Un hombre en un claro en la selva sueña a otro, y al final se da cuenta de que él también ha

sido soñado. Borges se basó seguramente en una idea de David Hume que -siempre
sembrando pistas- se ocupó de citar en un ensayo: "El mundo es tal vez el bosquejo
rudimentario de algún dios infantil, que lo abandonó a medio hacer, avergonzado de su
ejecución deficiente".

El gaucho
ruinas…negro
Lasfin (1944) al que
es también Martín
un cuento Fierro venció
sobre la esterilidad y laen una payada
paternidad, ya
sobre la cuyo hermano
fecundidad del arte
como un
mató enparalelo de la espera
un duelo reproducción. La figura de un
pacientemente a hombre
Fierro,solipsista,
duranteencerrada
años, en en una
su mente, sus
pulpería
fantasías
perdidayen susla
sueños,
Pampa. se repite en varios
Cuando cuentos
llega, de Borges:y los
se trenzan el hay encerrados
negro mata a enFierro.
celdas (El milagro
Borges,
secreto, La
un agudo escritura
lector de delestructuras
dios, Deutsches Requiem),
para quien bibliotecas (La Biblioteca
la literatura de Babel), sótanos (El
eran siempre covers de
Aleph).
historiasLosya
objetos circulares
contadas, (la luna, esta
imagina las monedas,
breve y estas
genialruinas) obsesionaban
continuación a Borges,
del Martín que veía en
Fierro.
ellos una metáfora de la circularidad del tiempo y del sentido ("la cifra que falta"), siempre difícil de
alcanzar.

Como casi todos los cuentos de Borges, tiene la estructura de un duelo entre dos hombres
en el curso del cual uno de ellos comprende su destino y encuentra su identidad, y a veces
-como ocurre por ejemplo aquí y en El Aleph– se convierte en el otro. El negro, "una vez
cumplida su tarea de justiciero (…), era el otro: no tenía destino sobre la tierra y había
matado a un hombre". Es decir, el Martín Fierro empieza otra vez, con un gaucho asesino,
prófugo de la ley, que probablemente atravesará la frontera y se irá con los indios. Casi
ningún personaje de Borges, tanto los intelectuales como los violentos, ama ni trabaja (o lo
hace fuera de la ley o es una especie de ñoqui). Muchos de ellos encuentran su identidad
cuando cruzan una frontera.