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La institución jurídica del sobreseimiento, establecida en el Código Orgánico Procesal Penal (COPP,
2012), representa una de las tres formas de actos conclusivos, que puede presentar el o la fiscal
del Ministerio Público al finalizar la fase preparatoria, sin perjuicio de que pueda generarse en la
fase intermedia o de juicio. Se hace necesario citar algunas definiciones sobre el mismo.
Suspensión del procedimiento por insuficiencia o falta de pruebas o por no aparecer cometido el
delito supuesto, lo cual determina la liberación del posible detenido y el levantamiento de todas
las restricciones existentes contra los encausados. (p. 602)
Oderigo (1980) conceptúa el Sobreseimiento como: “La resolución judicial por la cual se
interrumpe, libre y definitivamente, o de forma condicional, el normal desarrollo del proceso
penal, en su marcha hacia la sentencia definitiva” (p. 89)
Tanto en el Código Orgánico Procesa Penal vigente (COPP, 2012), como en su antecesor (COPP,
2009) no se establecía de manera clara y expresa una definición de sobreseimiento, sin embargo,
el extinto Código de Enjuiciamiento Criminal (CEJ, 1962) señalaba en su artículo 310 que el
sobreseimiento es “un pronunciamiento judicial que termina total o parcialmente el proceso, y
tiene carácter definitivo".
Con respecto a la figura jurídica del sobreseimiento en el proceso penal, El Tribunal Supremo de
Justicia mediante la Sentencia Nº 368 de Sala de Casación Penal, Expediente Nº C09-337 de fecha
10 de agosto de 2010 estableció:
Cuando el proceso penal se desarrolla en forma completa concluye con una sentencia definitiva,
que condena o absuelve al imputado. Pero no siempre el proceso llega a esa etapa final, sino que,
en muchas ocasiones, en consideración a causales de naturaleza sustancial expresamente
previstas en la ley, que hacen innecesaria su prosecución, se concluye anticipadamente, en forma
definitiva. La decisión judicial que detiene la marcha del proceso penal y le pone fin de esta
manera, constituye el sobreseimiento.
La Sala de casación de penal, esboza una definición del sobreseimiento y en ella plantea su
naturaleza como una decisión que en forma anticipada produce la terminación del proceso, es
decir, no logra desarrollarse a plenitud, toda vez que existen unas causales que hacen inoficiosa su
culminación.
Es un pronunciamiento judicial
Produce los mismos efectos que una sentencia absolutoria, y tiene carácter de Cosa Juzgada.
Luego de realizar un análisis a las definiciones de sobreseimiento ofrecidas por los doctrinarios
citados, e identificadas las principales características, podría conceptualizarse el sobreseimiento
como una decisión judicial con carácter de definitiva, la cual pone fin al proceso y posee autoridad
de cosa juzgada, haciendo cesar todas las medidas de coerción impuestas sobre la persona del
imputado e impidiendo una nueva persecución penal por los mismos hechos, salvo en los casos de
sobreseimientos provisionales establecidos en el Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012)
específicamente en su artículo 20, que autoriza el inicio de una nueva persecución penal.
Causales del sobreseimiento.
Las causales que pudieran dar origen al sobreseimiento de la causa penal se encuentran
establecidas en el artículo 300 del Código Orgánico Procesal Penal (COOP, 2012), el cual establece:
Tipos de sobreseimiento.
Existen distintos tipos de sobreseimiento, atendiendo a diferentes factores. Entre los cuales
tenemos:
En Cuanto a la finalización del proceso: se dividen en a) definitivos: Ponen fin al proceso y tienen
autoridad de cosa juzgada; y b) provisionales; no produce la finalización del proceso, por ende no
adquiere el carácter de cosa juzgada, permitiendo así una nueva persecución, suspenden
provisionalmente el proceso.
En cuanto al número de imputados: se divide en a) totales; va dirigido a todos los imputados del
proceso; y b) parciales; solo tienen por objeto algunos de los imputados o acusados.
En cuanto a la forma de proceder: se dividen en a) de oficio; es dictado por el tribunal en uso de
sus competencias legales; y b) a instancia de parte; aquel que se da a requerimiento de uno de los
sujetos procesales legitimados para ello.
El sobreseimiento se puede dar en cualquiera de las tres etapas del procedimiento penal
ordinario, preparatoria, intermedia o de juicio, en la primera fase puede originarse como
consecuencia de la declaratoria con lugar de una de las excepciones opuestas por el imputado o
imputada o sus defensores y a solicitud del Ministerio Publico como acto conclusivo.
Durante la fase preparatoria el Ministerio Público puede llegar a convencerse por sí o por medio
de un alegato de la defensa que efectivamente el hecho investigado presuntamente delictuoso, no
se ha realizado, o que habiéndose realizado ese hecho no pueda atribuírsele a la persona
imputada, o que aun existiendo y atribuido a una persona determinada no resulte ser una
conducta constitutiva de delito, o que aún siendo típico, vale decir, constitutivo de delito, concurra
una causa de justificación, inculpabilidad o no punibilidad, o simplemente puede ser que la acción
penal se haya extinguido, o que a pesar de la falta de certeza no exista razonablemente la
posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación, y no haya bases para solicitar
fundadamente el enjuiciamiento del imputado. Estas situaciones están latentes durante la
investigación, por lo tanto una vez constatadas por el titular de la acción penal durante la fase
preparatoria, éste debe dictar el Acto Conclusivo de sobreseimiento, respecto a las personas que
considere pertinente. (p. 43)
Con respecto a la fase intermedia, procede cuando el Juez o Jueza de control de conformidad con
el artículo 313 numeral 3 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012), dicta el
sobreseimiento, si considera que concurre alguna de las causales establecidas en la ley, el
sobreseimiento deberá ser solicitado mediante la oposición de excepción a tenor de lo establecido
en el artículo 311, numeral 1 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012), Hasta cinco días
antes del vencimiento del plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar.
En relación a la Fase de juicio, el sobreseimiento de la causa procederá si durante la etapa de juicio
se produce una causa extintiva de la acción penal o resulta acreditada la cosa juzgada y no es
necesaria la celebración del debate oral y público.
El artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012) señala los efectos que conlleva la
decisión del sobreseimiento dentro del proceso penal, el mismo establece:
El sobreseimiento pone término al procedimiento y tiene la autoridad de cosa juzgada. Impide, por
el mismo hecho, toda nueva persecución contra el imputado o imputada o acusado o acusada a
favor de quien se hubiere declarado, salvo lo dispuesto en el artículo 20 de este Código, haciendo
cesar todas las medidas de coerción que hubieren sido dictadas.
Algunos de los efectos más importantes del sobreseimiento es la autoridad de cosa juzgada,
garantizando así el principio del non bis in ídem y la imposibilidad de nueva persecución penal en
contra del imputado o acusado sobreseído, sin embargo en materia de sobreseimiento, el carácter
de cosa juzgada posee una excepción establecida en el citado artículo de la siguiente forma: “salvo
lo dispuesto en el artículo 20 de este Código” el cual se refiere a la única persecución:
Nadie debe ser perseguido o perseguida penalmente más de una vez por el mismo hecho. Será
admisible una nueva persecución penal: 1. Cuando la primera fue intentada ante un tribunal
incompetente, que por ese motivo concluyó el procedimiento; 2. Cuando la primera fue
desestimada por defectos en su promoción o en su ejercicio.
Partiendo de este supuesto, queda clara la existencia en el proceso penal venezolano de dos tipos
de sobreseimiento atendiendo a sus efectos; por una parte, uno de carácter definitivo, el cual
posee autoridad de cosa juzgada e impide una nueva persecución por el mismo hecho en contra
del sobreseído y por la otra, un sobreseimiento de carácter provisional fundado mayormente por
un defecto en las formas o cuando se carece de base fáctica para acreditar la perpetración de un
delito o la participación en él, de su presunto autor, el cual no posee autoridad de cosa juzgada,
por lo cual queda abierta la posibilidad que el sobreseído sea perseguido penalmente por el
mismo hecho
La garantía del non bis in ídem significa que no es posible la persecución penal por más de una vez
por el mismo hecho, de tal forma, que nadie puede ser juzgado por algo que ya se le ha juzgado
anteriormente en los mismos términos, vale decir, persona y hechos.
El non bis in ídem se refiere no solamente a procesos terminados, sino también a causas que se
encuentren en curso, en el sentido de que excluye toda posibilidad de llevar adelante una doble
persecución penal, siempre claro está, sobre la base de la igualdad de identidad de la persona y
del hecho objeto del proceso.
Como ya se ha dicho, el principio del non bis in idem, se encuentra presente en los
sobreseimientos definitivos, los cuales poseen efectos análogos a los de una sentencia absolutoria,
como se podrá apreciar a continuación.
La sentencia absolutoria ordenará la libertad del absuelto o absuelta, la cesación de las medidas
cautelares, la restitución de los objetos afectados al proceso que no estén sujetos a comiso, las
inscripciones necesarias y de ser el caso, fijará las costas (…)
De lo anterior se observa que ambas decisiones hacen cesar las medidas de coerción personal,
ordenan la libertad del procesado en caso de estar detenido; y, aunque no se indique entre los
efectos de sobreseimiento la devolución de los objetos que no estén sujetos a comiso, en ambos
casos debe realizarse decretado el sobreseimiento o la sentencia absolutoria. Por tanto debe
concluirse que tiene los mismos efectos que una sentencia absolutoria siempre que sea definitivo
su dictado, vale decir, que no sea decretado conforme lo establece el artículo 20 del Código
Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012).
Asimismo, se colige del contenido de los artículos 229 y siguientes del Código Orgánico Procesal
Penal (COOP, 2012) que las medidas de coerción personal se refieren a la privación judicial
preventiva de libertad y a las medidas cautelares sustitutivas, ambas de carácter personal, por ser
el imputado quien está obligado a cumplirlas y otras de carácter real que pueden ser cumplidas
por el imputado o por otra persona, por lo tanto, una vez decretado el sobreseimiento de la Causa
sea definitivo o provisional en favor de un imputado, deben cesar las medidas de coerción
personal y real que hubieren sido adoptadas en la oportunidad respectiva en contra de éste.
Sobre este aspecto, el Tribunal supremo de justicia mediante Sentencia Nº 517 de la Sala de
Casación Penal, Expediente Nº C05-0295 de fecha 09 de agosto de 2005, estableció:
Las dos características esenciales que se pueden extraer del concepto de sobreseimiento son: un
acto procesal y una decisión de fondo.
El acto procesal que se concreta es una decisión judicial; esa decisión, en cuanto que pone fin al
proceso, al impedir el ejercicio de la acción penal, debe ser objeto de una fundamentación
minuciosa, es decir, en ella deben quedar expresados los motivos que permiten considerar que se
dan los presupuestos que impiden la prosecución del proceso.
Es una decisión con carácter de definitiva, puesto que el proceso no se desarrolla a plenitud, esto
en consideración a causales de naturaleza sustancial expresamente previstas en la ley, Articulo
300 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012), que hacen innecesaria su prosecución, por
tanto el proceso concluye de forma prematura y definitiva mediante una decisión de
sobreseimiento.
Es importante destacar que existe una diferencia sustancial entre el sobreseimiento provisional, el
cual pone fin al proceso y hace cesar las medidas de coerción personal que hubieren sido dictadas,
y el definitivo; el cual surte los mismos efectos que el provisional y adicionalmente a ello posee
autoridad de cosa juzgada e impide una nueva persecución penal en contra del sobreseído o
sobreseida por los mismos hechos.
El Sobreseimiento Definitivo por tanto comporta una verdadera sentencia, no porque este
adecuado a las formalidades exigidas por el legislador, toda vez que el sobreseimiento se dicta
mediante autos, sino porque es una resolución que pone término al proceso e impide su
continuación o reinicio en otros tribunales de una misma o diferentes instancias, conforme lo
señala el artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012).
Por una parte, tendrá naturaleza de sentencia definitiva cuando se trate de sobreseimientos
definitivos que tengan como fundamento motivos relacionados con el fondo de la cuestión penal,
como en el caso de que el hecho no sea típico o cuando concurra una causa de justificación,
inculpabilidad o de no punibilidad, dotándolos de autoridad de cosa juzgada e impidan una nueva
persecución penal por el mismo hecho en contra del sobreseído o sobreseida, puesto que los
efectos del sobreseimiento definitivo en estos casos se equiparan a los de una sentencia
absolutoria. Y por la otra, tendrá naturaleza de decisión interlocutoria con carácter de definitiva en
los casos de sobreseimientos provisionales que ponen término al proceso, mas no impiden una
nueva persecución penal por el mismo hecho, esto debido a la ausencia del carácter de cosa
juzgada, por tanto se estaría en presencia de una suspensión y no de una terminación anticipada.
El sobreseimiento como acto procesal está amparado bajo la garantía constitucional de la doble
instancia, es decir, es susceptible de ser impugnada y que esta decisión sea revisada por un juez o
jueza jerárquicamente superior. Por lo tanto, para determinar cuáles recursos le son aplicables se
hacía necesario determinar su naturaleza jurídica.
El recurso de apelación.
El recurso de apelación se configura en el ordenamiento jurídico procesal como un recurso de
carácter ordinario. Es un medio de impugnación, que cabe contra resoluciones interlocutorias y
definitivas siempre que así lo establezca la norma. Acerca de este recurso Gallinal (1990) comenta:
(…) por apelación palabra que viene de la latina appellatio, llamamiento o reclamación, es un
recurso ordinario que entabla el que se ve perjudicado o agraviado por la resolución de un juez o
tribunal, para ante el superior, con el fin de que la revoque o reforme (p. 229)
Aquel recurso ordinario y vertical o de alzada formulado por quien se considera agraviado por una
resolución judicial (Auto o sentencia) que adolece de vicio o error y encaminada a lograr que el
órgano jurisdiccional superior en grado al que la emitió la revise y proceda a anularla o revocarla,
ya sea total o parcialmente, dictando otra en su lugar u ordenando al juez a quo, que expida una
nueva resolución de acuerdo a los considerandos de la decisión emanada del órgano revisor (p.
105)
Ahora bien, con respecto a la doble instancia en relación con el recurso de apelación regulado en
el Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012), Pérez (2004), señala lo siguiente:
Esto se debe a que las cortes de apelaciones están llamadas a conocer del derecho y no de los
hechos, pues estos en virtud del principio de inmediación son debatidos en el juicio oral y público
por ante el Juez de primera instancia en funciones de juicio.
En este orden de ideas, los efectos jurídicos del recurso de apelación en relación al fallo recurrido
pueden ser tres; Confirmación, revocación o anulación. Al respecto Porras (2008) establece:
La decisión que se decreta como resultado del recurso de apelación, trae como consecuencia legal,
que el fallo recurrido sea confirmado, revocado o anulado, lo que quiere decir, que una decisión
dictada por un juez de primera instancia, en el caso de ser confirmada trae como consecuencia
directa la ejecución de lo ya decidido por el Juez a quo, por otra parte, si la decisión impugnada es
revocada, el mismo Tribunal que la dictó está en el deber de corregir los errores en los cuales
incurrió, dictando para ello una nueva decisión, en el caso de ser anulado el fallo apelado, la causa
pasa al conocimiento de otro juez de la misma categoría, distinto al que dictó la decisión anulada
para que pronuncie una nueva decisión, que no presente los vicios que conllevaron a la nulidad de
la primera y cuando es modificada sólo se cambia la parte afectada. (p. 48).
Del análisis realizado por los citados autores y autoras, se evidencia que la finalidad del recurso de
apelación, es someter las decisiones judiciales a la revisión de un jerárquico superior, para que
este conozca sobre los errores o vicios en la aplicación del derecho y de esta manera confirme,
modifique o anule la decisión recurrida.
La apelación de autos.
Son recurribles ante la corte de apelaciones las siguientes decisiones: 1. Las que pongan fin al
proceso o hagan imposible su continuación. 2. Las que resuelvan una excepción, salvo las
declaradas sin lugar por el Juez o Jueza de Control en la audiencia preliminar, sin perjuicio de que
pueda ser opuesta nuevamente en la fase de juicio. 3. Las que rechacen la querella o la acusación
privada. 4. Las que declaren la procedencia de una medida cautelar privativa de libertad o
sustitutiva. 5. Las que causen un gravamen irreparable, salvo que sean declaradas inimpugnables
por este Código. 6. Las que concedan o rechacen la libertad condicional o denieguen la extinción,
conmutación o suspensión de la pena. 7. Las señaladas expresamente por la ley.
Ahora bien, a simple vista pareciese que las decisiones de sobreseimiento de la causa se adecuan a
lo preceptuado en el numeral 1 del mencionado artículo, sin embargo, dichos pronunciamientos
judiciales en los casos de sobreseimientos definitivos que tengan como fundamento motivos
relacionados con el fondo de la cuestión penal, como en el caso de que el hecho no sea típico o
cuando concurra una causa de justificación, inculpabilidad o de no punibilidad, se convierte en una
decisión que resuelve el merito de la causa, pone fin al proceso e impide definitivamente su
continuación, asemejándose sus efectos a los de una sentencia absolutoria anticipada,
Con respecto a los requisitos de forma y la oportunidad procesal prevista para su interposición y
promoción de pruebas, se encuentran contenidos en el artículo 440 del Código Orgánico Procesal
Penal (COPP, 2012).
Posterior a la presentación el recurso, el tribunal emplazará a las otras partes para que lo
contesten dentro de tres días y, en su caso, promuevan prueba. Transcurrido dicho lapso, sin más
trámite, dentro del plazo de veinticuatro horas, Se remitirá las actuaciones a la Corte de
Apelaciones para que ésta decida sobre la admisión en el lapso de tres días siguientes a su
recepción y en caso de ser admitido el recurso resolverá la cuestión planteada en el lapso de diez
días siguientes a su admisión.
Esta modalidad de apelación procede contra las decisiones generadas en la audiencia oral y
pública de juicio, las cuales son consecuencia del desenvolvimiento normal del proceso. El recurso
deberá ser presentado ante el Juez que dicto la decisión dentro de los diez días siguientes
contados a partir de la fecha en que fue dictada, o de la publicación de su texto íntegro, para el
caso de que el Juez o Jueza difiera la redacción del mismo por el motivo expresado en el Artículo
347 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012). Al respecto Porras (2008) afirma:
En cuanto a sentencia definitiva se refiere, es de indicarse que por ésta se entiende aquella
decisión que resuelve sobre el mérito o fondo de la causa; lo que quiere decir, que decide
definitivamente la causa poniendo fin al proceso, la cual a tenor de lo establecido en el texto penal
adjetivo venezolano (artículo 173), se dicta para absolver, condenar o sobreseer y que por
disposición expresa del artículo 175 del citado texto legal, se pronuncia en audiencia pública con lo
cual, las partes quedan legalmente notificadas de la misma. Igualmente, conforme a lo
preceptuado en el artículo 451 del COPP, el recurso de apelación de sentencia es admisible contra
la sentencia definitiva dictada en el juicio oral. (p. 54)
En el ámbito procesal penal venezolano, este punto ha sido controvertido, esto debido a la falta de
uniformidad de criterios entre los doctrinarios patrios, e inclusive, entre las decisiones emanadas
del Tribunal supremo de justicia.
Por un lado, se encuentra la corriente que sostiene la figura del sobreseimiento como una simple
sentencia interlocutoria, basando su criterio en la interpretación literal del Código Orgánico
Procesal Penal (COPP, 2012), específicamente en los artículos 306 y 307, en los cuales se establece
la forma en que debe ser dictado, es decir, a través de un “Auto”. Al respecto el fallo de la Sala
Constitucional del Tribunal supremo de justicia de fecha el 15 de julio de 2013, expediente 2013-
0140, estableció lo siguiente:
…Sin embargo, observa esta Sala que la Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas erró en el procedimiento a
seguir en el recurso de apelación, como si se tratara de una sentencia definitiva dictada en el juicio
oral, obviando que la decisión que decreta el sobreseimiento se trata de un auto, tal como lo
establece el artículo 324 del Código Orgánico Procesal Penal: “[e]l auto por el cual se declare el
sobreseimiento de la causa”, situación que tampoco fue advertida en el fallo bajo examen. (…) Por
tanto, al tratarse de un auto, el procedimiento a seguir en la apelación, para ese entonces, es el
que establecía el Libro Cuarto –denominado “DE LOS RECURSOS”-, Título III -denominado “DE LA
APELACIÓN”-, Capítulo I –denominado “De la apelación de los autos”, artículos 447 al 450 del
Código Orgánico Procesal Penal (publicado en la Gaceta Oficial de la República núm. 5.930
Extraordinario, del 4 de septiembre de 2009, aplicable rationae temporis).
Este criterio fue reiterado por la Sala de casación penal del Tribunal supremo de justicia, mediante
la Decisión Nº 305 de fecha 10-10-2014.
Por otro lado, existe una corriente que le otorga a las decisiones de sobreseimiento carácter de
sentencias definitivas, por concluir el proceso y disfrutar estas de la mayoría de los efectos de la
cosa juzgada, impidiendo estas una nueva persecución penal por los mismos hechos en contra del
sobreseído, equiparándose sus efectos en algunos casos con los de una sentencia absolutoria
anticipada. Al respecto Sala Constitucional del Tribunal supremo de justicia, en sentencia Nº 01, de
fecha 11 de enero de 2006, estableció:
se advierte que tal como lo expresó la Sala de Casación Penal en la sentencia objeto de revisión, se
aprecia que el auto que declara el sobreseimiento de la causa, es una decisión que pone fin al
proceso e impide su continuación, por lo cual, dicho pronunciamiento debe equipararse a una
sentencia definitiva en cuanto a sus efecto procesales... En consecuencia, debe concluirse que si
bien el Código Orgánico Procesal Penal califica a la decisión que declara el sobreseimiento de la
causa como un auto, éste debe calificarse como un auto con fuerza de definitiva que causa
gravamen irreparable.
Es importante mencionar que este fue el criterio reiterado y pacifico de la Sala de casación penal
del Tribunal supremo de justicia entre los años 2006 y 2012.
Ahora bien, analizada la naturaleza jurídica de las decisiones de sobreseimiento, se puede inferir
que esta desempeña un rol determinante al momento de puntualizar la modalidad del recurso de
apelación aplicable al sobreseimiento.
Con respecto a los casos de sobreseimientos definitivos que tengan como fundamento motivos
relacionados con el fondo de la cuestión penal, como en el caso de que el hecho no sea típico o
cuando concurra una causa de justificación, inculpabilidad o de no punibilidad, sus efectos se
asemejan a los de una sentencia absolutoria anticipada; pone fin al proceso, hace cesar todas las
medidas de coerción personal, posee autoridad de cosa juzgada, por lo cual el sobreseído o
sobreseído queda bajo la garantía del non bis in idem, lo que impide una nueva persecución penal
por el mismo hecho en contra del beneficiado por el sobreseimiento.
Por lo tanto, la modalidad de recurso de apelación aplicable a los sobreseimientos definitivos debe
ser la establecida en los artículos 443 y siguientes del Código Orgánico Procesal Penal (COPP,
2012), referidos a la apelación de sentencias.
Es importante destacar, las diferencias procesales entre las dos modalidades de apelación, de
autos y de sentencias, en ambas modalidades se prevé la celebración de una audiencia oral. En la
apelación de autos se fijara si alguna de las partes ha promovido prueba y la corte de apelaciones
la estima necesaria y útil, lo que significa que es opcional o potestativa. En la apelación de
sentencias es obligatoria la realización de la audiencia oral para oír a las partes, respecto de sus
fundamentos y descargos en relación con el recurso de apelación interpuesto.
Es por ello que resulta improcedente que los recursos de apelación de las decisiones de
sobreseimiento definitivos que ponen fin al proceso, poseen autoridad de cosa juzgada y causan
un gravamen irreparable, sean resueltos sin haberse celebrado la audiencia obligatoria establecida
en el articulo 447 Código Orgánico Procesal Penal (COPP, 2012), toda vez que ello acarrearía una
vulneración flagrantemente el debido proceso, el derecho a la defensa y la tutela judicial efectiva.