Está en la página 1de 1

ANSIEDAD Y ESTRÉS: LOS DOS MALES QUE NOS GOBIERNAN

En la actualidad, los argentinos nos enfrentamos día a día con la ambigüedad y la incertidumbre de
no saber qué va a pasar en un futuro. Tanto la ansiedad como el estrés nos atormentan todo el
tiempo, y muchas veces, interfieren con nuestras actividades cotidianas. Sin embargo, teniendo en
cuenta algunas indicaciones, existe la posibilidad de vivir un poco más tranquilos.

La ansiedad es un estado mental en el cual no podemos disfrutar del presente, ya que estamos
enfocados en adelantarnos a ese momento con la finalidad de anticiparnos a lo que puede llegar a
suceder. A pesar de que es normal sentirnos ansiosos cuando estamos frente a un peligro o
desafío, hay que estar alerta de que esto no se convierta en patológico. Preocuparnos
excesivamente por algo que no podemos controlar ni manejar nos enferma física y
psicológicamente. Algunos de los síntomas que podemos presentar pueden ser: cansancio, dolor
muscular, mal humor, ganas de llorar sin razón, transpiración, sensación de ahogo, angustia, entre
otros.

El estrés no es algo que podamos evitar, ya que es natural, necesario y hasta incluso saludable que
esté. Sin embargo, nuestra psiquis tiene una cierta capacidad para la tensión, y, cuando ésta
excede el límite, aparece el “estrés malo”: una reacción sumamente perjudicial para nuestra salud
física y mental. Esta situación no solo aparece cuando nos sobrepasan situaciones que no nos
gustan, sino también cuando, a pesar de que estamos haciendo algo placentero, nos
sobreexigimos.

Entonces… ¿Qué podemos hacer para poner un límite a todas estas cuestiones? En principio, es
importante comprender que no podemos controlar lo que va a pasar, hay situaciones que nos
superan pero que podemos elegir y decidir reaccionar de una manera mucho más relajada y sana.
Según especialistas, etiquetar lo que nos pasa, es decir, identificar qué es lo que sentimos (tristeza,
ansiedad, frustración, desilusión, etc) ya nos ayuda y alivia. En el caso de la ansiedad, también
puede ayudarnos hacer una lista con nuestras preocupaciones para diferenciar cuales pueden ser
atendidas y solucionadas y cuáles no.

Por lo tanto, podemos afirmar que tanto la ansiedad como el estrés son sanos dentro de sus
rangos normales, sin embargo, no hay que dejar que ninguno de estos dos males nos domine.
¿Cuáles son las consecuencias que puede traer no controlarnos a tiempo? El trastorno de ansiedad
si no se trata, puede derivar en un ataque de pánico. Éste se caracteriza porque la persona tiene la
certeza de que está muriendo o enloqueciendo. En cambio, el estrés crónico puede culminar en
depresión, adicciones, úlceras, alergias, infarto, ACV, o incluso cáncer.

Para concluir, es importante recordar que nada garantiza el éxito, pero si salud.

También podría gustarte