos y se los denominaba “tercer estado”. La movilidad social
entre los estratos era mínima y podía lograrse por vía matrimonial, o por el acceso de títulos
nobiliarios como recompensa por los favores o servicios realizados a la nobleza. Los plebeyos podían
acceder a estratos más altos por la compra de títulos de nobleza.
4.3. Las castas
El sistema de castas, dice Giddens, se asocia con las culturas del subcontinente indio, y
Bottomore agrega que es un sistema de estratificación social único. El término casta proviene del
portugués y significa “raza o estirpe pura”. Son grupos cerrados, con escasa movilidad social e
interrelación entre las diversas castas y está estrechamente ligado a la creencia hindú de la
reencarnación, según la cual los individuos que no siguen los rituales correspondientes a su casta,
reencarnarán en una posición inferior.
4.4 Las clases
Este concepto es otro de los conceptos complejos dentro de la teoría sociológica y no
todos concuerdan acerca de su significado; más allá de las disputas teóricas, es un hecho que las
sociedades modernas están estructuradas, en su mayoría, en clases sociales. Las mismas difieren
radicalmente de los tipos de estratificación señalados con anterioridad. Las clases sociales son
grupos relativamente abiertos y se corresponden a los modelos de sociedades modernas
industriales que se han desarrollado a partir del siglo XVIII. Giddens afirma que la pertenencia a una
determinada clase social:
a) no se constituye ni por nacimiento ni su posición es heredada por derecho o por costumbre. No
existen restricciones formales para pasar de una clase a otra; es decir, existe movilidad social entre
las mismas, ya sea ascendente o descendente.
b) la pertenencia a una clase es adquirida, al menos en parte, y adscripta por nacimiento.
“Se puede definir una clase como un agrupamiento de personas a gran escala que
comparten recursos económicos comunes, los cuales influyen fuertemente en el estilo de vida que
son capaces de llevar. La propiedad de riqueza junto con la ocupación, son las bases mas
importantes de las diferencias de clase. Las principales clases que existen en las sociedades
occidentales son una clase alta (los ricos, los empleadores, industriales, más los ejecutivos), que
posee o controla directamente los recursos productivos. Una clase media, que incluye a la mayoría
de los profesionales y a los trabajadores de cuello blanco. Y una clase obrera, aquellos con trabajos
manuales o de cuello azul”.
A su vez, George Gurvitch establece algunas características adicionales que permiten
distinguir a las clases sociales de otros grupos:
1. son grupos de hecho, que se diferencian de los grupos impuestos y de las asociaciones
voluntarias;
2. son agrupamientos a distancia. No se caracterizan por su necesidad de contacto periódico ni
permanente.
3. son agrupamientos de agrupamientos, que incluyen familias, profesionales, grupos de edades
productores y consumidores, grupos de afinidad, etc.
4. son grupos objetivos que tienen existencia más allá de la conciencia o no de sus miembros; como
diría Marx, son datos objetivos de la estructura social.
5. Algunas conceptualizaciones de las clases sociales
El análisis de las clases sociales requiere, al menos, que hagamos referencia a Marx y
Weber, como los teóricos más importantes en esta temática. En general, todos los desarrollos
posteriores, ya sea para coincidir o disentir, han partido de las formulaciones de estos autores.
5.1. El concepto de clase social según Marx
Marx no llegó a elaborar una teoría acabada de las clases sociales, pero sus conceptos se
encuentran diseminados a lo largo de toda su obra; este factor dificulta realizar una exhaustiva
reconstrucción de su teoría. No obstante, la estructuración de la sociedad en clases es, para Marx, la
forma en que se expresa la diferenciación social y el producto de una sucesión de cambios históricos
que transforman las formas y los modos en que los hombres producen y reproducen su vida.
A lo largo de dicho proceso histórico, el desarrollo de la división del trabajo, sumado al
incremento de la población y a la mayor producción de riquezas, lleva consigo la creación de un
producto excedente del que se apropia una minoría de no productores que, en consecuencia,
posibilita la aparición de la propiedad privada. La apropiación privada de los medios de producción
es, de acuerdo con Marx, uno de los ejes centrales del sistema de clases de la sociedad. En este
sentido, las formas primitivas de sociedad humana no fueron sistemas clasistas. En las sociedades
“tribales”, o según la expresión de Engels, en el “comunismo primitivo”, donde existía una división
del trabajo rudimentaria, la propiedad era comunitaria.
La definición de clases de Marx permite identificar a grandes agrupamientos de personas
que se diferencian por el lugar que ocupan en un sistema históricamente determinado de
producción social y por su relación con los medios de producción, con los instrumentos de trabajo,
independientemente de la voluntad personal. En consecuencia, diferencia –en la sociedad
capitalista- dos tipos de clases fundamentales: los propietarios y no propietarios. La relación entre la
propiedad y los medios de producción le permite diferenciar propietarios y no propietarios de los
medios de producción:
“Antes del ascenso de la industria moderna, los medios de producción consistían
primordialmente en la tierra y los instrumentos para cultivar o cuidar ganado. Por consiguiente, en
las sociedades preindustriales las dos clases fundamentales eran quienes poseían la tierra –los
aristócratas, la nobleza y los dueños de esclavos- y aquellos dedicados a producir con ella –los
siervos, los esclavos y los campesinos libres-. En las sociedades industriales modernas, las fábricas,
las oficinas, la maquinaria y la riqueza o el capital necesario para obtenerlos se hicieron
importantes. Las dos clases principales son quienes poseen estos nuevos medios de producción –los
industriales o capitalistas- y aquellos que se ganan la vida vendiéndoles su trabajo”.
Es así como la división dicotómica de las clases en propietarios y no propietarios de los
medios de producción permite comprender las relaciones de dominación y subordinación que
existen en esa sociedad. Las clases sociales no sólo expresan una relación entre “explotadores y
explotados”, sino también entre “opresores y oprimidos”.
 Las relaciones entre las clases son de explotación de una clase sobre otra, lo que implica
relaciones conflictivas y asimétricas, con intereses contrapuestos y excluyentes. En este sentido, las
clases son “grupos conflictivos” y constituyen la base para el estallido potencial de luchas abiertas y
del “conflicto de clases”.
Es importante resaltar que, en los escritos de Marx, el concepto dicotómico de clase
aparece como una construcción teórica y que en realidad este modelo no se verifica como tal. Los
polos de este modelo serían las clases fundamentales en cada tipo de sociedad –modo de
producción, para Marx- y que a ellas coexisten “clases residuales”, denominadas a veces “clases de
transición” y que son resabios de otros sistemas de producción que aún persisten:
a) los pequeños agricultores, los artesanos y los trabajadores con oficios:
b) las capas sociales que están en relación de dependencia funcional respecto a una de las clases y
que, por tanto, tienden a identificarse políticamente con ella. Pertenecen a esta categoría quienes
Marx denomina “directores”, que trabajan en la administración de la industria: el alto personal
ejecutivo;
c) finalmente, en el Lumpenproletariat se encuentran grupos heterogéneos de individuos que
quedan al margen del sistema de clases porque no están integrados en la división del trabajo. Los
componen “rateros y delincuentes de toda clase, que viven de los despojos de la sociedad, gentes
sin profesión fija, vagabundos, gente sin patria ni hogar”.
5.2. El concepto de clase social según Weber
Para Max Weber, la estratificación es resultante de la distribución del poder en tres
dimensiones: económica, social y política; en consecuencia, la “clase” corresponde a la dimensión
económica, el “estamento” a la dimensión social y el “partido” a la órbita del poder en sentido
estricto. La clase se define por la posición ocupada en el mercado. En este sentido, afirma que las
clases sólo pueden existir allí donde se ha desarrollado un mercado –no de trueque, sino
competitivo-, lo que a su vez presupone la existencia de una economía monetaria; es decir, una
economía capitalista.
Una clase designa un agregado de individuos que comparten la misma situación de clase y
plantea diferencias entre poseedores y no poseedores de propiedad, positiva y negativamente
favorecidos. En estos términos, quienes carecen de propiedad, y sólo pueden ofrecer servicios en el
mercado, se dividen según los tipos de servicios que pueden ofrecer; por su parte, quienes poseen
propiedad pueden diferenciarse según el tipo de propiedad que poseen y el beneficio que del
mismo pueden obtener.
A su vez, Weber diferencia la situación de clase de la situación estamental; la situación
estamental de un individuo se refiere a la valoración social positiva o negativa que los individuos
atribuyen a una determinada posición social; es la atribución de prestigio social a determinadas
posiciones sociales: los médicos gozan de prestigio social, algunos escritores afamados gozan de
prestigio social positivo. Weber agrega el dinero, que no define en sí mismo una situación
estamental, aunque puede conducir a ella. En consecuencia, un estamento es un conjunto de
individuos que comparten una misma situación estamental y son conscientes del prestigio o
desprestigio del que gozan. Al respecto, Giddens afirma que:
“Pueden aducirse muchos ejemplos en que los hombres han trazado distinciones claras
entre posesión económica y privilegio estamental. La posesión de propiedad material no es siempre,
de ninguna manera, una base suficiente para ingresar en un estamento dominante. No es probable
que las pretensiones de los nouveaux riches de entrar en un estamento fijo sean aceptadas por los
que están dentro de él, aunque el individuo puede usar ordinariamente su riqueza para asegurar que
su descendencia pueda adquirir los distintivos necesarios para llegar a ser miembro de aquél”.
Al establecer una distinción entre clases y estamentos Weber afirma: “Las clases se
organizan según relaciones de producción y de adquisición de bienes: los estamentos, según los
principios de su consumo de bienes en diversas formas específicas de una manera de vivir”.
En lo respectivo a los partidos, el sociólogo alemán afirma que: “En tanto las clases tienen
su verdadero suelo patrio en el orden económico y los estamentos lo tienen en el orden social y por
tanto en la esfera de la distribución del honor, los partidos se mueven primariamente dentro de la
esfera del poder (…) En oposición a la acción comunitaria ejercida por las clases y por los
estamentos, la acción comunitaria de los partidos contiene siempre una socialización. Pues va
siempre dirigida a un fin metódicamente establecido, tanto si se trata de un fin objetivo (realización
de un programa con propósitos ideales o materiales) como de un fin personal (prebendas, poder, y
como consecuencia de ellos, honor para sus jefes y secuaces o todo esto a la vez”.
6. Movilidad social
La movilidad social, que es una característica de las clases sociales se refiere a los cambios
y desplazamientos de los individuos de una posición a otra dentro de la jerarquía social. Estos
cambios pueden ser verticales u horizontales. La movilidad social es horizontal cuando los cambios
se producen entre dos posiciones de igual nivel y es vertical cuando se producen movimientos
ascendentes o descendentes entre las diversas posiciones sociales.
La movilidad social también puede ser intergeneracional o intergeneracional; la primera se
da cuando los cambios de posición social ocurren dentro de la vida del individuo; la segunda se
refiere a la movilidad ascendente o descendente de los hijos respecto a los padres.
La movilidad social ascendente es un indicador del grado de apertura de la sociedad. La
sociedad argentina hacia mediados de los años ’30, represento un modelo de movilidad social
ascendente. En general, los hijos de los inmigrantes que provenían de estratos bajos, lograron su
ascenso social a través de los estudios universitarios. Florencio Sánchez, ejemplifica esta situación
en una de sus obras: M’hijo el dotor.
El mundo de hoy vive una situación diferente a la de la Argentina de las primeras décadas
del siglo XX. Las transformaciones tecnológicas, la mayor interdependencia planetaria, la
concentración económica, los cambios en el mercado ocupacional y la flexibilización laboral
trastocaron los mecanismos de movilidad social conocidos. La exclusión, la desocupación y la
polarización son algunos de los rasgos que expresan los grandes cambios que estamos viviendo.