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APRENDIZAJE UNADISTA

Natalia Maria Gonzales Parra

Wendy Vannesa Cayetano Reyes

Erika Fernanda Ortiz Murcia

Universidad Nacional Abierta y a Distancia

2019
UN GRAN SUEÑO PARA EDUCAR

En un lugar lejano vivía una joven que quería ser profesora. Desde niña se reunía debajo de
un árbol frondoso con sus amiguitos a los cuales decía que era sus alumnos y les enseñaba a
escribir las vocales, los números, a dibujar y pintar. Sus padres al ver la vocación se
esforzaron a pesar de sus recursos económicos por darle estudios académicos a ella, para ir
al colegio tenía que viajar varias horas, pero la gran pasión por su deseo de ser una docente
superaba las largas caminatas, las horas de trasnochos incluso las ganas de comprar ciertos
gustos.

En la escuela era admirada por su empeño en los estudios. Siempre le gustaba adquirir


nuevos conocimientos y compartirlo con los demás compañeros o con sus profesores. Se le
veía la mayoría de las veces leyendo libros, o discutiendo en la cafetería del colegio sobre
temas que sus profesores trataban en clase experimentando quizás inconscientemente
muchas estrategias de aprendizajes. Sobresalía por su aprendizaje autónomo, su manera
de asimilar el aprendizaje colaborativo o constructivista en cada exposición o esas tareas
individuales como   grupales que en la mayoría de las veces usaba sus profesores de
escuela. En cada grado escolar que ganaba   podría apreciarse en ella un gran aprendizaje
significativo.

Todo marchaba bien hasta que en un viaje que hizo su madre a la ciudad ocurrió un
accidente donde el carro en el que se encontraba ubicada en el asiento delantero al lado del
conductor chocó con una camioneta que irresponsablemente ocupo su carril.
Lamentablemente ahí murió su madre, Esperanza cayó en un estado de depresión terrible
porque su mayor apoyo quien más la motivaba para lograr ese sueño de algún día ser
docente ya no estaría presente para celebrar ese logro, además le tocaría asumir mayores
responsabilidades en la familia porque era la hija mayor de los tres hermanos pequeños que
tenía. En esos días estaba realizando las diligencias para ingresar a la Universidad, pero las
suspendió, paso algo de tiempo su hermano el menor ya había entrado al bachillerato,
también en aquella vereda el estilo de vida había cambiado desde que entro la internet,
entonces poseía mejor comunicación gracias a la tecnología, su padre a pesar de todo
siempre le aconsejaba y le insistía en volver a retomar sus sueños de algún día ser una gran
docente. Además, prometió que apenas su otro hermano quien seguía después de ella se
graduara de bachiller, ella volvería a diligenciar sus estudios universitarios y le cumplió.

Un día llegó muy feliz a la casa su papá con un computador portátil diciendo a Esperanza
que existía una modalidad de estudio que era virtual, que la hija de su patrón le había
comentado y que era muy fácil además había becas de estudios gratis para ciertos perfiles
de jóvenes. Él tenía mucha fe en Esperanza y sabía que se ganaría esta beca, y así
ocurrió esta joven participó y fue una de las beneficiarias de esa beca.

Al principio por ser nueva en esta modalidad de estudio se le complicó un poco, pero
gracias a la solidaridad en equipo que se presenta en el trabajo colaborativo que
caracteriza a esa universidad virtual ella ha logrado avanzar. Ahora se encuentra en quinto
semestre de licenciatura en pedagogía infantil y cuando piensa en rendirse recuerda que en
algún lugar su madre la está mirando y desde allá le envía ánimo para que continúe en
conquistar sus sueños. Ser una docente.

¿Cómo puede ser la solidaridad un valor fundamental para el desarrollo del trabajo
colaborativo?
Cuando trabajamos de forma colectiva y en equipo, algunas veces no vamos a sentir que el
trabajo del otro nos beneficia. Siendo así, la solidaridad entra en juego con un elemento
muy importante: Ayudemos porque podemos más allá de si nos beneficia directamente
porque en ese camino quizá encontremos un valor agregado más importante

La solidaridad es de esos valores que debemos implementar en nuestro diario vivir, sin
olvidar por completo que ser solidario es ser amable, amigable, honesto, colaborativo, pero
jamás asumir la carga de todo el grupo porque ya dejaría el valor de lado para asumir más
responsabilidades, ser solidario te ayuda a ser mejor persona y mejor compañero.

Es una fortaleza importante a la hora de hacer un trabajo en equipo haciendo equidad, y que
sea eficiente, dinámico y productivo, ayudándonos, fortaleciéndonos, beneficiándonos
todos en equipo donde se comparte conocimientos, propuestas, obteniendo un resultado
exitoso y que cada persona contribuya con el conocimiento personal.

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