La calidad no es un descubrimiento o invento actual, es una parte del

comportamiento humano que se desarrolla dependiendo las circunstancias y

adaptándose a las necesidades del momento, se puede decir que la calidad ha
acompañado a la humanidad desde su historia.

El código de Hammurabi, es su capítulo CCXXIX (año 2150 a.C.) describe cómo actuar
ante una posible edificación en mal estado “si un albañil ha construido una casa y, no
siendo esta suficiente sólida, se hunde y mata a sus ocupantes, el albañil deberá ser
ejecutado”

Los fenicios cumplían altos estándares de calidad y aplicando correctivos drásticos y los
inspectores eliminaban toda posibilidad de repetición de defecto

En Egipto en la tumba de Rekh-Mi-Re en Tebas, muestra como un inspector comprueba

la perpendicularidad de un bloque de piedra con ayuda de una cuerda.

En la edad media con el corporativismo medieval floreció una forma de proceder que
estaba bastante relacionada con la calidad dictando reglas y modos de control que
intentan garantizar al cliente la conformidad de los productos que se adquiría.

Con el paso de los siglos la calidad de ha transformado, desde que se iniciara la

actividad industrial en Saint-Etienne y Annonay.

En el siglo XX se vio grandes avances en las tecnologías de fabricación y en los

métodos de control. Hubo gran cantidad de invenciones tecnológicas orientadas a la
aplicación industrial

Actualmente la mayoría de las organizaciones satisface criterios específicos de la

producción, tales como, especificaciones técnicas. No obstante, según señala la norma
ISO 9000 “las especificaciones no necesariamente garantizan que los requisitos del
cliente se cumplan de manera constante” para ello la norma ISO 9001 considera la
calidad desde cuatro perspectivas: necesidades y requisitos del producto o servicio,
diseño del producto o servicio, cumplimiento del diseño y soporte al producto en la
cadena de valor.